Intentando no hacer ruido (Mi cuñada Parte II)
Tras el intento fallido de montar el armario en cada de mi cuñada, ella hizo la actuación de su vida viniendo a casa para traer dulces en agradecimiento, la tarde se hizo noche, mi mujer madrugaba y mi cuñada y yo nos quedamos solo en el salón.
Sonó el timbre y di un salto en el sofá, a mi mujer le ocurrió lo mismo estábamos ambos absortos en la película que estábamos viendo.
- Levántate tu porfa - me dijo mi mujer mientras se recolocaba en el sillón.
No me quedó mas remedio así que me puse en pie y me dirigí a la puerta, abrí sin preguntar ni mirar antes y me encontré frente a mi a mi cuñada sonriendo con una caja en las manos.
- Hola, he venido a traer una cosita por ayudarme con el armario el otro día - dijo tan tranquila pasando delante de mi, camino al salón, por supuesto no pude reprimir llevar mi mirada a su culo perfectamente marcado con los leggings, hacía un par de días que ocurrió lo de el armario así que en mi mente podía verlo sin los pantalones negros que llevaba.
Mientras las chicas se saludaban cogí la caja de encima de la mesa para llevarla a la cocina, aún estaba cerrada pero supuse que sería una tarta pequeña y seguro que no iban a perder la oportunidad de tomar un trozo cada una.
- Espera que te ayudo con eso - oí que mi cuñada decía desde el salón, y al momento estaba en la cocina conmigo. Ya tenía medio abierta la caja, al parecer había tenido un viaje movido porque el cartón tenía bastante chocolate pegado.
- ¿Quieres ser el primero en probarla? - me dijo, mientras pasaba su dedo índice rebañando el chocolate del cartón.
No tuve tiempo de responder cuando ella, con la mano limpia se agarró del borde de la camiseta rosa que llevaba y la subió hasta dejar al aire sus enormes tetas, pasó el dedo impregnando de chocolate primero uno de sus pezones y después el otro sin dejar de mirarme para luego admirar su obra y volver a levantar la mirada hacia mi.
Mi mujer estaba a solo unos pasos de allí, podría aparecer en cualquier momento pero yo no lo dudé ni un segundo y me lancé cogiéndola por la cintura, lamí sus pezones hasta no dejar ni rastro de chocolate, mi polla ya casi se salía del pantalón.
- Estás loca - la susurré al levantar la cabeza y mirarla a la cara. Ella tenía los ojos cerrados, lo había disfrutado.
- No se va a enterar - me dijo a la vez que se bajaba la camiseta.
Cortamos la tarta en ocho trozos pequeños entre roces y algún lametón, la cocina es estrecha pero aún así hay espacio para dos personas, aunque cada vez que yo tenía que pasar tras ella para coger algo no podía evitar acercarme para rozar mi entrepierna con su culo que ella muy considerada apretaba contra mi y de esa forma mantener mi erección.
Pasamos la tarde charlando, comiendo tarta y bebiendo al principio refrescos pero introduciendo poco a poco cada vez mas parte de alcohol en los vasos. Mi mujer al día siguiente tenía que madrugar para ir al trabajo por lo que cuando aun no era muy tarde decidió irse a dormir.
- Ni se te ocurra dejar a esta pobre mujer irse sola a casa - me decía levantándose del sofá- así que cuando acabéis de comer y beber como animales coges el coche y la acercas que tu mañana no tienes que ir a trabajar. Se agachó para dejar un tierno beso en mis labios y salió rumbo a la habitación.
Aún se escuchaba la puerta de la habitación cerrándose cuando noté la cálida mano de mi cuñada entrando en mi pantalón, bajo el boxer y alcanzando mi polla aletargada en ese momento.
- Uy que cosita mas pequeña tenemos aquí - susurró mi cuñada, aunque no tardaría mucho en agrandarse con las caricias de sus manos. Cuando casi estaba en total erección, con la otra mano me bajó el pantalón y el boxer dejándola al aire agarrada en su mano.
- Quiero ver como sale el capullo - me apretó la polla y el capullo se liberó de la piel que lo recubría. - Ufffmmm como me ha puesto eso - susurró cayéndosele un hilo de baba por la comisura de los labios.
