Instituto Privado de Merlo 3

La primer experiencia sexual de Emma.

Trato de hacerlo antes posible, perdon por la tardansa pero es que aun voy a la secundaria...y no tengo mucho tiempo libre...queria aclarar que esta historia es totalmente ficticia...gracias tomarse el tiempo de leer n_n

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Todo estaba transcurriendo de una forma muy extraña. Y había pasado un mes de clases, cada vez mi relación con Leo se endurecía en una linda amistad. Era rutinario que todos los días en la escuela me los pasaba con Leo. Él me estaba metiendo en su mundo, en un mundo al que nunca pensé que iba q pertenecer… me estaba volviendo popular, cada vez conocía a más personas y le agradaba a otros… yo no los consideraba amigos, pero si compañeros, conocidos… Leo estaba rodeado de amigos, tal vez sea por su carisma, tal vez sea por su personalidad…o tal vez…porque era muy apuesto o quizás era todo en conjunto.

Me sentía cada vez mejor con migo mismo, mi autoestima era cada vez más fuerte, y eso se lo debía a Leo. Recordaba sus palabras –eres tan hermoso- , tal vez me estaba confundiendo…tal vez el solo me quería ayudar, solo quería ser mi amigo y yo estaba confundiéndolo todo. No tenía que precipitarme, solo decidí que las cosas deben suceder solas. Cada vez que veía q Axel rondando por el patio, en el salón, en el campo de deportes…lo ignoraba, simplemente preferí no dirigirle la mirada. No tenía por qué hacerlo, si yo le causaba asco…esas fueron sus palabras. Me dolía tenerlo que ignorar pero lo único no quería, era que me lastime de ninguna manera. Por lo tanto solo me precipitaba a evitarlo. Si él se encontraba en mi camino, o si estaba en la misma fila para el bufet, o si solo venia en mi dirección, me daba la vuelta tratando de no cruzarlo. El único ambiente que compartía con Axel era el salón, y las clases de gimnasia, pero de todas formas no teníamos relación, creo que éramos como desconocidos el uno para el otro.

Era viernes, y se estaban organizando las salidas. Todos arreglaban con sus amigos para ir a las discotecas, arreglaban horarios y puntos de encuentros para ir juntos. Todos los viernes era exactamente lo mismo. Siempre organizaban salidas para los viernes, porque en ese día las discotecas no piden documento y permiten el ingreso a todos los adolescentes. Yo nunca fui a ninguna, nuca me sentí atraído o tal vez fue debido a que nunca me invitaron. Leo me propuso salir a Mistic, una discoteca que muchos del instituto frecuentaban casi siempre. Quise rechazarlo, porque había escuchado que Axel iría con sus amigos… pero no puedo resistirme a él. Me insistió tantas veces que termine aceptando.

No podía creer que había aceptado ir. Solo tenía que pedir permiso a mis padres y decidir cómo ir vestido. La idea de pedirles permiso a mis padres me taladraba la cabeza, porque nunca antes les había pedido algo por el estilo y tenía el temor de que no me dejasen ir. Al salir de la escuela, fui directo al estacionamiento. Salude a algunas personas con la mano y al acercarme al coche salude a Cristian que me pasó su mano en mis pelos despeinándome. El viaje fue fluido, Cristian me pregunto de mi día y de que tal me había ido en clases. Disfrutaba mucho de la compañía de él, su voz… tan varonil…nunca me cansaba de escucharlo hablar. Hoy era viernes, y los viernes y miércoles tengo entrenamiento de futbol en el club deportivo de mi ciudad. No era el mejor jugando, lo admito, pero si disfruto mucho del juego. Este es el único deporte que practico y que realmente me gusta. Cristian siempre se queda a esperar hasta que terminen las prácticas. Tiene la opción de irse y volver a la hora de salida pero prefiere quedarse por si algo sucedía. El nunca falto a ningún partido, y siempre está apoyándome desde las gradas en todos los entrenamientos. Hasta se había hecho amigo de algunas madres de mis compañeros de equipo.

