Ingresado en el hospital pero bien cuidado

Cómo un chico hetero que es hospitalizado y tras 15 días sin sexo necesita que le ayuden a descargar. Javi un enfermero muy majo le echará una mano con ese cometido...

La historia que voy a relatar es totalmente real. Me pasó hace un par de días, y aprovechando las tardes de aburrimiento en el hospital he decidido compartirla. Soy Marc por cierto. Algunos ya habéis leído alguna historia mía.

Antes que nada, voy a describirme un poco para que me conozcáis. Soy un chico que me considero hetero liberal. Con mi novia tenemos una relación abierta en la que hemos compartido tríos, intercambios y alguna orgía. Dentro de estas experiencias he compartido alguna experiencia soft con otros chicos, siempre dentro del morbo del momento.

Soy un chico de 31 años, alto, moreno, ojos verdes y soy muy guapo, la verdad. Muchas veces me dicen que me parezco al actor Jesús Castro (el actor de El Niño). A mi novia le vuelve loca mi boca, porque dice que es muy carnosa y mi mirada, a veces de niño bueno y a veces de golfo. Tengo buen cuerpo, a pesar de no tener ya 20 años, siempre he sido deportista y me conservo bien. Tengo buenos pectorales y abdomen liso. No marco ya todos los abs, pero aún tengo una buena V y se marcan las abs. Además, me gusta ir bien depilado, y sobretodo en mi zona genital. Tengo un buen rabo, de casi 20 cms y bastante grueso, y además suelen gustar mucho mis huevos.

Explicado esto, os pongo en antecedentes de la historia. A día de hoy estoy hospitalizado en una clínica privada de Barcelona. Os explico como he llegado aquí. Hace unas semanas quedé con unos amigos para ir en bici y luego aprovechar y hacer una barbacoa.

La mala suerte es que en la excursión, resulta que tropecé con una raíz y me caí de la bici. En la caída me golpeé en las costillas y me fracturé una. Me tuve que saltar la barbacoa para ir a urgencias, y verificar que todo estaba bien. Allí me confirmaron que todo estaba bien. Que necesitaba 10 días de reposo.

La mala suerte vino 2 días después, en que me encontré peor y me desmayé.

Al despertar estaba en urgencias del hospital. Por suerte en el momento del desmayo estaba con mi novia y mi hermano, y llamaron una ambulancia rápidamente. Cuando desperté, me hicieron las típicas preguntas para verificar que estaba bien, y me dijeron que me harían un TAC para verificar mi estado. Verificaron que tenía una hemorragia interna y que tenían que operarme rápidamente.

Me llevaron a urgencias, y allí me intervinieron. No sé cuantas horas pasaron. Me pusieron un tubito conectado a una máquina de drenaje para sacar la sangre acumulada. Pasadas unas horas me subieron a planta. Allí me alojaron en una habitación individual. Por suerte es una clínica privada y no tengo compañeros. Mi hermano estuvo conmigo toda la noche. No se separó ni un momento.

Deberían ser las 4-5 de la madrugada cuando me subieron. Iba entre morfinas y anestesias bastante jodido. Entraron en la habitación 1 enfermero y 2 auxiliares junto con el camillero y una enfermera que subieron de urgencias. Me cambiaron a la cama. Se acerco el chico. Era un chaval simpático y tendría unos 28-29 años.

Me dijo su nombre, Javi, y me presentó a las compañeras, Julia y Gisela. Yo iba bastante dolorido y sedado, por lo que tengo recuerdos fugaces, pero lo que sí que vi fue que el chaval estaba muy bueno. Era morenito, moreno de piel y muy buen cuerpo. Tenía algún tattoo que se dejaba entrever y la ropa de enfermero le quedaba como un guante. Además, era super simpático y me dijo que estaba para lo que necesitara que pulsara el botón.

A pesar de estar jodido, recuerdo que Julia y Javi estaban muy buenos. Les tuve que pedir que em ayudaran a quitar los pantalones tejanos que aún llevaba puestos y los calzoncillos para intentar orinar. Entre bromas, recuerdo a Javi diciendo a Julia, aprovecha y tírale la caña, que sino se la tiro yo. A ver cuántas veces puedes desnudar a un paciente como éste.

