Informe Contable

Aquí va otro, este es en la oficina, espero les guste, manden su opinión...!

Informe Contable

Me dirijo a tu escritorio para revisar el informe mensual que debemos entregar, mi reloj indica que el día está pronto a terminar, me miras con resignación y me dices "no creo que lo alcancemos a terminar hoy", tienes razón el trabajo es muy largo y nos tomará mas tiempo de lo previsto, ¿qué hacemos? Este trabajo es urgente para la primera hora de mañana, tenemos que quedarnos hoy hasta tarde, bromeo y con un poco de ironía te digo "por lo menos vamos a estar mas juntitos sin que tu pololo nos vea", tu maliciosamente sonríes y respondes con un ¡ya pesado!.

El reloj marca las 19:15, poco a poco las demás personas se van marchando, algunos de ellos bromean tras el hecho de que nos vamos quedando solos, de pronto entre tanto trabajo nos damos cuenta que todo está en silencio, yo me levanto por sobre los biombos que dividen los lugares de trabajo y te digo "nos quedamos solos", no termino de decir esto y una sensación extraña recorre mi cuerpo, tal vez por que deseaba un momento así, tu solo me miras y no dices nada, bajas tu mirada y me pides que continuemos con el trabajo, yo haciendo una leve caricia en tu espalda confirmo y me siento junto a ti para continuar.

Ya son las 20:15, te digo, vamos a servirnos un café, ya vamos me dices y al ponernos de pie nuestras manos se rozan levemente, yo te miro y veo que una leve sonrisa brota de tu rostro, en la máquina de café nuestras manos se vuelven a tocar al intentar tomar el azucarero, ahora esa leve sonrisa picarona se acompaña de una mirada de iguales características, yo aprovecho esto y acerco mi rostro al tuyo, así como buscando tu boca, tu me alejas poniendo tu mano en mi pecho pidiéndome que la corte, yo solo asiento con mi cabeza, caminamos hasta tu escritorio, nos sentamos a tomar el café, un silencio enorme nos invade, no sé que decir, ¿por qué será que por el chat no nos cuesta tanto hablar?, me dices, yo solo te digo que tal vez sea por el hecho de que no nos podemos ver el rostro y que la respuesta era la que nos daba a notar el estado de ánimo de la otra persona.

Ya trabajemos me dices, yo te miro y te pregunto si tienes ganas de trabajar, tu me dice que no queda otra, el trabajo es urgente, yo en forma burlona te digo que si nos queda otra, tu solo bajas la mirada, yo tomo tu mano y te miro a los ojos, esta vez tu me respondes con una mirada mas complaciente, me acerco a ti y te robo un pequeño beso, tu sonríes y te quedas callada, me acerco más y toco tu cintura, la rigidez de tu cuerpo me indica nerviosismo, relájate, te digo, ¿y si viene alguien?, a esta hora ya nadie viene para acá, respondo, pero esa idea de que alguien pueda vernos hace mas excitante este encuentro.

Hago mi silla hacia atrás, tomo tu mano y te acerco a mí, tu entre dudosa y tímida aceptas mi invitación, primero yo sentado y tú de pie, te inclinas un poco y me besas, yo te acerco mas y más, tu estabilidad se rompió, al perder el equilibrio caíste sentada sobre mis piernas, tu cuerpo se tensó aun más, pero ya era tarde, no podías dar marcha atrás, mis brazos te asían fuertemente, por un instante quisiste desligarte de esa situación, pero desististe, mi boca besando tu cuello terminó por romper tus defensas, de pronto te paraste, pensé que todo terminaría, pero que equivocado estaba, solo buscabas una posición más cómoda, te sentaste nuevamente en mi, esta vez cara a cara, toqué tus caderas, las cuales aferré con fuerzas intentando hacer más notorio el roce de tu sexo con el mío, pude darme cuenta que sentiste placer al comprobar que mi sexo estaba preparado para el amor, hace calor, me dijiste, y te quitaste tu chaqueta, yo besando tu cuello y tu boca comencé a desabrochar tu blusa, ¡puede venir alguien!, repetiste, pero no pusiste resistencia, tu blusa se abrió de par a par, tus pechos aparecían a la altura de mi boca, invitándome a besarlos, desabroché tu sostén, liberando a sus rehenes de su prisión y entregándolos a mi boca, los comencé a besar lentamente, suavemente con mi lengua comencé a rozar tus senos, luego con mis dientes apretaba dulcemente tus pezones, sin provocar dolor, solo placer, nuestros cuerpos aumentaban su temperatura lentamente, acaricie tus piernas, me entretuve con tus glúteos, apretándolos para dar así un mejor roce entre nuestros sexos, toque tu espalda, la cual ardía, nos besábamos con pasión, a ratos mordiendo nuestros labios, queríamos ir más allá, pero algo nos lo impedía, tu pantalón.

