Iniciando a Pilar

Una nena mimada, de papá y mamá, que en una noche consigue tener el mejor sexo de toda su vida, con quien menos esperaba...

Pilar, es una chica educada, niña bien, mimada por ser única hija de unos padres muy adinerados, ya tiene 18 años, desde que tenía 4, sus padres me han llamado para que le hiciera de canguro, ya es mayor y no me necesita, pero como son unos padres tan correctos (demasiado), aun cuando salen me siguen llamando. A mi el dinero me viene muy bien, así que acepto encantada, ellos confían mucho en mi, tengo ya 36 años, así que me pagan encantados, es difícil hoy día encontrar gente responsable en el trabajo.

El pasado fin de semana, ellos se fueron a Madrid y yo me quedé a cargo de "Pilarita", la chica me recibió en la puerta con cara de pocos amigos, sus padres ya se habían marchado cuando llegué, al ver la cara de la nena, quise suavizar el asunto:

Yo:- Venga mi Niña, no me pongas esa cara, siempre nos lo hemos pasado bien tu y yo, podemos charlar de lo que quieras, ver películas, comer chocolate hasta tarde

Pilar: Venga Nany! Que no tengo 5 años ya,…- me interrumpió – A mi edad las chicas van con chicos, empiezan a probar cosas nuevas, y los fines de semana no se quedan con su niñera en casa comiendo chocolate y viendo Dirty Dancing

Yo- Ja,Ja,Ja es cierto, ya estás hecha una muchachita, con poca mas edad que tu en este momento, yo ya te cuidaba, … Pero no te aburras mi niña, este fin de semana te prometo que será diferente, … ya me inventaré como je,je,je – Le dije besándola en la mejilla, para consolarla.

Mientras ella fue a ducharse, yo busqué por la casa algo para amenizar el fin de semana de Pilar, encontré una botella de champán en la despensa, la metí en el congelador para que estuviese bien frío por la noche,…seguí buscando pero no vi nada.

De pronto en la habitación de sus padres se me ocurrió que podría peinarla, maquillarla, ponerle algo de ropa de su mamá y llevarla a dar una vuelta, así que me fui corriendo al baño donde estaba ella para contarle mi idea, entré sin llamar como siempre, y la vi allí desnuda, me paré un segundo, esa chica ya no era una niña y era evidente, tenía unos pechos erguidos y redondos, bastante grandes, con los pezones rosados, su melena rubita, caía con gracia sobre sus hombros, y coronando unas largas piernas, unos muslos preciosos, una cintura perfecta y un triangulo de vello bastante abundante ya. Su cuerpo era el de toda una mujer, sin duda. Le conté mi idea y le pareció estupendo, se puso como loca.

Escogí para ella un peinado fresco, y un maquillaje suave, a escoger la ropa me ayudó ella, se colocó un vestido de su madre( que viste muy bien por cierto, y también tiene un tipazo) verde, bastante escotado, dejaba ver toda su figura, quiso ponerse ropa interior también de su mamá, pero todos los sujetadores le asomaban por el escote, así que solo se puso unas tanga, de encaje negro, sus pezones erguidos se notaban a través de su traje, pero a su edad está todo tan bien puesto que quedaba muy lindo, quedó preciosa la nena. Yo me puse unos vaqueros y una camiseta de tirantes blanca, tampoco me había llevado nada de ropa, no pensaba salir…Y cuando ella me vó:

Pilar: Nany, ¿Por qué no vas sin suje? Venga, como, queda muy sexy, se te ven los tirantes con esa blusa.

Yo- No, no,…quita, yo ya no estoy para andar sin sujetados por la calle….- pero ella metió sus suaves manos por mi espalda, quitándome el enganche de mi sujetador.

Mi pecho ya no está tan erguido, además tengo una 105, así que el sujetador no calló de pronto, ella me rodeó con sus manos, sacó cada uno de mis pechos del sujetador, luego se colocó delante de mi bajando mis tirantes, en ese momento Pilar me miraba con los ojos llenos de pasión, y se creó un silencio un tanto raro, que rompió ella:

-Ves Nany, esta camiseta sin sujetador te queda muy linda.

Me quedé sorprendida. El roce de las manos de la nena, había hecho que mis pezones se pusieran tersos y mi concha mojada, es que hace mucho que no visito a mi amigo, Nacho

No quise darle importancia a mi excitación, así que cogí mi bolso y me fui a la puerta. Pilar no me seguía, así que me volví y la vi sentada en el sofá con cara de preocupación.

Yo- ¿Por qué no vienes? ¿Qué te pasa, mi Niña?

