Inolvidable

Inicio de una serie de relatos sobre mis vivencias sexuales, algunas reales y otras que me hubiera gustado que lo fueran

Muy buenas a todos

Me reincorporo como escritor a esta web tras muuuuchos años, con la intención de compartiros una serie de vivencias sexuales. Algunas son reales, otras…ojalá lo hubieran sido.

¿Cuáles son reales y cuáles no? Pues queda a la imaginación de cada uno jajaja. Es broma, podéis preguntarlo sin problema y nunca mentiré

Y sin más, aquí empezamos

INOLVIDABLE

Mi nombre es Álex, un tío de Madrid con 33 años actualmente. Mido 1,75, con pelo castaño rapadete por los lados y ojos verdes (dicen que uno de mis puntos fuertes), de constitución tonificado-fuertecillo, aunque nunca he conseguido tener six-pack que le vamos a hacer…pero lo compenso con un buen culazo y piernas fuertes. Suelo ir depilado de torso, culo y piernas y tengo piercings en las orejas y la ceja. Según algunos dicen soy un poco cani…y no les falta razón, pero me encanta la estética que llevo para que mentir. Soy 100% gay y, a pesar de mi aspecto de machito de barrio, 100% pasivo.

Esta primera historia que os cuento ocurrió hace ya unos cuantos años, concretamente yo tenía 25 añitos. He de decir que, por entonces, mi físico no era tan llamativo ya que más bien era delgadito, pero ya estaba empezando a darle al deporte, por lo que tenía pectorales y brazos marcaditos, y por supuesto un culito y piernas muy bien puestos fruto de la genética y el running que por entonces practicaba muy a menudo.

Por aquél entonces, yo era muy habitual en webs de contactos entre hombres, y fue a través de una de ellas en las que conocí a José. Rápidamente nos dimos buen rollo y bastaron pocas conversaciones entre los dos para ver que éramos igual de cerdos y morbosos y que íbamos a congeniar muy bien, así que decidimos seguir hablando por Skype.

José era un pedazo de tío (si, no hay otra forma de definirlo), de 30 años de la zona sur de Madrid, medía en torno a 1,85, moreno, con el vello del cuerpo recortado, y se machacaba en el gym, lo cuál se notaba de sobra en su físico. Pero si algo destacaba de él era lo que le colgaba entre las piernas. No os exagero, era un pedazo de manubrio de en torno a 23 cm y bastante gordo (recuerdo que cuándo me lo enseñó por webcam me quedé flipando), y, para rematar, le babeaba muchísimo cuándo estaba cachondo, cosa que a mí me volvía loquísimo.

Durante meses tuvimos charlas y videollamadas de lo más cachondas por Skype. A mí me flipaban su cuerpo y su rabo, pero sobretodo su actitud, ya que era masculinidad pura y a la vez tenía un puntazo tierno que me encantaba; recuerdo que le encantaba llamarme cachorro y decía que cuando me llevara a su casa, después de follarme bien follado me dejaría dormir sobre su regazo toda la noche para que me sintiera bien protegido. Por su parte, a José le flipaba mi culo y mis piernas y como me veía moverlos, le encantaba que no tuviera un pelo por el cuerpo más allá de los brazos y la cabeza, y le encantaba lo vicioso y sumiso que era con él. Las corridas que tuvimos juntos por webcam fueron memorables

Finalmente, llegó el día en que conseguimos ponernos de acuerdo para quedar en persona.  Recuerdo que era un día de verano bastante caluroso, así que decidí ponerme una camiseta de tirantes que me marcara bien el cuerpo, deportivas, y unos pantalones cortos de tipo chándal (que seguramente pensaréis…que poco arreglado para una primera cita…pero quería ponerle las cosas fáciles para que me metiera mano, y sabía que él tendría la misma idea). Cómo yo no conducía y José sí y además tenía coche propio, acordamos quedar en un bar por mi zona para tomarnos algo, y luego irnos a su casa.

