Iniciación lésbica de una Viuda Madura (ÚLTIMO)
El Angel volvió al Cielo, dejándonos a nosotras con ese sabor amargo y agridulce.
Iniciación Lésbica de una Viuda Madura (último)
Preámbulo:
Han pasado muchos años, desde que publiqué los tres primeros capítulos de este relato cuando tenía 45 años, en el año 2005. Después el cuarto capítulo en el 2010, con 50 años, y ahora doce años después con 62 publico el (último).
Lo primero que quiero hacer es pedir disculpas por la tardanza, pero la vida es dura y los últimos años para mí, han sido especialmente desafortunados y tristes, y lo que menos me apetecía era escribir y revivir unos acontecimientos, unos muy hermosos y otros desgraciados que marcaron estos últimos años de mi vida, y que me sumieron en un profunda depresión, afortunadamente ya superada, gracias a Charo, que ha sido la mujer que ha estado a mi lado todos estos años amándome, cuidándome, soportando mis locuras, pero siempre pendiente de mí., para que no hiciera ninguna tontería.
En estos años Charo se había sincerado con su hijo y su hija, sobre la relación que habíamos mantenido las tres. No entendían que su madre se preocupara tanto por mí y estuviera siempre a mi lado, soportando estoicamente todos los problemas que yo le causaba por mi enfermedad. Les explicó que yo, además de ellos y de su padre q.e.d., era la persona que más amaba en esta vida. Qué después de haber perdido a su padre y haber pasado cuatro años amargada y en completa soledad por su pérdida, yo había aparecido en su vida para devolverla las ganas de vivir y de sentirse mujer. A mi lado descubrió una nueva forma de vida que jamás podría haber pensado, y que posiblemente antes jamás habría aceptado. Que gracias a mí, conoció y aceptó lo que se podía disfrutar sexualmente como mujer con otra mujer. Y que llevábamos años con una relación sexual completa y que estaba locamente enamorada de mí.
Luis y Laura, que así se llaman, la entendieron perfectamente y desde entonces me aceptaron a mí como la pareja de su madre, habiendo jugado un papel muy importante por su comprensión y apoyo, que influyó enormemente en mi recuperación total. Yo por mi parte también tuve que aceptar que gracias a la relación que manteníamos las tres, terminé totalmente subyugada y perdidamente enamorada de Charo, se puede amar a dos mujeres al mismo tiempo y yo las amaba a las dos.
Yo traspasé mi tienda y alquilé mi casa, y nos trasladamos al piso de Charo en Madrid, la casa de Charo del pueblo la tenemos como segunda residencia ya que está mejor acondicionada, además de tener la piscina y también tenemos más privacidad que en la mía. Nos casamos hace cinco años y vivimos muy felices paseando abiertamente nuestro amor y nuestra condición lésbica sin miedos ni tabúes y ahora sí que podemos decir que somos una pareja enamorada y feliz.
Vivimos nuestra sexualidad a tope siempre que podemos, hacemos intercambios de parejas y tríos, pero siempre las dos juntas y con mujeres de 45 años en adelante.
Ella ha sido la que me ha animado a terminar el relato, aunque veréis que en él no hay juegos sexuales.
Tan solo quiero expresar los hechos que ocurrieron, para finalizar esta historia que no tuvo un final feliz, sino más bien agridulce.
TRES MUJERES.
Por la tarde Charo se encaminó a la tienda, tenía que hablar conmigo sobre lo ocurrido esa mañana con Ana, y aclarar cómo afrontaríamos la relación las tres a partir de ese momento. Después de lo sucedido con Ana y una vez recobrada la calma, empezó a pensar de todo lo que se nos podía venir encima.
Charo intuía perfectamente que Ana me tenía cautivada y que yo estaba loca por ella, pero sabía que la diferencia de edad era demasiado grande para que pudiéramos tener una relación de pareja abierta. En primer lugar porque yo no estaba preparada para salir del armario y segundo porque el escándalo que se podría originar sería mayúsculo con su hermana, la mamá de Ana.
Además este lugar es demasiado pequeño y una cosa que me aterraba era estar en la boca de todo el mundo. Y si se llegara a saber que Ana tenía una relación incestuosa con su Tía Charo que era aún mayor que yo, entonces ya sería el colmo de los despropósitos.
