Inicios de juventud III

De regreso de las vacaciones el autor disfruta de nuevas relaciones sexuales con Mari, la hermana de su amigo Benito. La inicia en el sexo, era una chica virgen, le come el coño y la vuelve loca de placer... luego la enseñara a chuparle la polla y se follará su culito....

Lo primero pedir disculpas por no haber escrito en todo este tiempo. Sigo con las vivencias que recuerdo de mi juventud…

Soy un maduro bisexual de 60 años, me gusta comer, lamer (un placer sentir como va soltando jugos y derritiéndose en tu boca, pasarle la lengua por toda la raja, chupar el clítoris y los labios…. un verdadero manjar…), y follar coños. Pero también me gusta, chupar y lamer pollas, chuparlas, ensalivarlas, que te follen la boca, poner la lengua sobre el glande cuando se van a correr para que la leche se quede bajo la lengua y luego escupir la corrida, nunca me he tragado ninguna. Leche solo he saboreado la mía, del resto la he recibido en la boca y la he escupido. A pesar de que me gusta saborear pollas, no me gustan los tíos, me gustan las pollas, los tíos no. No me beso con tíos, las pocas veces que lo he hecho ha sido en mis inicios, de joven, y en tríos con mujeres y sus parejas, un poco obligado, o forzado, porque a ellas que si les gustaba ver a dos tíos besándose. He tenido muchas experiencias en mi larga y dilatada vida, he follado, me han follado… hombres, mujeres, tríos… de todo un poco y voy a contar algunas de ellas en una serie de relatos que iré publicando para el disfrute de los lectores.

Físicamente soy un hombre normal, 177cm, unos 80 kg, con una polla normal de 17 cm. pero que siempre ha funcionado muy bien…

Terminaron las vacaciones y regresé a mi pueblo, los primeros días me sentía raro, extraño, como que me faltaba algo. Lo que me faltaba era lo vivido con Mario, Nieves, y el tío Julián, aunque este me había dejado el culo muy dolorido tenía la sensación de que deseaba volver a sentirme lleno con una polla de esa inmensidad, bueno de esa o menor, pero tenía necesidad de polla, y también de lamer y saborear un coño.

La oportunidad se me presentó a la semana siguiente, iba camino de casa y me encontré con Benito, un vecino unos años mayor que yo, con el que tenía mucha afinidad y amistad, solía salir con él a dar alguna vuelta en el land rover que tenía su familia para el trabajo en el campo. Incluso habíamos compartido alguna paja juntos… me dijo que iba a recoger unas cosas a casa para ir a llevarlas al campo.

-          Voy a llevar unas cosas a los viejos, - me dijo, ¿Quieres venir conmigo?

-          No sé, tengo algunas cosillas que hacer, y si tardamos mucho, no me va a dar tiempo. Otro día te acompaño.

-          No tengo claro lo que tardaré, pero vente y en lo que recojo las cosas te lo piensas y decides.

-          Vale, te acompaño a casa.

Entramos en la casa y al pasar la segunda puerta que da a un pasillo donde se encuentran las habitaciones encontramos a su hermana sentada en el suelo, con las bragas por las rodillas, una mano bajo la blusa cogiéndose una teta y la otra entre los muslos, tocándose el coño. Benito se sonrió, se ve que la había visto más de una vez y no se extrañó mucho. Mari, que así se llamaba la hermana, se quedó parada sin saber que hacer, no se movía, detuvo el movimiento de las manos, pero no hacía nada más. Benito pasó por su lado y siguió hasta el fondo del pasillo a recoger las cosas que tenía que llevar. Yo me acerqué despacio a Mari y le dije al oído, - ahora vengo a lamerte y chuparte el chochito, te vas a mear del gusto que te voy a dar… ella se quedó con la boca abierta, esbozó una sonrisa medio vergonzosa y no dijo ni media palabra.

Benito regresó con unas bolsas en las manos pasó delante de nosotros saliendo hacia la parte de la entrada, yo le seguí diciendo a Mari por lo bajini, – ahora vuelvo… salí de la casa tras Benito, este colocó las bolsas dentro del rover y me dijo:

-          ¿Te vienes o qué?

-          No, me voy a quedar, si no hago las cosas que me encargó el viejo se va a mosquear…

-          Cuidado con mi hermana, que te veo venir cabrón, no la vayas a dejar preñada…

Benito sabía que le tenía ganas a la hermana, lo habíamos comentado alguna vez como morbo en nuestras pajas compartidas.

