Insomnio de Verano

El tío tiene problemas para dormir y la sobrina termina siendo parte de la solución.

Esta es la historia de Rubén, un hombre solitario de 47 años, que vive con su hermana Eliana de 43 y la familia de la misma, su marido Mikel de 51 años y la hija entre ambos Lucia de 19 años. *Historia Ficticia

Me llevo muy bien con mi hermana por eso no tiene problema de aceptarme con el resto de la familia, además la casa es grande debido al trabajo de su marido que es muy bien recompensado.

Era un día normal, todo había sido tranquilo en el trabajo de publicista que tengo, a la tarde todo se mantuvo igual así de tranquila era mi vida, tomar un café y estar con la PC en la habitación o salir con viejos amigos o mujeres en lo que nada terminaba cómo oficial o relación. A la noche nos juntamos en la mesa y cenamos juntos. Mi sobrina Luci es rubia, ojos negros y lindos labios, su contextura es delgada y no tiene mucho busto pero tiene unas buenas nalgas, grandes y paraditas, que debo admitir que algunas veces miré, lo que más me gustaba era su buen humor, me hacía reír mucho.

Después de cenar, volví a la habitación y me puse a desperdiciar el tiempo en banalidades terminé acostándome y durmiendo, pero descanso mal ya que sin tener calor o estar transpirado, me despierto, lo único que tengo es el cuerpo caliente, como si tuviera un aumento de temperatura, muy extraño. Por lo que pude averiguar es un insomnio de verano pero la verdad que nunca fui al médico porque no me cansa es como si durmiera 5 horas en 8. Debido a esto me despierto rodeando las 6 AM y ese día no sería la excepción.

Era sábado, regularmente me encontraba a mi hermana o a Mikel, ya que iban a trabajar, yo lo hacía más tarde, pero ese día no trabajaban, asique sería una mañana aburrida sin nadie con quien hablar, fui a la cocina, vestía un calzoncillo que estaba cubierto por un short, y me hice un té, pasei un rato en el patio para tomar aire y luego volví y encendí la tv haciendo el menor ruido posible. Habría pasado una media hora cuando apareció mi sobrina.

-Qué paso te caíste de la cama?- dije con sarcasmo-

- JaJa muy gracioso, sólo me levanté temprano para en un rato ir a la piscina, descubrí que cuánto más temprano más fría está y con este calor de muerte lo necesito.

-si hace mucho calor, bueno mientras ven a mirar series conmigo.

Eso hizo, yo estaba en un sofá marrón, Lucía se acostó en una colchoneta que ella usaba para mirar series o películas. Vestía solo una camiseta gris grande, estilo camisón, me puse muy cachondo porque cuando se acostó su camiseta se metió entre sus nalgas fue una gozaba, pero el tiempo paso y volví a concentrarme en la serie aunque la mirada se me escapaba aveces.

Más tarde me miró y me preguntó

-Tío, no te molesta si me sacó la camiseta? Es que tengo mucho calor

Me sobresalté tanto que casi paso de estar acostado a sentarme en el sofá y obviamente en esa situación le dije- Sí – solo eso no me podían salir más palabras me había puesto a temblar y se me había secado la garganta.

En ese momento mi sobrina se quitó la camiseta y quedó desnuda cerca de mí, igual no ví mucho ya que como dije me daba la espalda y apenas subió un poco sus piernas para quitárselo, no ví sus pechos, pero tenía toda la vista de sus nalgas, era una cosa majestuosa, además que podía ver parte de su coño que se veía afeitado, tenía la polla dura, estaba en un sueño todo esto era muy fuerte para mí, sin embargo, me contuve pero para subir la apuesta.

-Yo también tengo calor, no te molesta si me quitó la ropa no?

Se dio vuelta rápidamente y me miró con una cara de lujuria inexplicable, lo único que puedo decir es que de sus ojos emanaba deseo- Sí claro - dijo esbozando una sonrisa-

Así lo hice en 2 movimientos me quite el short y el calzoncillo que llevaba y mi polla salió liberada como resorte, Lucia no se perdió ni un segundo, luego volvió a mirar la pantalla y yo también hice lo mismo.

Termino uno de los capítulos de la serie y la estaba sacando para poner otra, hasta que mi sobrina se levantó y pude ver esos pechos, deje el control remoto, y me dispuse a comerlos con la mirada, unas tetas pequeñas, prácticamente sin areolas pero con pezones color rosa clarísimos, aparte estaban durísimos, quería envolverlos con mis manos y también comérmelos con la boca, finalmente se sentó en el sofá, a un costado de mis piernas y cerca de mi polla, que ya había bajado un poco su rigor, mi sobrina no dijo nada y se abrió de piernas, completamente, mostrándome que en efecto tenía su coñito afeitado y sus labios rozados y muy delicados, quería perderme haciéndoselo con la boca. Y no es todo, puso su mano en su vagina y mirándome se empezó a tocar, pasado unos minutos me dijo…

-Acércate – yo obedecí- Te gustaría follar?

No podía creer que esas palabras salieran de la boca de mi sobrina, pero principalmente dirigidas hacia mí, no pude dejar de caer en la realidad y le dije- Me encantaría, pero están tus padres, Qué pasaría si bajan y nos encuentran?