Por otro lado, la verdad es que sexualmente hablando, esta nueva situación que se nos planteaba era demasiado hermosa para vivirla y disfrutarla plenamente. Sabiendo que a la vez que era muy peligrosa y que podría hacernos mucho daño, si saliera a la voz pública.
Como mujeres muy adultas que éramos nosotras dos teníamos que recapacitar muy bien sobre como llevar esta situación de ahí en adelante.
Charo me contó con todo detalle lo ocurrido con su sobrina esa mañana, y como se habían entregado para darse placer mutuo, libres de tabúes, quedándose las dos plenamente satisfechas y felices. Las dos habían superado el tabú del Incesto y se habían entregado en cuerpo y alma, haciendo el amor de forma desenfrenada hasta quedar exhaustas de placer y cansancio.
Me dijo también que Ana estaba ansiosa por verme, pero que tenía un poco de miedo por todo lo que había pasado conmigo y lo que yo la había dicho sobre nuestra relación. Que deseaba que fuera a su casa y si todo estaba bien, de esa forma poder retomar la relación y sobretodo retozar en la cama y amarnos las tres juntas, libres de prejuicios.
ANGI: Charo me encanta lo que me acabas de contar, y por supuesto que retomaremos nuestros encuentros, el otro día cuando te dije que para mi Ana y tú tan solo erais unas amigas especiales y mis amantes pero nada más, te mentí. Creo que me he enamorado de Ana, esa niña ha despertado en mí algo que jamás había sentido antes, y esta separación a causa de los últimos acontecimientos que hemos vivido me está volviendo loca. Quiero estar con ella, tenerla en mis brazos sentir sus caricias y dormir abrazada a ella, la necesito, pero también sé que es imposible que vayamos a más. Podría ser mi hija y eso aquí podría destrozarnos la vida. En una ciudad grande no tendríamos problemas pero esto es demasiado pequeño, y las mentes son estrechas, empezando por mí.
CHARO: Sí Angi, por eso estoy aquí tenemos que plantearnos la situación y hablarlo entre las tres en mi casa y a partir de ahí obrar en consecuencia.
Yo te repito que sé que no me amas como yo te amo a ti, y que todavía no termino de entender, como puedo haberme enamorado de otra mujer de la forma que lo he hecho de ti. Siento una presión que me abrasa por dentro tan solo con pensar en ti, y pensar en la posibilidad de perderte, me ahoga y me mata emocionalmente. Pero a la vez acepto no ser correspondida, con mucho dolor pero lo acepto, y me conformo con tenerte al menos como amante y amiga.
ANGI: Te entiendo perfectamente Charo, con los sentimientos no se puede jugar, afloran de una forma espontánea cuando menos te lo esperas y ahí están para bien o para mal. Es lo mismo que me ha pasado a mi con Ana, la amo demasiado y pero sé que lo nuestro, será muy intenso pero a la vez muy corto, ella ahora ha descubierto un nuevo mundo que es el de su homosexualidad y lo ha aceptado de una forma hermosa. Pero yo ya soy una vieja comparándome con ella, y la niña tiene toda una vida por delante y tiene que labrarse su futuro, y ese no es estar a mi lado.
Por el contrario tú y yo mientras nos llevemos bien y lo deseemos podremos estar juntas y amarnos y gozarnos plenamente lo que nuestros cuerpos nos permitan y aguanten.
CHARO: Tienes toda la razón, y me has quitado un peso de encima porque al menos estamos de acuerdo y coincidimos en todo lo que respecta a Ana que será hasta que ella quiera y solamente si está aquí.
Ahora también te digo que estoy deseando que hagamos realidad nuestro encuentro sin ningún tabú y podamos hacer realidad nuestras fantasías y gozarnos sexualmente las tres.
ANGI: Charo el fin de semana lo pasamos las tres juntas en tu casa y hablamos con Ana te todo esto, a ver como se lo toma.
Charo aceptó y dándonos un beso nos despedimos hasta el viernes por la noche que yo me iría a dormir a su casa.
Yo estaba deseosa de reencontrame con mis dos mujeres, mi pequeña Ana y mi Diosa Charo. Los días se me hicieron muy largos, y por fin llegó el fin de semana y llegué a casa de Charo
Cuando llegué, me estaban esperando las dos viendo la tele, las di dos besos a cada una y nos pusimos a preparar algo para cenar y cuando terminamos de recoger y limpiar nos sentamos las tres para hablar sobre nosotras.