Al final me ayudaron entre ambos y me acercaron la botella de orinar. Les pedí quedarme a solas, incluyendo mi hermano. Recuerdo estar cómo 20 minutos intentando mear sin éxito. En una de estas entró Javi para preguntar como iba. Le dije que estaba meándome muchísimo pero que no lo conseguía. Recuerdo que traía algo en las manos. Me dijo que iba a ponerme una sonda porque tenía que expulsar la anestesia.

Nunca antes me han sondado, pero siempre he escuchado que es una putada. Le rogué que me dejara unos minutos. Se acercó y me dijo que nunca lo había hecho, pero que iba a mirar de echarme una mano. La cosa es que me estuvo sobando, colocando el pene por aquí y por allá y nada. Tampoco notaba mucho. En ese momento no malpensaba, pero a día de hoy, a la vista de los acontecimientos, creo que fue con segundas intenciones. La cosa es que finalmente meé por mis propios medios.

Han pasado unos 10 días desde que ingresé, y continúo conectado a esta máquina de drenaje, en la que me van limpiando y sacando la sangre acumulada para que no quede nada. En estos días siempre ha habido un familiar o un amigo de día y de noche conmigo. La cosa es que empiezo a encontrarme mejor y ya empiezo a tener ganas de sexo.

Ciertamente estoy muy cachondo porque hará como 15 días que no descargaba, y además a  mi novia la veo super poco porque viene y está muy poco rato y se vuelve a casa a cuidar de nuestra pequeña que nació hace unos meses. Le bromeé un par de veces con que me hiciera una mamada, pero no se dio el caso.

La verdad es que noto como las enfermeras me cuidan mucho y con un par empiezo a tontear con ellas. Les daría una follada impresionante aunque no puedo hacer mucho por mi estado.

Los primeros días, una de ellas, le pedí que me ayudara a asearme y joder como me puso la polla. Metí una empalmada, aunque ella siguió con profesionalidad y con naturalidad. Yo me disculpé a medias, con la esperanza que me hiciera un favor, pero no se terció.

Con Javi también fui cogiendo confianza. Él estaba por las noches, y cuando venía a traerme la medicación y tomarme la tensión, comentábamos sobre sus compañeras y lo buenas que estaban. Yo le decía que cuando estuviera bien, íbamos a marcarnos un trío Julia, él y yo. Pero sin más, en plan colegas nos veníamos descojonando y calentando. Y la verdad, es que lo del trío lo decía en serio. Tanto Julia, una rubiaza con unas tetas brutales como él, un morenazo marcadito y super simpático, estaban muy follables. Se lo llegué a comentar hasta a mi novia, aunque no estaba mucho por la labor.

La cosa es que esta noche era la primera noche en que no se quedaba nadie. Yo al estar conectado todavía a la máquina duermo con la bata de hospital, y sin nada debajo porque así para mear por la noche es más fácil.

La cosa es que esta noche estando solo en la habitación, tras traerme la medicación de la noche me he puesto cachondo y he empezado a hacerme una paja. Al estar totalmente desnudo de cintura para abajo, ha sido fácil agarrar mi pollón y empezar a subir y bajar la piel. Dios, qué escalofríos por todo mi cuerpo solo de subir y bajar la piel. Cuánta tensión acumulada de los días sin poder follar, ni siquiera pajearme. La cosa es que me he puesto tan burro que he quitado la colcha que recubre la cama, quedándome al descubierto. Acto seguido me he escupido sobre el glande y he empezado a jugar con mi mano sobre él. Bufff!!! He empezado a retorcerme del placer, a notar espasmos y un cosquilleo por mi columna desde la cabeza a los pies.

Se me ha puesto tan dura como una barra de acero. Notaba tanta sangre en mi rabo que me ha dado miedo hasta a perder el conocimiento. La cosa es que estaba en medio de esa paja dándolo todo. Serían las 12 de la noche cuando ha entrado Javi, el enfermero. Joder! Qué coño hace aquí? Pero sí a esta hora nunca entra Nadie. Ahora con lo que ha sucedido, me pregunto si lo habrá hecho a propósito? Si realmente tenía intención de pillarme si estaba así o de aprovecharse de mí y magrearme si estaba dormido?

La cosa es que me ha pillado de pleno. Con una mano en la base para bajar la piel totalmente, y con la otra jugando entre saliva y precum con mi capullo. No he tenido tiempo a taparme ni por asomo. Estaba en el momento más caliente de la paja. Solo me he quedado parado con la polla en la mano. He sentido parte de alivio al ver que era él, ya que siendo tío se escandalizaría menos.

