Inicios de Juventud V

Siguen las aventuras sexuales del autor en la etapa de su vida juvenil... una etapa muy intensa con relaciones muy diferentes...

Soy un maduro bisexual de 60 años, me gusta comer, lamer (un placer sentir como va soltando jugos y derritiéndose en tu boca, pasarle la lengua por toda la raja, chupar el clítoris y los labios…. un verdadero manjar…), y follar coños. Pero también me gusta, chupar y lamer pollas, chuparlas, ensalivarlas, que te follen la boca, poner la lengua sobre el glande cuando se van a correr para que la leche se quede bajo la lengua y luego escupir la corrida, nunca me he tragado ninguna. Leche solo he saboreado la mía, del resto la he recibido en la boca y la he escupido. A pesar de que me gusta saborear pollas, no me gustan los tíos, me gustan las pollas, los tíos no. No me beso con tíos, las pocas veces que lo he hecho ha sido en mis inicios, de joven, y en tríos con mujeres y sus parejas, un poco obligado, o forzado, porque a ellas si les gustaba ver a dos tíos besándose. He tenido muchas experiencias en mi larga y dilatada vida, he follado, me han follado… hombres, mujeres, tríos… de todo un poco y voy a contar algunas de ellas en una serie de relatos que iré publicando para el disfrute de los lectores.

Físicamente soy un hombre normal, 177cm, unos 80 kg, con una polla normal de 17 cm. pero que siempre ha funcionado muy bien…

La semana siguiente comenzó con una sorpresa inesperada, venía de regreso del Instituto, camino de casa, cuando me encontré con Mari que estaba hablando con una vecina, Isabel se llamaba, de unos 26 o 27 años, no era muy guapa de cara, pero tenía un buen cuerpo, buenas tetas, un hermoso culo y unos muslos gorditos y fuertes. Estatura mediana, 1,65 más o menos, en conjunto estaba cañón, no todo es tener una cara bonita…

-          ¿Dónde vas pillín?

-          A casa, vengo del Instituto, voy a casa a dejar la mochila, luego tengo algunas cosillas que hacer.

-          ¿No vas a ir a ver a Mari? Me ha dicho que lo pasan muy bien los dos. Mira el pillín como se lo monta con las niñas…

Mari, me miró y agachó la cabeza toda colorada, me di cuenta de que se había ido de la lengua y le había contado a Isabel las comidas de coño que le había dado y lo que disfrutaba con ellas…

-          Igual a la tarde, tengo que terminar de leer el libro que me dejó el otro día antes de ir a devolvérselo.

-          ¿Solo vas a devolverle el libro? Me estaba contando que le sueles hacer cositas… que le gusta mucho lo que le haces… que usas muy bien la lengua y le comes el chochito de forma divina…

-          ¿Qué dices? Yo no sé nada de eso que me cuentas… - le dije haciéndome el loco.

-          No te hagas el loco – dijo Isabel- que Mari está delante y me lo acaba de contar. Eres un abusón no ves que es una niña. Deberías buscar mujeres de verdad para hacerles esas cosas.

-          ¿Sí? ¿Qué tipo de mujeres?

-          Como yo, por ejemplo, una mujer de verdad y con edad de estar con hombres.

-          Yo solo soy un chico, tampoco tengo la edad para ser un hombre…

-          Pues según me cuenta sabes más que muchos para la edad que tienes. Mi novio, que tiene 30 años, nunca me ha hecho eso que le haces a Mari, ni creo que sepa que se hacen esas cosas en pareja, y me gustaría probarlo. Se pasó la lengua por los labios y se mojó un dedo en ella, una lengua tiene que ser mucho más suave y más sabrosa que los dedos…

Miré a Mari y seguía con la cabeza gacha, toda colorada, no se atrevía a mirarme. Le di un buen repaso a Isabel y pensé, está follable, lánzate y aprovecha, te lo está poniendo a guevo…

-          No sé qué te habrá contado Mari, pero si tienes mucho interés podemos jugar un rato a hacer cositas. Vamos a tu casa, a estas horas debes estar sola, todo el mundo está en el campo.

-          Si, estoy sola, vamos a ver si eres tan bueno con la lengua y la boca como dice Mari…

Nos fuimos a su casa, Mari se quedó por el camino, nos dejo solos sin decir palabra.

