Instantes-contrarreloj

Primero quiero agradecerles que hayan decidido dedicar su tiempo a leer mi relato y sobretodo advertirles que es mi primer relato y disculparme por todos los errores ortográficos y de construcción de frases, párrafos etc…ya que yo soy más de números y que de letras o sea que si quieren hacerme caso quédense con el contenido. Por último quiero dejar claro que todo el contenido es ficticio. Espero que disfruten de la lectura.

Tengo prisa, si alguien supiera el porqué. Si el mundo supiera que para mí no importa, que no existe, que es nada...un cero infinito en mi escalera de valores. Si el mundo descubriera mi verdad, qué le da vida a mi vida, que lo único que me hace respirar es él...mi Amo. Que mi única razón de movimiento, sentimiento y sensación es obedecerle y complacerle hasta en el más mínimo de sus deseos, porque eso es mi placer y que fallarle es la más cruel de las torturas y hace que la angustia me queme por dentro. Que no me pertenezco porque soy suya en cuerpo, mente y Alma. A lo mejor este mundo que disfraza la hipocresía de felicidad crujiría en la incredulidad, pero yo...yo seguiría siendo tan feliz y plena como lo soy ahora en este juguetón anonimato.

Son las 7h de la tarde y el ansia ataca. Recojo todos los papeles de mi mesa y me voy directo al baño. Debo cumplir una orden de mi Amo, entro en unos de los lavabos me levanto la falda y me quito la miniatura de tanga que llevo. Me arreglo la ropa y lo dejo encima de la tapa del wáter… es un regalo de mi Amo para el señor de la limpieza. Suerte que en la oficina somos diez chicas y no podrá saber a quién pertenece… Uf!! Solo pensar que pudiera descubrirlo me ruboriza y me hace mojar la entrepierna…que ya se empieza a poner nerviosa por saber de la visita de su Amo.

Llamo al ascensor, subo, llego a la planta baja me despido del Sr. Martín, el conserje…como cada día a la misma hora y me dirijo a la parada del bus…

-Otra vez llega tarde…hoy no por favor, que tengo el tiempo justo….grrrr!!!!!!

Por la mañana recibí un correo, de mi Amo que decía:

“Te quiero a las 20:15h. Recién duchada y depilada en el salón  de tu casa, de rodillas, en la posición de nabú, mirando a la puerta, vestida con el tanga y las medias negras con los adornos plateados que tanto me gustan y los ojos vendados. Espero que esta vez no falles o pagarás tu falta, lo sabes perfectamente. Tu Amo está muy estresado hoy, no te conviene hacerle enfadar.

Tu Sr. Dmask.”

El ruido del autobús me devuelve a la realidad, mis nervios se ceban en mi estomago… es como si una enorme mano lo estrujara por dentro. Subo, una parada, miro el reloj. Otra parada…otra mas, y…al fin la mía. Se abre la puerta y salgo corriendo. Estoy nerviosa, vuelven esos sudores fríos en mi sien.

-Voy tarde no estaré a la hora, me moriré si no lo consigo!

Entro al portal del bloque y el portero me detiene para contarme no sé que de una reunión de vecinos, yo pienso y a mi qué y con la prisa que tengo… me lo saco de encima, subo al ascensor, noto la entrepierna cada vez más mojada por el roce del caminar y los nervios que me matan por dentro… Uf!!

Entro en casa tiro el bolso y la chaqueta en el sofá me desnudo por el pasillo de camino a la ducha y entro en el baño. Abro el grifo de la ducha me enjabono a velocidad de bólido, depilo todo mi cuerpo, miro el reloj, se acaba mi tiempo…salgo, cojo la toalla y …plaff!!! Para más inri he resbalado saliendo del baño. Sin ni sentir el dolor del golpe, vuelvo a mirar el reloj, me levanto a toda prisa y seco mi melena negra.

-Ay! Que no llego...que no me da tiempo…socorro!

Me enrosco la toalla al cuerpo y salgo del baño…De repente alguien me apresa desde atrás por la cintura y me tapa la boca, la angustia me invade y un susurro en mis oídos dice:

-Las 20:15h…otra vez tarde mi zorrita! Que voy a hacer contigo…

Su voz penetrante atraviesa mi cerebro a la velocidad de la luz y de mis ojos una lágrima cae al vacio. Su mano ávidamente hace caer la toalla de mi cuerpo y se desliza hasta mi coñito.

-Que puta eres…pero si estas empapada! No te da vergüenza ? No cumples mis órdenes, que son tu obligación y encima estas mas mojada que una perra salida y sin mi permiso. No empezamos bien, lo sabes verdad aria?

Sus dedos maestros se cuelan entre los pliegues de mi coño hasta llegar a mi clítoris, juegan con él, lo torturan deliciosamente. Su otra mano resbala hasta mi pecho y presiona no muy fuerte mi pezón arrancándome un agudo gemido que nace de lo más hondo de mí. Mi cuerpo empieza a sentir tanto deseo y placer que danza al son de sus manos inconscientemente. Noto que llega  el gran momento, la oleada de placer que inundará mi ser, ya está a punto y…antes de poder pedir permiso para correrme…noto tres dolorosos azotes en mi coño. Y lo para! Lo para todo! Para mi orgasmo…y un silencio invade mi cabeza. La frustración viste mi interior desplomando mis sensaciones.

Me coge del pelo y me lleva a la habitación. Yo solo atino a decir un…

-Lo siento Amo no me dio tiempo…el bus…

Su voz aplastante suena en el aire, fría como el hielo.

