Infinita Soledad I, Segado por la ira

Esta es la historia de un chico que a pesar de estar rodeado de personas que lo quieren mucho piensa estar solo y sin nadie mas que el mismo, pero luego conoce a .... eh bueno mejor lo descubren ustedes mismos aquí les dejo Infinita Soledad...

Infinita soledad I, Cegado por la ira

¡Hola! Bueno este es mi primer relato, jejej sip después de tanto al fin me anime a escribir, no soy un experto escritor y mi ortografía no es la mejor así que de antemano les pido disculpen cualquier HORROR ortográfico o alguna falla de mi parte, sin alargarme más aquí les dejo esta historia.

P.D. por alguna razón no me dejaba subir el relato hasta ahora, espero que valga la penaJ

Desperté igual que todas las mañanas, esa sensación no se iba de mi pecho, nunca lo haría, pero aún no estaba preparado para todo lo que pasaría este nuevo año de mi vida. Si como se habrán imaginado, o tal vez no, hoy es mi cumpleaños.

Déjenme presentarme primero, mi nombre es Alexis, vivo con mi madre desde hace unos meses, bueno con ella y con mi padrastro. Como suele ocurrir la relación con él no es muy buena ¿típico no? En cambio mi madre y yo somos algo así como muy buenos amigos. Tengo 15 años. E bueno 16 hoy jeje aún no me hago a la idea, claro tampoco soy del tipo de personas que se emocionan porque  han cumplido otro año más de vida, cosa que no es la razón principal de su alegría, sino el saber que tienen un motivo por el cual emborracharse y olvidarse momentáneamente de que tan asquerosa puede ser su vida disfrazándolo todo con una celebración a la cual asisten en su mayoría personas que dicen ser amigos, pero que solo buscan el mismo fin, embriagarse.

Volviendo a mí en cuanto al físico no me considero la persona más hermosa del planeta, pero si he notado de vez en cuando ciertas miradas cuando estoy en la calle o alguno que otro comentario de mis amigas de que estoy guapo o cosas por el estilo. Si,  tal vez mi cuerpo tiene cierta musculatura y mis brazos están algo trabajados por el gimnasio pero bueno como ya dije no me considero muy apuesto que digamos. Mi cabello es color negro intenso al igual que mis ojos, varias veces al verme al espejo noto que no tienen ni un tipo de reflejo solo se asemejan  a una laguna con un fondo tan obscuro como su superficie. Ah,  como olvidarlo soy gay.

Después de salir de mi habitación al igual que todas las mañanas lo primero que hice fue ir a la habitación de mi madre como siempre lo he hecho desde que vivo con ella y me acosté a su lado para poder ver la tele, no es que en mi dormitorio no tenga una solo que ya acostumbre a hacer eso todas las mañanas, si lo se soy raro, pero así soy.

Al verme mi madre con una sonrisa dibujada en sus labios me dio la primera felicitación realmente verdadera de las que pocas que seguramente recibiría hoy; después de un rato volví a mi cama y encendí el ordenador para terminar ciertos deberes del cole que se supone ya tendrían que estar terminados.

Acostado en mi cama con la maleta lista y el tonto uniforme del instituto puesto escuche como sonaba la bocina fuera de mi casa, retrasado como siempre. Aníbal el chofer de algunas amigas y obviamente mío también, paso a recogerme, mire el reloj aunque no tenía que hacerlo ya sabía qué hora era 12:00  p.m.

Aníbal tarde de nuevo- dije mientras abría la puerta para subir y a la camioneta- No te quejes Alex siempre llegamos a tiempo, por cierto feliz cumpleaños. Gracias jaja te acordaste, claro si es no es por el Facebook de seguro se le olvidaba – Dijo Bárbara- Vi como a su lado Yissel soltaba una leve risa por el comentario de mi amiga y mientras tomaba mi lugar todas fueron felicitándome hasta que al fin logre acomodarme al final de la camioneta. Igual que siempre, pensé, mi vida una interminable rutina en la cual aún no lograba sentirme cómodo. Se preguntaran porque hasta el momento no he mencionado a ningún hombre en lo que estamos en la camioneta, pues es pura casualidad pero hasta el momento yo soy el único que viaja en ella rodeado de puras mujeres de distintas edades, la mayoría de ellas no se ven mal, el sueño de cualquier hetero pensé. El trayecto al instituto fue rápido, igual que siempre Aníbal lograba traernos a tiempo antes que los inspectores cerraran las puertas principales.