Ana con voz nerviosilla me dijo que su tía le había dicho que había hablado conmigo el otro día y que yo iba a pasar el fin de semana con ellas porque teníamos que hablar, y por eso estaba nerviosa.
ANGI: Ana, no te preocupes no pasa nada, tu tía me contó que el otro día hiciste el amor con ella y que ya no tenías reparos para que las tres estemos juntas. Pero antes tenemos que dejar claras muchas cosas, para que esta relación pueda continuar, y tratar de que no nos perjudique a ninguna.
ANA: Angi, dime lo que tengas que decirme, estoy dispuesta aceptar todo lo que me digas, para estar a tu lado, te quiero mucho y estoy locamente enamorada de ti, y no es un sentimiento de niña tonta propio de mi juventud, simplemente así lo siento dentro de mí.
ANGI: Antes de que sigas quiero decirte otra cosa, y a tu tía ya se lo he dicho, cuando me despedí de vosotras, tu tía me había declarado su amor y yo la rechacé, le dije que las dos tan solo erais mis amantes y unas amigas especiales, pero nada más. Pero esa no es la verdad, a tu tía la quiero y la deseo como a una amiga y una amante, nos compenetramos muy bien y nos damos mucho placer, pero de momento es tan solo eso y ahí se queda todo.
Pero contigo es muy diferente, a ti siento que te quiero, te amo con toda mi alma y te deseo como nunca lo hice con ninguna otra mujer, a pesar de tu edad solo con pensar en ti me hierve la sangre, mi corazón se acelera hasta el punto que parece que quiere salirse de mi cuerpo y siento una angustia y la necesidad de tenerte a mi lado para poder respirar.
Entre sollozos me dijo:
Angi, a mi ya no me importa nada solo quiero estar contigo como una mujer, ser tu pareja y tu amante y que me enseñes a comportarme y a merecerte como tal. Quiero estar contigo en la tienda y no separarme de ti. Te amo, te amo…, y estoy dispuesta a que me compartas con otras mujeres si tu así lo quieres, yo estaré siempre sumisa y dispuesta a lo que tu me digas, quiero vivir mi sexualidad a tope pero contigo a mi lado.
ANGI: Si mi amor , así será y compartiremos a tu tía como nuestra amante. Pero tenemos que dejar las cosas muy claras y tu tía y yo lo hemos hablado. Nuestra diferencia de edad es tan grande que si esto sale a la luz pública, el escándalo que se originará será mayúsculo y puede lastimarnos muy seriamente y destrozarnos la vida a las tres.
ANA: Angi, sí por favor yo lo acepto todo y haré una vida normal y procuraré tener mucho cuidado con todo lo relacionado con nosotras tres, solo se quedará en nuestra intimidad.
ANGI: Bueno Charo, has estado callada todo el tiempo sin decir nada, que te parece lo que hemos hablado Ana y yo.
CHARO: Me parece perfecto, pero Ana cuando pasen unos meses tiene que regresar a Gijón, su madre no aceptará que esté aquí sin hacer nada.
ANGI: Antes de empezar mi relación con vosotras, llevaba un tiempo pensando en hacer una reforma en la tienda y ampliarla, solo que para mi sola era demasiado trabajo, y lo dejé un poco de lado.
Te hago una proposición a ver que te parece. Tú te asocias conmigo y realizamos ese proyecto de ampliación y una vez hecho contratamos a Ana para que también trabaje en la tienda. Se lo decimos a tu hermana y así todo arreglado, Ana estará trabajando aquí, y algún fin de semana y vacaciones viajará a Gijón a ver a sus padres.
CHARO: Angi, me parece estupendo, nunca se me habría ocurrido, acepto encantada, siempre que el presupuesto no se dispare, que tampoco ando muy sobrada, tengo algunos ahorrillos, pero solo dispongo de la pensión de viudedad, que me permite vivir desahogadamente pero sin pasarme.
ANGI: El proyecto tan solo supone una inversión de 15.000 €, 7.500 € cada una, y yo te hago partícipe del 25% del negocio, así recuperas tu inversión y te generas algún ingreso extraordinario aunque no sea demasiado, a la vez que no servirá de tapadera para ocultar nuestra relación.
