Inma, con ella empezó todo.
Nuevo trabajo, nueva vida
Hola! Especialmente a las lectoras. Soy nuevo en este espacio, pero solo quiero contaros experiencias totalmente reales y si lo quereís… disfrutéis con ellas casi tanto como yo.
Me presentaré. Me llamo Alfonso, tengo 22 años y vivo en Madrid en un piso compartido con amigos. Siempre me he considerado una persona independiente y directa. No me gusta nada perder el tiempo. Y por eso mismo al trasladarme a Madrid rápido me busqué la vida y me independicé. Físicamente soy un chico que me cuido. No estoy muy musculado pero desde febrero del año pasado me he apuntado el gimnasio y ya se ven los avances en los brazos y los muslos y tambien en la tableta de chocolate que ya se empieza a notar.
Mi historia de atracción por las mujeres maduras viene de lejos. Puede que sea un tópico pero en mi caso es real y desde hace tiempo. He tenido muchas aventuras e incluso alguna novia formal… aunque os puedo confesar en que en algún caso me ponía más la madre que la hija. Pero eso es una historia que si lo quereís un día os contaré.
Empezada en enero unas prácticas más en otra empresa. Estoy cansado de encadenar trabajos que me exigen experiencia y dedicación absoluta pero que no están dispuestos a pagar por ella. Básicamente trabajo en el departamento de contabilidad y mi labor es la de controlar facturación y las horas de los trabajadores. Nada nuevo para mí, pero con un sueldo algo justo.
Mi primer día fue un poco desastre. Me presentaron a mis compañeros de planta y me explicaron cuales iban a ser mis funciones. Me presentaron a Manuel y Gema; becarios como yo y a Ignacio el jefe del departamento. Al entrar vi a una mujer que para mi pasó desapercibida completamente. Estaba en una mesa nada más salir del ascensor. Pero como os digo nada podría hacerme sospechar lo que pasaría.
Después de una mañana dura en la que traté de hacerme con el sistema y de preguntar varias cosas a Manuel o Gema, más a Gema ijijijij me baje a tomar café. Hay justo debajo de las oficinas un bar y me pedí un solo con hielo. Me senté en una mesa y empecé a consultar mis redes sociales. Tenia un presentimiento… este trabajo se me iba a hacer muy duro.
Entre sorbo y sorbo al café entro ella… y entonces pude fijarme bien. Era una mujer madura. Calculé que tendría 43 o 44.. luego me enteraría de que en verdad eran 48. Era la típica mujer coqueta, bien vestida con falda larga y camisa un poco apretada bien peinada con media melena y con zapatos de tacón. La reconocí era la persona que estaba en la mesa de la entrada a la oficina. La verdad es que me pensé en que llevaría debajo de esa ropa…. Lo siento no lo puedo evitar.
Se pidió una infusión y se sentó en la mesa de al lado mío. Me pilló un par de veces mirándola, y la verdad es que no se si lo pretendía pero me gustó su reacción. Me devolvía las miradas y se sonreía. Al final terminó por preguntarme si era el nuevo… Y la contesté que sí yo, levantando la mano como en el colegio. Se sonrió y dándome dos besos se me presentó como Inma. Al darme dos besos me agarro por el brazo y me dijo estas fuerte… y me dijo que cada vez hacían mejores fichajes. No me lo esperaba pero si quería jugar con fuego se terminaría quemando. Me encantaba su voz y su sonrisa. Aunque tengo que confesar que cuando se sentó su olor m gusto mucho y también ver un poco de cerca como los botones de la camisa sostenían a duras penas sus pechos. Se veían grandes y con solo pensarlo me ponía malísimo.
Me fui a casa y me encerré en la habitación, no sabía que pasaría pero esa noche y por lo menos en mi mente esa mujer sería mía. La follaria de todas las formas posibles y la volvería loca con unos orgasmos largos que quería que sintiera conmigo dentro… ummmmm me toqué dos veces pensando en ella.
