Insasiable Hijastra 3 - Atrapada teniendo sexo...

Con 18 años de edad, Erica está teniendo un sexo increíble con su padrastro Bill. Pero todo termina abruptamente, cuando Blake entra en su casa para encontrar a su novia teniendo sexo con su padrastro.

3ra parte de Insasiable Hijastra - Atrapada teniendo sexo con mi padrastro de Belle Hart, pueden encontrar la 1ra parte como A mi padrastro le gusta mirar publicado por juanita


Mi padrastro y yo hemos estado teniendo sexo por más de una semana. Es increíble. Eso está bien, tengo más de 18 años y realmente no estamos emparentados. Mi madre murió hace algunos años. Y soy hija única. ¿A quién podemos lastimar? Bueno, quiero decir, a demás de a mi novio, Blake.

Es viernes por la noche y me acabo de poner mi pijama. Una camiseta rosa y pantalones de color rosa también. La parte superior es tan fina que apenas y cubre mis grandes pechos. Mi largo y oscuro pelo rubio está amarrado en una cola de caballo en la parte superior de mi cabeza. Soy delgada y atlética. Ahora mismo estoy extendida en el suelo en una pose de yoga. Algo que hago cada noche. Mi padrastro Bill practica yoga. Él me enseño todo lo que sé.

Está parado en la puerta de mi habitación. Está vestido con una bata azul. Él tiene 50 años, pero es muy guapo. Cabello castaño, dulces ojos marrones, delgado y con un cuerpo musculoso. Él me sonríe. Estoy haciendo una curva hacia delante.

—Solo he venido a darte un beso de buenas noches—, él dice.

—Oh—, le digo, mientras salto desde el suelo feliz. Brinco hasta él y me toma entre sus brazos. Se inclina hacia abajo y me da un beso francés. Por lo general, los padres no besan a sus hijas así para desearles buenas noches. Puedo sentir como mi coño se moja y mi corazón comienza a acelerarse mientras nos besamos. Él me suelta.

—Buenas noches, cariño—, me dice.

—Buenas noches— le digo. Me siento un poco mareada. Eso fue un gran beso.

Él me sonríe y se aleja por el pasillo hasta su dormitorio. Es viernes por la noche, son las 11:30. No es como si tuviera que estar en cualquier lugar mañana. Me paseo un poco, y luego decido que debería ir a la cama. Me quedo allí por un tiempo, sintiéndome inquieta. Finalmente me levanto. Mierda. No voy a dormir de todas formas.

Me levanto de la cama y jalo la banda que sostiene mi cabello. Entonces me quito la camiseta de tirantes, el pantalón del pijama y las bragas. Las dejo caer al suelo. Estoy totalmente desnuda ahora.

Camino de puntillas por el pasillo hasta la habitación de Bill. La puerta esta entre abierta. La empujo y se abre. Esta sentado en la cama nada mas con los pantalones de su pijama. La lámpara de su mesita de noche sigue prendida, iluminando poco la habitación. Él levanta la vista. Se ve aturdido, en el buen sentido.

Me apoyo en el marco de la puerta. —Creo que necesitas terminar ese beso de buenas noches—, le digo casualmente. Mi corazón se acelera, sin embargo. Simplemente no sé como seducir a los hombres. Miro sus pantalones, una leve tienda se nota en su entrepierna. Siento que mi coño se humedece más cuando veo eso.

Poco a poco se levanta de la cama y camina hacia mí.

—Lo siento si no hice un buen trabajo antes—, me dice. —Déjame ver si puedo hacerlo mejor—. Él me agarra por lo hombros y me besa profundamente.

Luego, mueve sus labios por mi cuello.

—Oh, cielos—, digo mientras me besa allí. Siento cómo mis piernas se debilitan. Su duro pene presiona contra mí desde el interior de sus pantalones de franela. Sus manos vagan hasta mis grandes pechos y juegan con ellos. Luego sus manos viajan hasta mi culo y toman mis nalgas. Estoy temblando de placer y anticipación. Sé lo bien que me puede follar. No puedo esperar para que vuelva a suceder.