Comenzó a meneármela suavemente, me acerqué a su cara y con mi lengua recogí la saliva que le caía por la cara, ella sonrió y se agachó hacía mi entrepierna para con su lengua lamer la punta de mi polla, muy lentamente pasando a lamerla toda entera desde los huevos a la punta una y otra vez. Gemí lo mas bajo que pude cuando se la metió entera en la boca y empezó a chupármela, sacándola y meciéndosela en la boca acariciándomela con sus dientes.
- Mmmm me encanta como me la chupas - susurré. Puse mi mano izquierda sobre su cabeza acompañándola en sus movimientos, pero no por mucho tiempo porque me fije que en esa posición podía alcanzar su culo, así que, llevé mi mano por su espalda hasta llegar a su pantalón y meterla bajo la goma, no me sorprendí cuando note la piel de sus nalgas, estaba seguro de no encontrar la tela de unas bragas por el camino, le acaricié ambas nalgas mientras ella seguía jugando con mi polla en su boca. Noté un mordisco en la punta de mi polla lo que me incito a buscar con el dedo medio el agujero de su culo y al encontrarlo traté de meterlo forzando que se dilatara el agujero, oí un gemido apagado en una boca ocupada y note como levantaba el culo invitándome a introducirlo más. Saqué la mano de su pantalón para humedecerme el dedo con saliva, ella me miró mientras lo hacía con toda mi polla dentro de su boca y me dio un pequeño mordisco, en seguida volví a meter la mano en su pantalón y ahora si con la ayuda de mi saliva le metí el dedo poco a poco hasta que estuvo entero dentro de su culo y empecé a moverlo con suavidad notando como cada vez que entraba recibía menor resistencia.
- Uffmm aah- al oír sus gemidos de gusto no dude en poner el dedo indice pegado al otro e introducirle los dos a la vez. - aaahmmm - le gustó tanto que se olvido de mi polla por un momento para disfrutar de como le follaba el culo con mis dedos, pero no por mucho tiempo, en seguida me la agarro para chupármela con mas energía. Mas dura no la podía tener.
- Ah aaah mmm…si sigues así harás que me corra - la dije susurrando las palabras y los gemidos.
Ella no paró, ni siquiera me miró, la sacaba y metía en su boca a la vez que me la meneaba con mas fuerza a cada momento, tanto que tuve que sacarla los dedos del culo porque ya me retorcía de placer.
Hasta que ya no pude aguantar más y me llevé una mano para taparme la boca.
- Aaaaah aaaah mmmmm me corro siiii - la tenía dentro de su boca cuando eyaculé con todas mis fuerzas, ella se apretaba contra mi para que no se la sacara con mis movimientos.
Cuando pararon mis eyaculaciones me la agarró con su mano derecha mientras se la sacaba de la boca, se acercó a mi cara mostrándome la boca llena de mi semen y se lo tragó.
- Mmmmm, que rica tu leche, y que calentita…me encanta - me dijo sonriendo.
- Me alegra que te guste, pero, que mala eres, se podía a ver levantado y nos hubiera pillado bien.
- No he podido evitarlo, estos días los he pasado nada mas que pensando en todo lo que hicimos, menos montar el armario que eso ya lo he hecho yo sola.
Ambos nos reímos con aquello.
- ¿Ahora me llevarás a casa, no?
- Por supuesto, ahora mismo - me levanté del sofá y ella también, se giró en dirección a la puerta pero en vez de andar hacia ella, se bajó el pantalón, se inclinó hacia delante agarrándose una nalga con cada mano, separándolas.
- No puedes dejarme el culo así. - veía el agujero de su culo dilatado y húmedo, tuve que reprimir mis ganas de bajarme el pantalón y metérsela allí mismo, alargué el cuello para mirar por el pasillo en dirección a la habitación, la puerta seguía cerrada, traté de poner atención quizá esperando una respiración fuerte o algún ronquido por mis ganas de confirmar que mi mujer dormía, pero no se oyó nada.