-          Ven con nosotros, - le dije, pero no me hizo caso. cogió el camino de su casa sin decir  nada. Se notaba que estaba incomoda, seguro que no pensó cuando le estaba contando a Isabel lo que habíamos hecho, o lo que yo le hacía, que casualmente iba a pasar por donde estaban hablando y en que está me iba a parar, y delante de ella, me iba a decir lo que le había contado…

Llegamos a la casa de la vecina y nada más cerrar la puerta me arrimé a su culo y le froté la polla en él, ya veía medio empalmado y, con los frotamientos me puse como un burro en un instante.

-          Vamos a mi habitación – dijo. Caminé tras ella sin dejar de restregarle la polla en las nalgas y sobándole las tetas por sobre el vestido.

Entramos en la habitación, cerró la puerta, y yo seguía tras ella sobándole las las tetas, besándole y lamiéndole el cuello, en lo que le abría los botones del vestido, cuando le había abierto los botones hasta la cintura se lo bajé, quedándose ante mi con el sujetador y las bragas, no me había equivocado, tenía un hermoso culo… le quité el sujetador y la giré para ver y disfrutar de sus tetas. Eran grandes, redondas y erguidas para el tamaño que tenían, la juventud, las tenía levantadas, con unos pezones grandes que estaban duros como balas. Era una chica joven, sin hijos y, posiblemente tampoco se las habían sobado mucho, se enamoraba en la calle, delante o al lado de la casa, y a la vista de todo el mundo. Así que todo era algunos besos robados, caricias furtivas y poco más…

Me lancé a chupar y lamer sus pezones, mientras le sobaba las tetas, luego le estuve lamiendo y chupando el cuello, sin dejar de trabajar sus tetas y sus pezones, se los apretaba con los dedos, estaba suspirando, se notaba que estaba calentándose como una perra… Me fui a por su boca, intento esquivarme, pero al final desistió, y dejó que la besara, comenzamos a besarnos en lo que la seguía acariciando. Una de mis manos se metió bajo de sus bragas y me encontré con una mata de pelo bastante abundante, los fui separando hasta que llegué a su rajita, estaba bastante mojada… comencé a pasarle un dedo por la raja… le tocaba el clítoris… se lo acariciaba… volvía a la rajita… sus resoplidos eran cada vez más fuertes… dejé su boca y volví a chupar sus tetas, sus pezones… fui bajando poco a poco por su ombligo, se lo lamí y le intenté meter la lengua, me cogió la cabeza y comenzó a empujar hacia abajo, estaba deseando que llegará a su coño y sentir mi lengua y sus labios en él.

-          Lámeme ahí abajo… quiero que me lo hagas ya…. Me tienes super caliente…. Baja, chúpame, quiero que me lo hagas ya…

Me arrodillé ante ella y le bajé las bragas, ante mi apareció una mata abundante de pelo, en medio se veía la rajita del coño, toda brillante. Estaba mojada y lubricada, los preliminares y el deseo de probar y sentir lo que le había dicho Mari la tenían super lubricada. Le pasé la lengua por toda la rajita varias veces, apretaba mi cabeza contra su bajo vientre mientras resoplaba y comenzaba a mover las caderas y apretaba el pubis contra mi boca. Seguí dándole lengua a la rajita, se la intenté meter alguna que otra vez, mientras le agarraba las nalgas y se las sobaba. Cuando sus movimientos se hicieron más rápidos me fui a chuparle el clítoris, lo tenía grande, casi como sus pezones, lo apreté con los labios, lo maltraté con la lengua, se lo volví a apretar con los labios, y al final se lo comencé a chupar. Cada vez se movía más rápido, me apretaba contra ella y pedía más y más.

-          Qué gusto, sigue… sigue… más… MAS… MAS… ME VOY A CORRERRRR….. UUUUFFFFF….. UUUUFFFF….. ME CORROOOOOO….. ME CORROOOOOOOOOO…. ME ESTOY CORRIENDOOOOOO….

A  todas estas ya se estaba corriendo, soltando fluidos que yo saboreaba y lamía, le estuve lamiendo la rajita y chupándole los fluidos hasta que volví a castigar su clítoris. Se lo volví a chupar y a castigar con la lengua, no tardó mucho en volver a apretarme contra ella, me tiraba de los pelos, me daba golpes en la cara, a los pocos minutos ya iba camino de su segunda corrida.