-          Tranquilo, me portaré bien, no se la voy a meter… solo disfrutar de su cuerpo, acariciarla besarla, comerle el coño…

-          ¿Comerle el coño? Serás guarro, sabrá a meaos…

-          No te imaginas lo rico que saben los coños, suavecitos, calientes, y como se derriten en tu boca, llenándote con sus jugos. No hay mayor delicia que sentir como se contrae un coño, como late, como se moja todo, en lo que se corre en tu boca…

-          ¿Dónde has probado eso?

-          En las vacaciones, ya te contaré…

-          Vale, pero repito: cuidado con mi hermana...

Benito se marchó y yo regresé a donde estaba Mari, seguía sentada en el suelo, pero se había bajado la blusa y subido las bragas.

-          Te voy a hacer lo que nadie te ha hecho nunca, vas a disfrutar mucho ya verás.

-          No que me dejas preñada y me matan…

-          Tranquila, no te voy a meter la polla, solo te voy a comer el chochito, comerlo, lamerlo, saborearlo, verás que te va a encantar. Ponte en pie. - Le dije en lo que me arrodillaba a su lado.

Se puso en pie, metí las manos bajo su falda y le bajé las bragas, acerqué me cara a su entrepierna y comencé a pasarle la lengua por su chochito, tenía poco vello púbico, y se veían perfectamente sus labios y el botoncito superior, el clítoris, estaba mojado y brillante de la pajilla que se estaba haciendo cuando la pillamos…

Comencé a lamerla con más intensidad, a meter la lengua, y a chupar el clítoris con los labios, lo chupaba, lo apretaba con la lengua, le lamía la raja y los labios, la volvía a chupar… Al momento ya se estaba moviendo y apretando su coño en mi cara, me cogió la cabeza y me apretaba contra de ella, jadeaba y suspiraba como una locomotora… no tardó mucho en llenarme la boca y la lengua con sus jugos… se estaba corriendo como una perra, me apretaba contra ella, pidiéndome que parara, que se iba a mear toda… le seguí dando lengua y tenía como contracciones….

-          Me dan calambres…  para… paraaaa… paraaaaaaaaa…. - Paré ya que me tiraba de los pelos y me estaba haciendo daño.

-          JO, que gusto…. nunca me había corrido así… que gozada….

-          Te va a gustar más, lo verás en un momento. – le dije en lo que comenzaba a pasar la lengua por la rajita suavemente.

Comencé despacio y, al principio, notaba como le daba algún que otro calambre de gusto, cuando fueron desapareciendo estos volvía a darle lengua con ganas y a chupar su clítoris de nuevo, no tardó ni cinco minutos y comenzar a gemir y resoplar… mientras apretaba mi cabeza contra ella…

-          Sigue cabrón, me vas a hacer correr otra vez… sigue…. Sigue…. UUUUUFFFFFFFF….. UUUUUUUUFFFFFFFFFFF….. YA…. YA… YA… ME CORROOOOO, ME CORROOOOOOOOO…..

Comenzó a soltar jugos a chorros, parecía que se meaba… que sabroso saborear esa segunda corrida en mi boca. Le seguí dando lengua hasta que me separó ya que le comenzaban los calambres…

-          Para…. Para…. No puedo más… paraaaaaaaaaaaa…

-          UUUUFFFFFFFFF, mejor que la anterior… que bueno esto de que te coman el coño… nunca había disfrutado tanto… no tiene nada que ver con tocarme yo….

-          Cuando te apetezca ya sabes, solo tienes que pedirlo….

Me levanté y saque mi polla, la tenía dura y toda llena de presemen, toda mojada… cogí una de sus manos y la llevé a mi polla, cerré su mano alrededor de ella y comencé a movérsela como si me estuviera pajeando.

-          Hazme una paja, ves como me la has puesto de dura… necesito descargar…

-          No se cómo, nunca había cogido una polla…

-          Sigue moviendo la mano como lo haces ahora – le dije en lo que soltaba su mano y la dejaba que me la meneara ella sola.