Por suerte todos mis compañeros de equipo eran muy agradables. Podías entrar en confianza en el campo durante el partido. Luis era con el que mejor que llevaba, él es segundo capitán, éramos muy buenos amigos. En realidad fue mi primer amigo verdadero. En el I.P.M, hace dos años, nunca llegue a tener amigos. Y cuando me cambie de instituto, entre en este equipo y Luis se convirtió en un gran amigo. Tengo una buena relación con todos pero con el sentía una gran amistad. Él sabe de mi homosexualidad, de hecho todo mi equipo lo sabe y a ninguno le molesto…solo al Thiago, el capitán…pero creo que supo respetarme libremente. Creo que no está de acuerdo con los gays, pero una vez me dijo que por eso no me odiaría, que no era tan primitivo para ser homofóbico después de todo yo pertenecía a su equipo.

Luego del entrenamiento, fui a la cafetería del club para comprar una bebida y cuando entre ahí  Cristian estaba de espalda a mí, sentado tomando un café, esperando a que yo terminara con la práctica. Me acerque lentamente y le tape los ojos.

-Adivina…- le dije. Él se sorprendió pero al escuchar mi voz entro en calma. Le saque las manos y me senté en una silla frente a él.

-Ya termino la práctica?...- dijo mirando su reloj.

-Es que el entrenador tiene que irse antes y nos dejó irnos antes de tiempo- Cristian le hiso una seña a la mesera y le quiño el ojo. La chica se sonrojo y me trajo un agua mineral…me sentí raro, ¿celos?...Cristian parecía que estaba coqueteando con ella…me sentí un estúpido al sentir celos…Cristian es muy atractivo y es normal que le gusten las mujeres. Tal vez, ella es el motivo por el que se queda siempre en todos mis entrenamientos a esperarme. –Gracias- le dijo a la camarera. –Señorito, quiere algo más?- me pregunto él.

-no…- lo mire y luego mire a la mesera, era una chica de unos de 20 años muy bonita. –no, gracias…está bien así- la muchacha se dio la vuelta y se fue, no sin antes calvarles los ojos a Cristian.

-Como estuvo el entrenamiento?- me pregunto Cristian.

-Bien…nos estamos preparando para el partido, estamos en tercer puesto en los puntajes así que no podemos perder el partido- hice una mueca.

-Qué bien! Sé que ganaran…son bastantes buenos-

-eso creo, nos estamos esforzando mucho paga ganar- le dije mirando mi botella de agua. Todavía me sentía medio raro por lo que paso con la mesera…

-confío en usted Emma- sonrió.

Cristian fue a pagar nuestras consumiciones. Y yo me fui a esperarlo junto al coche. No quería ver si coqueteaban. Cristian es libre de hacer de su vida amorosa lo que quisiese.

Estaba mirando a la nada, cuando me sorprendió el timbre de mi celular. Era un mensaje de Leo…

-ponente bien lindo que esta noches va a estar genial, no podes faltar-

-jajaja, no sé cómo iré…pero iré.- le mande

-eso espero Emma, te espero allá a las 23:30..,no faltes- me respondió.

Estaba un poco nervioso, pero estaba dispuesto a divertirme. Cristian me sorprendió tocándome el hombro avisándome de que nos íbamos. Ya eran la cinco de la tarde y mis padres ya estaba en mi casa. Cuando llegue, fui directo a bañarme y trate de no tardar mucho, aun debía pedir permiso para salir. Baje y busque a mi mama, no sabía cómo decírselo…así que solo se lo pregunte…ella se quedó mirándome, pensó unos segundos y me dijo que le pregunte a mi padre…justo entra mi papa a la cocina. Le pregunte y me sorprendió dándome permiso de salir, pero Cristian tendría que llevarme y traer a casa. Sonreí y les agradecí a mis padres por ser comprensivos.

Fui a la cochera, y al entrar se podía oír música en bajo volumen. Era Cristian que estaba escuchando “don´t you worry child” de Swedish House Mafia , desde el estéreo del coche, mientras limpiaba el parabrisas con una franela. Se veía tan sexi limpiando el vidrio, tenía puesto su uniforme de traje… solo, que llevaba una remera blanca muy ceñida al dorso y un pantalón de vestir negro que hacía que sus nalgas se marquen con sus movimientos al pasar la franela por el vidrio. Era muy excitante verlo hacer su trabajo…tanto que me quede mirándolo por unos instantes. Me acerque, y al verme apago la música por completo.