Volví la cabeza, mi cuñada seguía en la misma postura aunque ahora se apretaba una de las nalgas con la mano derecha, ya no llevaba las zapatillas puestas, ni los pantalones, noté como la sangre llenaba mi polla de nuevo al verla de esa forma, en segundos estuvo tan dura como hacía solo un momento. La escuché soltar un corto gemido que fue para mi como un pistoletazo de salida, no pude sujetarme mas, me acerqué a ella, me bajé el pantalón y el boxer, la tapé la boca con la mi mano izquierda, con la otra me agarré la polla para acercarla a su culo.
- Mmm - gimió cuando notó la punta en el agujero y puso la mano que tenía libre apoyada en la pared. Me solté la polla y me eché saliva en la mano para acto seguido envolverla con ella y volver a agarrarla para dirigirla a ese agujero que la solicitaba.
Muy despacio fui metiendo mi polla, dura como una piedra, apretándome contra su enorme culo.
- Aahhmm - gimió cuando el capullo estuvo dentro, y la saqué con suavidad. - Mmmm joder métela otra vez - me ordenó con la voz apagada por mi mano. Por supuesto yo la hice caso y volví a dirigir mi polla a su culo que ya estaba bastante mas dilatado, esta vez cuando entró el capullo no paré y seguí empujando.
- Aaahsssi si métela métela - apenas se la entendía hablando con mi mano delante, pero era mejor así. Se soltó la nalga para poner la otra mano en la pared y fui yo quien se la agarró en ese momento apretando hasta que los dedos se me pusieron blancos. Noté la saliva de mi cuñada en la mano con la que la tapaba la boca cuando ya la tenía toda entera metida en su culo, en ese momento hice el movimiento contrario sacándola hasta dejar solo el capullo dentro.
- Aaahhh fóllame el culo ya - balbuceó entre mi mano, me agaché un poco para echar mas saliva, acerté de lleno y comencé a moverme tratando de aguantar mis gemidos de placer.
- Como me gusta ahh ahha - me decía ella mientras yo no paraba de meterla y sacarla de su culo, yo no decía nada solo apretaba los labios para sujetar mis gemidos dentro de la boca.
Plas, plas, plas, sonaba mi cintura chocando contra su culo, el ritmo con que la estaba follando aumentaba por segundos, mas y mas fuerte cada vez, ella gemía sin parar, movía el culo hacia mi pidiendo mas, de vez en cuando me mordía la mano pero yo lo aguantaba y no se la quitaba de la boca.
- Ah aah ahaa mi culo, mi culo, harás que me corra follándome el culo, aaahsi, aah. - tuve que quitar la mano de su boca y agarrarla por la cintura para metérsela mas fuerte. - si que me corro siii aahhmm mmm aaaaah - se apretaba contra mi en cada jadeo que daba.
No paré de follarla mientras se corría pero hice mas lentos mis movimientos para que pudiera disfrutar del placer, hasta que poco a poco la fui sacando hasta tenerla entera fuera, igual de dura que al principio.
- Nunca me han follado como lo haces tu, me vas a hacer adicta a ti - me dijo sonriendo aun sin pantalones. - Va siendo hora de irme a casa.
- ¿Vas a dejarme así? - la pregunté mirándome la polla.
- No pasa nada, despierta a tu mujer y te la follas. - me guiñó un ojo mientras me lo decía.
- Si no se ha despertado con el jaleo que hemos montado por mucho que hayamos intentado no hacer ruido, no habrá forma humana de despertarla, seguro se ha tomado algo para dormir. - respondí en un tono cada vez mas bajo, casi de tristeza.
- Ja, ja, ja …era broma bobo - se estaba quitando la camiseta mientras lo decía. Aparecieron ante mi sus enormes tetas, no soy un especialista pero eran al menos una copa E, con los pezones duros como piedras. - Espera un momento que ahora vengo.
Una sonrisa se posó en mi boca y fui a sentarme al sofá, la vi desnuda dirigirse al baño, volvió en un momento con una toalla en la mano.
- Vaya estoy solo un momento lejos de ti y se te vuelve chiquitita, ja, ja. - llevaba razón no llevaba ni dos minutos solo en el sofá y mi polla había perdido su tamaño - no pasa nada, ahora mismo lo arreglo yo - me envolvió la polla con la toalla que estaba húmeda y comenzó a frotármela, note que la había puesto jabón porque me subía el mismo olor dulzón que se me quedaba impregnado cada mañana cuando me lavaba la cara. Al instante volvió mi sangre a llenar mi polla, no solo por como me la frotaba si no también por como se le balanceaban las tetas al compás de los movimientos de sus manos.
