Inicio de las desgracias de Sofía cap 1

Sofía, cuando su vida cambio para siempre. Era un niña rubia, ojos oscuros, carita adorable, sonrisa hermosa, en ese tiempo se estaba empezando a desarrollar su cuerpo. Sus tetas no eran tan grandes, pero tenían forma, y era flaquita y un culo también bastante razonable.

Ella iba a primer año de secundario. Era una niña muy inocente, adorable y muy hermosa. Todos los chicos de su clase la querían y seguramente se tocaban con sus fotos de las redes sociales en sus casas. Su sonrisa, sus labios, eran irresistibles. Se llevaba muy bien con las chicas de cursos mas grandes, e iba con ellas a las fiestas. En realidad en el fondo, todas la envidiaban, por mas que ellas tuvieran más cuerpo, su carita era incomparable. Esa fragilidad, esa mirada de nenita, ninguna tenía eso.

Un día en una fiesta en una gran casa, Sofía se encontraba con sus amigas en una alcoba en el tercer piso, la música estaba tan fuerte que retumbaba en las paredes. Ellas estaban tomando, algunas incluso con pastillas, todas superaban en promedio por 3 años a Sofi. Ella solo tomaba un poco, porque supuesta mente estaba de pijamada con una amiga. Eran pasadas las 2 de la mañana y todas sus amigas ya estaban borrachas y drogadas tiradas en el piso o en la cama. La fiesta seguía abajo y Sofi ya no soportaba el olor a vodka. Decidió irse al cuarto de al lado, para estar sola un rato y dormir hasta que sus amigas despierten. Llevaba puesto una pollera que le quedaba por las rodillas, un top gris y un abrigo. Al salir se dió cuenta que tres chicos, estaban bebiendo y fumando fuera. Algunos eran novios de las chicas de adentro, otros no. En total eran unos 7. Ella solo sonrió incómoda como saludo, y se fue directamente al cuarto contiguo. Allí, se encerró,pero no trabó la puerta, grave error.

se quitó el abrigo y lo dejó sobre una mesita. El cuarto era modesto, para una mansión, debía tener unos 20 metros cuadrados. Solo tenía una pequeña cama, una mesita pequeña en el centro, donde colocó su abrigo, y un armario. La ventana tenía las ´persianas cerradas al igual que las cortinas. El suelo era de madera lustrada, y la cama parecía acogedora. Así que simplemente se recostó en la cama y se dispuso a dormir un poco.Luego de unos minutos en la oscuridad escucho como la puerta se cerraba, esto la paralizó. abrió los ojos y no pudo distinguir mucho por la oscuridad, pero sabía que había alguien con ella allí dentro. Es entonces cuando escuchó una voz que venía justo a su lado:

"Hola hermosa"

Era Ivan, un bruto que le respondía a todo lo que publicaba en redes sociales. Sofi se asustó y se sentó en la cama, y se alejó un poco

"Ah, muchas gracias amor, estaba cansado de estar con los chicos" dijo mientras se recostaba en la cama.

Tenía un fuerte olor a alcohol, pero no parecía ebrio. Sofi se incomodo y se alejo aún más quedando al borde de la pequeña cama.

"¿Qué pasó Ivan?" preguntó Sofía claramente incómoda con el mayor a su lado.

"Me cansé de estar toda la noche con los chicos" la miró "estaba buscando una compañía más... placentera"

Por lo que Sofía tenía entendido, él estaba en algo con Clara, una de sus amigas en la otra habitación.

"Clari esta acá al lado, Ivan" dijo señalando la pared que compartían con el recinto de las chicas.

"Bahh!" dijo con un ademán como si desechara algo "están completamente fuera de la realidad, además, Clara y yo no estamos tan bien" mientras decía eso metía la mano por debajo de la colcha para acariciar las piernas de Sofi.

"Y... y.. ¿por qué están mal?"

"No se si lo entenderías, no es buena novia, no me van esas mujeres independientes, estoy con ella simplemente por un tiempo"

"Lamento oír eso Ivan" dijo mientras se escabullía entre las sábanas para irse.

"¿Adonde vas Linda?" preguntó Iván agarrándola del brazo. La música seguía alta, pero el cuarto amortiguaba un poco el sonido.