-Señorito que nece…- se detuvo al ver mi expresión en mi rosto- perdón, Emma que necesita?- sonrió cuando dijo mi nombre.

-mis papas me dieron permiso de ir a un discoteca…y…te vine a avisar que solo puedo ir si tú me llevas y me traes de regreso…-le dije mirando al suelo.

-con mucho gusto señorito, es mi trabajo- dijo dubitativo…parecía que no le gustaba la idea de que yo saliera.

-Gracias, Cristian…nos vemos más tarde- de dije dándole un abrazo y él me lo respondió.

Después de decidir que ponerme, termine eligiendo un pantalón de color azul eléctrico bastante ajustado, con una camisa negra de mangas cortas y unas zapatillas negras. No podía saber si me veía realmente bien, así que le di mucha importancia y decidí salir así.  Fui a la cochera en busca de Cristian y cuando me vio, se detuvo y me recorrió con sus ojos de arriba hasta abajo. Su rosto era serio, y no dejaba de mirarme, solo fue por unos minutos pero los sentí como si fueran horas. Pensé que mi ropa  no era correcta o que estaba ridículo, o que quizás debería vestir de otra forma. Me apene, me sentí un estúpido.

-Señorito, realmente está muy apuesto esta noche.- me dijo mirándome directo a los ojos con una sutil sonrisa en sus labios.

-esto….-sonreí- muchas gracias Cris…-le dije nervioso.

Mientras estábamos en la carretera, Cristian no paraba de darme consejos de seguridad. No debía tomar mucho alcohol, no tenía que agarrar vasos con bebidas de extraños y otras cosas…típicas de él, me encantaba que siempre me esté cuidando y queriendo lo mejor para mí.  Yo solo asentía, no era para tanto… Al llegar a la discoteca, me despedí y me dijo que lo pase bien con mis amigos y que pasaría por mí. Al bajar, mire mi teléfono y tenía un mensaje de Leo diciendo que él ya estaba en la fila. Lo busque entre la gente y cuando lo vi me quede embobado con su aspecto, estaba muy apuesto. Tenía un pantalón gris ajustado con una remera blanca de tirantes que ponía a la vista su increíble físico. Su pelo negro como la noche, peinado hacia arriba dándole un aspecto de rompecorazones. Sus ojos alegres, me miraban con su intenso verde. Dios, ese chico realmente era irresistible…todos los que estaban a su alrededor lo miraban con deseo e interés.

-HEEEEEYYY!!! JEJEJEEEYYY, al fin llegas- me dijo Leo dándome un abrazo. Me miro de arriba abajo. –Mira nada más, como cambias sin el uniforme estas guapetón…- eso último lo dijo en un tono muy chulo.

-jeje, gracias…tú también- no sabía q decirle, estaba nervioso y no quería decir idioteces.

-Toma, póntela- me dio una pulsera, era la entrada anticipada.

Entramos, y el ambiente era bastante tranquilo, la gente estaba llegando y de a poco el lugar se estaba llenando. El sonido de la música era cada vez más fuerte y pasaban temas muy pegadizos. En particular reconozco que no se bailar bien. Pero, Leo…Leo era totalmente diferente…él estaba bailando muy bien, sabia mover su cuerpo al ritmo de la música. Tanto hombres como mujeres, lo miraban al pasar por su lado. Su pálida piel con el juego de luces lo hacían el centro atención para muchos o quizás era solo yo que lo veía así.

-Te das cuenta?- me dijo lo más cerca posible a mi oído, gritándolo fuerte por la música.

-De que?- respondí confundido-

-Eres tu?- no podía entender.

-hm?...-

-Que tú, tú llamas la atención de todos, todos te miran…mira esas chicas de allí- dijo señalándome un grupito de chicas que me estaba observando.

-Es a ti a quien miran- le dije, descartando la idea que tenía Leo.

-No seas torpe Emma… ven- me agarro del brazo y me llevo hasta el grupo de chicas. –Buenas…chicas, cómo andan?- Leo les empezó a hablar. Eran tres chicas muy lindas, y las tres rieron tímidamente. –Quieres bailar?- le dijo a una de ellas de pelo rubio. La chica le agarro su mano y se empezaron a juntar, bailando uno muy cerca del otro muy sensualmente. Yo no decía nada, estaba muy nervioso, era gay…y no me interesan las mujeres. Una de las chicas se me acerco,  y me agarro de la cintura. Empezó a bailar a mi lado y me ínsito a que la acompañe. Nos estábamos desenvolviendo con la música.