De repente me toma en brazos y me lleva hasta el borde de la cama. Me pone sobre la colcha color rojo y jala sus pantalones hacia abajo rápidamente. Su pene está duro, erecto, enorme y hermoso, anticipando mi llegada. Él me levanta, así estoy en posición vertical sobre mis rodillas, entonces él guía mi rostro hacia la cabecera de la cama. Mientras él está al final de la cama, detrás de mí. El pone sus brazos alrededor de mí y acaricia mi pelo y mi cuello. Pasa sus manos arriba y abajo de mi cuerpo. Me estremezco y gimo. Aprieta su cuerpo contra el mío y siento su dura polla en las mejillas de mi culo.

—Oh, Bill, te necesito…— le digo mientras le acaricio la mejilla con la mano mientras él me chupa el cuello. Él desliza una mano por la parte delantera de mi cuerpo y desliza sus dedos dentro de mi coño. Estoy resbaladiza por mis jugos. Yo me quejo por el tacto de sus dedos ásperos, varoniles, allí. Él me abre las piernas un poco más. Luego desliza su dura polla dentro de mí. Yo gimo en voz alta.

Estoy en posición vertical mientras se agarra de mi cuerpo por la cintura y comienza a empujar dentro de mí. Luego, mueve sus manos a mis tetas y empieza a masajearlas con avidez. Yo estoy en el cielo. Me quejo mientras él empuja. Estoy tan caliente por él. Pongo mis manos sobre las suyas mientras masajea mis pechos. Besa mi cuello y mete su polla dentro de mí una y otra vez. Yo me siento mareada y ahogándome por el deseo.

Muevo una mano hacia su culo de nuevo, sintiendo cuán apretado está mientras empuja su polla dentro de mí. Él gime.

—Follame, papi—, digo entre gemidos. —follame duro…

Él empieza a acelerar su cogida. Siento como me llena una y otra vez, entrando y saliendo. Estoy gimiendo continuamente. Estoy muy caliente. Apenas y puedo soportarlo. Siento como un gran orgasmo empieza a construirse hasta el clímax.

—Oh, Bill…— Yo me quejo. —Follame, follame, follame…

Él empieza a mover su polla más duro en mi, realmente empuja muy dentro. Él esta jadeando y respira con dificultad. Quita sus manos de mis pechos y las mueve a mis caderas para mantenerlas firmes, mientras me folla duro. Yo me pongo a jugar con mis tetas mientas siento como estoy a punto de alcanzar el clímax.

—¡Mierda, Si!— digo justo antes de explotar. —¡UGHHHH!— gimo fuerte cuando el placer estalla dentro de mí. Empiezo a temblar y a titiritar, un hormigueo de placer a traviesa mi cuerpo. Él me folla un poco más y se empuja una última vez dentro de mí.

—¡UGGHHH!— gruñe cuando dispara su semen dentro de mí. Envuelve sus brazos alrededor de mí para mitigar mi temblor.

—Oh, Érica—, él dice. —Te amo.

—Te amo tanto, Bill—, le digo. Los dos estamos sin aliento. Él me sostiene apretada por un momento, entonces una de sus manos viaja a través de mi coño. Su polla aun dentro de mí. Él desliza sus dedos sobre mi clítoris y comienza a masajearme suavemente.

—Oh, cielos…— yo digo mientras un exquisito placer comienza a acumularse nuevamente. —Oh, mierda…

Frota mi clítoris más duro, en un ritmo constante.

—Oh, mierda…. ¡Oh, cielos, Bill…!— le digo mientras empiezo a jadear. Su cuerpo se presiona contra el mío y puedo sentir el rápido latido de su corazón, acompasado con el mío. También puedo sentir como su dura polla crece una vez más dentro de mí.

