Inicio a un nuevo mundo. la universidad iv
Al día siguiente de comenzar la sumisión con Ruth decidimos que ese sería el día de dar inicio a su cambio a nivel físico, esa tarde no teníamos clase y después de salir podríamos comer en casa y dedicarnos en exclusiva a su cuerpo.
Al día siguiente de comenzar la sumisión con Ruth decidimos que ese sería el día de dar inicio a su cambio a nivel físico, esa tarde no teníamos clase y después de salir podríamos comer en casa y dedicarnos en exclusiva a su cuerpo.
Llegamos a casa juntas pasadas las dos de la tarde, nos dirigimos a nuestras habitaciones para cambiarnos de ropa y ponernos cómodas, yo salí con mi mandilón y Ruth totalmente desnuda, me dijo que no tenía nada que ponerse que fuera adecuado, le conteste que había que solucionarlo, después de dedicarnos a tu cuerpo nos dedicaremos a tu vestuario, conozco un par de tiendas adecuadas para ir de compras, ya lo veras.
Tras preparar la comida y comer nos tumbamos en el sofá del salón, como Ruth sería totalmente desnuda me quite el mandilón por no ser aguafiestas, me lo agradeció besándome los pechos y masajeando mi clítoris.
C. Como sigas así me vas a excitar de más y voy a tener que frenarte.
R. Si lo tiene que hacer, acatare sus ordenes, ama.
C. Lo tuyo es vicio, ahora te gustan los castigos, si así lo quieres comencemos. Tenía pensado afeitar tu pubis y tu rajita pero a raíz de tu nueva faceta sado te voy a hacer la cera, más doloroso e igual de eficaz, de todas maneras para que veas que me importas como persona te voy dejar elegir el método, será caliente o tiras de cera fría.
R. Me complica la decisión, será mejor que lo decida usted como mi ama, yo solo vivo para complacerla y satisfacerla. No tengo derecho a decidir sobre mí, no tengo más voluntad que la de mi ama y señora.
C. Me parece muy bien ver que estas aceptando tu papel, seré buena y te afeitare con una cuchilla, además para empezar te voy a masturbar hasta que te corras para dejarte más relajada y que sea más difícil cortarte en tu sexo, sería muy malo y además me impediría usarlo a mi gusto, no sería placentero verte herida por un accidente involuntario.
R, Si ama, como quiera usted.
Después de afeitarla totalmente la envié al baño a lavarse entera ordenándole que cuando acabara se vistiera para ir de compras, no debía llevar ropa interior y usaría minifalda, quería que su coño estuviera bien accesible todo el tiempo, tenía pensado masturbarla en público y ver como actuaba. Mi perversión iba en aumento y Ruth me alentaba con su sumisión. No sé donde encontrare el limite, lo que sé es que voy a buscarlo.
En 15 minutos salió del baño totalmente arreglada, para demostrarme que había acatado mis órdenes se paro delante de mí y se levanto la minifalda mostrándome su coño. Totalmente depilado y sin nada de ropa que lo cubriese, la felicite dándole un largo beso con lengua.
Nos pusimos en camino hacia el centro comercial, apenas nos llevo diez minutos llegar, en ese recorrido ya nos habían piropeado por lo menos una docena de veces diciéndonos de todo desde: tías buenas, cachondas, que no sepa que ese culito pasa hambre, con esas tetas acababais con el hambre en el mundo, si os cojo os reviento el culo y termino dejando vuestros coños como bebederos para patos.
Esa clase de lindezas soltadas por hombres trabajadores lo único que lograban al menos en mi caso era aumentar mi excitación y la humedad de mi coñito, en eses momentos casi chorreaba.
Entramos al centro comercial y nos dirigimos a la zona de tiendas, la primera que visitamos fue una tienda de lencería de la cual era clienta junto con mi madre. Al entrar vino a saludarnos Ana que era la dueña y siempre atendía a mi madre y a mí, la lencería que nos vendía a nosotras no era demasiado convencional y no la tenía expuesta en la tienda, temía perder clientela.
