Iniciándome en la dominación

Siempre me había dado mucho morbo el tema de la dominación; es por eso que empecé a tontear con webs de contactos, que iban en esta línea. Hasta que un día la cosa paso a ser real...

Conocí a Carlos chateando, en una web de sexo; bueno más que de sexo de dominación. Este era un tema que siempre me había dado mucho morbo, y en Carlos encontré a un chico de mi edad pero bastante experto en el tema.

Él de Madrid y yo de Barcelona; por lo que al principio para mí solo era un juego; pero es cierto que a veces me daba la impresión que Carlos tenía claro que yo acabaría estando a sus pies y no solo de manera virtual.

Fue un viernes por la tarde, cuando casi por sorpresa recibí un whatsap suyo citándome en un hotel de Barcelona. No me había dicho que pensaba venir y me cogió desprevenido...

(Conversación whatsap)

Carlos: Estoy en Barcelona, tengo una habitación en el hotel Gran Catalonia, en diagonal. Tercer piso, habitación 32 B. Si tienes planes des hazlos. Piensa que pasaras toda la noche aquí, como mínimo, no descarto que sea todo el finde. No acepto un no por respuesta que para eso soy tu amo.

(Es cierto que durante el tiempo que llevábamos hablando yo había aceptado ser su "sumiso", pero cuando lo hice fue pensando que era un juego, algo online, no esperaba que viniese a mi ciudad, no tan pronto al menos)

Yo: Ey, Carlos, como no me has avisado antes que venías?, es todo un poco precipitado, no sé si voy a poder ir...

Carlos: No seas zorra. Vas a venir! Móntatelo como te dé la gana. Pero quiero aquí a las 22:00, y te vienes cenado, duchado y tan predispuesto sexualmente como te has mostrado este mes por skype.

Yo: Si, perdona, allí estaré...

Carlos: Da tu nombre en recepción cuando llegues, dejaré una llave para ti. Te espero con ganas.

Yo mismo me sorprendo cuando aviso por whatsap que esta noche no podré ir a la quedada que tenía con los de clase, que me ha surgido algo. Cambiando mis planes solo porque a un tío que no conozco en persona se le ha encaprichado venir por sorpresa y me ha pedido, o más bien ordenado, verme. Pero supongo que en eso consiste tener un amo, aunque sea virtual.

Ceno algo rápido, me pego una ducha y me preparo. No sé qué ponerme, pero me decido por algo sencillo, un tanga, tejano pitillo ajustado y algo roto y camiseta; al fin y al cabo no creo que dure mucho tiempo vestido.

A las 22:00 llego al hotel y doy mi nombre en recepción; no sé si me acaba de gustar la sonrisa, el comentario y el guiño cómplice de la recepcionista cuando me da la llave "pásalo bien con tus amigos Alberto, ahora aviso de que subes".

Es ya en el ascensor cuando caigo en el uso del plural "tus amigos", pero no le doy más importancia; hasta que llego a la habitación y abro la puerta. No hay una persona, sino dos; Mario no está solo...

Yo: Hola? Carlos?

Carlos: Hola Alberto, te esperábamos.

Yo: Pensaba que estaríamos solos, quien es tu amigo (pero caigo, ya que Carlos me había pasado alguna foto suya, siempre lo llamaba por un apodo cuando me hablba de él), "cachorro"?

"Cachorro" se acerca a mi muy decidido, solo lleva un tanga de cuero negro, contrasta con Carlos que va totalmente vestido, con cierto estilo, pantalón chino, camisa blanca y chaleco. Retrocedo un paso y quedo apoyado contra la pared, "cachorro" sonríe y me agarra del pelo de la nuca y se acerca mucho a mí, puedo oler su aliento.

"Cachorro": Para ti Lucas (mira un momento a Carlos, como si dudase, este sonríe divertido), o mejor Señor Lucas; cachorro solo me llama él, pero no sus juguetes nuevos.

Tras lo cual me sorprende aún más y empieza a comerme la boca, yo me quedo quieto, a excepción de mis labios y lengua que responden a "Cachorro", bueno al señor Lucas. Noto su polla dura clavándose en mi ingle y no puedo evitar pensar que si "Cachorro" el "sumiso" me trata así, que pasara cuando entre en juego Carlos...