Metí la mano bajo su blusa y comencé a tocarle las tetas, las apretaba con la mano y luego le retorcía los pezones… cuando comenzó a resoplar y a incrementar el movimiento de la mano le metí la otra mano en el coño y comencé a acariciar su raja y el clítoris, sus gemidos aumentaban al ritmo de la pajita y las caricias que le estaba proporcionando, al tiempo que su mano se iba acelerando junto con su respiración. Volvía a resoplar y a contraerse, estaba a punto de correrse y yo también.

-          Me vas a hacer correr otra vez…. UUUUFFFFFF…. UUUUUFFFFFFF, QUE GUSTO….. UUUUUFFFFFF…. ME CORROOO…. ME CORROOOOOOOOOOOO… ME CORROOOOOOOOOOOOOO…

-          Yo también… yo también…. – mientras iba soltando chorros de leche, en sus manos, en el piso, la pared, caía leche por todos lados, pero no importaba, ya se limpiaría….

-          Nunca pensé que se pudiera disfrutar tanto… ¿Dónde aprendiste a comer el coño? Y a acariciar a una chica… eso no es la primera vez que lo haces… – me dijo.

-          Ya te contaré – le dije besando su boca.

-          Qué raro el sabor que tienen tus labios y tu lengua…

-          Es el sabor de tu coño, de tus jugos… ¿Te gusta?

-          No lo sé, es diferente a chuparme el dedo cuando me acaricio.

-          Es que has soltado mucha más cantidad, me has llenado la boca de jugos….

Todo esto abrazados y sin soltar mi polla, aunque se había aflojado un poco seguía con ella en la mano. Mientras yo seguía rozando suavemente su coñito.

-          Me tengo que marchar, tengo cosas que hacer. A ver cuando podemos repetir… - la besé por última vez, me separé de ella, me guardé la polla y me dispuse a marcharme.

-          Que bien lo he pasado, estoy deseando volverlo a repetir… Mañana tienen siembra en el campo, se irán todos desde primera hora… pásate sobre las 10 y me vuelves a comer el chochito otro rato… me ha encantado lo que me has hecho… lo comes muy bien, lo sé por lo que me has hecho disfrutar, nadie me había tocado nunca… eres el primero….

-          Intento pasar mañana y te haré disfrutar de lo lindo…. – le dije, mientras ella estaba pasando un paño por la pared y el piso.

-          Dejaste todo pringado… lo deberías de limpiar tú…

-          Mañana te la bebes y así no tienes que limpiar.

-          ¿Qué dices? Guarro yo no me bebo eso…

-          Ya verás lo bien que sabe, chúpate el dedo y verás, lamió la mano por donde tenía un pequeña gota y me miró como asombrada, mientras me decía: “No sabe mal”

-          Ya verás cuando te tomes el biberón como te va a gustar… mañana me chuparas la polla…

La dejé limpiando y me marché a hacer el trabajo que me había encomendado el viejo.

Estuve unas horas atareado y pensado en Mari, en lo que pensaba hacerle al día siguiente. Terminé la faena y, al llegar a casa, me metí en la ducha. Con el agua corriendo por mi cuerpo y los pensamientos de lo que había hecho con Mari y lo que esperaba hacer al día siguiente, se me paro la polla, al enjabonarme comencé a acariciarla y el quitarme el jabón termine pajeándome y corriéndome como un cabrón…

Terminé la ducha y repasé todo no sea que quedaran restos de leche en la pared o el piso y descubrieran que me había pajeado en la ducha.

Al día siguiente me fui a realizar las tareas encomendadas a primera hora, quería dejarlo todo terminado antes de ir a ver a Mari. Me afané en mi trabajo y lo terminé todo a medía mañana. Pasé por casa, me di una ducha rápida, evité acariciarme, aunque tenía la polla morcillona la dejé para descargar en la boquita de Marí, solo de pensar que se la iba a meter en la boca, que la iba a enseñar a chupármela, hizo que se me pusiera dura como un palo. Me sequé, me vestí, me costó colocarla para que no se notara el empalme y salí de casa en dirección a casa de Mari.

Toque en su puerta y esperé unos minutos a que abriera la puerta… apareció con una toalla enrollada en su cabeza y otra en su cuerpo.

-          Pasa, me pillaste saliendo de la ducha… vamos a mi cuarto.

-          Que bien, yo también me acabo de duchar. – le dije siguiendo tras ella.