Él al entrar se ha disculpado, Me ha mirado el rabo un buen rato, y finalmente ha subido la mirada a mi cara. Al ver que estaba rojo me ha dicho:

-          -Tranquilo Marc, que somos tíos y ya entiendo que al final uno tiene que desahogarse de alguna manera. Con tantas guarradas que hablamos ya es normal, jajaja!!!

La cosa es que venía como para mirarme tensión y temperatura. Yo algo extrañado porque ya me habían tomado antes. Mientras estoy intentando cubrirme lo incubrible. porque mi polla está tan dura q apunta al cielo y al hacer tantos días que no follo ni me pajeo, eso está duro como el acero. La cuestión es que estoy intentando taparme. Mientras él va haciendo y me dice:

-          Por mí no lo hagas. Puedes seguir a lo tuyo. Cómo si te cansas y necesitas una mano, me dices, jejeje!!! Cómo el primer día cuando no podías mear…Aunque bueno ahí no la tenías así de grande, jajajaja!

Me quedo loco. He oído bien? Empiezo a sospechar que su visita no ha sido casualidad, ni por temas médicos. Quizá viene a buscar lo que todas quieren pero ninguna se atreve a pedir. Viene a catar lo que todas hablan y les gustaría, pero no se atreven, porque saben que tengo novia. Y yo que en esa situación, con mi polla como está, me da igual una boca u otra qué hago? Además, el chaval está muy muy bueno, con el morbo añadido del traje de enfermero y del sexo en un hospital.

Me paro. Lo miro y le digo:

-          En serio? Jejeje. Hombre podrías decir a Julia o Nadia que se pasen ellas. Llevan días con las miraditas y me las empotraba a las dos. Dios, si mira como estoy, necesito follar ya, me voy a volver loco.

-      Cuánto llevas sin descargar? - me pregunta El enfermero.

  • Pues llevo unos 15 días, y estoy que me subo por las paredes ya - a todo esto, todavía con la polla en la mano sin cubrirla y como zarandeándola y demostrándole lo dura que está por esta situación, y mi desesperación por tener sexo.

Entonces sin decir nada me dice:

  • Bueno tranquilo, acabamos de seguida y así te dejo que puedas desahogarte. – me sentó como una jarra de agua fría. Pensaba que me echaría una mano, pero no.

  • Necesito que te tumbes, cierra los ojos y relájate que sino la tensión no saldrá bien.

Le hago caso dejando mi miembro suelto y mirando hacia arriba. Me tapo con el batín, dejando entrever la tienda de campaña.

Me pide que extienda el brazo y me pone el brazalete para la tensión y termómetro en el sobaco. Me dice que permanezca callado y que me relaje, para que la prueba salga correcta. Y empiezo a notar como la máquina de tensión empieza a apretar mi brazo.

Cuando de repente, viene mi sorpresa. Empiezo a notar un calor en mi capullo. Qué cosquilleo. ¿Qué sucede? Noto una sensación de placer infinito y noto como ese placer recorre todo mi miembro de arriba abajo y de abajo arriba. De repente abro los ojos y levanto levemente la cabeza y veo a Javi, el enfermero amorrado a mi rabo. Intento reaccionar pero él aprieta sus labios contra mi glande y me deja medio tonto, haciendo que mi cabeza caiga de nuevo sobre la almohada y cierre mis ojos.

Habrán pasado 10-15 segundos cuando consigo reaccionar y articular unas palabras:

-          Qué haces? - Consigo sacar fuerza y con una mano intento apartar su boca de mi polla. A pesar de tontear con algún chico en algún trío siempre ha sido en presencia de chicas y dentro del morbo del momento. Si estuviera Julia comiéndomela y él la ayudara sería diferente, pero con él a solas, a pesar que está muy bueno, me da reparo. A pesar que estoy cachondísimo, quiero follarme una enfermera, no esto.

Él, lejos de pararse. Pone la mano para pajearme y a acariciarme los huevos y aprieta sus labios en el sube y baja, mientras empieza a batirme el glande con su lengua. Joder intento empujar su cabeza para alejarla de mi rabo,  pero no puedo, lo hace tan bien que me quedo sin fuerzas de nuevo.