Yo llegué primero a la terraza del bar y a los 5 minutos se presentó él. Tenerlo delante era todo un espectáculo para la vista; el tío estaba muy bueno y lo sabía, y le encantaba exhibir su cuerpo. Se había puesto una camiseta de tirantes algo amplia pero que dejaba al descubierto sus brazacos y dejaba intuir de sobra sus pectorales, y unos pantalones de deporte que le llegaban a mitad de muslo. Nada más verme sentado me echó una sonrisa medio de cariño medio de chulo

-José: ¿Cómo está mi cachorro? ¿No te levantas a darme un abrazo?

Es cierto que me había quedado tan embobado mirándole que ni me había dado cuenta de saludarle, pero volví a la realidad y me levanté, rodeando su cuerpo con mis brazos y poniéndome de puntillas para acercar mi boca a su oreja

-Álex: Por fin te tengo aquí conmigo…estás más bueno aún que por cam

José me cogió de la cara y me hizo mirarle fijamente a los ojos…puso otra vez su sonrisa de chulo y sin más, me agarró del culo y me levantó en volandas para darme un buen abrazo

-José: Así es como quería abrazarte mi cachorro…yo también estaba deseando tenerte conmigo por fin.

El cabrón me estaba poniendo a cien con su voz y con el simple roce de su cuerpo contra el mío. Cuando me bajo al suelo, yo llevaba un empalme considerable que no sabía ni cómo disimular (tengo que apuntar, que a pesar de ser pasivo no me quejo de herramienta, ya que calzo unos 19 cm de rabo, con buen grosor), y que a él no le pasó desapercibido porque empezó a descojonarse mientras se sentaba rápidamente en la silla que le había estado guardando en la terraza. Yo le conocía bien y sabía porque se había sentado así de rápido: estaba empalmadísimo y si lo mío era difícil de disimular, lo suyo era directamente un canteo.

Nos pedimos un par de dobles de cerveza y empezamos a hablar de nuestras cosas un rato. La verdad es que, más allá de plano sexual, José era un tío cojonudo y se podía hablar con él de cualquier cosa y a su vez le encantaba que le contara cosas de mí. Pero el deseo es el deseo, y los dos sabíamos para que habíamos quedado y las ganas que nos teníamos, así que no pasó mucho rato cuando noté como estiraba su pierna derecha y empezaba a acariciar la mía por debajo de la mesa mientras me volvía a mirar de esa forma que sabía que me derretía

-José: Joder nene que piernas tienes…y tan suavecitas, sin nada de pelos

Pero si él estaba buscando guerra yo también se la daría, así que yo empecé también un sube-baja por su pierna izquierda con la mía, notando su vello recortado y lo fuertes que estaban sus gemelos.

-Álex: Pues verás cuando las tengas apoyadas sobre estas patorras que te gastas tu mientras me dedico a botar…

José luchaba por mantener su cara de chulo imperturbable, pero se notaba que mis caricias le estaban poniendo burrísimo y que luchaba por dominarse para no dar el cante. Mi polla volvía a estar durísima bajo mis slips y empezaba incluso a dolerme y me preguntaba como estaría la suya…así que bajé un poco la mirada por debajo de la mesa y lo que ví me dejó flipando.

A través de una de las perneras del pantalón de José, asomaba su capullo, ese capullo gordo e hinchado que tantas veces había visto por cam, y cómo en todas esas ocasiones, estaba ya goteando bien de precum. El muy cabrón se había venido sin gayumbos, y, conociéndole, sabía que estaba provocando esta situación para que se empalmara, le viera la polla y yo me pusiera más cerdo aún de lo que ya estaba…y desde luego lo consiguió. No sólo es que mi polla palpitara dentro de mis slips, es que tuve que empezar a restregarme contra la silla para quela tela del mismo empezara a rozar mi ojete. Joder, necesitaba que ese cabrón me diera polla, pero ya.

Y José, que tras meses conociéndome conocía mis puntos débiles y mis miradas, sabía lo que me estaba pasando, pero no iba a ceder enseguida

-José: ¿Qué pasa Álex tío? ¿Por qué te mueves tanto en la silla?

Álex: Buff…es que tengo mucho calor tío, y hasta se me pegan los gayumbos al culete…fíjate que hasta estoy notando como si se me metieran por el ojete…

Lo dicho, si quería guerra la tendría, y sé que mis palabras funcionaron porque vi como aún asomaba más parte de su polla por el pantalón y como el goteo de pre era cada vez mayor, además que cada vez le costaba más mantener la mirada imperturbable como pretendía. Cogió su doble de cerveza y se acabó lo que quedaba de un trago.