ANA: Siiiii, tía por favor di que sí. Es una idea genial. Y de esa forma estaremos las tres juntas para nosotras solas, en el trabajo y en tu casa.
CHARO: Acepto Angi, solo de pensar que voy a estar contigo haré lo que sea necesario.
Para celebrarlo, nos servimos uno cubatas y brindamos por la nueva Sociedad, que se pondría en marcha el lunes siguiente en cuanto hablara con mi gestor.
Pusimos música y empezamos a bailar las tres, nos soltábamos y nos abrazábamos cogiendo el compás de la música entre risas y besos, el ambiente se calentó de tal manera que terminamos las tres desnudas haciendo el amor en los sillones.
Hicimos un trío maravilloso, éramos tres mujeres enamoradas a nuestra manera, entregadas a la mayor de las lujurias, dándonos placer de todas la formas imaginables como tan sólo sabemos hacerlo las mujeres. Fue un fin de semana inolvidable, las tres terminamos con las vulvas y los anos hinchados y un poco irritados de tanta actividad. Simplemente majestuoso.
Charo habló con su hermana explicándole el proyecto de la tienda de una amiga y que Ana iba a trabajar en esa Tienda, por lo que se tendría que quedar allí, y que iría a visitarles siempre que pudiera. Yo por mi parte también hablé con su madre diciéndole las condiciones de trabajo de Ana y el sueldo que cobraría, y la mujer quedó encantada.
Una vez ampliada la tienda, empezamos las tres a trabajar en la tienda, estableciendo turnos con distintos horarios de forma que siempre éramos dos las que estábamos allí.
Yo también alquilé mi casa, y me fui a casa de Charo donde vivíamos las tres juntas en trío, la gente no le dio ninguna importancia, y muchas personas aplaudían la idea, porque parecíamos una familia.
Fueron pasando los meses y teníamos una vida maravillosa, las tres éramos felices compartiéndonos, Ana y Yo compartíamos la misma habitación y hacíamos una especie de vida conyugal de pareja. A veces Charo y Ana hacían el amor ella solas, otras veces éramos Charo y yo, pero la mayoría de los encuentros eran haciendo un trío. Estábamos completamente satisfechas, y nuestra vida transcurría de forma plácida y sin altibajos.
Habían pasado ya cinco años, y nosotras seguíamos las tres amándonos y disfrutándonos, muy felices con nuestra vida laboral y conyugal. Hasta que cometimos un error mayúsculo y que fue el desencadenante del final que se cernía sobre nosotras y nuestra relación sin saberlo.
Las tres nos hicimos un pequeño tatuaje exactamente igual, en el interior de nuestro muslo derecho, cerca de la ingle y la vulva, era un corazón con nuestros nombres en el Interior Rosario, Angelines y Ana. Parece que era una simple tontería pero realmente no lo fue.
En una de las visitas de Ana a casa de sus padres en Gijón su madre se lo vio y le preguntó que significaba ese tatuaje, y sobre todo por el lugar en que estaba. Ana sorprendida no supo responderle, sino que le dijo que le había apetecido hacérselo, porque nos quería mucho a su tía y a mi y que nosotras a ella también. Que no tenía nada de malo. Ahí se quedó la cosa, pero creo que su madre no se quedó conforme. Pero bueno Ana regresó a casa y al cabo de tres meses Ana se fue de vacaciones 15 días a Gijón.
Un día estando en su habitación nos llamó para que nos conectáramos para que hiciéramos el amor virtualmente con ella porque necesitaba masturbarse pensando en nosotras. Quería que nosotras hiciéramos el amor para ella y así ella se imaginaría que estábamos las tres. Nos pareció bien y así lo hicimos.
Ella estaba preciosa semidesnuda incitándonos a nosotras, acomodamos la cámara para que abarcara toda la cama y ella pudiera vernos completamente, tenía los cascos puestos para oírnos a nosotras que nos entregamos a un polvo mágico para nuestra niña-mujer, mientras se masturbaba mirándonos, no se percató de que su madre había llamado a su puerta y que al no contestar entró a la habitación. La mujer se quedó pálida del cuadro con el que se encontró. Por un lado a su hija masturbándose viendo como dos mujeres mayores follaban. Y lo peor de todo es que esas éramos su hermana y la jefa de su hija, además vió que las tres teníamos el mismo tatuaje en el mismo lugar, en el interior del muslo derecho cerca de la ingle y la vulva.