Cuándo tu pensabas que todo había concluido y comenzamos a besarnos mas tranquilamente, yo te puse de pié, yo aun sentado comencé a desabotonar tus pantalones, ¡no, para, para! ¿Estás loco? Nos pueden pillar, me dijiste, pero no te opusiste, yo continué con mi tarea, te despojé por completo de esa prenda tan molesta que se interponía entre nuestros deseos, tú, ya resignada y dejándote llevar por tus impulsos te arrodillaste frente a mí, desabrochaste también mis pantalones y los dejaste a la altura de los tobillos, me miraste a los ojos de una forma que me quemó, tu mirada decía más que mil palabras, suavemente asiste mi sexo entre tus manos, y lo comenzaste a besar, lentamente, un escalofrío de placer recorrió mi espalda, mi cuerpo temblaba por completo, la escena en si me excitaba de sobremanera, tú mirándome a mis ojos, entregándote al placer, luego, tomé tu mano y te puse de pié, tomé tu cintura y te senté en el escritorio, no sin antes botar todo los papeles que lo cubrían, me arrodillé frente a ti, mis intenciones te hicieron temblar, me aproximé a tu sexo húmedo por la batalla del roce entre nuestros cuerpos y la excitación provocada, primero lo besé dulcemente, miré a tus ojos y estos se cerraron por la excitación provocada por este primer contacto, luego lo bese nuevamente, lo recorrí por completo con mi lengua, de arriba a bajo, hurgueteando, buscando entregarte más y más placer, me entretuve en tu clítoris, esto aumento las pulsaciones de tu corazón, tu cuerpo se sacudió por completo, tu cintura comenzó a moverse al unísono con mis movimientos, aferraste mi cabeza con fuerzas, la excitación aumento a un punto tal que un gemido rompió con el silencio del lugar, sentí como tu cuerpo se retorcía entregándose por completo al placer, una serie de convulsiones de tus caderas y tus labios mordidos entre tus dientes me indicaban que un orgasmo de desató en tu cuerpo y no solo en él sino que también en tu alma.

Me reincorporé, me abrazaste y nos besamos, tomé tu cintura y apunté mi sexo hacia ti, entré dulcemente en tu cuerpo, hasta donde las circunstancias lo permitían, tu completamente de espaldas en el escritorio, entregada al placer, una y otra vez entré en ti, aferrado a tus caderas, tocando tus senos, gozándote por completo, no podía parar, la pasión era más fuerte, todo se desató, un torrente de amor llenó por completo tu cuerpo, nuestros gritos se unieron a la par, y terminé rendido sobre tu piel, besando dulcemente tus labios.

Por un rato nos quedamos así, el entorno y el lugar habían desaparecido, nos pusimos de pié, ordenamos nuestras ropas y el escritorio, intentando borrar las huellas de nuestro encuentro, no emitimos palabras, nuestras miradas lo reflejaban todo, miré la hora, ¡horror!, eran las 23:40, ¡vámonos!, ¿Y el informe?...

...al día siguiente nos llevamos una reprimenda por no entregar el informe, yo me acerco a tu escritorio y con voz burlona de digo: ¿terminamos el informe hoy en la noche?.