Iniciándose en el Jogging

Como una pareja cumple con su fantasía al empezar la práctica del Trote.

Esta historia comienza cuando teníamos nueve años de casados aproximadamente.Siempre hemos tenido un matrimonio estable y bien cimentado basado en la sinceridad y la comunicación. Mi esposa Mary, es una persona bien agradable al trato, franca, abierta y de un humor a flor de piel. Una de sus características es la risa, pues es a carcajada fuerte, alegre. De estatura regular, 1.60 m, blanca, pelo liso castaño, largo hasta media espalda, cara redonda, busto pequeño pero duro, cintura estrecha y unas nalgas redonditas bien bonitas saltaditas para atrás, piernas macizas y bien hechas , en ese entonces andaba por los 29 años. Yo, por lo contrario soy poco atractivo; piel morena, 1.65 de estatura, complexión delgada, velludo, ojos cafés y algo introvertido y, andaba alrededor de los 33 años.

Los hechos que voy a narrar son verídicos y sucedieron debido a que habíamos caído en una rutina en cuanto a las relaciones intimas y para darle un poco de variedad, fantaseabamos y, a veces ella me hacía que le contara acerca de mis aventuras sostenidas con otras chavas de antes de que nos casaramos y, yo también la hacía que me platicara las de ella. Y, ésto era lo que me disparaba la imaginación, me prendía de tal modo que yo deseaba haber visto ese encuentro con el otro fulano. Otra cosa que supe fué que aunque andaba de novia conmigo, salía con otro a la vez.La muy jija, hasta su mamá lo supo y, fué entonces que terminó con ése. Claro que todo ésto lo supe hasta tiempo después, pero no me importó, la quiero muchísimo. Pienso que por eso se me vino la idea de mirarla con otro fulano teniendo relaciones o, cuando menos agasajándose con alguien.

Ya con eso en mente, empezamos a platicarlo pero no le gustó a ella llevar a la práctica esa fantasía mía. Lo que si me decía era que a ella le gustaba la idea de verme a mi con otra vieja. Pero eso si estaba mas dificil de llevarla a cabo. Después de mucho insistir en lo que yo le proponía, fué cediendo, de modo que empecé a idear la manera de conseguir la persona ideal para que se acostara con ella y sin que él supiera se dieran las cosas para que yo pudiera mirar desde un lugar escondido. Vivimos en un lugar que está cerca de Monterrey, en el noreste de Mexico y les diré que para llevar a la realidad la fantasía, le propuse varios nombres de mis amigos, compañeros de trabajo míos y de ella, pero no encontrábamos la persona correcta para hacerlo. Debía de ser alguien que sobretodo fuera discreta, que nu fuera a andar platicándolo por alli.

Fué asi que me fijé en Luis un amigo de Manuel, un primo mío. Estaba jovencillo de unos dieciocho años. Se lo dije y me dijo que estaba bién, que cómo le íbamos a hacer. No era cosa de decirle, oye ven, quiero que le eches un palo a mi vieja. No, había que planear las cosas.

Platicando con Luis de otras cosas, me enteré que le gustaba hacer deportey, por ese lado me fui interesando, el asunto era acercarlo a la casa mía y le dije que yo quería ponerme en forma porque ya estaba un poco barrigoncillo. Total, que me dijo que él acostumbraba correr los fines de semana, bién temprano, casi amaneciendo. Quedamos en empezar ese fin de semana mi mujer y yo, y él nos iba a entrenar. Así que de esa manera empezamos a echar a andar el plan que teníamos.

Para facilitar las cosas lo invitamos a que se viniera a dormir a nuestra casa el viernes por la noche, así no perderíamos tiempo en ir a buscarlo a su casa en la mañana del sábado. Estuvo de acuerdo, sólo que iba a llegar tarde porque estaba trabajando en el segundo turno en la fábrica donde trabaja y, salía a las once de la noche. Como el lugar donde trabaja está en Apodaca, calculamos que estaría llegando a la casa como a las once y media o cerca de las doce. Asi que preparamos todo para que esa noche mi mujer hiciera su primer acercamiento. Fuí a dejar al niño mas grandecito a casa de los abuelos, y sólo dejamos a la chiquita con nosotros.

Sobra decir que mi esposa estuvo toda nerviosa esa tarde y ya se me estaba echando apra atrás. Me decía, ¿que le voy a decir?, ¿qué va a pensar?. No te apures, le decía yo, tu nomas vas a coquetearle un poco , y si no es tonto va a agarrar la onda. Bueno, las cosas que preparamos fueron que le dejamos a Luis nuestro cuarto y nosotros ibamos a dormir en el de los niños. Así que una de las cosas que hizo Mary fue colocar en la parte alta del closet unas sábanas, para que despues sirviera de pretexto para entrar a su cuarto cuando ya estuviera acostado. De ese modo, yo pretendí ir a acostarme temprano, para que no me encontrara despierto cuando llegara él. Mi mujer se quedó a esperarlo para abrirle la puerta. Y, ella estuvo pendiente de que cuando llegara no fuera a tocar la puerta para evitar el ruido.

