Intercambio extraño

Amaia y Ana son amigas y acaban follando Ana con los padres de amaia y amaia con los de ana

INTERCAMBIO EXTRAÑO

Amaia y Ana eran dos amigas desde pequeñas. Se conocían porque sus padres eran íntimos amigos. Lo que les iba a ocurrir nunca lo hubieran supuesto. Sus padres a veces cenaban juntos. Esa parte la conocían pero lo que no suponían que esas cenas a veces terminaban en trios o intercambios o directamente invitaban a más gente y hacían alguna orgia.

En una de esas cenas estaban los dos matrimonios hablando de sus hijas universitarias. Una de las mujeres comentó lo guapas que eran y los buenos cuerpos que tenían. Dijo que Amaia que era la hija de sus amigos tenía unos pechos que ya le gustaría beber de ellos. Entonces el hombre de la otra pareja insinuó que porque no intentaban que entren al juego o por lo menos que cada matrimonio intente seducir a la hija de la otra. Para presentar los matrimonios. Javier y María eran los padres de Amaia y Fernando y Nuria los de Ana.

Para intentar seducirlas y llevarlas a nuestro molino habrá que pensar algo o esperar el momento oportuno adujo Fernando sin mucha convicción de conseguirlo. Pero la casualidad se iba a aliar con ellos. Una de las noches para coger calor conectaron Internet y buscaron en algún chat alguna chica sola o pareja para poder jugar con la webcam. Estaban sentados Fernando y Nuria en el ordenador cuando contactaron con una chica. La webcam enfocaba los cuerpos, no las caras.

La chica del otro lado era morena de pelo rizado. El resto de la habitación donde estaba se veía algo oscuro. La chica comenzó a quitarse la ropa al ritmo de la música. Un ritmo latino muy sugerente. Cuando la chica se quitó el tanga, María dio un pequeño grito y le entró la risa. Les dijo que siguieran con el juego a sus amigos y que no dijeran nada pero que aquella que estaban viendo era Amaia. Fernando sufrió una erección terrible. Su mujer Nuria se montó encima y lo cabalgó como una amazona hasta que sintió el semen de su marido rebotar en su vagina. Cortaron la conexión tras despedirse.

Había que hacer algo para averiguar cómo entrarlas. Se les ocurrió que había un método y era que en la siguiente cena que iba a ser en la casa de Javier y María así que entrarían al ordenador de Amaia y mirarían el historial. Al viernes siguiente lo hicieron y se sorprendieron porque en el historial había paginas de contactos liberales, de clubes e incluso de BDSM. Al abrir una carpeta que ponía "Madrid" había una serie de fotos en que Amaia y Ana aparecen acarameladas en besos algo más que castos.

Ahora solo había que precipitar las cosas y asegurarse que Ana también era tan liberal como su amiga y no hizo falta mucho ya que en una de las carpetas apareció un archivo Word en que Ana la contaba como había probado a hacerlo con una pareja el día de Nochevieja.

Ahora faltaba el cebo. Lo pensaron y una tarde de compras tenía que funcionar. María y Nuria cuando llegaron sus hijas las invitaron a irse de compras. Compraron de todo, pantalones, blusas, zapatos etc. Cuando se iban Nuria propuso ir a un sex-shop. María se hizo la estrecha negándose, las chicas se reían con una risa nerviosa. Amaia entró y Ana quería entrar pero Nuria le dijo a su hija que se quedase fuera acompañando a María.

Nuria escogió un vibrador de color rosa pero siguió pasando por el resto del sex-shop y fue a la zona de BDSM. Le preguntó a Amaia si la gustaba lo que veía, Amaia no contestó. Nuria entonces mostró sus cartas y la dijo que sabía que la gustaba obedecer y moverse en el mundo liberal etc. Amaia quiso protestar pero Nuria la hizo una seña para que esperara y le propuso que si quería podía pasar días en su casa cuando quisiera acostándose con Ana sin que ellos digan nada y que quería llevársela a la cama. Que fuera su sumisa aunque de forma más sexual. Si aceptaba debería elegir una fusta y un huevo, el huevo metérselo allí mismo y darla a ella. Amaia la miró, lo pensó y lo repensó y al final accedió. La verdad es que los padres de su amiga la excitaban mucho. Eligió una fusta negra con la punta roja y un huevo de tamaño medio, se bajó el tanguita y se lo metió en el coño.