-Me llamo Andrea- me dijo al oído, y me sonrió.

-Emmanuel…mucho gusto Andrea-

Andrea me indicaba sutilmente como bailar, y creo que cada vez lo hacíamos mejor. Estuvimos, un largo rato bailando, nos reíamos por bromas y simplemente al hacer algún movimiento. Ella era muy buena onda, y extremadamente simpática. Su carisma era genial, estábamos haciendo buenas migas. Me presento a su grupo de amigos uno por uno. Yo me había separado de Leo…no pude verlo entre tanta gente, pero al menos estaba con Andrea y sus amigos que eran tan majos como ella.

Nos acercamos a la barra principal para pedir unos tragos. Pedí un daiquiri de frutilla, y entre charla y risas pedí otro y luego otro. Se me había subido un poco el alcohol, y me reía descontroladamente de todo. Los amigos de Andrea me hacían reír contando sus anécdotas del grupo y ocurrencias espontaneas. Se sentía un poco mareado, y tenía una molestia en el estómago. Estaba tomando un vaso con una bebida que me había dado Andrea, pero decidí que no iba a tomar más… no quería llegar borracho y que mis padres me vieran en ese estado. Me gire para decirle a Andrea que iba a ir al baño, pero ella estaba hablando con un chico y ese chico era Axel. Ella se dio la vuelta y me lo quiso presentar. Supuse que eran amigos o conocidos. No podía creerlo, que pequeño era el mundo. Nos quedamos mirándonos el uno al otro directo a los ojos, solo fueron unos segundo pero para mí fueron una eternidad.

-Emma, él es Axel…mi primo- me dijo sonriente y alegre con todo su carisma.

-Uhm…hola Axel…- vacile.-

-ya nos conocemos Andy- dijo Axel refiriéndose a su prima. –Emma es de mi curso, del I.P.M- Axel tenía una actitud distinta, estaba siendo agradable. –como lo estás pasando Emma?- quise responderle, pero…

-HEYYYY!  Que pasa aquí?- apareció Esteban mi compañero y amigo de Axel gritando y saludando a los amigos de Andrea. Interrumpió la conversación con Axel, pero por eso me sentía un poco agradecido. –AHHH, pero que tenemos aquí???- dijo mirándome como si se estuviera burlando de mí. Decidí no darle importancia.

-Bueno Andrea, me tengo que ir con mis amigos- me despedí de ella y sus amigos, menos de Esteban.

-Bueno de cuidas eh- me dijo dándome un abrazo. –Ah espera- saco su celular y me pidió mi número. Se lo di y ella me haría una llamada pérdida para guardar su número.

-Adiós- dije. Pero cuando me estaba por ir, alguien me tiro del brazo, me grito.

-Que no saludas…? Marica.- era Esteban. – No tienes que ser tan descortés- tenía en su rostro lleno de malicia, y en sus ojos sentía una presión al observarme. Toda la noche venia de maravilla pero este chico me la estaba arruinando.

Yo solo lo mire, y le quite mi brazo bruscamente. No podía creer que ese chico sea tan estúpido, pensé que me golpearía, porque parecía estar muy enojado. Esteban era homofóbico, pero uno de los que sienten un gran asco por los gays.

-Qué? No puedes hablar?- me estaba poniendo nervioso otra vez, y se me aguaron los ojos. Escuche como Andrea le reprochaba y le decía que se fuera. Pero Esteban no le hacía caso.

-Ya basta Santiago!!!- grito Axel, tomándolo del brazo. –déjalo que se valla-

-Pero que te sucede Axel?- dijo Esteban, soltando su hombro de Axel. –No ves que es un marica? Él está enfermo…no me vengas que tú también lo eres?- Axel lo empujo.