La tiré sobre la cama y me metí entre sus piernas.

-          Vas a disfrutar como nunca…. Te voy a hacer correr hasta que no puedas más… verás que bien lo vas a pasar.

Todo esto sin dejar de lamer y chupar su coño, castigarle y chuparle el clítoris, en lo que le chupaba el clítoris le metí un dedo en el coño, comencé a entrar y salir con un dedo en lo le seguía trabajando el clítoris, luego le metí un segundo dedo y aceleré las entradas y salidas de los dos dedos en lo que le apretaba el clítoris con los labios y se lo chupaba… en un momento volvió a explotar sentía rezumar su coño en mis labios, seguí pajeándola con los dos dedos hasta que comenzó a resoplar, gemir y a soltar palabrotas….

-          CABRON… QUE GUSTO…. ME ESTOY CORRIENDO OTRA VEZZZ…. CABRON…. CABRON… ME CORROOOOOOOOO…… ME CORROOOOOOOO… UUUUFFFFF…. JODERRRRR…. JODERRRRR…. CABRONNNNN….

Se fue quedando quieta y relajada mientras yo le pasaba suavemente la lengua por la rajita, de vez en cuando daba algún espasmo, hasta que me dijo que la dejase, que le daban como calambres… los espasmos se repetían al paso de mi lengua…me tendí sobre ella mientras como podía fui bajando mi pantalón y liberando mi polla, la tenía toda mojada, llena de presemen… comencé a chuparle las tetas mientras me colocaba bien y acercaba la polla a la entrada del coño, se la pasé un par de veces por la rajita mientras subía a comerle la boca. Le metí la lengua y le pedí que me la chupase.

-          Chúpame la lengua, -le dije en lo que se la metía en la boca.

Sin darle tiempo a reaccionar le metí la polla de un viaje… intento quitarse… pero no podía cerrar las piernas así que se la alojé hasta el fondo…

-          ESO NO, CABRON, ESO NO, QUE ME DEJAS PREÑADA. SACALA… SACALA…

-          Np me voy a correr dentro, te la sacaré antes de correrme, déjame disfrutar un poco de ese coño tan jugoso y sabroso que tienes

-          NO, SACALA, QUE NO ME FIO… SACALA

Mientras me empujaba intentando quitarme de sobre de ella. No me quedó otra que sacarla, me bajé de la cama y cogiéndola de un brazo la senté delante de mí. Le acerqué la polla a la boca, se la pasé por los labios, a pesar de mi intentos de metérsela en la boca, mantenía los labios cerrados y no me la dejaba meter.

-          Abre la boquita, déjala entrar, por la boca no te puedo preñar. Saboréala como si fuera un chupete… venga, abre, que tú disfrutaste un montón con mi lengua y mi boca… ahora me toca a mí disfrutar… abre. Vamos, si, así, como si fuera un chupete. Pasa la lengua por la cabeza…. Así, lo haces muy bien, chúpala como si fuera un chupete…

Comenzó a lamerla y a chuparla, se metía el capullo en los labios y lo apretaba, lo succionaba como si fuera un chupete. Comencé a empujar hasta que conseguí meterle media polla en la boca.

-          Ahora juega con la lengua, en lo que la meto y la saco, juega con la lengua en ella, sórbela, apriétala con los labios, chúpala… que gusto me das, aprendes rápido, serás una buena mamona, solo te falta un poco de practica.

A todas estas ya estaba a punto de correrme, se la saqué de la boca y con un par de sacudidas terminé corriéndome en las tetas, le solté cuatro o cinco chorros en las tetas y las últimas gotas se la volví a acercar a la boca, metiéndole la punta en la boca.

-          Saborea la leche, chúpame las últimas gotas, lamela bien, así… chupa… lame… déjala limpia. Si quieres más en las tetas tienes para hartarte… cógela con la mano y te la lames toda…

-          Límpiame tú guarro que me has pringado toda…

Acerque mi boca a sus tetas y comencé a limpiarla con la lengua, lamía los chorretones y me acercaba a besarla, al principio intentaba apartarse pero terminó lamiéndome y chupándome la lengua. Cuando estuvo limpia me subí los pantalones, me guardé la polla y le dije.

-          Espero repetir en pocos días, me ha gustado mucho, y creo que a ti también. Así que repetiremos, ya vendré a buscarte.

