Iniciación

Una chica decide iniciarse como sumisa de su amo esa tarde.

Mi esclava habia aceptado inciarse en la sodomidizacion, y por ello firmó un contrato donde declaraba que era entregada en cuerpo totalmente a mi para su placer.

Enseguida vino a mi apartamento para instalarse conmigo, y esa misma tarde, cuando hubimos ordenado sus cosas, empezó el ritual para convertirla en una sumisa.

Le enseñé la sala de preparación y la jaula donde debería permanecer la mayor parte del día.

Nos encerramos en la sala y le ordené desnudarse por completo, a continuación le enseñé una bandeja con todos los complementos que tenia que ponerse, era un collar de cuero con puas metalicas y 4 arneses negros de cuero que se ataban a cada extremidad con una argolla que estaba unida a cada uno de ellos.

Una vez mi esclava estuvo bien ornamentada, se tuvo que tumbar encima la mesa de aluminio de la habitación.La até a cada arnés de la mesa con la argolla de sus pies y tensé un poco para tenerla bien abierta.La observé durante mucho rato, muchísimo,mirando detalle a detalle de su cuerpo para adecuarlo al cuerpo de una buena sumisa.

Primero, la esclava debia ser afeitada en pubis y axilas, y con toallas y agua caliente lavé toda la zona genital.Acto seguido, con la espuma y la cuchilla afeité bien su pubis entero, girandola para repasar bien el ano y las axilas.Cuando la hube limpiado, realmente estaba preciosa, y no pude resistirme a sacarle unas fotos.

Acto seguido le expliqué bien que para poder ser sodomizada correctamente, debian ser anillados sus pezones; ella asustada, dudo, pero acabó afirmando con la cabeza.Con mucho cuidado, preparé mi pequeña máquina de anillar, y estimule su pecho derecho para que el pezón se erguiriera y se pusiera duro,y acto seguido, anille el pezón; ella gimió muy fuerte en sentir la perforación, pero la acaricié suavemente consonandola y diciendole que aquel era el unico camino hacia el éxtasis.Fui hacia el otro pecho, y con el mismo manual, una vez tuve el pezon duro , firme y salido, lo anillé.

Mi esclava estuvo una semana en la jaula reposando, y de vez en cuando, entraba para jugar con ella, afeitarla, lavarla y controlar la buena cicatrizacion del anillado.

Al cabo de una semana ella estaba preparada para recibir sus primeras torturas, de las cuales conseguiria espléndidos orgasmos.Fue cuando la invité a entrar en la nueva sala sorpresa que aun ella no habia visto: la sala de doma.Ahí, en focos rojos, habia todo tipo de artilugios de tortura, una pantalla de video, audiófonos y micrófonos

Primero la embadurné de aceite, masajeandola, y concentrandome en esos curiosos pezones perforados, que tan hermosos se veían.Era verano pero encendí la estufa a una temperatura muy alta para que empezaramos a sudar.

Iniciamos su primera sesión colocandola en la pared, atada a cada arnés que la sujetaban pegada a la misma pero sin tocar los pies en el suelo.Estaba hermosa en esa postura, enseñandome su cuerpo deseoso de recibir dolor y placer.

Olí su sexo.Esa olor de hembra me volvía loco, pero tuve que retenerme para no penetrarla allí mismo.Até su primera cadenita en los aros de los pezones y coloqué el micrófono fijo cerca de su boca, para poder grabar todos sus gemidos.Pronto estiré la cadenita para oirla gemir, y francamente, era delicioso oirla y verla.Volví a estirar y esta vez, junto con el aullido de gata se quiso retorcer en su posición.Me encantó ver ese cuerpo arqueado,esos pezones estirados y tensos, y empezé a acaricarla con mi mano, el pecho, el vientre y su vulva rasurada.Me puse la capucha negra y las botas, y empezé a azotarla con mi latigo de cuero, uno, dos, tres, asiiiii,ella jadeaba, jadeaba mucho, y todo esos gritos tan maravillosos se grababan en su primera cinta de cassete.

Cuando hube terminado con los azotes, la bajé al suelo.La mandé colocarse en la cama de cuatro patas, para que me enseñara su ano bien abierto.Cojí el consolador metálico, lo lamí y se lo introducí en su ano; primero su esfínter me impidió penetrarla, pero después le avise que si no relajaba el ano, recibiría castigo; entonces, ella, como ya una inciada perra, accedió y relajo el ano para engullirse aquel falo metálico.Una vez lo tuve dentro, empezé a follarla, y cuando saqué el consolador, le ordené que lo lamiera entero.Se lo comió como una buena sumisa.

Se había comportado suficientemente bien por ser su primera vez, y ahora llegaba la hora de complacer al amo.

Encendí el video y puse la grabacion de una de las torturas de una antigua esclava mía.Me senté con el miembro erguido y duro en la butaca, y ordené a mi zorra sentarse en mi, penetrando mi pene, de cara a la pantalla para poder observar el video.

Yo no podia ver la pantalla porque me tapaba la hermosa espalda i el culo de mi hembra, pero sabía perfectamente lo que ella estaba viendo, recuerdo que a Eva, mi antigua sumisa, la habia grabado cuando le estaba trabajando el clítoris en la camilla, le grabe su cara de satisfacción y tu sexo lubricando jugo mientras mis dedos y mi lengua trabajaban bien sus sexoo. Los dos oíamos los jadeos intensos de Eva en el video, y sabia que a mi hembra eso le encantava, y rapido empezó a acabalgar sobre mi, muy rapido, cada vez mas, mientras yo acariciaba las mejillas de ese culo tan hermoso que subia y bajaba delante mio, viendo como mi pene entraba y salia lleno, enseguida note la lubricación que su vagina regalaba en mi pene.Pronto, con el galope continuo, note pulsaciones en la vagina de ella, y desecadenamos en un orgasmo intenso y largo.

Después de la sesión, acompañé a mi yegua a la jaula, para que descansara, sabía que mañana tenia que estar preparada para recibir su segunda leccion del arte de la sodomidizacion. Esa misma noche, hize unas cuantas masturbaciones escuchando los gemidos de mi hembra en la cinta de cassete.