Sofi viendo que no tenía otra se quedó en la cama.

"Verás Sofi, me gustas mucho, en serio. Eres muy buena niña, ¿no?" dijo con un tono que claramente insinuaba más de lo que aparentaba.

"Trato de serlo, si, me gusta hacer la tarea, limpiar mi cuarto...." Iván la interrumpió

"Jaajaja, no hermosa no me refiero a eso"

"¿Entonces?" preguntó Sofi.

Iván se desabrochó el cinturón, y se abrió el cierre. Sofía no podía ver, pero no lo necesitaba para intuir que Iván se había bajado el jean hasta los muslos.

"Me gustaría sentirte, ese cuerpo joven, solo para mi"

Sofía, ya un poco alterada, ya que no solo nunca había hecho nada así, si no que nunca se le habían insinuado de una forma tan directa.

"Por favor Iván, soy mucho menor que tú" trató de poner esa escusa para salir de esa situación, había oído rumores en el colegio de como su papá maltrataba a su mamá, y él lo hacía medianamente con Clara. Pero ella nunca les quiso contar nada al respecto.

Iván la atrae hacia él, y le dice al oído:

"Tienes dos opciones puta, o te resistes y sufres, o te portas bien y así capaz tenga piedad y no sufras... mucho" su tono era fuerte, rudo y altamente claro para poner en claro que no estaba jugando.

Es allí cuando Sofi se da cuenta, esto era una violación.

"Por favor Iván..... nunca... no quiero..." decía tartamudeando del miedo.

Iván le da una bofetada con toda la palma abierta en la cara.

"Dale inútil, ¿vas a chupar, no?. Sería una lástima que deforme ese rostro tan suave" dijo entre dientes, y que en la oscuridad se veía como un auténtico monstruo. Era un poco pasado de peso, pero no era gordo, tenia rulos y una cara no muy amigable.

Sofi hace rato empezó a llorar.

"No se hacerlo, nunca lo hice... Iván por favor..." rogaba Sofi.

Pero Iván estaba decidido, la iba a violar. La toma del cabello y la sacude

"Vas a aprender ahora, chupa" dijo mientras sacaba su pene del bóxer. Estaba peludo, sin rasurar. Y Sofía sentía un olor desagradable, casi vomitó. Pero cerró los ojos y sabiendo que no tenía otra, abrió la boca rogando para que Iván solo quisiera un pete. Este al ver la sumisión de su víctima empezó a meter la poronga en la boca, debía medir aproximadamente 18 cm, mucho más de lo que Sofía podía ver en la oscuridad, y también mucho más de lo que podía aguantar su boquita. Allí estaba, Iván agarrando su cabeza con fuerza por el cabello y usándola como muñeca que controlaba la velocidad como a un juguete. Ese pene tenía un sabor horrible, pero ella solo cerraba los ojos y trataba no solo de imaginar que eso no estaba pasando, si no trataba de no pensar en el calambre que estaba sintiendo en su mandíbula. Luego de lo que ella pensó que fueron horas, aunque probablemente hayan sido únicamente 10 minutos, Iván saco su pija de la boca de Sofía y estiro de su cabello para que saliera.

"Muy rico perrita" se levanto, sin dejar de sostener a Sofi por el cabello y tiró de el hasta que Sofi quedó tirada en el suelo.

"Mírame idiota!" exigió el chico. Cuando Sofi levantó la vista, Iván le proporcionó un puñetazo en la mejilla derecha lo que la tumbó en el suelo de nuevo. Él se reía y gozaba. Sofi lloraba a cantaros y gritaba, pero sabía que fuera del cuarto, nadie la oiría.

"Grita mi pequeña, grita" la alentaba Iván mientras este se quitaba los pantalones y el boxer, y los arrojaba a una esquila del cuarto, pero conservando su ciento el cual lo depositó en la cama. Sofi se encontraba abrazada a sus piernas en posición fetal en el suelo. Al ver esto Iván tomó el cinto, y la latigó con el en la espalda. Sofía gritó de dolor y cambió su posición, esta vez se dió vuelta con la espalda contra el suelo. Iván mostraba una calma aterrorizarte.

"Quítate la ropa, mierda" le dijo seriamente a la niña. La sonrisa que mostraba instantes antes ahora era una gélida mirada.