-          Ni se te ocurra venir, tengo novio y no puedo estar entrando a ningún hombre a mi casa.

-          Yo no soy un hombre, soy solo un chiquillo, nadie va a sospechar nada.

-          NO, si tengo ganas ya te buscaré yo, te esperaré de regreso del Instituto, la mejor hora es la de hoy, a esta hora casi siempre estoy sola. Pero no se te ocurra venir a tocar a la puerta. Puedes pasar y si te veo y no hay moros por la costa te avisaré para que pases.

-          Podemos intercambiar libros para leer, así a nadie le extrañará que venga a verte.

-          No, hazme caso, yo te busco, o te hago la señal, si pasas por delante y te veo.

Isabel se asomó a ver si no venía nadie por la calle y me dijo que estaba despejado. Normalmente a esa hora era difícil ver a nadie en la calle, todo el mundo estaba en el campo.

A los pocos días me encontré con Mari que iba de camino de su casa, estuve hablando con ella sobre lo sucedido el día que estaba con Isabel, y me confesó que Isabel llevaba días que la notaba más alegre, con un brillo especial en los ojos, y eso tenía que ser que alguien le estaba haciendo algo que la hacía disfrutar mucho. Que tras rogarle y asegurarle que no se lo diría a nadie, le contó lo que le hacía, omitiendo que le había roto el culito. Espero que lo hayas pasado bien con ella, llevaba rato preguntándome si de verdad se podía disfrutar tanto si te lo hacían con la lengua y la boca, como que no se lo acababa de creer. Estábamos en plena discusión del placer que me hacías sentir cuando te vio venir. Ahí viene – me dijo, voy a preguntarle si es cierto que te está comiendo el coño… el resto ya lo sabes. La que no sé nada soy yo, no he visto a Isabel para preguntarle ni a ti tampoco te había visto.

-          Podías haber pasado por casa, creo recordar que todavía tienes un libro que devolver. ¿O has estado muy entretenido con Isabel?

-          Solo estuve con ella el día que nos encontramos en la calle, no la he vuelto a ver, y no es por falta de ganas. Es que con el comienzo de las clases no dispongo de mucho tiempo. Siempre tengo tareas que realizar, no solo de instituto, ya sabes que el viejo siempre me encarga otras cosas de las que no me puedo escapar: echar de comer a los animales y regar las verduras. Eso siempre me quita algunas horas y ya los días son más cortos.

-          ¿Tienes tiempo ahora, estoy sola?

-          Bueno podemos hacer algo rápido, más tarde haré las tareas…

Nos dirigimos a su casa y nada más entrar comenzamos a besarnos y a quitarnos la ropa, cuando llegamos a su cuarto ya estábamos medio desnudos. Le terminé de desnudar, se acostó en la cama boca arriba con las piernas abiertas y un poco recogidas para dejarme la visión de su chochito. Era algo digno de admirar, pequeñito, con poco pelo, brillando de la excitación, ya estaba toda mojada… acerque mi boca a su entrepierna y comencé a lamer la rajita, a meter la lengua, a lamerle el clítoris, no tardó mucho rato en comenzar a moverse y cogiendo mi cabeza me apretaba contra de ella.

-          Qué bien lo haces… que ganas tenía… eres un cabrón que me vuelve loca de gusto… sigue… chupa… lame… UUUUFFFFF…. UUUUUFFFFF… QUE GUSTO ME DAS… CABRON…. SIGUE… UUUUFFFFF…. UUUUUFFFFF… ME TIENES A PUNTOOOO….

Yo seguía lamiendo y chupando el chochito, maltratando el clítoris con la lengua y chupándolo y apretándolo con los labios. Cada vez se movía más rápido y me apretaba más fuerte contra ella, estaba a punto de caramelo. Tenía claro que se iba a correr en un momento…

-          ME CORROOOO… ME CORRROOOO…. QUE GUSTOOOOOOOOOOOOO…

Mientras se movía cada vez más rápido y me apretaba más contra ella. Hasta que se quedó quieta y me separó un poco la cabeza.

-          PARA… QUE ME DAN CALAMBRES… déjalo descansar un poquito…

La giré de lado y poniéndome en posición 69 le acerqué la polla a la boca.

-          Chupa que yo también quiero descargar, dame una buena mamada… como a ti te gusta…

La agarró con una mano y comenzó a pasarle la lengua por el capullo.