Se paró en la entrada de la habitación y yo me pegué a su trasero, le quité la toalla y, abriéndome el el pantalón pegué mi polla a su culo. Dio un brinco y se separó de mí.

-          ¿No pensarás metérmela?  NO te voy a dejar que me folles, solo jugaremos, nos besaremos, me chuparás el chochito, y nos acariciaremos.

-          Tranquila que no te voy a follar el chochito, pero si me la vas a chupar, te comeré el coño, te comeré el culito…

-          El culito, serás guarro, eso no se come…

-          Ya verás que gusto te dará cuando lo haga… desearás que no pare o que te meta la polla… te voy a poner a cien…

Me acerqué a ella y comencé a besarla. Mientras acariciaba su tetas, se las sobé bien sobadas y le apreté los pezones hasta que comenzó a resoplar… bajé una de mis manos y comencé a jugar con su chochito, ella me cogió la polla y comenzó a acariciarla, me acariciaba el glande y comenzó a hacerme una suave paja.

-          ¿Te gusta putita? Te gusta sentir mi polla dura en la mano…

-          Si, UUUUFFFFF… ME GUSTA… SIGUE TOCANDOME…

-          Dale un besito, lámeme el capullo… anda que te va a gustar… es muy suave, como si fuera una lengua…

Se agachó un poco y me dio unos besos en la punta de la polla, mientras la seguía moviendo y acariciando.

-          Abre la boca, metete el capullo en ella… juega con la lengua… así pasa la lengua por todo el capullo…. UUUUFFFFF QUE RAPIDO APRENDES… QUE GUSTO…

En esto yo seguía acariciando su coñito, le pasaba los dedos por la raja, le acariciaba el clítoris y ella movía el culo cada vez más rápido, a la vez que comenzaba a meterse el capullo en la boca y a jugar con la punta de la lengua sobre el mismo, se la metí un poco más dejándole espacio para seguir jugando con su lengua, la movía alrededor de la polla, como en semicírculos, por un lado y por el otro. Aceleré mis caricias y conseguí hacerla correr… se movía con ganas y chupaba y lamía con más ganas…

-          Me voy a correr putita, te voy a echar toda la leche en la boca, intenta no ahogarte…

La cogí del cuello para evitar que se la sacara de la boca y comencé a largarle los chorros de leche en la boca…. Tosió varias veces, pero aguantó sin sacarla de la boca… cuando dejé de soltar leche aflojé la presión de mi mano y se la sacó de la boca…

-          Eres un cabrón, me has largado todo en la boca sin dejarme tiempo ni a respirar… casi me ahogo…

-          Pero no te ahogaste, lo has hecho muy bien… ahora me toca a mí, te voy a comer el chochito para que goces como nunca.

Me desvestí lo más rápido que pude y tendiéndola en la cama me metí entre sus piernas y comencé a comerle el coño, se lo lamía, chupaba, metía la lengua, volvía a chupar el clítoris hasta que comenzó a resoplar y a moverse con frenesí… yo le apretaba el clítoris con los labios, se lo castigaba con la lengua… hasta que conseguí que llegará a su segunda corrida…

-          ME CORROOOO…. ME CORROOOOOOOO… QUE BIEN LO HACES CABRON…

Yo seguía con mi trabajo jugando con mis labios y mi lengua en su chochito hasta que me tiró de los pelos y me separó.

-          PARA… PARA…. ME DAN CALAMBRES…

Deje de lamer su chochito y dirigí mi lengua a su ojete, se la pasé varias veces, al comienzo intentó separarse pero no se lo permití. La giré de lado y dándome la vuelta le dejé mi polla cerca de la cara, seguí metido entre sus muslos lamiendo su ojete, intentando meter la lengua en él, hasta que noté que comenzaba a mover la cadera, uní un dedo a mi lengua y con ayuda de la saliva comencé a meter el dedo. Intentaba evitar que se lo metiera, pero seguía moviendo la cadera, vamos que estaba sintiendo placer y quería más, aunque no sabía hasta donde podría llegar.

