Inicio a un nuevo mundo. la universidad II
Esa misma tarde después de comer se presentaron en nuestra casa Toñi Y Ruth. A Ruth hacia más de un año que no la veía
Esa misma tarde después de comer se presentaron en nuestra casa Toñi Y Ruth. A Ruth hacia más de un año que no la veía, seguía siendo una mujer bastante guapa, alta, morena, con un cuerpo bien definido en el que destacaba su culo redondo y firme muy marcado por un pantaloncito de licra que dibujaba perfectamente sus curvas. Parecía delicioso para comer y jugar con él. Sus pechos no eran demasiado grandes, firmes y apetitosos. No sé bien que era lo que me ocurría pero en ese momento solo veía a Ruth como objeto sexual, valorando su cuerpo como objeto sexual, que podría hacer con él y cómo hacerlo.
S. Ya os conocíais de antes, fuerais compañeras de colegio.
R. Sí, pero hace un par de años me tuve que cambiar de colegio y perdimos contacto, de hecho casi ni nos vimos en vacaciones.
C. Espero que no sea un problema, no creo que cambiáramos demasiado, antes nos entendíamos muy bien, estábamos muy compenetradas en todos los aspectos.
R. Celia tiene razón, muy compenetradas, espero que siga siendo así.
S. Lo mejor será que os quedéis hablando mientras vuestras madres charlamos de temas sin importancia.
C. Ruth que tal llevas la putada que te han hecho en las residencias.
R. Muy mal, me quitaron la ganas de todo, eres mi última salvación y espero saber compensarte, pídeme lo que quieras, no va a haber problema, no te cortes, ya me conoces.
C. Ya hablaremos cuando estemos en el piso, no me voy a olvidar, además ya tengo pensado en algo que creo que te va a gustar.
R. Dímelo ya, no seas perversa. Sigues siendo muy mala como cuando eras más joven, quieres ser la jefa, lo cierto es que me gusta ser la sirvienta sobre todo teniendo una ama como tú.
C. Huy, lo que me has dicho, lo tendré en cuenta, ya lo veras. ( me parece que vas a recordar como estábamos de compenetradas, fuiste la única del grupo capaz de hacerme llegar al orgasmo. Espero que sigas siendo una experta en el manejo de la lengua e igual de viciosa que en aquellos tiempos, siempre dispuesta a nuevas experiencias. Bueno en caso de no ser asi ya te volveré a enseñar.)
El domingo mis padres nos llevaron a el piso para comenzar la semana en la uní. Cuando llegamos nos dejaron en el garaje diciéndonos que debían regresar pronto a casa que dejaran algo sin terminar. Por lo que yo sabía lo que habían dejado sin terminar era un fin de semana de follar sin parar, el cual les había cortado con mi visita inesperada, lo retomarían con más ganas si podían.
Después de subir al piso le enseñe a Ruth cual sería su cuarto, era un cuarto con cama de matrimonio además de un armario y un escritorio, le gusto y se instalo en el.
Terminada de instalarse vino a la cocina para preparar la cena conmigo y charlar sobre los horarios de la uní y como podíamos repartirnos las tareas. No hubo ningún tipo de problema y nos sentamos a cenar.
Por la mañana nos levantamos temprano para desayunar juntas en casa y planear la jornada. Como es mi costumbre yo duermo totalmente desnuda y así me presente a desayunar, totalmente en pelotas y con el sexo brillante, esa noche había hecho mucho calor y mi compañera de piso me excitaba solo con saber que se encontraba en el piso, mi mente solo podía pensar en lo que haríamos las dos, mejor dicho en lo que le obligaría a hacerme.
Al verme Ruth no se extraño y siguió desayunando como si todo fuera de lo más normal, la verdad es que seria así o habría que plantearse lo de vivir juntas. No estaba dispuesta a cambiar mis costumbres, al menos la mayoría de ellas, Ruth era la invitada y debería de adaptarse a mis costumbres.
R. Sigues tan impresionante como siempre, tu sexo luce mejor depilado, se debe de comer mejor.
C. Ni te lo imaginas, si te apetece no hay problema, siempre me lo comiste bien y no creo que empeorases con el tiempo, seguro que comiste mas y se dice que la práctica lo es todo.
R. Alguno más he catado aunque ninguno tan sabroso como el tuyo, siempre lo tenias húmedo y tus jugos eran deliciosos como el mejor elixir que nunca catara, no he vuelto a disfrutar de placer como el que tu me ofrecias.
Quedamos para comer en la cafetería de la uní, la tarde de los lunes ambas teníamos una clase y no merecía la pena ir a casa a comer. Esa mañana había asistido a las dos asignaturas que aun no tenían asignada aula. Las clases eran de lo más normales, filas de pupitres a lo largo de la habitación colocadas frente a una pizarra, todo el mobiliario estaba colocado a la misma altura, no existía ningún altillo.
Era lo que quería saber de las aulas, podía volver a andar sin braguitas, a coño descubierto para tenerlo mas fresquito y ventilado, al terminar la clase fui al baño y me las quite guardándolas en el bolso, antes de guardarlas me limpie bien el coño dejándolas empapadas, estaba muy excitada pensando en el plan que iba a llevar a cabo a la hora de la comida.
Cuando llegue al comedor mi compañera de piso Ruth me esperaba en una mesa, me acerque al bufet y me serví la comida para dirigirme a su mesa. Nos saludamos y hablamos de cómo nos había ido la mañana, a ella le fuera de lo más normal, tan solo se había perdido al buscar la primera aula, algo normal en un sitio nuevo y desconocido.
Comimos relajadas charlando de cómo nos había ido desde que nos separáramos, al final llegamos a la conclusión de que no habíamos hecho nada fuera de lo normal. Al terminar de comer me dirigí a Ruth.
C. Tengo algo para ti, se trata de un anticipo de lo que vas a poder disfrutar esta noche.
R. De que me hablas.
C. Abre la mano. Coge esto y disfruta.
R. ¿Que es esto?
C. Acaso no lo sabes.
R. Si son unas braguitas.
C. Si son las braguitas que llevaba hoy puestas por que no conocía como eran las aulas, ahora que las conozco no las voy a necesitar, me resulta más cómodo ir con el chichi al aire, esta más fresquito y huele menos a hembra en celo.
R. Como eres, vale que estés más cómoda. Me las das empapadas, ahora la que va a oler a hembra en celo voy a ser yo.
C. No las quieres, vale devuélvemelas, ya habrá quien las quiera.
R. De eso nada, me las distes y son mías. Espero que por la noche me dejes jugar con ese manantial de fluidos, prometo ser buena y aplicada en la búsqueda de darte placer, en caso contrario dejare que me castigues.
C. Buen plan, te tomo la palabra, o me haces disfrutar como nunca o disfrutare yo pervirtiendo tu cuerpo, de todas maneras te informo de que no soy como cuando estábamos en el colegio ahora se mas y exijo mas de mis amantes. Espero con ansiedad como te lo demuestran mis bragas conocer tus nuevas habilidades en cuanto al sexo.
Nos fuimos a nuestras respectivas aulas quedando para cenar en casa.