La mujer se volvió loca, y empezó a gritarle a Ana, que era una enferma, que la habíamos pervertido, y lo peor era que como su hermana se había prestado a ello, que estábamos locas y que éramos un deshecho humano, además de unas pervertidas .etc. etc.
Ana intentó hablar con su madre para explicarle lo que ocurría, pero ésta no atendía a razones y le dijo que se marchara de su casa que no quería volver a verla más...
Ana regresó muy triste y avergonzada, ya no era la misma, no paraba de llorar, Charo y yo tratábamos de consolarla pero no había forma de tranquilizarla, tuvieron que administrarle sedantes. Su madre nos llamó y nos puso de vuelta y media, llamándonos de todo lo peor que se le puede decir a una persona. Charo y yo estábamos desconcertadas no sabíamos que decir, ni que hacer, había ocurrido lo que más nos temíamos que ocurriera y de la peor forma posible.
Charo, viajó a Gijón para tratar hablar con su hermana y su cuñado y explicarles la situación, pero ni siquiera la recibieron.
Cuando Charo tocó el timbre del portero automático, al identificarse su hermana le dijo que se marchara, que no la abriría ya que no tenía nada de que hablar con ella y que nosotras dos no éramos mujeres, sino que éramos dos demonios peores que Satanás, y que yo era el mismo diablo en persona por haberlas pervertido.
Así que Charo totalmente desmoralizada se regresó a casa y cuando nos lo estaba contando a Ana le dio un ataque de ansiedad, tuvimos que llamar a urgencias para que la pusieran un calmante para tranquilizarla. Fueron pasando los días y Ana no iba al trabajo se quedaba en casa, estaba muy triste. Una mañana llamó a su madre para hablar con ella, pero no sabemos lo que pasó, ya que cuando Charo regresó a casa yo me había quedado en la tienda un poco más, se la encontró tirada en el suelo y una caja de lorazepam totalmente vacía. Se había tomado todas las que quedaban en la caja que estaba casi entera porque se habían comprado pocos días antes. Charo llamó a Urgencias para que viniera la ambulancia y después me llamó a mí diciéndome lo que había pasado. Cuando llegué a casa la ambulancia ya se había marchado, pero a Charo el Doctor le había dicho que estaba muy grave porque llevaba varias horas inconsciente.
Desgraciadamente, Ana falleció a acusa de la sobredosis de Lorazepam, y Charo y yo totalmente derrumbadas de dolor. La madre de Ana me culpó solo a mí de ser la causante de la muerte de su hija, por haberla pervertido.
Yo que me encontraba muy mal por la pérdida de mi Ángel, todas esas acusaciones, además de la investigación judicial que se abrió por la muerte de Ana, y toda nuestra relación lésbica en boca de todos, ya que era la comidilla de toda la gente. Me miraban como si yo fuera un bicho raro, toda esta situación me sumió en una depresión horrible, de la que casi no recuerdo nada porque andaba como zombi, por las medicaciones tan fuertes que me suministraron... Lo poco que sé es lo que me ha contado Charo.
Cuando escribía esto, Charo me ha tenido que ayudar a recordar cosas y pasajes porque no las recuerdo muy bien, y que pueden ser inexactas. Este capítulo, apenas si tiene algo de erotismo, ya que no era esa mi intención. Sino terminar el relato y darle el final a una historia que empezó de una forma alegre y desenfada pero que desgraciadamente tuvo un final desgraciado e inesperado.
Pero gracias a Dios y a Ana, hoy estoy totalmente recuperada y tengo a una mujer maravillosa a mi lado, convertida en mi esposa que es mi bastión de apoyo y a sus hijos por comprendernos a su madre y a mí, y hacernos el camino más fácil a pesar de nuestra AMADA pérdida.
El Ángel que se cruzó en nuestro camino, para hacernos felices, al final regresó a su lugar de Origen “EL CIELO” dejándonos a nosotras con ese sabor amargo y agridulce.
Nunca te olvidamos, ni te olvidaremos ANA, te llevamos en el corazón, siempre tuyas Rosario y Angelines, R.I.P.
ANGI