-QUE NO SOS MARICA COMO ESTE!- dijo refiriéndose a mí. Axel cambio por completo su actitud, estaba siendo tan desagradable como lo era Esteban. Mis ojos se me aguaron más y salí corriendo hacia al baño. El sanitario estaba lleno de personas y fui en busca de otro. Subí por las escaleras y entre en al baño, no habían tantas persona y entre en un cubículo. De repente de un golpe se  abrió la puerta de mi cubículo. Me asuste al escuchar, estaba llorando cada vez más. Cuando levante la vista lo vi…Era Leo…que se acercó lentamente a mí y me dio un fuerte abrazo. Estábamos en silencio, ninguno de los dos decía nada…estaba bloqueado, no me salían las palabras. Después de unos minutos, Leo me acariciaba tiernamente con su mano la espalda.

-Estaba en el baño de abajo…te vi entrar, y cuando te vi llorando y al verte que saliste corriendo….- me decía tranquilamente, trataba de serenarme. –Quiero que me digas la verdad…Emma que ha pasado?-

-Leo….- no sabía si decírselo, no quería originar más problemas. No tenía que meter a Leo en esto.

-No voy a dejar que siguas así Emma…cuéntame.-

-Es que…- suspire- …- de repente, una presión me empezó a brotar desde el estómago, me gire y empecé a vomitar. Era realmente asqueroso, no podía parar…me estaba dejando un gran ardor en la garganta. Me ahogue al devolver, termine de escupir todo en el inodoro y Leo me llevo a enjuagarme la boca. Me sentía horrible.

-Creo que es mejor salgamos a tomar un poco de aire- me dijo, paso mi brazo por sus hombros me nos dirigimos a la saluda principal. Cuando bajamos las escaleras, pasamos cerca de donde estaba Andrea con sus amigos, y los idiotas de Axel y Esteban. Mire en esa dirección, y Andrea se nos acercó. Me pidió que la disculpe, y que perdone a su primo, y que no debía hacerle caso a Esteban. Le dije que no le diera importancia, que ya me iba a mi casa. En su mirada, sentía su pena… ella no era una mala persona. Se despidió de mí y saludo a Leo.

-Creo que no tienes que contarme nada Emma…ahora lo entiendo todo…- empezó Leo. –Tuviste que habérmelo dicho antes, así hubiera podido ayudarte…- se quedó mirando al piso…. –no pensé que Axel y el idiota de Esteban seguían tratándote mal….que ciego que fui, lo siento…-

-…- no quería hacer sentir mal a Leo. –solo…solo ignóralo…no te preocupes-

-QUE NO!...esas cosas no se ignoran, no tienes que quedarte en silencio Emma.- parecía honestamente preocupado por mí.

-yo te voy a ayudar, ya verán esos enfermos-

-No vayas a hacer idioteces.- no quería que Leo se metiera en más problemas. –solo, me mantendré alejados de ellos y ya…- Leo no parecía convencido, pero no dijo nada más.

Salimos de la discoteca y nos sentamos en unas bancas que estaban enfrente. Estaba haciendo frio, y había una leve niebla.

-Quieres que llame un taxi?- me pregunto Leo.

-No está bien, Cristian pasa por mí a buscarme.-

-Cristian?- dijo mi amigo confundido.

-Es mi chofer…el que me lleva al instituto.- le dije.

-Ahhh, me olvide… es muy lindo por cierto.- reímos por su comentario. Me estaba sacando una sonrisa después de la mala pasada. Esperamos unos minutos, y llego Cristian, era temprano aun…pero ya le había mandado un mensaje para que vuelva por mí.

Un auto negro paro y bajo la ventanilla. Era Cristian. Se bajó del auto y me saludo, y antes de saludar a Leo, lo fulmino con la mirada. Ambos se quedaron mirando, hasta que Leo sonrió, y se presentó. Cristian fue un poco frio con él.

-Emma, vamos?- me pregunto Cristian mirando a Leo.

-Anda tranquilo, y ya hablaremos después de lo nuestro…-Mi amigo me saludo con un abrazo que se prolongó unos segundos.

-mmm, quieres que Cristian te acerque hasta tu casa?- le pregunte a  Leo.

-si no es molestia…- dijo mirando a Cristian.-

-no lo es…cierto Cristian?-

-no…no lo es, suban.- Mi chofer no parecía muy alegre con la idea de llevar a Leo.