—Oh, cielos…— digo mientras me folla con los dedos. Puedo sentir una oleada de placer rugir dentro de mí, agudo, doloroso y hermoso. Gimo fuerte cuando irrumpe el éxtasis a través de mí una vez más. Entonces me pongo a llorar en silencio. Se siente tan bien apenas lo puedo soportar. Cada vez con Bill es mejor que la anterior. Deja de frotar mi clítoris y comienza a follarme de nuevo.

Su dura polla, de nuevo como piedra, empieza a entrar dentro de mí. Apenas puedo pensar. Agarra mi cuerpo fuertemente entre sus brazos. Sus brazos están cruzados frente a mí y agarra con sus manos cada uno de mis senos acariciándolos y masajeándolos mientras me folla. Yo paso mis manos por su costado, subiéndolas hasta la parte superior de su cabeza. Acariciándole los lados del rostro mientras me follaba frenéticamente. Las paredes de mi coño se sienten tan bien ahora, estoy casi entumecida.

Él me follaba y gruñe mientras siento como comienza a crecer el placer a través de mi coño de nuevo. Las lágrimas se escapan de mis ojos mientras mete su polla dentro de mí y me frota las tetas. Él respira con dificultad sobre mi cuello. No tengo palabras. Siento cómo el placer se intensifica como un rugido, que se está acumulando. Él empuja su polla en mi interior mientras yo empujo hacia abajo mi culo para que cada golpe pueda ir más profundo en mí. Él empieza a jadear y a gruñir. Yo también estoy jadeando y lloriqueando, gimiendo y acariciándole la cabeza, el pelo y las mejillas.

—Oh, Cielos, Bill, ¡UGGHHHHH!— yo grito, mientras me corro. Un gran orgasmo se disparo a través de mí. Yo gimoteo mientras las rasgaduras del orgasmo pasan a través de mí.

—¡Uh! ... ¡Uh! … ¡UGGHHH!— Bill gruñe en voz alta mientras se corre dentro de mi otra vez.

Los dos estamos sudando y jadeando mientras él me sostiene muy apretada.

—¿Puedo dormir contigo esta noche?— yo le pido débilmente.

—Por supuesto—, me dice con una sonrisa, aún sin aliento. Él me jala, me aprisiona entre sus brazos y me jala de la cabecera de la cama. Me acomoda en la cama cubriéndome con las mantas y se mete conmigo. Me abraza con sus brazos y me sostiene cerca. Yo pongo una pierna encima de las suyas mientras siento como se frotan entre sí. Apoyo la mano en su pecho, cierro los ojos, y nos quedamos dormidos.

SEGUNDA PARTE

Al día siguiente mi novio Blake llega. Es alto y guapo, con cabello oscuro. Él está en la universidad. Bill se ha ido a la universidad donde trabaja como profesor, a revisar algunos trabajos o algo así. A él le gusta dejarme a solas con Blake para ver si todavía podemos hacer que funcione nuestra relación. A pesar de que estoy segura de que no quiere a Blake.

Como de costumbre Blake ha subido a mi habitación. Esto es lo que hacemos cada vez que tenemos la casa para nosotros. Hoy me siento demasiado perezosa para enseñarle a Blake todas las posiciones sexuales que podemos experimentar, hoy lo estoy dejando que me joda en nuestra posición habitual del misionero sobre mi cama. Puedo sentir su polla entrando y saliendo de mí, y regularmente eso es sexy, pero hoy no lo siento así.

Blake esta jadeando y empujando duro, totalmente concentrado en él. Yo estoy mojada y resbaladiza. Estoy encendida, pero no sé si pueda alcanzar el orgasmo con él. Aunque, de repente me doy cuenta de lo que puedo hacer. Yo cierro mis ojos y finjo que es Bill. De repente, lo que estamos haciendo parece increíblemente caliente.

—Oh, Cielos, Si…— digo mientras Blake me folla. Yo me agarro de su espalda con mis manos. Yo acaricio con mis manos su espalda para agarrar sus nalgas. Empiezo a empujarlo más profundamente en mí. Me imagino a Bill empujando su polla dentro de mí. Mientras empiezo a jadear y a gemir.