-José: Si que hace calor sí…creo que podríamos ir a un sitio un poco más fresco que no quiero que te me derritas.

Yo le imité y me acabé de un trago la cerveza. Después, llamamos al camarero para pedir la cuenta, momento que José aprovechó para taparse como podía su erección…y a día de hoy dudo que realmente la disimulara del todo.  Con la cuenta pagada, nos levantamos y fuimos andando a toda ostia hacia su coche, que por suerte estaba cerca del bar, porque los dos llevábamos una erección que no hubiera pasado desapercibida a nadie.

Una vez sentados los dos en su coche nos quedamos mirándonos el uno al otro, y ahí ya no pude más y me lancé a comerle la boca. Él al principio se quedó cortado, no porque no quisiera besarme, si no porque creo que no esperaba que yo tomara la iniciativa, pero al momento me correspondió y empezó a meterme la lengua lo más hasta el fondo que podía de mi boca. Así estuvimos un par de minutos hasta que finalmente nos separamos. La mirada de José en ese momento no era imperturbable como en la terraza, ni de deseo como cuándo empecé a tocarle la pierna…literalmente me estaba follando con la mirada.

-José: Cachorro prepárate porque el día de hoy no lo vas a olvidar

-Álex: Y tu prepárate para cuando mi ojete se coma todo esto-mientras lo decía llevé la mano a su pantalón, que apenas podía contener el monstruo de carne que había dentro.

José resopló de gusto al notar como le tocaba y decidió facilitarme las cosas, sacándose el rabo por encima del elástico de su pantalón, que ya estaba totalmente empapado de pre. Tenía esos 23 cm en todo su esplendor y más que gotear, parecía que chorreaba con cada palpitación.

Mientras José arrancaba el coche, yo llevé mi mano a su trabuco y empecé a menearlo de arriba abajo. Él intentaba concentrarse y conducir, pero de vez en cuando se le escapaban un suspiro…sabía que le estaba volviendo loco y eso era lo que quería…pero para mí no era suficiente, ese mástil que no paraba de babear me estaba volviendo loco, así que, cuando vi que ya estábamos un poco alejados de la civilización, me desabroché el cinturón e incliné mi cabeza para empezar a comérmelo entero

La verdad es que me encanta comer rabos y se me da muy bien, y no tengo problema en meterme una buena polla hasta la garganta, pero os mentiría si dijera que era capaz de hacer eso con el rabo de José. Eso no quita que me esmerara a fondo, y que engullera todo lo que podía. A veces le lamía solo el capullo mientras le pajeaba, otras me la metía tan adentro cómo podía, otras succionaba su capullo mientras le agarraba fuerte de la base, otras le lamía las pelotas…Le estaba dando la mamada de su vida y José, que inicialmente intentaba concentrarse sólo en conducir, empezó de vez en cuando a agarrarme de la cabeza para hacerme tragar más.

-José: Buff…cabrón…joder que boca tienes…sigue así cachorro…que ganas tenía de tenerte así.

En la posición en la que estaba, mi culito estaba medio en pompa y eso no le pasó desapercibido a José, que pasó de sujetar mi cabeza, a bajarme de un tirón mis pantacas y slips para dejarme con el culo medio al aire, y empezar a acariciarlo.

-José: Joder…que culazo tienes cabrón, y sin un pelito…prepárate que te lo voy a dejar mazo abierto

Mientras me decía esto último empezó a jugar con sus dedos en mi ojete, primero uno, luego dos, así hasta tres. A la vez que yo seguía comiéndole el rabo con ansia, él me estaba dando una follada con sus dedos que me enloquecía. En esta situación, la cosa no podía durar mucho, y el calentón que tenía unido a su follada de dedos me puso tan frenético que aceleré el pajote a la vez que succionaba su capullo sin parar

-José: ¡¡Ahhhh!! Ahhhhh pedazo de cabrón!!! Me vas a ordeñar si…¡Joder! Cachorro toma leche, tomaaa AHHHHHHHHHH

Y mientras soltaba esos gritos, noté como su capullo se hinchaba y como mi boca empezaba a inundarse de leche bien caliente y espesa, fueron al menos 6-7 trallazos bien contundentes, que me tragué como un buen chico, y al acabar levanté la cabeza y abrí la boca para que él mismo lo comprobara

-José: Así me gusta cachorro, que no dejes nada de la leche de tu macho-al pobre le costaba casi hablar mientras se recuperaba del orgasmo que acababa de tener.