Aun no sé cómo lo hace le dije a Gene, ella mirando su reloj dijo 12:35 dos minutos más y nos quedábamos todos fuera, jajaja sería muy gracioso que todos nosotros estemos fuera y que Aníbal ya no estuviese, tendríamos que regresarnos en ómnibus; sería una tragedia, espeto Karen con un dejo de prepotencia en su voz, niña consentida al fin y al cabo dijo Bárbara a Yissel mientras estas reían frente a Karen a la cual no le molesto en lo más mínimo el comentario. Bueno chicas nos vemos a la salida no quiero llegar tarde tengo mates a la primera hora y ya saben cómo se pone Giovanni cuando alguien lo interrumpe por llegar tarde y levante mi mano para saludarlas mientras me dirigía a al salón de clases.

Asome mi cabeza para ver si el profe ya estaba en el salón pero la mirada y el cabeceo de Giovanna – mi mejor amiga – me dijo que estaba a tiempo y podía entrar, pase a mi lugar junto a ella y ahí fue cuando lo vi, el tipo que hace que esa sensación en mi pecho este ahí cada mañana, el que no deja de rondar en mi cabeza y hasta en alguno que otro sueño, mi mejor amigo, casi mi hermano Mike; el tipo del que por una horrible vuelta del destino me enamore.

El día paso como siempre, las felicitaciones por mi cumpleaños llegaron con cierta frecuencia por parte de amigos y algún conocido, nada nuevo, nada que llame mi atención, felicitaciones vacías y sin un verdadero significado para nadie más que Giovanna y mi madre, ya sé que les dije que  Mike es como mi hermano pero para el solo soy algo así como una fuente de información a la que él puede recurrir cuando le haga falta, un libro abierto que le ayuda sin pensarlo en sus deberes o cuando en las pruebas la situación se le complicaba. No piensen mal de él es una muy buena persona y en el fondo él me quiere como su amigo, pero a veces me hace sentir como su biblioteca personal.

Les describiré como es Mike así lo conocen mejor.  Su cabello es tan negro como el mío, su rostro perfilado, sus brazos y su cuerpo más trabajados que el mío, él tiene 17 es un año mayor que yo. Tiene unos ojos cafés rodeados por unas hermosas pestañas largas su personalidad es totalmente opuesta a la mía, mientras que él se pasa la vida “relax” -frase que el mismo usa siempre, la mayoría de las veces con migo- yo me la paso un poco más al tanto de lo que sucede a mi alrededor, es despistado por así decirlo- , es más alto que yo – de por si yo soy de una estatura que logra sacarle una cabeza a varios pero él me saca unos centímetros a mí, y él es totalmente hetero, lo cual lleva a mi problema principal.

Poco a poco los días pasaban algunos lentos otros rápidos, se fueron las semanas y a estas se les juntaron los meses. El dolor por Mike nunca se iría ya era parte de mí, verlo con otras era una tortura, en especial cuando se enamoró de esa chica de un curso superior, lo peor paso –al menos para mí- se hicieron novios oficiales, la noticia llego a mis oídos no por él, sino por unos amigos mientras estábamos en clases de deportes.

Ya saben en los vestidores se habla de todo un poco y en el de hombres los temas principales son el futbol, el baloncesto, los autos y las mujeres, ninguno de estos temas me atrae más de lo necesario a excepción del baloncesto, así que los sobrellevo bien, claro sin aportar mucho.

Al oír por el idiota de Marvin que solo jodía a Mike diciéndole que ya no estaría libre para otras yo sorprendido pregunte en broma ¿Por qué no estarás libre Mike o es que ya tienes a tu amarre?, el me vio un poco apenado pero Edu no reparo en decirme todo mientras Mike lo miraba un poco distraído  -que novedad-  yo simplemente no supe que decir, mucho menos que hacer el seguro noto la expresión de mi rostro porque me pregunto si pasaba algo, yo no me sentí indignado, estaba furioso. Sentía como  la tristeza iba apuñalo mi corazón en forma de una daga de hielo que lo congelo por completo.