-          La tienes toda mojada, has estado largando fluidos en lo que me comías el chochito.

-          Si, es que comerte el chochito me pone a mil… me encanta sentir la suavidad de tu chochito, y como se va derritiendo en mi boca. Tu también sueltas muchos fluidos.

-          Lámelo un poquito que creo ya está receptivo otra vez…

Comencé a pasarle la lengua por toda la rajita en lo que ella iba aumentando el ritmo de las lamidas, no tardó mucho en metérsela en la boca y comenzar a chupar, a jugar con su lengua alrededor de mi polla. La chupaba bien pese a su poca experiencia, debe ser que le gustaba lo que yo le hacía y me quería pagar con la misma dedicación.

No tardé mucho tiempo en notar que me iba a correrme, me giré boca arriba y la arrastré sobre de mí, quedó tendida sobre mi con el chochito en mi boca y me polla en la de ella…

-          Estoy a punto… me voy a correr… - le dije separando mi boca de su chochito…

Siguió chupando hasta que le llegó el primer chorro de leche, luego se la sacó de la boca y me la sacudió hasta que dejó de soltar leche, leche que cayo toda sobre mi vientre y sus tetas… terminé de soltar leche y se la volvió a meter en la boca, me la estuvo lamiendo y chupando hasta que comenzó a sentir el placer de una nueva corrida que estaba a punto de brotar. Se apretaba contra de mi boca a la vez que se movía con más rapidez, no tardó mucho en volver a comenzar a resoplar y a gemir de gusto…

-          ME CORROOOO…. ME CORRROOOO….

Mientras contraía las piernas y las apretaba contra de mi cabeza, me llenó la boca de jugos y me apretó las orejas con los muslos hasta no poder más…

-          CABRON, QUE GUSTOOOOOOO…. QUE GUSTOOOOOOOOOOOO…. PARA…. PARAAAAAAA…

Dejé de lamer su chochito y ella soltó mi polla, se bajó y se tendió en la cama boca arriba, yo también me giré y me fui a comerle la boca… que sabroso… jugos de coño y restos de lefa… nos pusimos morados durante unos momentos. Luego me pidió que le limpiara las tetas, se las lamí con fruición hasta que las dejé completamente limpias. Cogí una toalla de sobre la silla y me limpié los restos de leche que tenía en la barriga…

Me tengo que marchar, esta tarde tengo entrenamiento y ya voy con retraso. Espero no perder el transporte.

Fui a mi casa, a toda pastilla ya era tarde, a recoger la bolsa con la equipación para entrenar y a coger el transporte que estaba a punto de llegar a la parada. Llegué justo a tiempo y a los 30 minutos, o poco más, ya estaba en los vestuarios del campo de fútbol cambiándome para comenzar a entrenar. Supongo que sería por los acontecimientos del verano, pero noté que me estaba fijando en las pollas de los compañeros, creo que antes nunca me había fijado, pero ahora me daba morbo, ver las pollas medio dormidas y pensar en lo que crecerían cuando se excitaban o se hacían pajas, me di cuenta de que eso no estaba bien y pude controlarme que no se dieran cuenta de que les miraba las pollas. Luego del entrenamiento, en las duchas volví a echar alguna mirada de soslayo a algún que otro rabo que tenía cerca. Los había de buen tamaño aun estando flácidos, cuando se empinen tiene que ser unos buenos pollones, a la vez que me decía que dejase de mirar no sea que me pillaran…

Salí del entrenamiento ya haciéndose de noche, para dirigirme a la parada del transporte público cuando un coche me tocó la pita, era un Land Rover de los que tenían para trabajar en el campo, con la semi oscuridad que había no reconocí al chofer hasta que me habló…

-          ¿Vas a venir o sigues caminando capullo?

-          Coño, Benito, no te había reconocido, a esta hora no se ve bien.

-          Tú no has visto bien en tu vida. Anda sube que te llevo…

-          Gracias, iba a la parada, pero aprovecho y voy contigo, me ahorró unas pesetas.

-          Ya me lo pagarás no te preocupes – me dijo, agarrándose el paquete sobre el pantalón.

-          ¿Sí?, ¿Cómo me lo vas a cobrar? – le dije, mientras yo también me agarraba las partes…

-          Lo verás en poco rato… cuando dejemos las casa atrás ya podrás comenzar a pagar – mientras seguía sobándose la polla.