Obviamente mientras todo este rato estaba demasiado concentrado en darle placer a ese semental que, en fijarme en el camino en coche, pero ahora que era consciente, vi que estábamos en una zona de campo, que no era capaz de identificar

-Álex: Anda, ¿Dónde estamos? ¿No me llevas a tu casa?

-José: He decidido que para que nunca olvides este día, follarte en mi casa hubiera sido demasiado poco original-mientras decía eso volvió a poner su sonrisa de chulo.

Finalmente paró el coche y se lanzó a volverme a comer la boca…o más bien debería decir que me la estaba follando con su lengua. Yo seguía cachondo perdido y sentía que si seguía así iba a acabar corriéndome sin tocarme siquiera. Pasado un rato se separó de mí, me incorporó y me quitó la camiseta para luego quitarme la suya

-José: Sal fuera del coche cachorro que te vas a enterar.

No tuvo que decírmelo dos veces. Una vez fuera, me cogió en brazos y me apoyó contra la puerta del coche, para luego bajarme una vez más el pantalón y el slip de un tirón, dejándome completamente en bolas. La sensación de estar así al aire libre, aunque no hubiera nadie mirando, me producía una mezcla de vergüenza y morbo increíble.

José se colocó detrás de mí y se agachó, para luego abrirme los cachetes del culo con sus manos

-José: Vaya culo cachorro-dijo a la vez que me daba un cachete en el mismo-y vaya agujero…pero esto hay que abrirlo bien

Y dicho y hecho, empezó a darme la comida de ojete de mi vida. No podría decir si fue la mejor que me han dado o no, pero la situación, el estar al aire libre, y que semejante semental me quisiera follar, me estaba poniendo tan cerdo que cada vez que notaba su lengua entrando en mi interior, mi polla palpitaba. Yo no paraba de gemir de gusto, en parte porque no podía evitarlo, y en parte porque sabía que oírme gemir le volvía loco

-José: ¿Te gusta eh cachorro? -y a la vez que lo dijo me agarró la polla- La tienes que va a reventar

-Álex: Joder claro ke me gusta cabrón, si me estas follando sólo con tu lengua

-José: Lo que no puede ser es que yo ya me haya corrido y tu no, hay que empatar eh

Así que aceleró la comida de culo a la vez que su pajote, y en menos de un minuto fui yo el que empezó a vaciarse como una fuente

-Álex: AHHHHHHH ¡¡¡Joder!!! Si, si joder….me corro tío!!!

Mi corrida fue casi tan abundante como la de José de hace unos minutos, y cayó toda al suelo.  Pero esto no había hecho más que empezar, aún tenía que sentir el pollón de mi semental dentro. José se terminó de despelotar, me atrajo hacia él y me levantó en volandas, apretándome con toda la fuerza que podía.

-José: Ahora llegó la hora de la verdad cachorro. Voy a dejarte que no podrás montar en bici en una semana cabronazo. No sabes las ganas que tenía de esto

-Álex: Buff…cabrón ten cuidado que eso que tienes entre las piernas son puede entrar de golpe eh

-José: Tu confía en mí, he reventado muchos culitos y se cómo hacer para que te entre bien

Y así tal cuál me tenía, empezó lentamente a empujar su capullo dentro de mi ojete. Gracias a la comida de culo y follada de dedos previa que me había dado, unido a la cantidad de pre que no paraba de manar de su capullo, la dilatación estaba resultando fácil. Mientras iba penetrándome lentamente, me miraba con esa mezcla de deseo y cariño que tanto le caracterizaba

-José: Vas muy bien mi cachorro, eres un campeón. Vas a recordar este día toda tu vida

Noté come todo su capullo estaba ya dentro de mí y no pude contener un grito, que él apaciguó besándome. El volver a sentir su lengua en mi boca me puso tan frenético que me mi culito se abrió más y admitió poco a poco más centímetros de su rabo en mi interior. Cuando ya tenía más o menos la mitad, la sacó para volver a empezar. José no se equivocaba, sabía perfectamente como abrir bien un culito y me estaba volviendo loco en el proceso.