—Oh, Erica…—, Blake me dice. Eso me saca de mi fantasía un poco. Pero entonces el sólo sigue gruñendo y gimiendo y puedo fingir que es mi padrastro en lugar de él. Siento que el placer se construye en mí. Yo me quejo. Un orgasmo comienza a correr mientras con el clímax arqueo mi espalda mientras Blake se aprieta con fuerza contra mí.

—¡Si!—, grito. —¡Oh, Cielos! ¡Oh, Bill! UGGHHHH— Termino tan duro mientras el orgasmo atraviesa mi cuerpo, apretando mi coño con el placer, el éxtasis y todo eso se propaga a través de mí.

Blake gruñe en voz alta mientras brota su semen dentro de mi coño. Tiene dificultad para respirar mientras deja de penetrarme. Puedo sentir como me mira. Abro los ojos, todavía jadeando.

—¿Bill?— Blake me pregunta con enojo. —¿Quién es Bill?

Mierda. Me doy cuenta que grité el nombre de Bill. Gracias al cielo que Blake no se ha dado cuenta que hablo de mi padrastro.

—¿Hay algún otro tipo?— Blake me pregunta mientras se baja de mí y se pone de pie.

—No… no…— Digo, pensando. —Es solo que… es solo un actor en un programa de televisión. Lo siento. Solo alguien que me gusta. No puedo creer que dijera eso en voz alta. Estoy tan avergonzada—. Yo me siento y pongo mi cara entre mis manos. Realmente no quiero que nadie se entere de lo mío y Bill. Yo sé que es un tabú. Miro a través de mis dedos a Blake. Él me mira confundido.

—¿Estás segura de que sólo es eso?— Me pregunta muy serio. —porque si tú me estas engañando con otro tipo…

—No lo hago—, le digo rápidamente. —Es solo una estrella de televisión. Lo siento—, me pongo de pie para abrazarlo. Me inclino para darle un beso y él me lo permite.

—Está bien—, me dice. —Tengo que irme.

—Está bien—, le digo. Lo veo recoger su ropa y ponérsela. Me visto también.

Él me besa en los labios de forma rápida.

—Te veré luego, tal vez—, me dice.

—Está bien—, le digo mientras lo veo salir. Lo oigo bajar las escaleras y salir por la puerta. Doy un suspiro de alivio cuando él ya se ha ido.

Blake me había dicho que podríamos vernos más tarde, pero él me ha llamado hace un rato y me dijo que está visitando a uno de sus amigos que está en la ciudad por el fin de semana. Así pues, es sábado por la noche y estoy sola.

Bill realmente se ha mantenido alejado de mí por mucho tiempo hoy. Son casi las nueve. Me hice una comida en el microondas para cenar. Ahora estoy viendo la tele en pantalones vaqueros y una camiseta sin mangas. De repente la puerta se abre y escucho los pasos de Bill dentro de la casa en silencio.

—¿Cómo fueron las cosas con Blake hoy?— Bill me pregunta. Suena un poco falsamente alegre.

—Mal— le digo, mirando la televisión, cambiando los canales. —Lo llame por accidente con tu nombre mientras estaba en la cama con él—. Miro a Bill. Sus ojos están muy abiertos.

—¿Y qué paso después?— Pregunto con cautela.

—Le dije que estaba enamorado de una estrella de televisión y lo había llamado con su nombre de forma accidental. El tipo no se lo creyó. Él piensa que hay otro hombre. No creo que él sepa que eres tú.

—Wow—, dice Bill. Toma su abrigo y lo deja en la silla más cercana. Luego se sienta en mi lado. Toma el control remoto de mi mano y apaga la televisión.

—¿Cómo te sientes?—, me pregunta.

Me vuelvo para mirarlo y le digo. —Ya no quiero estar con Blake—, Me siento como si pudiera llorar. —Yo sólo te quiero a ti.