Sofá ya había aceptado la situación y se empezó a desvestir, empezando por el top y sostén. Iván la volvió a azotar con el cinto, esta vez por las piernas.

"Pradaaaa!" dijo para que Sofi se levante. Rápidamente obedeció, los dos lugares donde había recibido los azotes le ardían, y sabía que debía tener la piel enrojecida. Una vez terminó de desnudarse dejando la ropa en el suelo, Iván se acercó y pateó la ropa lejos. Y empezó a caminar al rededor de Sofía, en su camino encendió una pequeña lámpara que se encontraba en una esquina del cuarto, pero era suficientemente potente para ofrecer una clara vista de lo que había en el interior.

Sofía trataba de cubrir su sexo y las tetas con sus manos y brazos, le temblaban las piernas, no solo por el miedo, si no que era una noche muy fría. Su rostro estaba rojo por la vergüenza y humillación por la que estaba pasando, y su mejilla derecha estaba un poco hinchada y morada.

Iván la volvió a azotar en el culo, el doble de fuerte que antes y Sofi saltó del dolor.

"Las manos al costado, puta. Quiero verte total"

"Por favor...." dijo llorando.

"Si, suplicame" en ese momento la tomó del cuello y la tiró contra la cama. La desesperación de Sofi creció exponencial mente, ella era virgen, y ese pene, la destrozaría completamente. Empezó a sacudirse, patear, moverse, rogando le por su virginidad.

"Por favor Iván soy virgen, por favor, no" decía fuera de sí. Iván se le acerco al oído por detrás y le dijo:

"Lo sé muy bien perrita, mientras más apretado mejor... para mí, solo relájate" aumentó la presión sobre su nuca aplastando su cara contra las sábanas para que se quede quieta y continuó "Shhhh, tranquila, es normal, solo entrégate a mí"

En ese momento Sofi empezó a sentir algo caliente, en la entrada de su sexo. Con la presión que ejercía Iván sobre su nuca, las sábanas no le dejaban respirar bien. Así, Iván empezó a meter su pija en la vagina de Sofía, entró mitad de la cabeza y por lo cerrado de su vagina no pasaba más. Es ahí cuando Sofi conoció el autentico dolor, Iván de un empujón metió todo su pene en la vagina de la chica, escuchando como su himen se rompía, y un profundo dolor, comparado a que si la estuvieran partiendo a la mitad empezando por su concha. El dolor fue tan agudo que no le dejó gritar, simplemente tensó involuntaria mente todos y cada uno de los músculos de su cuerpo y su cara se convirtió en un rostro rojo y sus ojos completamente abiertos. Su boca estaba abierta pero no podía salir ningún ruido, hasta que luego de unos segundos que Iván los disfrutaba como oro, empezó a embestir a Sofi con todo y ahí los gritos no tardaron en llegar. Entre súplicas, aullidos y lamentos Sofía rogaba al muchacho que se detenga, que la estaba lastimando mucho, que le dolía y no aguantaba. Iván se encontraba arriba de ella ejerciendo todo su peso contra Sofi, podía sentir su respiración agitada en su nuca, los besos y lamidas que este daba en su cuello y espalda. De vez en cuando se detenía pata hablarle al oído:

"Ya eres mía zorrita"

"Estoy disfrutando rompiéndote, no creí que se sintiera tan bien una pendejita"

"Diosss, verdaderamente es impresionante, mi puta"

"A partir de ahora seras mi juguete, ¿si?. Mi muñequita mamadora de penes"

Luego seguía embistiendo contra ella. Hasta que Sofía sintió un potente chorro de líquido caliente que inundó su interior, supo que había terminado dentro de ella. Sintió unos 5 o 6 chorros más. E Iván luego de eso se recostó en la cama y luego se tiró en el suelo usando la cama como respaldo. Sofía se quedó quieta, no solo porque estaba muerta de humillación, si no también porque el dolor que se extendía por su cuerpo no la dejaba moverse. Simplemente lloraba en esa posición que se encontraba.

Luego, de sus pantalones,Iván sacó un cigarrillo el que empezó a fumar. Recostado en el suelo con la pija semi erecta.

En ese momento dos amigos de Iván entraron en el cuarto y allí... Sofía se dió cuenta que esto recién empezaba.