Pilar- Es que una amiga me dijo que para ser una mujer, hay que llevar el vello de la conchita bien arreglado, y eso es algo que mi mamá no me deja hacerme, yo no voy ha hacer nada con ningún hombre Nany, te lo prometo pero por favor, quiero verme la conchita arregladita, y ya que estamos aquí en plan amiga, por favor ayúdame, yo confío en ti.

Yo- Pilar, eso no es cierto, ni primordial, aunque entiendo que si todas tus amigas lo llevan así… presta atención a lo que te hago, para que sepas tu solita la próxima vez – No podía negarme, a la chica la tenían muy reprimida, se sentía muy acomplejada, yo a su edad llevaba mi concha muy linda, además siempre le he dado todos los caprichos y no sé decirle no a esta nena.

La tumbé en la cama frente al espejo para que viese lo que hacía yo, subí el vestido de su mamá a la altura de la cintura de ella, solo iba a pelárselo un poco, aun es pequeña para darle formas, le quite cuidadosamente las tanga, y abrí todo lo que pude sus piernas suavemente, me coloqué a su lado donde pude oler su sexo virgen y con una tijerita pequeña comencé a cortarle a mechones cuidadosamente, vi como se humedecía su clítoris y me volví a excitar, despacito seguí con mi tarea hasta dejar su concha peladita y bien linda.

Gracias, Nany, que bonita me la veo, ahora si estoy mas cómoda conmigo misma, y me siento muy bien, Gracias – Me decía Pilar, mientras miraba su conchita en el espejo muy presumida.

Sus labios vaginales se veían ahora más gruesos, y su clítoris asomaba por ellos. Mientras mas la miraba, mas me humedecía, me encontraba confundida no sabía bien que me pasaba, pero estaba contenta de ver a Pilar tan entusiasmada, y ver como ella confiaba en mí, tiene una edad difil y es bueno que confíe en alguien mayor.

Nany, tengo hambre, quiero comerme algo antes de salir – Me dijo de repente.

Yo- Bueno mi Niña, te preparo algo de carne o bien pescado,….

Pilar: A ver Nany,..mmm no sé, ¿Qué me apetece?- me decía acercándose poco a poco a mi – Creo que lo que me apetece es esto Nany- dijo sacando uno de mis pechos por el escote de mi blusa.

Yo estaba perpleja,eso no estaba bien, pero yo andaba un poco necesitada, mi me mente decía no, pero mi sexo ordenaba sí, así que cogí la cabecita de la nena y le metí un pezón en la boca, ella respondió mamandolo como una bebita.

Sí,sí,sí Nany, esto me gusta mucho- Me decía gimiendo.

Le quite el vestido y también las tangas, no se en que momento ella me quitó toda la ropa, y para cuando me di cuenta me estaba comiendo su coñito, suave, dulce, empapado.

Ella acariciaba mis senos, sus finos dedos apretaban mis pezones, los pellizcaba, cada vez pegaba mas mi lengua a su lindo botoncito, y sus jugos eran mas abundantes, mi boca se inundaba, no me daba tiempo a tragar tanto de una vez, pero eso sí daba lametazos a ese virginal coñito, no dejando escapar ni un poco de su dulce miel, casi se venía en mi boca y yo lo noté, así que bajé a su culito, chapándoselo un poquito para dejar descansar su clítoris y seguir luego dándole placer, ella no paraba de jugar con mis pezones, así que yo estaba muy cachonda, mis flujo, ya resbalaba por mis muslos, pero ella almacenaba mas fuego que yo, no sabía que era eso y su Nany, debía complacer sus caprichitos. De pronto ella me paró:

Espérate Nany, se acomodó un poco – Ya estoy preparadita – Ahora sí- me dijo

Yo no entendí sus palabras y la miré.

Sí Nany, estoy preparada, quiero que estés dentro de mi.

No, mi Niña, debe ser un hombre que ames quien haga eso,

No Nany, eso debe ocurrir tengo entendido cuando una esté cómoda con la otra persona y bien preparada, yo ya estuve con algunos chicos, pero ninguno lo llegó a merecer, no me hicieron sentir nada, quiero que seas tu, por favor

No puedo hacer eso,…- dije

Por favor, me dijo metiéndose mi teta en su boquita, y dándole unas mamaditas me dijo- ¿A caso no me quieres ya?