En el auto, la temperatura estaba mucho más agradable, estaba prendida la calefacción y junto con la neblina...se empañaban las ventanillas de las puestas. Miraba por la ventanilla, y no podía dejar de pensar en lo sucedido en la discoteca. Tenía que ser fuerte, no debería atascarme… tenía que salir a delante. Estaba sentado en los asientos traseros al lado de Leo y  mi amigo le indicaba a Cris el camino a su casa. En un momento, se había creado un silencio seco en el que solo se escuchaban los ruidos del coche andando…hasta que Leo posa su mano en mi rodilla y me miro directo a los ojos, presione un poco sobre mi pierna y dejo su mano en esa posición. Estuvimos así por varios minutos hasta llegar a la casa de Leo, yo no malinterprete su muestra de cariño…Leo sabía lo que me sucedía y él me estaba mostrando su apoyo… es una excelente persona, y sabia cambiar mi ánimo con toda su buena energía y carisma…pareciera que tenía un don, un don de empatía…podría robarle una sonrisa a cualquiera en su peor esta de ánimo. Al estacionar frente a su gran casa, no pude evitar asombrarme por su estructura…era inmensa con un jardín maravilloso con luces en una pequeña arboleda que daba a la entrada. Leo me despidió con un beso en la mejilla y un abrazo…luego le dijo adiós a Cristian, pero él solo lo miro y asentó con la cabeza. Me molestaba su carácter con Leo…pero no podría enojarme con Cris, aparte de seguro quería descansar y estaba agotado.

Llegamos a casa, y para mi desgracia mis padres ya se habían ido a trabajar y Ángela no estaba. Ella es una mujer ya  grande, y estaba teniendo unos problemas de salud, y se tomó  un tiempo para dedicárselo a su salud. No tenía sueño, así que me fui a la cocina a prepararme un café. Le ofrecí uno a Cristian y el acepto con gusto. Nos sentamos en el barral de la cocina. Yo quería hablar, pero Cris me daba la ligera impresión que no le apetecía. Estaba más serio de lo común. Parecía enojado conmigo. Termine mi café, me levante y lleve la tasa a la alacena, me quede parado mirando la taza, y la puse sobre la mesada… y cuando me di la vuelta sin querer choque con Cristian y tire su taza, la cual se rompió. Nos agachamos los dos al mismo tiempo, nos sorprendimos y nos quedamos mirando a los ojos. Me estaba perdiendo en su mirada, sus ojos miel, tan dulces y protectores. Podía ver como él me observaba, el movimiento de sus pupilas recorriendo mi rosto. Quise recoger un pedazo de la taza y nuestras maños chocaron con un ligero rose. De alguna manera esa situación me parecía un poco tensa. Cristian y yo nos acercamos lentamente, estábamos a un centímetro, mi rostro desde el suyo. Sentía su aliento cálido aliento con olor al café chocar en mis labios. Yo cerré mis ojos, y sentí el rose de sus labios tímidos. Solo apoyó sus labios en los míos y los dejos en esa posición, como si esperase alguna respuesta de mi parte y como si no fuera raro en mí, no podía reaccionar…quería besarlo…el deseo de hacerlo siempre rondaba en mi mente y se me estaba dando la oportunidad, odio ser tan tímido. Cristian al ver que vacilaba quito sus labios… me odio por no hacer nada, abrí mis ojos…y lo mire a su rostro, él mantenía sus ojos cerrados con una expresión de disgusto y arrepentimiento como si se hubiera equivocado;  aun seguíamos agachados uno frente al otro. Cristian abrió sus ojos…

-Perdón…no sé- suspiro -lo que me sucedió…lo siento…-parecía estar nervioso- perdón, perdón no…- le interrumpí lanzándome hacia él, lo agarre desde el cuello acercando mi boca…sus labios respondieron a los míos, nos estábamos enrollando lentamente sin apuros…suavemente sus nuestros labios se movían lujuriosamente, su lengua abrió paso en mi boca…empezando una lucha de caricias por  las cuales tímidamente fui dejándome llevar. Cruzo sus brazos por mi espalda, presionando con una mano en mi nuca… una gran excitación estaba dominando mi ser…mi sangre se estaba acelerando llevándome a un punto placentero. Nos separamos para recuperar aire y llenar nuestros pulmones…

Cristian se paró y tomo de mi mano poniéndome de pie a espaldas de la alacena, se fue acercando lentamente hasta que toparnos con el mueble…podía sentir todo su cuerpo apoyándose sobre mío, sus manos aferradas a mi cintura. Él, al ser más alto facilitada el beso y sus caricias con mi cuerpo…mis manos no se quedaron quietas, estaba recorriendo toda su espalda bien marcada. Podía sentir que su erección presionaba sobre mi pelvis, lo cual me excitaba más…muestras erecciones luchaban en nuestros pantalones con los movimientos que hacia Cris.

