Inocencia caribeña, Pervertida -11-
Conocemos a la vecina y su joven hija.
,,,,,,,,,¡¡¡¡¡¡¡(Nota: Laliana y Pam son mayores de edad.)!!!!!!! “mas Que nada para q no me dejen de publicar el relato”
Llovía una tormenta como hacía mucho tiempo no ocurría en el lugar.
Muchas de las viviendas anegadas estaban medio inundadas, a excepción de donde residíamos, pues había invertido una gran cantidad en hacer q la vieja chabola donde vivían ahora fuese un hogar con altura y preparado para inundaciones.
Estábamos cayendo la noche , Pamela, Lizbella y yo mirando la tormenta, cuando escuchamos llamar insistentemente a la puerta,
Fue a abrir Liz y estando en el portal estaba su vecina, una mujer bajita de grandes pechos llamada Yanira, junto con su pequeña hija, una niña sin apenas pecho y a punto de desarrollarse, con pelo desaliñado castaño y flaquita , su hija Laliana.
- Pasad y no os quedéis en el portal- le dijo mi querida y sumisa Lizbella a sus vecinas.
La joven y menuda mujer, pues no llegaría apenas a los treinta años, entró a las dependencias del hogar junto con su niñita con ojos grandes pelo enmarañado y cara de asustada.
Se le invito a cenar y resguardarse, pues su vivienda no estaba preparada para las lluvias torrenciales que caían.
Pam y Lali se conocían aunque apenas se relacionaban, pues mi pequeña mulata era mayor que la niña de la vecina.
Después de que fuesen acogidas acordamos que Yanira, la vecina y mi Lizbella durmieran juntas y las dos niñas en su dormitorio, y yo estaría en el salón...
Aún seguía oyéndose la lluvia caer, y eran ya las tantas de la madrugada.
En mi mente por primera vez ahora no dejaba de pensar en algo que no fuese el cuerpo de mis mulatas.
Mi cabeza no dejaba de rondar con el menudo cuerpo de la niña de la vecina, flaquita y sin pecho, que no llegaba ni al metro y medio, pero con una cara tan dulce y unos ojos grandes que no me había puesto la polla tan dura, desde que me corri en la cara de mi niña mientras estaba en el water con su madre al lado.
- hola Pam, estas dormida?- le susurre a mi hijastra después de adentrarme en su habitacion.
- Mmmmmn, lo estaba,- me susurró ella apenas bostezando
Justo agazapada tras el enorme culo de Pamela estaba la jovencita Laliana
- Papi, es que quieres que te haga algo?- me continúo diciendo mientras se desperezaba aún.
- Sabes que tenemos durmiendo a la hija de la vecina, no se.-
- ¿Y si te digo que si sabes? -
- ¿A que te refieres papito?-
- A que tú y yo vamos a compartir a esta niñita.-
- ¿Es que yo no te valgo?- dijo ya en un tono de voz más alto.
- Si me vales mi amor, pero a veces papi necesita saber cuanto lo quieres, y para eso vamos a hacer que ese cuerpito sea nuestro esta noche...-
- ¿Y tu que me ofreces a cambio?
- Preñarte a ti antes que a tu madre, así tú serás la ama de la casa-
- ¿De verdaaaaad?, siiiiii?, no me engañas?-
Con el entusiasmo de Pamela la jovencita Laliana se desperezó medio dormida.
- ¿Ocurre algo? Y mi mami?-
- Tu mamá duerme al lado junto a la mía- dijo la mulatica
- Hola señor- me dijo la niña al percatarse de que estaba junto a ellas en la habitación .
Pronto Pam entró en acción y sabía muy bien qué hacer y decir, ahora que tenía un propósito.
- Lalita , ¿sabes que pensaba en darte unos shorts y unas camisetas q ya no uso?
- Pero pienso que tú ropa no me cabe bien, yo soy más flaquita.
- Puedes probarte lo que te quede bien y si necesitas algo, yo te lo regalo, ¿quieres?
- Si tú quieres si-
- Pero tú harías algo por mi?-
- ¿Y que tendría que hacer?-
- Ummmmmmm mi papito se ha quedado sin cama donde dormir, si dejas que se acueste en nuestra cama, yo te regalo. ¿Vale?