Cuando salimos del pueblo se desabrochó el pantalón, se lo bajó como pudo ya que iba conduciendo y no era muy fácil hacerlo. Cogió la polla y se la comenzó a menear, mientras me la ofrecía me dijo.

-          Acércate, ayúdame, acaríciala un poquito…

Me rodé en el asiento y, agarrando su polla, la tenía dura, muy dura, y caliente, comencé a pajearle lentamente.

-          Échale un poco de saliva, lubrícala bien, así la paja será más suave.

Me agaché para echarle un poco de saliva en el capullo, y enseguida noté que me puso la mano en el cuello, no tardando mucho en comenzar a hacer presión en el mismo para que acercara mi boca a su polla.

-          Chúpala un poquito, pásale la lengua por el capullo…

Yo que ya lo estaba deseando, obedecí sus órdenes, y metiéndome la polla en la boca comencé a mamarla, luego la saqué y le pasaba la lengua por el capullo en lo que le seguía pajeando lentamente.

-          Así, joder, que gusto me das, que bien lo haces cabrón… me encanta como me chupas la polla.

Bajó la mano por mi espalda y, metiéndola dentro del pantalón, comenzó a acariciarme las nalgas, me acariciaba las nalgas y buscaba la raja del culo.

-          Tiéndete en el asiento, estarás más cómodo y podré acariciar mejor tu culito…

Me tendí como mejor pude en el asiento dejando mis nalgas levantadas y a su disposición. No tardé en sentir su dedo buscando mi ojete, se lo había ensalivado y comenzó a pasarlo alrededor del ojete para comenzar a lubricarlo. Se volvió a poner saliva y ahora ya comenzó a meter un dedo poco a poco, mientras yo seguía jugando con su polla, chupando y acariciando lentamente. Teníamos tiempo y no quería que se acabara todo en pocos minutos. Volvió a ensalivar los dedos y ahora ya me estaba metiendo dos de ellos en el ojete, no era muy cómodo por la posición pero me estaba gustando, ya sentía mi culito latir, estaba deseando que me metieran algo más gordo que los dedos.

-          Vamos a meternos por esta pista, por ahí delante hay sitios para escondernos y que no nos vean si pasa alguien.

Por el movimiento del vehículo noté que había dejado atrás la carretera asfaltada, a los pocos minutos paró en vehículo, apagó las luces y, en lo que se terminaba de quitar los pantalones, me dijo:

-          Baja que te quiero follar el culito… llevo días deseando repetir lo del otro día y no había tenido ocasión, ahora no te vas a escapar. Te voy a meter una follada que seguro te va a gustar.

Me bajé del vehículo por la puerta del acompañante y comencé a quitarme los pantalones, no había terminado de hacerlo ya lo tenía tras de mí restregando su polla en mis nalgas y dándome puntadas con ella. Terminé de quitarme los pantalones y me agaché un poco sobre el asiento del coche dejando mi culo a su entera disposición. Me escupió varías veces y comenzó a follarme con los dedos, primero uno, luego dos, hasta tres dedos me llegó a meter en el culo.

-          Quítate la camisa, que te quiero lamer y chupar el cuello, - me dijo, arrimándose a mi y poniendo el gordo capullo en la entrada de mi ojete. Lo sentía gordo entre las cachas de mis nalgas, muy gordo…, dio un pequeño empujón y metió el capullo dentro, me dolió un poco e intenté separarme. No me dejó, apretándose más contra de mi me dijo:

-          Aguanta un poco, en un minuto pedirás más…

Sacó un poquito el capullo y lo volvió a meter, ahora y no sentí tanto dolor, al momento me dio otro empujón y metió más de media polla dentro, no me lo esperaba y me contraje un poco. Comenzó a comerme el cuello y a lamerme la espalda.

-          Tranquilo, no te pongas tenso, lo vas a disfrutar, ya tienes experiencia con ella en el culo. Ni que fuera la primera vez….

