Inicio con mi Ama

En mi vida han pasado muchas cosas que sorprenden pero quizá la que les relato a continuación sea la que haya marcado mi vida por completo, fue el inicio de lo que soy o más bien de lo que no he vuelto a ser.

En mi vida han pasado muchas cosas que sorprenden pero quizá la que les relato a continuación sea la que haya marcado mi vida por completo, fue el inicio de lo que soy o más bien de lo que no he vuelto a ser.

Tenía 17 años, estudiaba COU en el Instituto aunque poco lo pisaba siempre había sacado buenas notas y no me costaba. Nunca me consideraré atractivo, creo que soy muy normalito y que siempre que he gustado ha sido por como soy, o eso creo por lo que me han dicho. Siempre había sido tímido, muy tímido aunque me gustaba ya demasiado la fiesta y en aquella época empezaba a saber lo que eran las drogas, por eso la conocí.

Ella pasaba los 40, para que se hagan una idea era como Ivonne Reyes, realmente eran muy parecidas físicamente y en la cara, era una mujer muy atractiva, un peculiar acento venezolano que no solía escucharse por donde vivía. Desprendía algo especial, me imponía a la vez que era dulce, era una mujer de verdad no como las pocas niñas con las que había estado.

Ella me vendía hachís, intentaba sobrevivir como podía con dos niños de 10 y 12 años, me limitaba a ir a su casa y en 30 min salía, la relación era inexistente. Hasta aquella noche que ella iba a salir y a mi me apetecía fumar. Fui a su casa y la encontré cambiándose, había bebido y se iba de fiesta, me animo e invito a unos chupitos, yo no me podía negar, después cerveza y acabamos saliendo por ahí los dos.

Parecía otra mujer, todos la invitaban donde íbamos y no me dejó ni un minuto solo, me dejo entrar en su mundo por un momento, me agarraba la mano y se mostraba cariñosa conmigo, parecía su niño realmente. Recuerdo la primera vez que se pegó a mi, estaba colocada si pero pegó todo su cuerpo al mío acariciándome los brazos y gimiendo en mi oído al notar que yo me estaba excitando. Realmente me sentía esa noche como el rey con ella a mi lado. Supuse que cuando me dijo que nos fuéramos todo habría acabado.

Llegamos a su casa sobre las 8 am, la verdad yo no tenía ganas más que de seguir de fiesta por lo que cuando se levantó del sofá y me dijo que se iba a la cama y que yo descansara, que su sofá era cómodo. Le di las buenas noches y allí me quedé con la tele encendida. Estaba pensando en esa noche de locura y en qué había estado excitado todo el tiempo desde que sentí su cuerpo pegado al mío, intentaba quitármela de la cabeza pero era imposible aún sabiendo que era inaccesible para un crío como yo.

Como si me leyera la mente, pensando que estaba dormido me parecía real, apareció en la puerta de la habitación desnuda con el dedo en su boca mandándome guardar silencio. Me quedé paralizado, empecé a temblar hasta que se me acercó y acarició la cabeza, no sabía qué decir ni hacer, sonrió y me con sus palabras me tranquilizo.

-tranquilo mi cachorrito, tienes muchas cosas que aprender.

Intente levantarme pero no me dejó,

-Tu solo obedece y te prometo que te encantará.

Entonces sin saber subió sus rodillas al apoyacabezas del sofá y entonces mi cabeza quedó entre sus piernas rozando mi boca su coño. Nunca lo había hecho, nunca había probado el sabor de una mujer directamente, su tacto con mi lengua, su olor, su sabor, era todo tan distinto a solo acariciarlo con mis dedos, o era el suyo lo que me fascinaba. Me dediqué a mover mi lengua, me decís que lo hiciera mejor, se movía poco a poco, la notaba cada vez más excitada o eso me parecía, lo que aumentaba la presión de mi pantalón pero en ningún momento intenté tocarme, deseaba que ella me diera más, y me lo dió, de bajo y tomándome del pelo con una violencia que no conocía me obligó a ponerme de rodillas, estaba desconcertado, excitado y sin saber que decir, solo la obedecía, no quería que parara aunque me empezaba a dar miedo, su cara había cambiado, había un brillo distinto en sus ojos, ella noto mi miedo no se aún como, supongo porque no podía mirarla a la cara, se sentó en el sofá delante de mí y abriendo sus piernas hizo que me acercara , pensé que quería que siguiera y lo intente hacer pero ella me levantó la cabeza y sin soltarla dulcemente me miro a los ojos y sonriendo me besó, fue un beso dulce que no esperaba.

-Mi cachorrito me gustas mucho, en mi casa, en mi cama, conmigo nunca tengas miedo, voy a cuidar de ti y a enseñarte muchas cosas, sabes que eres mío?

No sabía que decir, todo estaba confuso cada vez que me llamaba así mi mente luchaba con algo que no entendía, me desquiciaba pero no quería que terminara, me excitaba y mis miedos se esfumaban lo único que pudo salir de mi boca fue

-si Patri…

Vi una sonrisa en su cara y tomándome del pelo me llevo la cara a su coño, esta vez sí me dejó saborearlo, mirarlo y hasta tocarlo, recorrí con mi lengua desde su clítoris a su ano, metía y sacaba la lengua todo lo que podía, notaba sus jadeos diciéndome que lo hacía bien animándome a seguir, me gustaba darle placer.

No sé cuánto tiempo pasó así pero por lo menos 30 min, me dolía debajo de la lengua y no podía más, entonces debió notar que bajaba el ritmo y me agarró la cabeza con las dos manos apretando muy fuerte, su pelvis se movía y me hundía tanto la cara que casi no podía respirar, en vez de eso gemía, empezó a gritar fuerte, a decirme que era suyo, que sería su cachorrito para siempre, noté gran cantidad de flujo, pensé que se estaba meando, pero aún así lo que hice fue sorber todo lo que podía, sus piernas temblaron y la presión en mi cabeza se aflojo, levante la cara y nuestras miradas se cruzaron, sonreí, se había corrido en mi cara, la tenía empapada y estaba feliz.

Se inclinó y me besó, de levantó dejándome ahí de rodillas, antes de cerrar su puerta me dijo

-Nos vemos mañana por la tarde mi cachorrito.

Y como claro que la vi, la vi durante 6 años, su cachorrito, cumplió lo que me dijo, fui suyo. Nada sabía en aquella época del BDSM pero ella se encargó de que aprendiera, aún sin nombres de los que hacíamos, pero ahora puedo decir que fue mi Ama.