ANA. Me acompañáis a la parte de atrás. Acabo de recibir el pedido de tu madre Celia e iba a revisarlo, quieres verlo.
C. Ya que estamos aquí me parece bien.
Nos fuimos las tres a la trastienda mientras la empleada de Ana se quedaba en el mostrador atendiendo a los clientes. La trastienda era una habitación con el suelo enmoquetado, espejos de cuerpo entero, sofás, sillas con brazos y un diván. En el medio había una pasarela para que la gente pudiera ver como quedaban los modelitos en cuerpos de modelos o incluso los vestían Ana o su ayudante. La política de Ana era que vende más una imagen que mil fotografías.
Saco la caja que le trajera el transporte y la abrió, comenzó a sacar cajas más pequeñas y las iba abriendo con mucho cuidado y depositándolas en una mesa, saco medias con brillos tipo panty sin parte central, sujetadores cuya copa quedaba debajo de los pezones, ligueros rojos y negros, antifaces, saltos de cama transparentes, camisones de seda y satén, medias de colegiala, blusas translucidas…
ANA. No te asustes, no es todo de tu madre solo que aprovechando el pedido cogí mas cosas para tener aquí y alguna para mí y María. Nos gusta provocar en ocasiones y esta es una buena manera de hacerlo. Lastima de no tener una modelo para poder hacerle fotos con esta ropa y adjuntarlas al book de la tienda, el especial para clientes especiales, Celia tú ya lo has visto
C. Claro, esa es una de las razones por las que vengo a comprar aquí. Porque no tienes modelo.
ANA. La que viene habitualmente está de vacaciones y se marcho de viaje.
C. Y si te doy la solución ahora mismo.
ANA. Vas a posar tú.
C .No lo tenía pensado pero.
ANA. Entonces que propones.
C. Ruth mi acompañante está en proceso de entrenamiento como mi sumisa y debe de obedecerme en todo, si te parece bien puedes usarla a tu antojo, solo hay una condición, debo de estar presente, no quiero que se rebele, en caso de que se le ocurra hacer algo que no debe tengo que castigarla no se vaya a creer que puede hacer lo que le dé la gana.
ANA. Está bien, esperáis a que cierre la tienda o volvéis al cierre.
C. Volvemos al cierre, tengo planes para mi sumisa y también hemos de comprar otros juguetes.
Salimos de la tienda de Ana y nos dirigimos hacia la zona de cafeterías, necesitaba beber algo, nos sentamos en una mesa y quise comprobar el estado de Ruth para lo cual deslice una mano bajo la mesa y busque su coño, estaba húmedo y caliente. Terminamos nuestras consumiciones y fuimos hacia las tiendas, en ese momento me entraron ganas de orinar y fuimos a los baños públicos de señoras, nos metimos en el primero que estaba abierto, levante mis faldas y me puse a mear de pie, al ir sin bragas no necesitaba apoyarme ni sentarme. Al acabar e ir a limpiarme vi que no había papel, me cabree ya que en el minúsculo bolso que llevaba no cabían pañuelos, el verme en esa situación no me gustaba, lo que menos me apetecía era seguir de compras con mi coñito oliendo a orina.
R. Ama que le pasa, la veo preocupada.
C. No lo ves no hay papel y no me puedo limpiar.
R. Es ese todo el problema.
C.Y te parecerá poco andar de compras oliendo a orina, cuando salgamos voy a dejar una queja en dirección para que espabilen al personal de limpieza, es penosa la situación en la que dejan a sus clientes.
R. Los demás clientes no se qué harán pero para usted ama tengo la solución, le lameré el coño hasta dejarlo limpio, será un honor probar algo de mi ama.
Dicho esto se arrodillo y deslizo su lengua a lo largo de mi sexo retirando cualquier rastro de orina, le tuve que ordenar parar, si seguía así me iba a correr. El correrme en un baño publico en la situación en la que estaba no entraba en mis planes.