Iniciando mi vida sexual

Mi mejor amiga me introduce a la vida sexual.

Era un día de verano, yo estaba en mi computadora chateando cuando me llama mi mejor amiga, Cecilia. Me decía que estaba sola en casa y que si podía pasar la noche en la mía. Le dije que si y que la esperaba.

Mis papás tuvieron que salir de emergencia, así que me quedaría sólo lo que restaba del día.

Paulina era una chica de 15 años, de unos 1.65m, tenía unos senos chiquitos y en pleno desarrollo del tamaño de una naranja, su culito no era grande, pero se le veía muy bien.

Sonó el timbre y era ella, vestía una ombliguera de tirantes color blanca, (pude ver como no traía brasier ya que no se le veían los tirantes de este), un short de mezclilla muy pequeño que apenas cubría sus bonitas piernas y unas sandalias.

Jugamos un rato en la computadora. Ya en la noche preparamos algo para cenar. Mientras cenábamos, tiró su agua sin querer y mojó su ombliguera. Pude ver por primera vez sus tetas y sus pezones bien paraditos, porque estaba casi transparente de lo mojado. Así siguió y no podía dejar de verla.

Después de eso, le ofrecí mi cuarto para que durmiera y yo dormiría en el de mis papás. Cuando me iba a dormir, sólo vestía con un short y me entró la loca idea de ir a ver que hacía. Salí directo al cuarto, la abrí y pude contemplar su cuerpo totalmente desnudo. Su pelo castaño, ojos café claro, su piel blanca, sus pezones rosados y su pubis con ligero vello. Ella no gritó ni se tapo, solo me invitó a pasar y vio mi erección. Quitó mi short y pudo ver mis apenas 12cm (ya que seguía en desarrollo).

Nos quedamos frente a frente contemplando nuestros cuerpos y se tiro a la cama, me pidió que durmiera con ella. Ella se durmió boca arriba y yo boca abajo con una mano sobre su teta.

En la madrugada, me levanté y volvió otra erección al sentir mi mano en su teta. Prendí la luz y ella no se movió, la destape y contemple su bello cuerpo de puberta.

Le separé muy bien las piernas, ahí estaba, mi mejor amiga tan indefensa, mostrándome su más intimo y preciado tesoro. Pase mis dedos rozando su entrada al paraíso, y luego se acompaño de su lubricante. Pase mi pene rozando la entrada y me corrí en su pubis, apagé la luz y volví a mi posición original.

Continuará….