Me estaba dejando llevar por la situación, mis nervios habían desaparecido y no quería que termine todo. Cristian siempre fue algo más que mi chofer, siempre me gusto….siempre estuve enamorado en secreto de él…atraído por su cuerpo, por su belleza…por su interior…pero jamás pensé que algo así sucediera. Volvimos a separar nuestros labios, y nuestros rostros quedaron muy juntos, su frente posaba en la mía en silencio…

-No podría aguantar más señorito…- empezó Cris.-Estoy enamorado de usted…- dijo, abrazado a mí sin despegar nuestras frentes. –y…ese tal Leo…-suspiro al decir su nombre.-son novios?- me descoloco con esa pregunta a lo que solo puede volver a besarlo.

-Leo es mi amigo…un gran amigo- volví a besarlo. –tenías celos de él?-

-si…es que pensé….que- volví a besarlo lo más apasionado que puede hacerlo. No podía creer lo dulce que era.

Nuestro besos, ya no eran tímidos, la excitación nos estaba atrapando… Cristian empezó a bajar sus manos lentamente hasta llagas a mis nalgas. Sentía como sus manos me acariciaban aumentando mi excitación cada vez más.

-Aquí no- le dije suspirando entre sus labios. Cristian me levanto y cruce mis piernas en su cintura, mientras él me acariciaba mis nalgas con sus grandes manos. Me llevo en esa posición hasta su cuarto. Nunca dejamos de besarnos, nuestros labios parecían que necesitaban tocarse mutuamente sin cesar…como si nuestras vidas dependieran de ello. Me estaba dejando dominar por la gran excitación, no podía parar, y tampoco lo quería hacer… quería llegar hasta el final quería cruzar la raya…quería olvidarme de todo y unirme con Cristian. Me acostó en su cama mientras se quitaba su corbata. Ambos nos mirábamos llenos de deseo, Cris me empezó a sacar mi remera…pero tenía vergüenza de mi cuerpo… no sé cómo estaba mi rostro, pero Cristian pareció entenderme.

-Quieres que lo dejemos aquí?...no es necesario que algo pase…yo puedo esperarte…- él estaba sereno. Era muy tierno.-tal vez…vamos muy rápido.-

-esto….es que….yo- estaba nervioso, me avergonzaba mucho mi cuerpo. Pero yo quería ---seguir…quería llegar hasta el final, pero sentía una gran barrera a la que no podía cruzar solo. –Tengo vergüenza…-le dije mirando las sabanas. El no supo que decir, guardo silencio como si estuviera confundido.

-No, no lo entiendo… Emma, era el chico más perfecto que eh visto en toda mi vida…eres hermoso mírate- me dijo tocándome mi rosto y dando me un tierno beso. –Pero, si quieres esperar…yo te esperare hasta que estés seguro de hacerlo- Cuando termino de decirlo, me lancé a sus brazos volteándolo con la cama. No me echaría para atrás, estaba seguro con Cris… Tal vez debería creer a las personas que me dicen que soy lindo. Solo es que me cuesta creerles… sé que eh cambiado físicamente, pero creo que todavía llevaba las secuelas del I.P.M, creo que me convencí a mí mismo que era bastante feo…Pero ahora era diferente, las cosas habían cambiado y yo también lo había hecho.