—Oh, mi amor—, Bill me dice mientras pone su mano en mi mejilla.

—No pretendas que no soy lo suficientemente mayor para saber lo que quiero—, le digo.

—Está bien—, dice. A continuación, mueve su mano por mi barbilla y sigue por mi cara mientras se acerca para poder darme un beso. Se trata de un dulce beso en un primer momento y luego se vuelve más apasionado. Su lengua se siente dura dentro de mi boca mientras se arremolina y juega con la mía. Yo gimo mientras nos besamos. Pongo mis brazos alrededor de él. Empiezo a desabrocharle la camisa azul de manga larga mientras él juega quitándome los jeans. Aun vestida con mi playera, él rápidamente me la saca por encima de la cabeza. Luego hace lo mismo con mi sujetador. Mis grandes senos rebotan fuera de él.

Los dos luchamos por sacarnos los pantalones. Nos quitamos los zapatos y calcetines rápidamente también. Luego me tira en el sofá y comienza a besarme con hambre de nuevo. Sus manos recorren mi cuerpo de arriba abajo, haciéndome temblar. Él se sumerge para besar mis pechos y chupar mis pezones. Levanta mi torso con sus manos en mi espalda, arqueándome, para que pueda chupar mis pechos. Yo me quejo, Soy débil por el deseo. Me acomoda de nuevo y comienza a meter sus dedos en mi vagina mientras me besa. Yo estaba muy mojada, pero ahora estoy inundada por la humedad.

Yo me quejo y jadeo mientras me folla con su mano y besa mi cuello y pechos. Él esta jadeando también. Yo arqueo mi espalda y me quejo en voz alta mientras me corro. El placer se precipita a través de mí. Sucede tan rápido esta vez. Lo quiero tanto. Abro mis piernas para que el rápidamente dirija su dura polla en mi coño. Gimo. Nunca me siento tan bien sólo cual él está dentro de mí.

—Oh, cielos, Erica…— Bill se queja mientras comienza a empujar dentro de mí. Yo lo jalo más cerca de mí, lo aprieto mientras me folla. Envuelvo mis piernas alrededor de él. Entra y sale de mí de manera constante, jadeando y gruñendo, follándome duro. Los dos estamos sudados y gimiendo, perdidos en el momento. A lo lejos escucho unos golpes en la puerta. Me importa un carajo.

Bill lleva su polla dentro de mí una y otra vez, y siento el placer construirse en crescendo.

—Oh, cielos, Fóllame—, gimo cuando él me suelta. Para follarme más fuerte. Yo arqueo mi espalda, mientras siento como todo mi cuerpo está lleno del éxtasis. —UGGGHHHHH— grito en voz alta mientras mi orgasmo rasga a través de mí, explotando un placer extremo desde mi coño por todo mi cuerpo.

—¡UGGHH!— Bill grita mientras se corre dentro de mi cuerpo, empujando duro dentro de mí. Dejo que mi cuerpo se relaje y me acuesto sobre el sofá de nuevo. Los dos estamos respirando pesadamente aun, tratando de controlar nuestra respiración. Lo que nos hizo imposible darnos cuenta de que hay otra persona en la habitación. Abro los ojos.

Blake está de pie en medio de la sala de estar mirándonos en estado de shock.

—Oh, cielos, Blake—, le digo. Bill lo mira también y baja la cabeza por un momento. Luego se aparta de mí. Rápidamente se viste, pero Blake sólo me mira a mí.

Me incorporo.

—Blake—, le digo.

—¿Es con él con quien has estado durmiendo?— Blake me pregunta con incredulidad. —¿Tú has estado follando con tu padrastro?

—Lo siento mucho, Blake—, le digo. Salto del sofá y doy un paso hacia él. Pero él de inmediato se aleja. Supongo que estar desnuda y sudorosa después de estar follando con mi padrastro debe ser un poco desagradable para él.

—Esto se acabo, Erica—, Blake me dice mientras se da la vuelta para irse.

—¡Blake, espera!— le digo.