- Si, vale...-
Asintiendo con los hombros y con la mirada al cielo, la inocente niña acepta sin pensar en nada que le haga creer que esta noche no solo iba a sentir el roce del grandioso culo de mi nena.
- hacemos una cosa, como eres la más pequeñita, te pones en medio de Pam y de mi, y así no nos caemos-
La chiquilla accede sin miramientos y se recuesta mirando a mi Pamela, dándome su pequeñito culo hacía mi ya hinchada polla.
Al ser una cama estrecha, yo ya me restregaba bien en el cuerpo de la niña,
Miraba a Pam entre la penumbra y notaba como su mirada había dejado de ser inocente como cuando la conocí, ahora se le veía un atisbo de morbo y atrevimiento que me hacía enloquecer.
- ¿te llamabas Lali?
- Si señor, Laliana.
- Es que casi ni me aguanto dentro del camastro, si quieres te recuestas sobre mi un poco, q no me importa y así cabemos bien los tres.
- No me importa señor,- Dicho eso , la joven de pelo marrón y cuerpo flaquito se me sube una pierna y medio cuerpo sobre mi pecho, apenas sentía su peso.
- Ay Lali, hace mucho calor, yo siempre duermo desnuda y con mi papi no tengo vergüenza,- decía Pamela mientras se despojaba de su camiseta de tirante y su tanga
- Su tú quieres puedes hacer lo mismo.- le dije
- ....bueno....- dijo la chica sin mucho convencimiento.
- No te preocupes cielo, aquí somos como familia, si quieres yo te ayudo a quitártelo.
La niña solo asintió y fue lo único q necesitaba....
La alce en brazos y subí la camiseta, dejando al descubierto ese torso y un pecho donde apena sobresalían los pezones nada más. Solo un báltico de apenas el tamaño de una almendra rodeaban las pequeñas aureolas de sus tetas
- jijijiji- sonreía la chiquilla con un poco de vergüenza
La aúpe un poco más y la puse sobre sus pies en el colchón, para así ir bajando el short que llevaba.
Bajo ese pantalón que ya tenía a la altura de los tobillos, había unas braguitas blancas con flores rosas y amarillas cubriendo lo más íntimo de ese cuerpito virgen.
- Todos iguales vale?- indicando que Pamela estaba completamente desnuda, y al mismo tiempo bajándome mis pantalones dejando al descubierto mi miembro.
La chica se llevó sus manos a la boca como reacción a verme desnudo y conteniendo una sonrisilla nerviosa y tímida.
-Vamos a ver que tenemos aquí-...
Pamela se reía desde atrás sin apenas hacer ruido mientras iba bajando esas adorables braguitas hasta la altura donde estaban bajados los shorts....
- Mira papi que lindo bollo, no tiene ni un pelo.-
- Si que es bonito...- le replique.
Apenas con mis manos cubría todo el trasero de la joven y lo atraía hacia mi cara, aspirando el aroma de ese chochito juvenil.
- ummmmmm- que bien huele.
- Pami-... tu papi es un cochino- se reía al decírselo, y a mi me encantaba como lo contaba
- Si vecinita, es más cochino de lo que piensas, y si tú quieres lo comprobarás.
La niña no sabía que decir, tan solo se dejaba llevar entre sonrisillas picaronas.
Ayudándola a recostarse de nuevo, ahora la pequeña Lalita daba la espalda a Pam y a mi me miraba fijamente, mientras mis dedos iban inspeccionando la piel de ese chochito aún sin vello y apretado.
Mi mulata metía su mano desde atrás hasta cruzar nuestros dedos en la entrepierna de la dulce niña.
- tu viste una pinga alguna vez?- le susurra La culona mulata a la joven vecina.
- Mmm, no....- responde la chiquilla vergonzosa.
Justo escuchar las palabras de mi nena agarro la cintura de la joven chica y la bajo hasta la mitad de la cama, donde su boca queda a la altura de mi polla.