Lentamente Cristian me libero de mi remera, yo lujuriosamente terminaba de desabotonar su camisa blanca hasta llegas a su entre pierna a la cual pase mi mano lentamente y escuche un leve gemido de Cris. No sabía muy bien que hacer, solo me estaba dejando llevar por la situación. Yo estaba sobre él con mis piernas a sus lados, torpemente le baje su cremallera  y podía sentir un gran bulto sobre mi mano. Deje de besarlo para observar su pene. Lo sentía muy suave en mi palma y duro. Me parecía tremendamente sensual, quería probarlo quería saber que se sentía tenerlo dentro mi boca…su color rosáceo era tan perfecto su pene. Lo mire a su rosto y Cris asintió levemente. Lo tome como una señal de permiso, y acerque mis labios… pase mi lengua por su glande y le di un beso en la punta. Tímidamente fui metiéndolo más adentro,  podía sentir su sabor…era un poco raro…entre amargo y dulce…pero me gustaba…movía mi cabeza con más confianza, mi lengua recorría su tronco, su frenillo sus genitales…tenía un montoncito de pelo púbico, pero lo tenía muy bien cuidado. Era mi primera mamada, y por los gemidos de Cris que me incitaban a seguir, creía que lo estaba haciendo bien. El poso su mano entre mis pelos acariciando y tratando de llevar un ritmo.

-Emma…-gimió- ya voy a acabar…- apure mis movimientos y con ayuda de mi mano Cristian acabo en mi  boca…Sentía como se hinchaba su pene y escupía todo su semen al cual me trague. Cristian se sentó en la cama y nos estábamos enrollando otra vez…puso su mano en mi pene y lo acariciaba sobre mi pantalón. Me recostó sobre el colchón y fue bajando por mi pecho hasta mi pene…cuando lo libero de su presión, sentí una ligera timidez de que viera mi pene…pero a esas alturas no me tiraría atrás. Sentía como me masturbaba, sus manos y luego sus labios asiendo presión en mi glande como si de un chupetín se tratase…era tanta la excitación que no aguantaría mucho…así que le indique que pare y él así lo hiso.

-Chris…quiero…que lo hagamos- le dije refriéndome a que el me penetrara pero no me animaba a decirlo concretamente.

-Estas seguro?...no es necesario que pase ahora…- me dijo tocando mi hombro dándome besos.

-Confió en ti…quiero ser tuyo…- me lance a sus labios

Nuestros besos era el único idioma que manteníamos. Me acosté boca abajo, y Cristian fue bajando por toda mi espada con suaves besos…cuando llego a mi culo sentí un leve escalofrió…pero una gran excitación recorrió todo mi cuerpo al sentir su lengua pasar por la entrada me mi ano. Abría un pequeño paso entre las paredes con ayuda de un dedo. Ya no aguantaba más, lo quería sentir dentro de mí y así se lo hice saber… Cristian saco un pote de crema y unto un poco en la entrada  de m esfínter…me posiciono en cuatro y poso la cabeza de su pene….lentamente la iba metiendo tratando de ser lo más cuidadoso. No me estaba doliendo, ya había entrado la cabeza y cuando volvió a presionar me empezó de doler mucho provocando que se me escapara un quejido…rápidamente Cris paro, y me pregunto cómo estaba. –ESTAS BIEN?...quieres que la saque?- no quería lastimar.

-no…no, continua…- sabía que me dolería, pero quería seguir porque la excitación era más poderosa que el dolor.

-solo…solo tienes que aguantar un poco…- me dijo para tranquilizarle. Cuando termino de meter toda su pija, dejo que mi culo se adaptara un poco a su invasor. El dolor todavía estaba pero fue desapareciendo cuando metía y sacaba su pene lentamente mientras acariciaba mis pezones. Luego de unos minutos, sentía un placer que  jamás había sentido en ninguna paja. Era tanto el éctasis, que yo hacía movimientos hacia atrás para meter más su pene en mí.

Me enderece, y Cristian paso sus brazos por mi frente y me acariciaba todo mi cuerpo….seguimos así hasta que me aviso que volvía a correrse y saco su pene y esparció cinco chorros de semen por mi espalda…nos volvimos a besar apasionadamente probando de nuestras lenguas mientras él me masturbaba…sentía un gran vacío en mi recto. Acabé en unos segundos sobre la mano de Cristian. Nunca antes había sentido tanto placer. Me encanto haberlo hecho con Cris, me sentía extremadamente feliz y placido. Nos acostamos en su cama sin preocupación ya que mis padres no volverían hasta las nueve de la noche.

-Te amo…- me susurro.

-y yo a ti…- me sentía agotado y nos dormimos juntos abrazados entre besos y caricias enredados en su cama.

_____________________________________________________________________________________Espero haber mejorado, gracias a todos los que me han apoyado a contiuar...saludos...dejo mi facebook por si alguien quiere hablarme o darme consejos n_n

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