Repitió la maniobra varias veces, introduciendo cada vez un poco más de rabo, hasta que finalmente noté como sus pelotas chocaban con mi culo. Lo había conseguido, tenía todo ese rabaco dentro mío por fin y me sentía en el puto cielo

-Álex: Bufff joder cabrón, no puedo estar más lleno ahora mismo

-José: Eres un campeón, sabía que podrías, Pero ahora prepárate porque empieza la caña

José empezó a bombear mientras me mantenía en brazos, con mis piernas abrazadas a su torso. Tengo que decir que es la posición para follar que más morbo me da con diferencia, y es complicado encontrar a un tío que pueda hacerla, entre otras cosas por la fuerza que hace falta para ello, pero José me había prometido varias veces que me follaría así y estaba cumpliendo su promesa

-José: Ya te dije que te follaría así mi cachorro-mientras hablaba seguía embistiendo sin parar-¿Te gusta verdad que sí? Gime bien que yo te oiga

-Álex: ¡Ahhhh! ¡Joder! ¡Siiiii! Ya sabes que sí, que estaba deseando que me hicieras esto. ¡Ah! ¡Ahhhhh!

Cuánto más gemía yo más embestidas me daba, y eso solo me hacía gemir cada vez más…era un puto círculo vicioso, muy vicioso…Pero también sabía que quería follarme en más posturas y yo estaba ahí para complacerle. José me la sacó y me dejó en el suelo, para ir al maletero de su coche por una manta que echó al suelo en dónde estábamos

-José: Ahora te vas a poner a 4 patitas como un buen chico, que voy a seguir taladrándote así

No necesité que me lo dijera dos veces. Me puse a 4 patas y el se colocó detrás de mí, para hincarme su trabuco hasta el fondo de mis entrañas de nuevo, haciéndome soltar un gemido que debió escucharse en los alrededores. José me agarraba de las cachas del culo y embestía sin parar, de vez en cuándo me daba algún azote, sabía que eso me ponía mucho. Cuando llevaba así un par de minutos me dijo

-José: ¿Confías en mi cachorro?

La pregunta me pilló desprevenido, pero, hablando como buenamente podía entre gemidos le dije que sí

-José: Entonces, cierra un momento los ojos

Le hice caso, y cuando los cerré, noté como echaba parte de su cuerpo sobre mí, hundiéndome aún más el rabo dentro, y agarrándome del pelo con una de sus manos, haciéndome levantar la cabeza.

-José: Ya puedes abrirlos cachorro

Y en ese momento fue cuando lo comprendí todo. A una distancia prudencial nuestra, en distintos puntos, había unos 6 o 7 tíos mirándonos, algunos de ellos tocándose el paquete por encima de los pantalones, otros directamente pajeándose. El cabrón me había traído a un sitio de cruising para que todos vieran como me ensartaba.

-José: Ya te dije que no lo olvidarías…y seguro que ninguno de ellos tampoco. No han visto un culito como el tuyo ni un rabo como el mío, y menos juntos-dijo para luego reírse

Yo nunca había follado con espectadores, y, en ese momento, no era algo que me hubiera siquiera planteado, pero reconozco que me puse más cerdo de lo que jamás hasta mis 25 años me había puesto. El saber que todos esos desconocidos habían visto como José me follaba en volandas y como ahora me daba caña a 4 patas hizo que todos mis sentidos se anularan…ahora mismo sólo existíamos José, yo y los mirones, el resto del mundo me la sudaba.

-Álex: Fóllame como no te has follado a nadie en tu vida…que estos vean lo que es un semental de verdad

No podía ver su cara por la postura, pero sabía que estaba feliz por haber conseguido lo que quería. Me tenía a su merced, empalado por su rabo, a 4 patas y rodeados de mirones, así que empezó a follarme de nuevo y cada vez más rápido. De vez en cuando alguno d ellos tíos se acercaba para intentar participar, pero José les decía que no con la cabeza y les hacía gestos para que se alejaran.