Pasaron un par de semanas en los que además de enterarme de que Gema quería tema conmigo nada mucho más importante que reseñar. Nunca he sido de tener líos en el trabajo, al final dan muchos problemas y simpre es mejor pasar página con alguien que no tengas que volver a ver todos los días. Por eso aunque Gema está muy bien, he preferido no entrar en ese juego que todos sabemos como puede terminar. Es joven, preciosa y muy dinámica. Me encanta su culo la verdad pero no quiero mezclar trabajo y placer.
Durante estas semanas coincidí un par de días en la cafetería en los que la invité y al cruzarnos nos saludábamos con un hola o un adiós pero con alguna mirada especial. O alguna media sonrisa… algo había o algo se estaba empezando a cocer.
En este tiempo me enteré de que tenia tres hijos, era mujer divorciada y que también era una persona muy reservada. No se la conocía en el trabajo novios o amigos y eso que llevaba muchos años ahí trabajando.
Pero el viernes de hace dos semanas todo cambió. Era tarde, ya no quedaba casi nadie en la planta. Yo había venido con la bolsa de gimnasio con la intención de cambiarme, correr un rato e ir a casa para salir de viaje. A última hora ya solo quedábamos Gema, Inma y yo. Ignacio no había venido a trabajar y Manuel se había marchado. Tenia la sensación de que Gema me estaba esperando y me olía a encerrona. Se empeñaba en algo que yo no quería y al final iba a conseguir un NO como pocos he dado en mi vida.
Como os digo, a última hora. Cogí la bolsa de deporte y me metí al baño. Siempre corro en mallas y camiseta y eso me puse para salir corriendo desde la puerta de la oficina. Cuando salí Gema se quedó mirándome de arriba a abajo. Me dijo, espérame un minuto que bajo contigo. Así hice y según caminábamos al ascensor empezó a tocarme en el brazo, y empezó a decirme que tenemos que quedar un día; tomar algo o ir a cenar. La dije que no quería líos con nadie de la oficina pero que no se lo tomara a mal. Si algo cambia y alguno de los dos dejamos de trabajar ahí, no tendría ningún inconveniente en probar.
Ella reaccionó fatal y todavía no se porque me soltó un tortazo. Justo cuando estábamos enfrente del ascensor. Se montó y me dejó ahí plantado con una mano en la cara porque me dolía un poco el guantazo que me acababa de dar.
Cuando volví a centrarme, estaba un poco en soc. Me di cuenta de que Inma estaba ahí, su mesa está justo al lado del ascensor. Se levantó y vino a ver que había pasado. Con la mano todavía en la cara la expliqué un poco por encima todo. Ella me dijo que me quitara la mano de la cara para ver lo que tenía. Tenía roja la cara e Inma se ofreció a ir a el office para coger unos hielos que tenemos en la nevera para los refrescos. Volvió con un bol y unos hielos en él. Un pude evitar fijarme lo guapa y atractiva que estaba. Llevaba puesto un pantalón ceñido marrón que marcaba su culo atado con un lazo en la cintura y un jersey de cuello alto que marcaba su pecho rebosante. Me encanta cuando se marca el sujetador… me pone mucho eso.
Yo mientras la esperaba, me apoye en su mesa, cuando llegó dejo el bol encima de la mesa y con una mano cogió un hielo y lo acercó a mi cara. Me dío mucho frio… pero también exagere un poco mi reacción. Tocándome los brazos me dijo no eres un hombre débil… no te quejes…
Me preguntó que si me gustaban las mujeres o los hombres. Y fue entonces cuando me contó que se decía que me gustaban los tíos. No se podría explicar en la oficina como ante tales ofrecimientos de Gema no había aceptado ninguno. Entonces la expliqué que me gustan las mujeres desde siempre ijijij pero que no me gusta mezclar trabajo y placer. Y entonces siendo un poco pícaro puse una mano en su cintura y guiñándola un ojo la dije…. Aunque algunas veces me apetezca infringir mis propias reglas.