- No te ha sido muy complicado de conseguir - ella sabía a que me refería.
- Ha sido muy fácil si, y además ya la tienes limpita - tiró la toalla a un lado y se puso frente a mi, se agachó para quitarme la camiseta, se subió al sillón de pie, pasó una pierna por encima de mi y me encontré con su coño casi totalmente depilado en mi cara, también era un coño enorme como el resto de las partes de su cuerpo no pude evitar pasar mi lengua por el desde abajo hasta arriba recogiendo los restos de su flujo.
- Mmmmm - gimió.
- Que rico - contesté - quiero mas.
- Mi coño es todo para ti cielo.
Puse mis manos en su culo apretándola contra mi cara y la abrí el coño con mi lengua lentamente, lo repetí otra vez mas pero me sabía tan bien que la apreté aun mas contra mi y comencé a comérselo con desesperación, lamia una y otra vez, jugaba con su clítoris y mordía los labios con fuerza, ella gemía y jadeaba y en ocasiones se sujetaba a mi cabeza porque perdía la fuerza en las piernas del placer.
- Aah mmm ah simm, no puedo más me tengo que meter tu polla ya - me quito las manos de su culo y se puso de rodillas sobre el sofá, me agarró la polla para metérsela, empezó a bajar, en cuando tuvo la punta dentro de su coño la soltó con un gemido y se llevó las manos una a cada teta ofreciéndomelas, puse las manos en su cintura y me lancé con la boca abierta a ellas para comérselas a la vez que ella poco a poco iba bajando introduciéndose mi polla en su coño que yo notaba como se humedecía aun mas según iba profundizando dentro de ella.
- Aaaah - ya la tenía toda dentro y no pude aguantar el placer, me apreté contra su pecho, con la cara entre sus tetas para ahogar mis gemidos - aammmh - y empezó a moverse, subiendo y bajando.
- Aahhhaa mmm aaaah
- Aaaah así nena fóllame aah- los dos jadeábamos a la vez, yo con la cara entre sus tetas y ellas tapándose la boca con las dos manos cuando ella se sentaba sobre mi con toda mi polla dentro. La manoseaba y apretaba las tetas, ella me acariciaba la cara, nos besábamos como posesos entre gemidos y jadeos.
Se tumbó sobre mi, yo puse mis manos en su culo apretando sus nalgas, separándoselas.
- Aahhh ahhmm me encanta sentir tu polla dura dentro de mi ufffg - no paraba de moverse, arriba y abajo, en círculos, me agarraba del pelo y me arañaba el pecho - me corro otra vez mmmaaahh
- Yo también me corro, aah, aaah, no pares de follarme, aaah
- Siii ábreme el culo, aaaaah, aaauu si
Juntamos nuestras bocas, para besarnos, para corrernos a la vez, seguro que le dejé mis dedos marcados en su culo de tanto que la apreté justo en el momento de eyacular dentro de ella.
Nos quedamos en esa postura, sudorosos durante bastante rato, en parte por lo a gusto que estábamos pero también por otra parte con la oreja puesta en la puerta de la habitación.
- No sé si me quedan fuerzas para llegar hasta mi casa. - me susurro al oido.
- No pasa nada, te puedes quedar a dormir aquí, no sería la primera vez. - la contesté mientras acariciaba su espalda y su culo.
- Me parece bien, ¿a que hora dices que se va tu mujercita a trabajar? - levantó la cabeza para guiñarme un ojo.
- A las 5.
- Solo quedan 4 horas - se separó de mi, y se echó poco a poco a un lado, sentí como mi polla se deslizaba fuera de ella embadurnada en toda clase de flujos. Ya de pie fue a buscar la toalla que antes había utilizado para limpiarme e hizo lo propio en su coño, verla limpiarse volvió a endurecer mi polla de nuevo.
- Ya te he dicho que solo quedan 4 horas - me dijo al levantar la vista y ver como crecía mi miembro - ¿podrás aguantar? Ja, ja, ja. - y me tiró la toalla a la cara.