Me la sacó toda, me escupió en el ojete y, poniéndose saliva de nuevo en la polla, me la acercó otra vez. Noté el capullo lleno de saliva en el ojete y, ahora sin contemplaciones, de un empujón me la metió hasta la mitad, como ya estaba bastante lubricado no me hizo daño, aunque si sentía que aquel trozo de polla gorda me abría en canal, la sentía palpitar en mi culo, y abriéndome cada vez más según iba entrando hasta el final…

-          Ya la tienes toda dentro, ves como te está gustando, mueve el culito lentamente para que se termine de adaptar…

Comencé a moverme suavemente al tiempo que el comenzaba un mete y saca suave. Estábamos en esto, cada vez acelerando un poco más el ritmo, cuando los focos de un coche nos alumbraron. El coche estuvo unos minutos enfocándonos y luego dio marcha atrás y se marchó. Yo intenté quitarme y que me la sacara pero Benito no me dejó.

-          Ya se fue, tranquilo que no pasa nada..

-          Pero nos ha visto…

-          Da igual, no creo que le importara mucho lo que ha visto, ni siquiera nos tocó la pita para llamar nuestra atención… no te preocupes y sigue moviéndote, que quiero follarte bien el culito… te tenía ganas y… ahora no te voy a dejar escapar así como así. Muévete cabrón…

Me dio una nalgada que sonó como un trueno, a la vez que me metía la polla hasta el fondo, noté como sus guevos chocaban con los míos. Comenzó a follarme con más rapidez a la vez que me daba algún que otro azote. Parecía que le estaba gustando azotarme… sus movimientos eran cada vez más rápidos y en pocos minutos terminó explotando en mi culo. Noté como me la metía hasta el fondo y, quedándose quieto, comenzó a largar chorros de leche y mi culo… cinco seis, no se cuantos chorros me echó dentro. Me separó un poco del coche y cogiendo mi polla comenzó a hacerme una paja, ahora me follaba lentamente, su polla seguía dura y me follaba lentamente en lo que aceleraba el ritmo de la paja. No tardé en comenzar a soltar leche, me corrí en tres o cuatro chorros, Mari me había dejado seco y no había recuperado la cantidad de una corrida normal. Al correrme contraía el ojete y esto le gustaba…

-          Así, córrete cabrón, apriétame la polla, como me gusta que cierres el culito cuando te corres, con las contracciones de la corrida me aprietas la polla y me da un gusto enorme. Te voy a volver a llenar de leche en unos minutos, tendrás doble ración…

Comenzó a follarme sin miramientos, cada vez más fuerte y cada vez más rápido. Ahora a pesar de la dureza con la que me estaba follando, solo sentía placer… un gusto enorme… al estar super lubricado de la cantidad de leche que me había metido en la corrida anterior, su polla se deslizaba muy suave, no notaba tirantez ninguna. Estuvo así unos minutos hasta que volvió a explotar en mí interior, notaba su polla como latía dentro de mi mientras expulsaba los chorros de semen, tres o cuatro chorros que me acabaron de llenar el ojete… se quedó apretado contra de mí unos minutos con mi polla medio dura en la mano, cuando comenzó a aflojarse la suya me la sacó, noté los chorros de leche saliendo y me agaché para que cayera el suelo. Estuve un instante agachado, contrayendo, y abriendo, el ojete para terminar de expulsar su leche, luego procedí a vestirme. Benito se fue al otro lado del vehículo, se vistió y, subiéndose al mismo, me dijo:

-          Termina que nos vamos…

-          Ya estoy le dije en lo que terminaba de atarme los tenis y me subía al coche.

-          Qué bien lo he pasado… cada día me gusta más follar tu culito. Vendré más veces a buscarte a la salida del entrenamiento…

-          A mi también me gusta sentir tu polla y jugar con ella. MI culo dolorido, también disfruta cuando lo follas, aunque cuando más me gusta es después de que te corres… está bien lubricado y se desliza mucho mejor. Antes, aunque lubriques con la saliva, como tienes ese capullo tan gordo entra y sale muy ajustada, demasiado ajustada y siento mucho el roce en mi interior…

-          Es lo que hay… el que algo quiere algo le cuesta… primero la sientes bien… luego gozas con ella….

En esto ya íbamos camino de regreso a nuestro pueblo. Yo entrenaba y jugaba al fútbol, en  el equipo del pueblo vecino, en mi pueblo, que era pequeño, no había chicos suficientes para hacer un equipo de fútbol…

Las próximas semanas fueron más entretenidas y con más experiencias que relataré en próximos relatos…

Autor: Vicioso60t

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