Inocencia adolescente
Historia real que le ocurrió a mi novia por andar cumpliendo mis caprichos y fantasías.
Esta es una de tantas historias que se derivaron de tonterías de adolescentes.
Ya llevaba algunos años con mi novia de 18 años, una niña muy bonita, de cabellera rubia, piel blanca, delgadita y con un buen culo. Era tímida, con rostro de niña todavía.
Siempre le pedía que vistiera muy sexy para mi, y al terminar su jornada escolar, se metía al baño de la escuela y allí se cambiaba de ropa.
Un día le pedí que fuera a mi casa vestida muy provocativa, y ella escogió una minifalda blanca con vuelo, demasiado corta, digamos que dos pulgadas abajo de donde terminaban sus hermosísimas nalguitas. Yo le pedí que no usara short debajo de la falda, y solamente una tanguita, la cual ella escogió. Tenía esta tanga los bordes rosaditos, los cuales bajo cierta luz, se translucían a través de la faldita blanca. También usó una blusa ombliguera y escotada, de color rosa, muy sensual, y unas sandalias. Esa era toda la ropa que la protegían de verse desnuda.
Salió de la escuela como a las 3:00 pm dirigiéndose hacia el microbus que la llevaría al metro más cercano. Al hacer la parada, subió su pierna en el primer escalón, dejando ver todo su muslo desnudo a todos los que pasaban por allí. Sin duda el más afortunado fue el conductor del microbus, quien probablemente vió la tanguita que cubría su feminidad.
Al tomar un asiento, junto a la ventana, se dio cuenta de lo corto que era su faldita, porque podía sentir su conchita cubierta por la diminuta tanta tocar el asiento del microbus. El viaje era algo largo, por lo que cayó dormida en un profundo sueño. Solo fue despertada al sentir una mano tocar su muslo, dirigiéndose hacia sus partes más íntimas. Entonces, asustada y molesta vio al tipo que había sentadose junto a ella. Ella le pidió permiso para pasar, puesto que se acercaba la parada, pero el tipo solo se rió burlonamente sin moverse.
Ella parada, sentía las miradas del tipo que ante esta postura, podía casi observar como se notaba la tanga a través de la falda. Ella asustada y desesperada, intentó "brincar" al tipo, pasando una pierna por encima de las de él, dándole la espalda. Al hacer este movimiento, el tipo tuvo la mejor vista de toda su vida. Pudo observar frente a él el culo de mi novia, cubierto por una tanga muy sexy y delgada. Al tener semejante vista, la tomó de la cintura con sus manos y la jaló hacia abajo, sentándola exactamente sobre su miembro totalmente erecto.
Mi novia cayó de sentón y el miembro del tipo quedó exactamente en su puchita. El tipo le dijo "estás muy buena mamita, y quiero cogerte aqui mismo". Ella asustada intentó escapar, pero era imposible y al ver que eran los únicos pasajeros del microbus, entendió que nadie podría ayudarla. El chofer veía a través del espejo retrovisor, con mirada perversa y gustosa. Ella comprendió que el chofer solo iba a deleitarse con el espectáculo.
El tipo le dijo al oido "sácamelo puta, con mucho cuidado y no vayas a hacer ninguna estupidez". Mi novia asustada dirigió su mano sin pensar hacia el pants del tipejo, deslizándolo hacia abajo y descubriendo que él no traía ropa interior. Ella pudo percibir inmediatamente el olor a pene sucio, y no pudo evitar hacer gestos de asco.
El tipo molesto le dijo "Ni me hagas tus caritas de niña pendeja, que te vas a tener que acostumbrar a mi verga, porque de aquí en adelante te voy a coger cuando yo quiera", y continuó diciendo "ahora tomalo con las dos manos y mastúrbame".
Ella sentada en él con las piernas abiertas, podía agarrar y ver el miembro del tipo con las dos manos y pensó que sería mejor masturbarlo rápidamente para hacerlo venir y evitar algo mucho más degradante.
El tipo disfrutaba y de repente su leche salió disparada hacia el asiento, pero se molestó y le agarró ambas manos diciéndole: "ni creas puta que te vas a salir con la tuya. Ya conozco a las de tu clase que se creen tan listas". Entonces la tomó del cabello y la recostó hacia el asiento, dejando ver su trasero hacia el pasillo del microbus.
En ese momento subieron unos albañiles y vieron la escena con incredulidad. El tipo les dijo molesto "que ven imbéciles, es mi perra!". Ellos enojados por el insulto se acercaron con intenciones de pelea. Entonces el tipejo les dijo, "Miren mugrosos, denme veinte varos cada quien y los dejo follarla".
Mi novia gritó y le pidió clemencia, que la dejara ir, pero el tipo le dijo "cállate el hocico", mientras le comenzaba a introducir uno de sus asquerosos dedos en la vagina. Mi novia solo pudo exclamar un gemido ante ello.
Los albañiles lograron juntar quince varos entre los dos, a lo cual el tipo dijo "Denme los 15, pero solo dejaré que la penetren rapidamente". Entonces el tipejo la volvió a tomar del cabello y la acomodó de forma que el abdomen de mi novia quedó en sus piernas con el culo volando hacia el pasillo. El tipejo acarició su trasero e hizo a un lado la tanguita con una mano, dejando la conchita rasurada de mi novia expuesta hacia los albañiles. Mi novia solo decía "no!, por favor no!", siendo ignorada por todos.
El primero de ellos se sacó la verga y de un golpe le dio una penetrada y comenzó a cogerla como un animal, de forma muy rápida. Duró muy poco pero se vino dentro de ella. El segundo trató de hacer lo mismo, pero ante tanta excitación se vino antes de penetrarla.
Al terminar semejante escena, el tipo la levantó y la sentó en sus piernas diciéndole "desde mañana quiero que te vistas así de putita desde que salgas de tu casa. ¿Entendiste?, pero con la falda mas corta todavía". Entonces con una navaja que traía cortó la faldita de mi novia, dejándola al borde de su culo.
El tipo se bajó del micro y mi novia se quedó allí llorando. Al recuperar un poco la noción, ella se bajó del micro corriendo, dándose cuenta que la falda cortada dejaba ver sus nalgas y su tanga. Así caminó hacia mi casa, que quedaba muy lejos. Llegó a mi casa como a las 11:00 pm y me contó la historia. Solo no me dijo lo que ocurrió al bajar del microbus y andar en la calle exhibiendo su culo ante toda la gente, pero supongo que no solo la volvieron a manosear.