Ella se puso muy roja…. Se le notaba como se temblaba, su mano que me pasaba por la mejilla la delataba. Me dijo: “ anda anda no digas bobadas si soy una abuela”… entonces mirándola a los ojos la dije que desde que la vi no conseguía sacarla de mi cabeza o de mis fantasías más calientes.
Ella se puso muy roja y entonces me llamó exgerado… que no podía decir la verdad me dijo. Entonces cogi una de sus manos y la puse encima de mi bulto. Para ese momento ya tenia un buen empalme. Me pone a mil esa mujer y el momento era muy erótico. Al notar mi miembro tan duro suspiró y me dijo que era enorme. Cuando me dijo eso me reí y dije que solo hay que saber utilizarla y en ese momento cogí el hielo que tenia entre sus manos y lo puse es sus labios.
Se lo pase por sus labios con una mano mientras que con la otra la acercaba hacia ami cogiéndola por la espalda. Ella estaba muy caliente tambien… temblaba. Despues de los labios pase el hielo por su cuello mientras que la mano que tenia a su espalda ahora ya tocaba su culo que estaba bien duro. Ella al estar tan cerca notaba mi miembro sentía su calor y como la apretaba. Me puse de pie y la besé. Al principio no reaccionaba pero cuando sintió mi lengua en contacto con la suya fue como un calambre que la dio vida. Ahora era ella la que me besaba a mi. Notaba como su respiración se aceleraba y como cada vez se hinchaba más su pecho.
En ese momento me cambie con ella, la puse contra su propia mesa. Entonces deshice el lazo y quite el botón de su pantalón . La besba mientras que hacia eso y su boca a era completamente mia. Al bajarla el pantalón descubrí unas braguitas negras de encaje ummmm me encantaban.
Entonces meti un dedo en su boca. Quiero que me lo mojes bien la dije. Y entonces me obedeció como una niña buena. Mientras ella chupaba mi dedo como si fuera mi poya, mis manos estaban es sus pechos. Buscando poner duros los pezones y tengo que decir que lo conseguí. Incluso con el sujetador y el jersey, se empezaron a notar dos perlas que delataba la excitación que tenia.
Entonces mi mano y sobre todo mi dedo salió de su boca, para perderse en su braguitas. Mis dedos recorrieron su sexo que para este momento ya estaba empapado. Estaba tan mojada que me encantó ver a toda una mujer chorreando por mi. En ese momento empecé a acariciar sus labios, pasar mis dedos por su clítoris y a sentir como mis caricias se traducían en su cara. Estaba disfrutando como nunca. Notaba como entraban mis dedos, dos y pronto entraría el tercero…. gemía…. Quería sentirme dentro de ella pero eso se lo tendría que ganar.
Estaba casi a punto de correrse y entonces me puse de rodillas para comerme ese coño. Estaba empapada y mientras mi lengua jugaba con su clítoris mis dedos la poseían… oia sus gemidos pero solo podía pensar en que se corriera, en hacerla disfrutar en poseerla.
Estaba super caliente y ella gemía como loca entonces su pecho se hinchó y se corrió en mi boca. Gritaba, intentaba no hacerlo pero gemia y chillaba. Me puse de pie y la besé. Quería que probase a que sabía su placer. Me comio la boca, me devoró la boca. Quería más, pero hoy no sería el día. Tendría que ser mía y para eso no se puede tener todo ya.
Me limpié con su jersey , con la parte que no se ve y la bese en la boca. Cogi un posit de su mesa y la apunté mi teléfono. Y se lo deje en sus braguitas.
Me fui a correr un rato confiando en que de esa manera no se notaría mi erección algo por otra parte un poco difícil.
Por la noche me llegó un whatsapp con una foto de la mancha del jersey diciéndome que ya podría haber utilizado otra cosa para limpiarme.
Yo la contesté que estaba seguro que peor habían quedado sus braguitas.
FIN
GRACIAS por leerme.