-          Chúpame la polla… - le dije en lo que seguía con mi entretenimiento de meter un poco el dedo, un poco la lengua, echarle bastante saliva para lubricarlo bien y seguir metiendo el dedo cada vez más profundo…

Me cogió la polla y comenzó a besarla, a lamer el capullo y a mamármela, ya sabía lo que tenía que hacer y lo hacía bien. Es una buena putita pensé, mientras seguía jugando con su ojete, saliva, dedo, lengua, saliva, dedo. Al final le metí el dedo completamente y comencé a girarlo un poco a un lado y otro para abrir bien y poder meterle otro dedo. Lo siguiente sería la polla… pero primero tenía que meterle otro dedo con el fin de abrir bien el ojete y que me permitiera meter la polla sin hacerle mucho daño. Comencé a intentar meter la lengua junto con el dedo, difícil tarea ya que la lengua no tiene tanta dureza como para entrar por ahí teniendo ya un dedo dentro, le puse toda la saliva que pude y, sacando un poco el dedo, comencé a meterle el segundo, intentó quitarse pero la sujeté con la otra mano apretando sobre sus nalgas y no permitiendo que se separara. Seguí con la tarea y en un momento ya tenía el segundo dedo junto con el primero entrando y saliendo en su culo, como podía le echaba saliva y los iba lubricando, los sacaba, los llenaba de saliva y volvía al ataque, cuando ya llegaban los dos a tope comencé a girarlos a un lado y otro para abrir bien. Ella seguía chupando mi polla y me tenía a punto de correrme, se la saqué de la boca y me arrodillé en la cama, la hice ponerse boca abajo y saqué los dedos de su culo, le eché toda la saliva que pude y me lubriqué bien la polla. Se la puse en la entrada y comencé a empujar. Intento zafarse pero no la dejé.

-          Aguanta un poco que te va a gustar….

-          Me duele, eso no entra por ahí…

-          Verás que sí, déjame hacerlo, te va a gustar… no te cierres, relaja el ojete…

Noté que se relajaba un poco y le clave la polla hasta la mitad.

-          Cabrón, sácala, me duele… sácala…

-          Espera un momento, aguanta un poco… verás que te va a gustar…

-          Me duele… no creo que me vaya a gustar…

-          Aguanta un poco….

Pasado un momento se la comencé a sacar y meter solo unos centímetros a que se fuera adaptando un poco. No tardé mucho en notar que se movía aunque casi que de forma imperceptible. Es el momento pensé, y de un empujón se la clave hasta el fondo.

-          CABRON, SACALA, QUE DAÑO, SACALA… ME DUELE… ERES UN CABRON. ME HAS ENGAÑADO… ESO DUELE…

-          ESPERA UN MOMENTO… VERÁS QUE EL DOLOR PASA…

Luego comencé a meterla y sacarla lentamente, a lo primero se quejaba un poco, pero al par de minutos ya movía las caderas y el culo. Ya comenzaba a sentir algo de placer…

-          ¿Te está gustando?  le pregunté al oído

-          Me duele, no me gusta… me sigue doliendo…

-          Aguanta un poco más, te pondré más saliva y te lo lubrico mejor…, cuando comience a deslizar suavemente comenzarás a disfrutar…

-          Lo dudo, eres un cabrón, me has engañado… y me sigue doliendo…

Se la saqué un poco y le eche bastante saliva en el ojete y me embadurné la polla también con saliva. Comencé a meterla suavemente hasta que llegué a tope, a partir de ahí comencé un vaivén de meter y sacar suavemente la polla hasta que noté que movía las caderas.

-          ¿Sientes placer ahora?

-          Me sigue doliendo, aunque ya menos…

-          En un momento, desearás que te folle con ganas.

-          Lo dudo, sigo sintiendo dolor…

-          Unos minutos y veras que pides más…

Seguí bombeando y ella cada vez movía más las caderas y el culo, señal inequívoca de que, aunque le doliera, le estaba gustando. La puse en cuatro y mientras la seguía follando comencé a acariciar su chochito con una mano y las tetas con la otra. Ahora comenzó a moverse más rápido y a gemir y jadear… no tardó mucho rato en comenzar a resoplar…

-          Te está gustando, no lo puedes negar, estás deseando que te de cada vez más fuerte… la vas a sentir bien adentro, le dije en lo que la clavaba hasta el fondo.

Comencé un mete y saca cada vez más rápido en lo que le seguía acariciando el chochito. Noté que comenzaba a convulsionar y detecté los síntomas de una corrida inminente… aceleré los movimientos y, en lo que ella cerraba los muslos y me apretaba la mano, señal inequívoca de que se estaba corriendo, comencé a largar chorros de leche en su culo. Me corría a los bestia….