Termine de vestirme lo más rápido posible así podría salir sin que notaran como mis ojos tomaban un brillo el cual adquirí gracias a la fina capa de lágrimas que se asomaban, pero no las dejaría salir, nunca frente a ellos, nunca frente a él.

Por alguna razón sentí que necesitaba explotar y dejar que mi rabia tomara el control, se supone que es mi mejor amigo, ¡mi hermano! ¿Porque no me lo dijo?, claro la única respuesta que me susurro esa maldita vos en mi cabeza fue tu no le importas y lo sabes solo eres su medio para obtener información, para el no vales nada. Esa voz fue el detonante, durante toda la clase de deportes no pare, las diez vueltas que dábamos al principio a la cancha las convertí en 30  e incluso termine primero que muchos que aún no terminaban las 10, los estiramientos, los calentamientos; todos y cada uno de los ejercicios que el profe ordenaba yo los hacía con una velocidad que hasta a mí me sorprendió luego, simplemente estaba quemando toda esa rabia así nadie terminaría soportando mi mal humor, pero parecía no tener fin al momento de la competición que siempre hacíamos al final de la clase elegimos el baloncesto en parejas, era como el baloncesto normal solo que jugábamos en parejas, 2 por cada equipo. El profe llamo por lista y formo las parejas, el descontento se presentó en el rostro de más de uno pero nadie podía reprochar.

La vida es asquerosa pensé, cuando Mike quedo justamente en el equipo con el que yo debía enfrentarme y para mi desgracia él estaba con Pablo en el mismo equipo, esos dos son los mejores compañeros a la hora de los deportes nadie puede ganarles, y para hundirme más Héctor, el flojo y debilucho cerebrito quedo con migo.

Mike y Pablo nos miraron como diciendo esto será rápido les ganaremos enseguida, odiaba sentirme inferior. Mi rabia volvió a fluir, termino encendiendo todo mi cuerpo nuevamente, las energías que pensé ya no tenía volvieron. El estorbo que tenía como compañero tomo el balón, pero eso no duro mucho Pablo se lo quito antes que el lograra siquiera hacerlo rebotar 2 veces, el primer punto a su favor, anotaron a 30 segundos de haber empezado. Los gritos de nuestros compañeros no se hicieron esperar ovacionando la proeza de Pablo y riéndose de mi mala suerte por estar con el inútil de Héctor. Esta vez me tocó el balón a mí. Estaba totalmente segado y concentrado en mi objetivo cuando Pablo quiso repetir su anterior movimiento lo esquive sin problema alguno, luego Mike se paró en frente de mí, esta es mi oportunidad, pase el balón entre sus piernas y mientras yo ya estaba detrás suyo recuperándolo el apenas pudo reaccionar a mi movimiento por lo cual anotar se mi hiso relativamente fácil. El partido continuaba solo quedaban 5 minutos, cuando Héctor tenía el balón yo no esperaba a que Pablo o Mike se lo quitaran, yo mismo lo hacía y luego arremetía contra ellos para poder anotar. El partido termino, el marcador 13 a 15, sorprendentemente había ganado.

Cuando escuché el silbato del profe indicando el fin del partido apenas y me percataba de lo que yo mismo acababa de hacer, ganarle a Mike y Pablo. Cuando ellos están en el mismo equipo era casi imposible y mucho más si solo tú prácticamente eres el equipo contrario. Silencio, miradas incrédulas, lo único que vi a mi alrededor; incluso el mismo profesor estaba atónito con el suceso, es que no solo cargue con mi equipo, por así decirlo, en los hombros sino que incluso había ganado.