-Nadie te ha dado permiso para hablar zorrita! Me pone de rodillas cerca de los pies de la cama.

Me quedo quieta mirando al suelo, no me atrevo a mirarlo y aun y así noto su mirada atravesarme. Da vueltas a mí alrededor sin dejar de clavarme sus ojos como puñales, en un absoluto silencio aterrador que hace temblar mis nervios y se me incrusta  dibujando la culpabilidad en mi rostro. Oigo un ruido detrás de mi, está cogiendo algo, el no verlo...no saber que trama su fría mente, que tanto adoro, hace crecer mi angustia. Se sienta en la cama delante de mí, solo veo sus zapatos siempre impolutos. Acaricia mi cabeza, eso me calma durante milésimas de segundo porque no es buena señal, lo hace siempre cuando está enfadado.

-Como vamos a arreglar esa manía que tienes de ser impuntual? No lo soporto y lo sabes aria.

Al momento oigo un ruido y veo caer delante de mí unas cuerdas de seda. Me coge una mano, ata una de las cuerdas a mi muñeca, la besa dulcemente   y repite lo mismo con la otra con una lentitud que me exaspera...como si tuviera todo el tiempo del mundo. Ata las cuerdas de mis muñecas una a cada pata de la cama, de manera que mis brazos quedan abiertos en cruz, mi cara pegada al suelo y mi culo en pompa desafiando al castigo. Oigo el ruido de la hebilla de su cinturón…ya sé lo que me espera. Me resigno a lo que viene, aun que no lo creo justo esta vez, pero poco puedo hacer además es mi obligación asumir mi castigo y aceptar lo que mi Amo disponga. Pero yo también tengo mi carácter y la rabia y la impotencia afloran en mí. Me tira del pelo hacia arriba, se pega a mi oreja y me dice:

-Serán 10 por ser una zorrita impuntual. 3 por estar caliente sin mi consentimiento, perra. 5 por hablar sin mi permiso, sabes que no lo soporto aria. Y 2 por ser tan torpe y caerte en la ducha tontina…que estoy cansado de decirte que no me gusta que vayas todo el día corriendo como una loca a todas partes. Quieres decirme algo antes de tu correctivo?

Las lágrimas empiezan a huir de mis ojos para serpentear sinuosas en mis mejillas.

-Amo yo...yo lo siento…yo creo que no es justo. El bus llegó tarde y aun y así es casi imposible estar a punto en tan poco tiempo...no creo que sea merecedora de este castigo además he luchado contra el tiempo para poder complacerle y agradarle. No es justo Amo, no me lo merezco! No he sido mala! El mundo iba en contra mía…el bus, el portero, la ducha…

Me hundo, y empiezo a llorar desconsoladamente, la rabia me quema por dentro y lucho por deshacerme de las ataduras de mis muñecas, y le lanzo una mirada retadora.

-Estate quieta! Quieta he dicho! No sé cómo te lo haces pero cada vez lo empeoras más…

Empieza a caminar a mi alrededor observándome y moviendo el cinturón haciendo ruido con la hebilla de este...

-Vamos a ver mi zorrita aria…ya sabía que no tendrías tiempo de estar preparada a la hora, lo que pasa es que hay que educar esa impuntualidad innata que tienes. Por otra parte ya es hora que entiendas que te puedo castigar por una falta o…porque me da la puta gana, lo entiendes?

Me dice mientras me coge del pelo y muerde mi oreja.

-Tú siempre eres merecedora de un castigo si tu Amo así lo decide. Si es o no justo lo decido yo, que soy tu Dueño, vale mi zorrita? Tú no puedes sentir rabia si tu Amo decide castigarte porque lo hace por tu bien y tienes que estar agradecida. Y por último si tu Amo te quiere tener atada es así como tienes y debes estar porque quieres complacerle. Te ha quedado claro aria!

Solo me atrevo a decir entre lágrimas y pucheros un…

-Si Amo,  lo siento.

-No lo sientas, pagarás por ello, tenlo claro.

Me coge de la  melena, tira mi cabeza hacia atrás, lame mis lágrimas y me dedica una sonrisa fría y lasciva.

-Cuéntalos y agradécele a tu Amo que te corrija.

-Ay! Uno, gracias por corregir mi actitud Amo. UUiii!!! Dos, gracias por educarme en mis errores Amo.

Y así hasta los veinte impuestos. Mi culo me duele y escuece horrores. Otra vez su voz perfora mis oídos.

-Con esto hubiera sido suficiente y para clamar mi sed de tus adoradas lágrimas mí querida zorrita. Pero tú no has sabido frenarte y ahora tendré que castigar esa rabia, ese intento de revelarte luchando por desatarte y sobre todo esa mirada retadora que me has lanzado. Eso es imperdonable y no te lo permitiré, no te lo dejaré pasar lo entiendes?

Bajo mi cabeza y clavo mi mirada al frío suelo.

-Contesta! Lo entiendes? Asumes tu mal comportamiento?

-Si Amo soy consciente de que he sido una perrita mala discúlpeme.

-Ahora me iré al salón a leer el periódico tranquilamente y tú te quedarás aquí, evidentemente, y meditarás sobre todo lo que ha ocurrido hoy y tu conducta. Luego lo hablaremos. Si tu arrepentimiento me convence…a lo mejor y solo a lo mejor, después te usaré my zorrita de peluche.

Me da un beso en la nuca y se va.

-Es por tu bien.