-José: Mirad lo que queráis, pero este es mi cachorro y sólo me lo follo yo

El qué dijera esas cosas sólo me ponía más y más frenético. Mi polla estaba dando golpes en mi abdomen con cada embestida de José, y notaba como, de vez en cuando, al follarme, estimulaba mi próstata, haciendo que tuviera una sensación indescriptible, no sabía si me iba a correr o mear si seguía así y sinceramente me daba igual…pero lo que pasó fue lo primero, y cuando quise darme cuenta, y por primera vez en mi vida, me corrí son tocarme sólo con las embestidas de la polla de José en mi interior, y os juro que en la vida he tenido un orgasmo tan intenso, hasta el punto de que cuando acabé de correrme casi me desplomo…pero ahí estaba José para sujetarme fuerte

-José: Joder cachorro vaya corrida…y no sabes como me acabas de poner, cada vez que echabas un chorro me apretabas el ojete contra el rabo como si me ordeñaras

Yo no podía casi ni hablar, estaba totalmente en éxtasis

-José: Ahí viene lo mío cabrón, voy a preñar a mi cachorro y todo estos salidos lo van a ver ¿Listo?

Cómo buenamente pude dije que sí, y José aceleró sus embestidas hasta que noté como mi interior se inundaba de líquido caliente. José bramaba como un puto toro a cada chorro que echaba, y finalmente se detuvo, me agarró para atraerme contra él, y los dos caímos sobre la manta en modo cucharita, con su pollón aun dentro de mí.

Durante unos minutos no hicimos más que jadear y soltar bufidos. La experiencia había sido de lo más intensa para los dos. Cuando recuperamos algo de fuerzas, José me la sacó y me atrajo hacia él, haciendo que me pusiera totalmente encima suyo, con mi cabeza sobre su pecho

-Álex: Ya veo que cumples todas tus promesas…estaba deseando que me tuvieras así

-José: Y a mi tenerte mi cachorro-ahora estaba en su modo tierno, no paraba de acariciarme el pelo y la espalda- eres la puta ostia niño.

-Álex: Tú si que lo eres, ha sido el mejor polvazo de mi vida. En la vida me había corrido sin tocarme

-José: Jajaja, no eres el primero al que hago correrse así, sé bien cómo usar mi cacharro.

-Álex: Y tan bien…casi me desmayo cabrón

Los dos nos reímos y seguimos así un rato más. Cuando quise mirar alrededor, los mirones ya no estaban. Supuse que la mayoría (si no todos) se habrían hecho su buen pajote a nuestra consta y no podía culparles por ello. Tras un rato de descanso en el cual charlamos, nos besamos, nos acariciamos etc. vimos que empezaba a hacerse de noche

Nos limpiamos con la manta como buenamente pudimos y nos vestimos. Volvimos al coche y José me acercó hasta mi casa.

-José: ¿Cómo lo has pasado cachorro?

-Álex: ¿De verdad me lo preguntas? Jajaja, cabrón no voy a olvidar nunca este día

-José: Eso quería oír jajaj. ¿Qué te ha parecido que todos esos tíos miraran como t follaba?

-Álex: Ha sido brutal…nunca había follado en público. Claro, que el follador en cuestión también ha hecho mucho para que fuera inolvidable

José me sonrío y me miró, esta vez con mucha ternura, y me besó. No era un beso con deseo como los que me había dado antes, esta vez era de puro cariño

-José: Osea que he descubierto tu lado exhibicionista eh jajaja

-Álex: Pues sí cabrón jaja, así que, vas a tener que hacer algo al respecto

-José: Tu tranqui que cada quedada que tengas conmigo será inolvidable cachorro

Os doy las gracias a todos por leer hasta el final, ya que sé que me extiendo mucho, pero me encanta detallarlo todo. Espero que leer este relato os haya puesto tan cerdos como me ha puesto a mi escribirlo (han caído un par de pajas entre medias jeje).

Espero vuestras opiniones y valoraciones, sean buenas o malas, tanto por aquí como por e-mail.

Un fuerte abrazo y ánimo con la cuarentena