—Nunca me vuelvas a hablar—, me dice mientras rápidamente se dirige hacia la puerta de entrada, y la cierra detrás de sí.

—Oh, cielos—, digo, mirando la puerta. —Yo no quería que terminara así.

—Lo siento mucho—, Bill me dice. Miro hacia él. Lleva los pantalones solamente. Se ve muy molesto por cómo me siento.

—Oh, cielos, ¿Y si le dice a la gente?—, le pregunto, en estado de shock.

Bill parece como si el pensamiento ya le hubiera pasado por la cabeza.

—¿Bill?— le hablo.

—No estamos haciendo nada ilegal, Erica— Bill me dice. —No estamos emparentados, y tienes 18 años. ¿De acuerdo? No te preocupes—. Él se me acerca y pone sus brazos alrededor de mí. Yo me acurruco en su pecho. Me siento tan perdida. Las lágrimas empiezan a descender por mi rostro.

—Shhh…— me dice mientras se inclina para besar las lágrimas de mi cara. Luego besa mi boca. Se convierte en algo lento y sensual. Caliente. Su lengua baila con la mía y estoy caliente y lista para él. Lo tengo tan cerca, la piel desnuda de nuestros pechos apretados. Él me deja ir por un momento, se acerca a la puerta principal y le pone llave. Luego viene de regreso a mí y me arrastra a sus brazos. Me lleva al comedor. Más allá de la cocina. Nunca lo usamos. Las pesadas cortinas estas corridas. Él me acuesta en la gran mesa de oscura madera. Con un elegante mantel de lino blanco sobre ella. Probablemente estamos a punto de arruinarlo.

Se baja la cremallera de los pantalones y los baja de nuevo, quedándose desnudo. Mi culo esta en el borde de la mesa. Subiendo mis piernas a lo alto, así que mis rodillas están en sus hombros. Puedo ver su polla dura de nuevo. Extiendo mi mano para acariciarlo. Cierra los ojos y se estremece. Luego los abre y guía suavemente su polla en mi húmedo coño lleno de semen. Gimo. Mi coño está más estrecho por tener las piernas en alto. El placer se intensifica. Él se estremece de nuevo.

Luego comienza a empujar hacia mí, mientras mueve mis piernas hacia mi pecho. Yo me quejo profundamente con cada embestida. Puedo sentir mi corazón latir. Mientras su polla se desliza dentro y fuera de mí, gruñendo y gimiendo al igual que él lo hace. Me olvido de Blake. Me olvido del mundo. Me olvido de cómo nos juzgarían si lo supieran. Yo gimo mientras mi padrastro me folla.

—Oh, papi…— Yo digo mientras gimo de placer. Me folla más. Puedo ver bajar el sudor de su rostro mientras entra dentro de mí. Siento como se aprieta mi coño por el placer que él me da.

—Oh, cielos—, grito. —¡Oh!— Siento como una ola de intenso placer en espiral desciende por mí. —¡UGGGHHHH!— yo me quejo mientras la ola de éxtasis desciende por encima de mí. Inicia en mi coño y luego sube por el resto de mí.

—¡Cielos!— Bill grita mientras su rostro se contrae. —¡UGGGHHH!— Gruñe en voz alta mientras deja salir su semen dentro de mí. Recobra la respiración por un momento y entonces lo veo de rodillas en el suelo, cerca de mí. Su cara a la altura de mi entrepierna. Agarra mis nalgas con sus manos y entierra su cara en mi coño. Él comienza a comerse mi corrida. Chupa mis pliegues y mi clítoris. Succiona su propio semen y mi crema. Yo gimo de placer. Su cálida lengua acariciándome allí se siente maravillosa.

Sostengo mis rodillas con las manos mientras me come duro. Puedo sentir como el placer se filtra por todos mis poros. Estoy empezando a jadear otra vez. Su lengua se sumerge profundamente dentro de mí mientras él me chupa con avidez. Él se queja con satisfacción a la vez que devora mi coño.