No me pude negar, bajé a su sexo, lo lamí un par de veces, miré sus ojos y mi Niña estaba preparada, lo intente suavemente con mi lengua, pero no podía, así que me mojé un dedo, la miré de nuevo a la cara, y despacito empecé a meterlo dentro de ella, su cara cambio un poco, así que abandoné para no hacerle daño, me coloqué a su lado y le di un beso enorme en los labios, ella metió su lengua en mi boca con fuerza y pasión, cogió mi mano llegándola a su sexo

Sigue, Nany – me dijo

Se metió mi pecho de nuevo en la boca, y poco a poco hundí mi dedo dentro de ella, estaba tan entusiasmada que ya apenas lo notó, comencé a darle una ligera penetración con mi dos dedos, metía y sacaba los dos despacio, ella no soltaba mi pezón, abrió bien sus piernas y la miré a la carita viéndola, casi dormidita,…fui a supervisar mi trabajo, lo había hecho bien, tenía un poquito de sangre, que limpie con la sábana, y le di unos lametazos para calmárselo, de nuevo ella gemía y me inundaba, así que me atreví a penetrarla con mi lengua, eso si que le gustó, ella misma se movía, yo dejé que marcase el ritmo, acariciando su culito, hasta que noté que se venía, empecé a embestirla con mas fuerza y fue entonces cuando su clítoris comenzó a palpitar, su culito a bombear y en mi legua sentí sus contracciones, seguidos de gemidos y gritos de placer enormes, mi Niña se había corrido por primera vez.

Deje su coñito limpito con mi lengua, y me puse a su lado, ella me abrazó con fuerza, y me dio las gracias, yo estaba empapada, necesitaba sexo, pero ahora lo que importaba era ella.

¿Estás bien Pilar?, ¿te duele algo?...

Está todo perfecto, Carmen – era la primera vez que me llamó por mi nombre- la besé en los labios, y la dejé descansar.

Al día siguiente amanecí dormida, en la cama de mis jefes, lamentándome de lo que había hecho, me puse una bata, bajé corriendo y el sofá me esperaba Pilar, con la botella de champán, en las manos y completamente desnuda.

Intenté pedirle perdón, explicarle todo,… pero no me dejó, me dijo que ella era una mujer que no se siente atraída por chicos, y que sabía bien lo que estaba haciendo, me comió la boca y estando yo sentada en el sofá, bajo por mi cuello, mis senos y mi vientre hasta mi vagina dejando una hilera de saliva por mi cuerpo, comenzó a comerse mi concha, metiendo sus dedos dentro de mi, no tardé en venirme en su boca, era tal la calentura que arrastraba,...

Me dejó descansar unos instantes pero la niña no se conformaba, bajó a mi culito, lo masajeó con un poco de saliva, hasta que hundió sus dedos en él, dándome un gran placer. Yo busqué su sexo, otra vez, sin saber porqué necesitaba su olor y sus jugos, nos pusimos ha hacer un 69, jugando, yo volví a penetrar a Pilar con mis dedos y con mi lengua, ella esta vez gozaba con toda tranquilidad, es mas: cabalgaba, gemía y gozaba, y también me daba mucho placer a mi, le gustaba jugar con mi culo, explorar mi conchita y sobre todo mamarla, bordear mis labios vaginales, poner su lengua durita y jugar con mi botoncito, mordisquearlo

Yo, gozaba, estaba disfrutando con una nena de 18 años!!! Nunca había estado con una mujer, pero Pilar me hacía gemir, como ningún hombre me ha hecho nunca.

Así que decidí, regalarle una cosita que ella merecía sin duda, alcancé una botella de agua pequeñita que había en la mesa, sin parar de comerme su coñito, suavemente, comencé a metérsela dentro, despacito, observando como su coñito dilataba poco a poco, besándoselo para calmárselo y lo mejor de todo viendo a mi Niña gozar, oyéndola pedir mas, viendo como mi botellita se hundía en ella mas y mas sin necesidad que yo la manipulase, era ella quien se embestía, fue ella quien despacito supo disfrutar de esa penetración, que yo estaba observando mientras me comía el coño muy despacito.

Una vez consideré que había entrado bastante, comencé a darle movimiento a nuestro juguetito improvisado, ella gemía, chillaba,…la botellita cada vez salía de ella mas mojada, y Pilar con tanta excitación, dio con su lengua, un profundo orgasmo de nuevo a mi concha. No tardó en correrse de nuevo, saqué el juguete de su sexo, puse mi lengua sobré su coñito, y Pilar calló sentada en mi cara, está claro que no podía mas, movía mi lengua lo que podía para aliviárselo, y tragué sus jugos vaginales, fue cuando ella quedó satisfecha del todo, fue entonces cuando Pilar se levantó, llenó dos copas de champán, me dio una, se sentó a mi lado y me dijo sonriente:

Que buenos fines de semanas nos esperan, ¿Verdad Nany?

Solo pude mirarla y sonreír, a mi Niña, no le puedo negar nada, y mucho menos, algo que me da tanto placer.

Luego me confesó que ella había estado con chicas, pero que como yo siempre le he gustado como mujer, quiso compartir conmigo todas estas cosas.