Fueron a la casa de María con las dos jóvenes a probarse la ropa etc. Nuria, de vez en cuando accionaba el mando del huevo y Amaia emitía un pequeño respingo y notaba una gran excitación. María aprovechó que Ana fue al baño y que el baño estaba al lado de la cocina para colarse dentro detrás de ella y cerrar el pestillo. La dijo a Ana que sabía que era sumisa y que a veces jugaba con otras mujeres y que si eso le gustaba ella le ofrecía acostarse con ella y su marido. Ana aceptó. Salieron del baño a unirse con las otras dos mujeres. Amaia dijo que se marchaba que tenía que ir a hacer unos recados. Nuria fue con ella alegando que la llevaba en coche.

María y Ana se quedaron solas. María se acerco donde la joven y la besó, un dulce beso que Ana respondió suavemente retirando el vestido de María dejándola solo con un sujetador negro y una pequeña braguita que escasamente tapaba su pubis. María condujo a la joven al dormitorio y con rápidos movimientos la desnudó, con delicadeza abrió sus piernas acercando su lengua a su ombligo y en suaves caricias con la lengua y rodeándolo fue descendiendo hasta la cintura. Se recreó durante unos segundos el coñito de la joven universitaria. Luego con dos dedos la penetró. Ana emitió un suave gemido. Con la lengua María jugaba con el clítoris de la joven a la vez que la follaba con sus dedos. En eso estaban cuando oyó que abrían la puerta de la casa.

Supuso que era su marido así que se puso a cuatro patas sobre la chica con su coño en la boca de la joven para cuando entró su marido enseñarle el coño del que disfrutaría. Cuando se lo mostró el se acercó y besó el coño de la chica y luego a su mujer. Pero su mujer se levantó e hizo que la chica se levantara para desnudar al hombre. Botón a botón poco a poco le quitaron la camisa, luego soltaron el cinturón y el botón del pantalón. Posteriormente le bajaron la prenda para con las bocas bajar el bóxer.

Le empujaron a una pequeña butaca. Allí sentado, su mujer y la joven se arrodillaron y cogieron la polla con las manos acariciándosela, masturbándole para María ofrecerle el pene a Ana que la cogió con gusto e inició una suave mamada. María a su vez acariciaba los pechos de la chica y mamaba los huevos del marido. Luego levantó a la joven haciendo que se levantase y que se sentase sobre el miembro viril de su marido ensartándose Ana sobre el falo. Allí ensartada botaba sobre la polla a la vez que el hombre la cogía alternativamente de los pechos y de las caderas. María aprovechó para colocarse un arnés y ofrecérselo en la boca a la chica que chupaba con autentica maestría. Luego la chica se levantó y fue hacia la cama con el hombre detrás que la derribó sobre la cama y la sodomizó con suavidad pero de una sola vez. La joven gemía y jadeaba. Pedía más y más. Logró desembarazarse de su amante. Le hizo a él que se tumbase en la cama boca arriba y lo montó penetrándose vaginalmente. Javier mamaba sus pechos como si de un bebe se tratara. Luego María se acercó por detrás y la penetró analmente para entre el matrimonio follarla los dos agujeros. Las dos mujeres fueron teniendo orgasmos alternativamente hasta que Javier llegó a eyacular vertiendo su esencia en las bocas de las dos mujeres que se habían arrodillado a sus pies.

El resto del día y la noche no pararon de follar en todas las posturas y lugares de la casa posibles hasta despedirse.

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