-A qué te refieres ya no soy menor, si ese es tu miedo – decía sin dejar de tocarse los labios vaginales-

-No a eso específicamente, pero a cómo se lo tomarían, no es correcto.

-Tranquilo ahora son las… -Se giró a encontrar con la mirada un reloj- todavía no son las 8, hasta las 10 como mínimo no se van a levantar, o me follas y gozamos juntos o me voy así desnuda a nadar a la piscina y gozar yo sola.

Sus palabras comentándome su verdadero propósito en esa mañana me envalentonaron a sentarme en el sofá y echarme sobre su cuello que empecé a besar.

-Siii, que lindo tío quería algo así

Yo no hable más, baje a chuparle los senos y sus pezones, les pasaba la lengüita y los mordía un poco, los quería ver rojos, me turnaba en morder y besar, mi sobrina no hacía nada, sólo miraba expectante como le atacaba los pechos, seguí haciendo lo mismo más tiempo, deje de apoyarme con los brazos en sofá y liberé una mano para acariciar su pancita. Fui bajando mis besos hasta reemplazar mi mano con mis labios.

-Siii me gusta, que rico

Volví a utilizar mi mano pero ahora acariciando su coño- por sus comentarios dibuje una sonrisa en mis labios-

Lucí se terminó acostando en el sofá, mostrándome una amplia sonrisa al mismo momento que se abrió de piernas. Veía su chocho en su máxima expresión, la pasé la lengua, lo besé, lo chupé, lo succioné, mis manos acariciaban sus pechos, los pezones me parecían más duros que antes, su cuerpo se arqueaba de placer y abría mucho la boca regalándome algunos gemidos.

Me puse en posición enfrente de su vagina, me coloque el preservativo que había agarrado de la cocina antes de desnudarme, y entre en el cuerpecito de mi sobrina, aquella que me hacía reír, que me alegraba los días, ahora lo seguía haciendo pero de otra manera, en este caso, muy placentera. Con mis manos en sus pezones, me movía y bombardeaba a Lucí que daba gemidos fuertes pero cortos y bufaba buscando un poco de aire, también toda su anatomía ya era parte de las sacudidas, me la follaba con todo, fuerza y velocidad, mis manos sostenían sus piernas para que no se me escapara por inercia de movimiento y también las turnaba acariciando sus senos, me lancé sobre su cuerpo, le besé la cara, los labios y el cuello, finalmente saque mi polla de su interior para volver a besar sus senos y para decir mis primeras palabras desde que empezó el delirio carnal con mi sobrina.

-Ahora me vas a follar vos- subiendo el nivel a lo que me dijo anteriormente y acostándome sobre el otro lado del sofá, el mismo lado en el que estaba viendo mis series hace minutos y en el que lo hago periódicamente con su madre, mi hermana y hasta con su padre, pero ahora era para que su hijita me folle-

Lucía subió encima de mí, en un movimiento se metió la polla dentro, quiso hacerse de algo que no era, no pudo contenerse y tuvo que sacarla un poco. Yo ayude sosteniendo sus nalgas y bajándolas a su verdadero ritmo, empezó a moverse, puso sus manos en mis hombros, no dejo de mirarme ni un momento. Estábamos en nuestro mundo, nada importaba, nosotros seguíamos follando.

Me levanté, la saqué, mi sobrina ya estaba cansada yo la moví mirando hacia el respaldo, con sus rodillas en el sofá y en ese respaldo apoyó sus brazos, yo me pegue atrás suyo y también arrodillado y volví a follármela, tiró su cuerpo contra el mío, sentí sus nalgas en mi cadera, su espalda con mi pecho que me hizo inmediatamente sujetarle los pechos con mis manos y su cabeza se inclinó sobre mi hombro y yo besé su cuello mientras Lucí buscaba aire en medio de una explosión de locura.

Continúe follándola así, lo disfrutamos, baje la energía por incomodarme la humedad del sofá, decidí parar, mi sobrina estaba poseída, yo me había sentado en el centro del sofá listo para eyacular pero ella mirándome a los ojos me siguió follando, le acaricié su cadera mientras subía y bajaba por mi polla pero…

-Espera, estoy molesto, vamos a otro lado y te doy todo

Ella se quedó pensando y dijo - Acá en la colchoneta, vení tío

-No, es lo mismo

-Ya sé -encontro la sábana que usaba para mirar series o pelis antes de esa colchoneta y nos fuimos del living al patio interno, que estaba dentro de la casa y que solo tenía una ventana pequeña para las plantas, asique teníamos absoluta privacidad.

Mi sobrina se puso de perrito y me miro ansiosa, fui directo la folle muy veloz, ella se inestabilizo, yo seguí con desesperación, la nalgueaba, gemía como loca y caímos en la sábana, alcancé a sacar mi polla y dejarle le leche en la espalda.

Nos repusimos y seguimos follando y acabé como 3 o 4 veces más, ya con sus padres desayunando en la cocina, no nos importó nada, sin dudas fue una de las mejores mañanas de mi vida.


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