-          Toma leche putita, te he llenado el culito, ahora se deslizará mucho más suave – le decía en lo que seguía bombeando en su culo.

-          Ahora ya si me gusta, hay mucha diferencia de ahora a hace unos minutos. Cuando me la metiste el dolor era horrible, no se ni como lo aguanté.

-          Lo aguantaste porque sabias que ibas a disfrutar… para el próximo traeré lubricante, compraré una crema lubricante, o algo que pueda servir de lubricante, para lubricarlo bien y abrirlo lo suficiente para que no te duela.

Se me estaba aflojando la polla y me salí de su culo, le miré la entrada del ojete y tenía un buen boquete, se veía bastante abierto y enrojecido…

-          Que alivio, me voy a la ducha… a ver si consigo relajarlo y que me deje de doler….

-          Eso es solo las primeras veces, luego no te dolerá y disfrutaras mucho cuando te folle el culito tan cerradito que tienes. Me da un gusto enorme meter y sacar la polla en eso tan cerradito.

-          No te ilusiones que no me vas a volver a follar el culito…

-          Verás que si lo volveremos a hacer y gozarás mucho…

-          Lo dudo…

-          Seguro que si

En esto ya estábamos en la ducha y comenzamos a enjabonarnos mutuamente y a acariciar nuestros cuerpos otra vez…

-          No te lances que hoy no vas a metérmela más…

-          Podemos hacer otras cosas muy sabrosas, te comeré el coño, me chupas la polla, te como las tetas, los pezones… me vas a chupar los guevos…

-          ¿Los guevos? ¿Eso se chupa?

-          Si, y da placer sentir como te los aprietan con los labios y te los castigan con la lengua… ya te enseñaré a hacerlo.

-          Tu me quieres enseñar muchas cosas para disfrutar de mi y aprovecharte de que soy una novata sin experiencia.

-          Disfrutaras que es lo que importa. Los dos disfrutaremos de todo lo que hagamos…

Salimos de la ducha y regresamos a la habitación. Nos tiramos en la cama y comenzamos a acariciarnos, enseguida estábamos en posición 69 y nos entretuvimos un buen rato en comernos y lamernos nuestros sexos. Yo le comía el chochito y ella a mi la polla, en un momento dado se la saque de la boca y le pedí que me chupara los guevos, lo hacia de forma algo torpe aunque a los pocos minutos ya se los metía en la boca, los ensalivaba y los apretaba con la lengua. Yo seguía lamiendo su chochito, chupando el clítoris y metiendo la lengua en el coño… así estuvimos un rato hasta que llegó una nueva corrida por su parte. La dejé que terminara y cuando estaba ya relajada después de la corrida me puse de rodillas en la cama y le puse la polla en la boca.

-          Chúpala un poco que te voy a regar…

-          ¿Qué me vas a qué? – dijo sacándosela de la boca…

-          Chupa y calla, ya lo verás en un momento…

Siguió chupando y acariciándome los guevos, cuando estaba a punto de correrme se la saque de la boca y sentándome sobre su vientre comencé a largarle chorros de leche por encima… el vientre, las tetas, el cuello, algún chorro le llegó hasta la cara….

-          ¿Qué haces guarro? Ahora me limpias

-          A sus órdenes putita

-          No me llames putita y límpiame

Me agaché sobre ella y comencé a lamer las gotas de semen que tenía en la cara, de ahí bajé al cuello, luego las tetas y el vientre. La dejé toda limpia. Sin rastro de leche…

-          ¿Estás bien limpia putita?

-          Me siento pegajosa, y no soy una putita.

-          Conmigo si lo eres, y lo serás durante mucho tiempo. Nadie sabrá darte el placer que yo te doy. Aparte de que no te interesa que nadie sepa lo que haces conmigo, espantará a los posibles pretendientes…

-          Pobre de ti si llegas a decir algo, te mataré…

-          Tranquila que yo solo quiero que lo pasemos lo mejor posible.

Nos dimos otra ducha para limpiar los restos de sudor y de la follada del cuerpo y me marche a casa a comer y descansar unas horas. Una buena siesta me vendría del diez.

Espero no tardar tanto en poder escribir el próximo relato.

Autor: Vicioso60t

Para comentarios y demás, contactar con el siguiente mail: vicioso60t@gmail.com