Buffff es que qué boca tiene. Cuanto placer. No puedo resistirme. Lo reconozco. Por mucho que intento negarlo y trasmitirle mi negativa, mi rabaco está en todo su esplendor, bien duro y soltando precum sin parar. En esta situación soy muy débil. Lo reconozco, tengo poco que hacer. Dejo de resistirme. Suelto su cabeza y sucumbo a tanto placer.

Ya soy suyo. Mi polla es suya. Levantó la mirada de vez en cuando y lo veo devorando cada centímetro de mi falo. Se detiene en mis huevos. Luego va subiendo el tronco, poco a poco. Joder me tiene a mil. No voy a aguantar mucho. Llevo muchos días sin sexo. Cierro los ojos imaginando que es Nadia, la enfermera de la mañana, o Julia, su compañera.

De repente me tensiono, mi respiración aumenta, me retuerzo a uno y otro lado… y alcanzó a decirle entre gemidos que me voy s correr.

Veo que sigue a lo suyo. Mi nivel de excitación aumenta. Noto como se acumula gran cantidad de semen a punto de explotar. Igual no me ha oído, y le insisto: - cuidado, que me corroooooo

Veo que no para, y yo no puedo hacer nada, estoy totalmente a su merced. Me dejo llevar por le mar de sensaciones. Esos escalofríos. Siento como un torrente de semen se prepara para salir disparado. Siento que me va a saltar hasta la cara. Se va a liar. Yo suelo eyacular cantidad y con fuerza. Tengo hasta miedo de marearme de tanto placer. Pero no depende de mí. Él sigue. No se detiene por nada.

Siento que gimo sin parar, me arqueo a la vez que me tensiono y aguanto la respiración!!! Noto como una avalancha de placer me inunda. Él aprieta con mayor intensidad su boca sobre mi capullo. Explotó. Una, dos, tres, cuatro y así hasta ocho o nueve veces. He perdido la cuenta. Solo noto que he soltado lefa como nunca. Y que su boca sigue pegada a mi polla. No se ha separado ni un momento, lo que hace que me retuerza con electrizantes shocks. Unas gotas se han derramado porque se ha salido por la comisura de los labios, pero que se afana por limpiar y tragar.

Sigue como medio minuto pasando su lengua y por mi polla. Yo sólo noto relajación. Un hormigueo de placer recorre todo mi cuerpo. Y sueño. Mucho sueño.

Abro los ojos y le miro, y sólo me sale un:

  • Buffff… que cabrón como la chupas Javi

Mientras acaba de limpiármela y va tragando las últimas gotas que salen rezagadas me dice:

  • Bufff vaya pollón tienes, que rico sabe. Que sepas que acabo de cometer una locura, y que me puedo jugar el puesto, pero es que estás muy bueno y no siempre se tiene un paciente cómo tú. Que sepas que soy hetero, pero me has dado mucho morbo y tenía que comértela.

  • jejeje, estaría bien no? - acabo de descargar pero sigo tan cachondo. No creo ni lo que acabo de decir. Imagino que con el subidón de adrenalina, la fantasía del sexo en el hospital y todo añado - yo no soy gay tampoco, pero es que voy muy cachondo. Sabes lo que me daría morbo. Ese trío con Julia jajaja…

  • Si me necesitas estaré toda la semana de noches. Me da mucho morbo que no te puedas defender jejeje. Igual tengo que darte ayuda diaria.  Si necesitas yo me ofrezco, eh?

  • Si te apetece, sabes que yo no me voy a mover de aquí, así que como si quiere servirte tú mismo, sin despertarme. Tendría su morbo que entres y te la comas hasta hacerme terminar sin que me entere. Eso sí me dejas una nota o algo o te grabas para enseñármelo luego, jejeje

No me creo ni lo que acabo de decir. Voy tan cachondo que ya estoy desatado. Javi se queda mirando y dice:

-          Míralo! Qué cerdo eres con la carita de niño bueno que tienes. Ya veré qué puedo hacer.

Se marcha de la habitación. No me creo todavía. Qué morbazo. Me cubro y me endormisco. De repente oigo un ruido y pienso, será el? Me quedo inmóvil unos segundos, tras los cuales abro los ojos y veo que no es nadie. La cosa es que sólo de pensar que igual era él de nuevo ya la tengo dura otra vez. Y aquí estoy, pajeandome de nuevo pensando en que venga mientras duermo para hacerme gozar.

Volverá???