- ¿Tengo que mamarla señor?-
- Si cariño abre bien la boca
Mientras la carita de niña se va metiendo la puntita de la polla en sus dulces labios, mi nenita de enormes tetas se pone justo debajo de nosotros, alzándome las piernas hacia atrás, y sorbiendo mi agujero del culo con ansia, sin dejar de mirar a la asombrada vecina como lengüetea la cabeza del pene.
- Laliana abre más la boca y traga, que apenas te la metes.- le digo sonriendo.
- Es que apenas me cabe- me responde
Sin darle respuesta, agarro su enmarañado pelo y hago que trague hasta la mitad de la polla.
Su reacción es de tos y arcadas, pues nunca había metido algo así hasta la garganta.
- Papito mío, yo me la trago toda, déjame- Me decía mi princesa desde las nalgas, subiendo sus carnosos labios hasta hacer tragar toda la pinga.
Mi niña si sabía como tragar toda sin atragantarse. Es más le sujetaba la cabeza haciendo que aguante hasta el límite con mi verga en su garganta.
- cof cooffff...cooooof....,- tosiéndo y con una gran cantidad de babas recorriéndole por los labios caían sobre mis bolas, mientras tomaba aire.
La joven vecina no sabía ni cómo reaccionar
- ven Lalita, si quieres lo que te prometí, hazle a mi papaito lo q más le gusta.-
Me hace dar la vuelta y recostarme boca abajo.
- ummmm lame aquí niña- le dice Pam a Lali mientras separa mis nalgas y apunta con su dedo hacia mi agujero
- yo es que no se si quiero eso-
- Pues si no quieres no te llevas nada, tú pruébalo tonta, el culo de papi sabe rico.-
La niña no muy convencida saca la punta de la lengua y empieza a lamerme el culo.
Siguiente. Pamela le empuja la cara hacia mi para que se restriegue más, tal y como yo la había enseñado.
- Ummmm que cochina es mi niña- al tiempo que acerca su boca para besarme mientras me provoca.
- ¿Quieres que tú niña sea aún más cochina?-
- Sabes que si, solo sorpréndeme.
Pamela ya había sobrepasado todos los niveles de perversion y estaba dispuesta a todo para satisfacer mis más obscenos deseos.
- ven aquí putica- Agarrando del pelo a la niña y sacando su cara de mi culo, la arrastra hasta meter la carita de niña en el enorme y jugoso culo de ella, moviendo las caderas y haciendo restregar toda su rajita y culo en la cara y nariz de la chiquilla.
La viciosa Pam se gira boca arriba y arrastra con el pelo a la niña ahora sollozante, sube sus piernas alzando bien sus nalgas y apretando esta vez , el morro de la niña contra el oscuro agujerito de mi culona hijita.
- ¿No querías que fuese sucia y morbosa papi?
- Si amor
- Pues mira que cochina es tu niñita, verás lo que hago
- Quiero verlo mi niña
- Ummmmmm y tú luego me llenas de tu leche el bollo?
- Si cielo, dame, dime que vas a hacerle.
- Mira papito, mira que cochina soy...
Sujetando fuertemente la cabeza con las torneadas piernas de la mulata, mi nena empieza a apretarse los dientes y empujar, más y más,...
Y en un instante separa un poco la cabeza de la niñita y se abre su ojete saliendo gases y tirandose un sonoro peo en la boca de la criatura, que no hace otra cosa que abrir la boca para coger oxígeno de haberla entendido entre sus muslos, comiéndose entero todo el pedo que le salió a la culona de mi niña.
- que ascoooo, que guarra, no me gusta eso....- se quejaba la pequeña niña mientras tosía después de haber recibido el regalo de Pamela.
Yo estaba súper cachondo de ver como mi nena se había vuelto tan morbosa, así que apenas rozándome la polla, me pajeo en la cara de la niña a regañadientes, haciendo q mi hija se acerque y también pruebe la leche que estaba a punto de emanarme....
La corrida les pringa la cara a ambas niñas.
Las dejo que se limpien y me acuesto en medio de la cama, donde al poco tiempo, mi amor morena y la pequeña Lali se recuestan, una a cada lado...