Ya al llegar, lo pasó a la casa, le preguntó por mí, mi vieja le dijo que ya me había dormido porque teníamos que madrugar para ir a correr. Bueno, le dijo, pero yo traigo hambre, No tienes algo por ahi?. Ah. claro que si, ahorita te doy de cenar, vente a la cocina a platicar mientras te preparo algo. Asi estuvieron bastante rato, platicando mientras cenaba. Yo nadamás oía el murmullo, porque no querían supuestamente, hacer ruido para no despertarme.

Hasta ese punto todo iba bien, normal, como si nada de lo que se pensaba hacer se hiciera notorio. Mi esposa estaba vestida de manera decente, sin mostrar nada de sus atributos. Ya cuando terminó de cenar, y dijo que ya estaba listo para descansar, mi mujer le mostró la recámara y le dijo si quieres usar el baño, pues es la puerta que sigue. Yo me voy a dormir y en la mañana que suene el despertador te hablamos.

Mary se vino al cuarto donde estaba yo y ya me contó en voz bajita lo de la cena y la plática. Nada importante aunque, como que se le quiso insinuar, pero ella no le siguió la corriente, lo bueno vendría al rato. Después de un tiempo en el que calculamos que ya estaría acostado, empezó el plan. Mi mujercita se puso un camisón transparente cortito color celeste, sin brasier y las pantis también eran transparentes del mismo color. Se le notaba su osito bien arregladito y sus pompis bien redonditas.

Un verdadero espectáculo era verla. Bueno, pues ya está todo listo. Mi mujer va y abre la puerta donde estaba Luis, enciende la luz y, él se endereza y pregunta; que pasa? No, nada. Sólo vine por unas sábanas que están aqui en el closet, disculpa ya ahorita me voy, no me tardo. Sobra decir que éste muchacho se quedó mudo, viendo a mi vieja en esas condiciones. Imagínenese un muchacho de dieciocho años que nunca había visto una mujer desnuda en vivo, casi, casi, porque el camisón era totalmente transparente. Me dice Mary después que llegó a donde estaba yo , que se paró de la cama para ayudarle a bajar las cosas que estaban arriba del closet, porque parte del plan era ése. Mi mujer iba a tener que estirarse para alcanzar la parte alta y eso iba a permitir darle una mejor vista a Luis. También dice que le decía, no te vayas, quédate un ratito, dame chance. Andale, no la friegues, no te vayas. Para hacerle un poquito al teatro, como que mi esposa accedió, pero le dijo que en un momento regresaba, nomás iba a dejar las sábanas y que si yo no estaba despierto, volvería.

Toda nerviosa y excitada me dice, entonces que?Andale, llégale, a ver que sale, y luego me cuentas todo. Se va Mary a su cuarto y se tarda como dos horas, ya casi no me aguantaba el sueño, pero me imaginaba que cosas estarían haciendo ahi al otro lado de la pared. No oía yo nada, las paredes de la casa son de bloques macizos, ni el rechinido del colchón se oía. Total, ya cuando llega a mi cama le pregunto, qué tal, cómo te fué?. No mbre, que crées. No ha podido terminar, hemos estado dándole duro y duro, y no acaba, no se viene. Y otra cosa, la tiene más grande y mas gruesa que la tuya. Hijuesú, nomás eso me faltaba. Y que? te la metió toda?.

Claro, todita. Ya lo hicimos de muchas maneras y no puede, como que está nervioso. Es que es su primera vez, le digo. A mi también me pasó lo mismo. Bueno, que hago?, nadamás vine dizque a ver si no habías despertado tú, él no sabe que tu me estas esperando. BNueno, pues vé otra vez y haz otro intento, a ver si acaba, dale una mamadita, o hazle con la mano, en fín, lo que sea. Y así, mi mujer se vuelve a ir a su cuarto y ya después de eso no supe, me dormí. Serían las cuatro de la madrugada o algo así, ya tenía mucho sueño. El caso es que no supe a que horas mi vieja se vino a dormir conmigo, pero cuando el despertador sonó a las cinco y media yo ni quería levantarme, pero ni modo. Me levanto y mi mujer, de plano me dijo que no, que ella no se iba a levantar para ir a correr, estaba bien cansada, cojida, desvelada y bien rosada de allá. Hasta ese momento supe que el chaval no había terminado y nunca se le bajó lo duro. Comoquiera lo desperté, como si nada hubiera pasado nos fuimos a trotar por el rumbo de la carretera que va al aeropuerto.

Yo lo notaba como cansado y cada rato bostezaba, le pregunté que si había dormido bien, y me dice si, aunque batallé un poco para agarrar el sueño, tal vez es porque desconocí la cama o la almohada. Sí, cómo no, pensé yo.

Eso fué lo que pasó ese día, algo así como un anticipo de lo que vendría después, ya que el objetivo era que yo pudiera mirar, pero esta vez no fué posible. Regresamos a la casa después de haber corrido unos tres kilómetros, para bañarnos y desayunar. No se quería ir para su casa, como que le gustó el trato que se le dió.

ahí se quedó hasta después del mediodía, pero claro, todo normal, como si nada hubiera pasado. A la hora de la comida me fuí con mi niña a traer algunas cosas y los dejé solos como unos quince minutos, pero no intentó hacer nada, nadamás mi esposa me dijo que quería repetir lo mismo la próxima semana y, desde luego que aceptó, pero con la condición de que nadie debía de saberlo. Lo de la siguiente vez en otra ocasión lo compartiré con ustedes.