—Oh, Bill, ¡Oh cielos!— Jadeo mientras me folla con su lengua. Empiezo a gemir y a quejarme mientras me chupa. No lo puedo soportar. Arqueo mi espalda y se tensan todos mis músculos hasta que siento como el orgasmo me golpea. —¡UGGHHHHH!— grito mientras el placer surge a través de mi. Siento que mi cuerpo es liberado y mi crema brota de mi en carrera. Más de lo que he liberado antes. Escucho como él lo chupa con avidez. Estoy jadeando mientras dejo caer mis piernas y caen sobre los hombros de Bill. Yo estoy agotada. Pero él no lo está.

Se pone de pie. Su polla esta dura de nuevo. Parece que bebió lujuria. Él se inclina sobre mí y me besa. Puedo saborear mis jugos sexuales en su boca. Me hace querer más de él. Ahora somos uno. Estamos mezclados. Pone sus codos a cada lado de mí y me mira a los ojos.

—Quiero probar algo—, me dice con voz ronca.

Yo asiento con la cabeza. Él se pone de pie y suavemente empuja su polla en mi coño. La mete un par de veces. Luego la saca. Estoy confundida. Me levanta las piernas hacia arriba y luego comienza a trabajar con su dedo mi ano. Me sorprende. Él lo masajea durante unos minutos, trabajando otros dedos en mi agujero. Se siente bien de una manera extraña. Estoy sin aliento.

Luego pone la punta de su pene en mi ano. Él trabaja cuidadosamente su polla en el agujero de mi culo. Estoy impactada. Estoy tan apretada. Se siente como si tuviera que ir al baño. Pero se siente bien también. Entonces comienza a empujar lentamente dentro y fuera de mi culo. Gimo. Es como un ajuste perfecto. Es como recibir un masaje más o menos. Su pene esta golpeado mis zonas correctas pero en un lugar diferente, pero todavía se siente maravillosos.

El empuja constantemente, lentamente, mirando si me duele. Él esta respirando con dificultad.

—¿Cómo me siento?— Le pregunto sin aliento.

—Tan bien….— Me dice sin abrir los ojos.

—Oh, papi…— le digo.

Él se queja en voz alta. Luego comienza a empujar un poco más rápido, todavía está tratando de ser cuidadoso. Él trabaja a un ritmo más profundo. Poco a poco se hace más profundo y más rápido. Él esta gruñendo y gimiendo, respirando con dificultad. Puedo sentir un intenso orgasmo comenzando a surgir. Es más intenso que cualquier cosa que yo haya sentido. ¡No tenía idea de que el sexo anal se sintiera tan bien!

Él me folla por un largo tiempo, hasta que estoy jadeando, gimiendo y suplicando, aunque no sé lo que estoy pidiendo. —¡Por favor!— yo grito. —¡Uh!—, de repente golpea su polla en mi apretado culo, mientras jadea y se retuerce.

—¡Oh, papi! ¡Oh!— Grito de placer y me lleva a nuevas e increíbles alturas. —¡UGGHHHHH!— grito mientras un poderoso orgasmo me atraviesa. No se detiene. Dura mucho tiempo. Estoy llorando. El orgasmo comienza a disminuir, pero las ondas de placer se mantienen sobre mí. Él todavía me está follando frenéticamente. Gruñe más fuerte ahora.

—Oh, cielos, ¡UGGHHHHH!—, grita mientras se corre duro en mi culo. Siento como otra ola de placer me atraviesa, yo me quejo en voz alta. Él esta jadeando mientras sale de mi. Se tropieza de nuevo y se deja caer en el suelo con torpeza. Una vez que recupero el aliento, me incorporo. Mis piernas se sienten débiles, pero me bajo de la mesa y me arrastro a su lado. Él sigue respirando con dificultad. Yo pongo mi cabeza sobre su hombro y él me envuelve con sus brazos.

Después de un rato se calma mi respiración, cierro los ojos y me quedo dormida.