Mike se acercó a mi tendiéndome su mano con una sonrisa de satisfacción y orgullo hacia mí, en cualquier otra ocasión la habría estrechado con gusto solo para sentir el rose de su piel, pero esta vez era diferente aún tenía algo de enojo por no decirme nada de Melissa, su novia, el solo pensarlo me atormentaba haciendo que mi corazón y mi pecho se contrajeran lo suficiente como para que me doliera. No lo pensé dos veces, la clase ya había terminado, pase de él y tome mis cosas fui a los vestuarios y antes que alguien llegara yo ya me había duchado y cambiado, no quería verlo ni a él ni a nadie más, aún tenía un poco de ira contenida.

El ultimo timbre sonó indicándonos a todos el fin de las clases, Giovanna se me acerco después de recoger sus cosas y me dijo que la compañera al baño, sinceramente no tenía ánimos para nada pero ahí estaba ella frente a mí con su cara de estúpida que me hacía no poderle negar nada.

Es que si no fueses mi mejor amiga Gio te mandaría a la mierda, ella solo soltó una risa por mi comentario haciendo que mis labios se contagiaran un poco de su sonrisa, Mike se nos acercó y cuando este se paró a mi lado con su brazo en mis hombros me zafe casi al momento en que este toco mi piel, Gio me miro extrañada y Mike, bueno su cara de sorpresa no era tan diferente a la de mi amiga.

Me disculpe con ella diciéndole que Aníbal llegaría pronto y no podría acompañarla, así que tome mis cosas y salí lo más rápido posible del salón.

El viento trajo a mis oídos una frase que hiso que me parara de golpe para luego seguir caminando. Gio no sé qué le pasa a mi bro, ha estado muy raro desde que estábamos por empezar la clase de deportes -escuche mientras él decía ese apelativo con el que siempre se refería a mi “bro”- Nuevamente las lágrimas empezaron a agolparse en mis ojos pero decidí guardarlas para después.

Esa noche no pude dejar de pensar en él, es que simplemente me dolía y punto, yo ya estaba acostumbrado a verlo con otras pero no eran más que juegos y no pasaban de besos y abrazos, pero ¿enamorarse? ¡Él nunca había estado enamorado de alguien! ¿Cómo sé que estaba enamorado?, es muy simple, una vez él me había dicho que no quería novias porque esas cosas eran relaciones pasajeras y nunca pasaban de unos meses, puede que un año, que el solo tendría algo serio cuando se enamorara de verdad.

Cuando logre conciliar el sueño su rostro no dejo de atormentarme, al principio todo fue como siempre lo eh deseado el abrasándome diciéndome que me quería yo con mi cabeza recostada a su pecho sintiendo su corazón y acompasando mis latidos con los suyos, luego él tomaba mi rostro y lo besaba con ternura y pasión a la vez su lengua invadía mi boca abrazándose a la mía, explorando cada parte de ella. Mis brazos bajaron desde sus hombros amasando sus fuertes bíceps, su playera me estorbaba a estas alturas así que prácticamente se la arranque casi sin interrumpir nuestro beso que ya solo era de pura lujuria, el no espero mucho e hizo lo mismo con la mía.

Ya nos faltaba el aire ambos jadeábamos la excitación entre ambos cada vez era más intensa nos separamos unos instantes para recuperar el aliento, pero mi boca quería más así que baje hasta su pecho y comencé a mordisquear levemente sus pezones robándole gemidos de placer que me ponían más. No lo soporte tome sus jean y junto con sus boxers los baje de golpe asiendo que sus 20 cm saltaran a mi vista no lo pensé dos veces le di un lametón desde la base a la punta de su glande lo cual hiso que gimiera aún más fuerte, el tomo mi rostro y me levanto del suelo para volver a posar sus labios sobre los míos comenzando nuevamente con un beso que volvió a dejarnos sin aliento. Comencé a bajar nuevamente recorriendo con mi lengua los canales que se formaban en su tableta hasta llegar nuevamente a ese trozo de carne de un tamaño y grosor que era simplemente envidiable para cualquiera, volví a lamerlo como la vez anterior solo que esta vez desde sus huevos, luego lo tome desde la base y empecé a mamarlo con una maestría llevando a Mike a la gloria entre gemidos que parecían gritos de puro placer, indicándome el buen trabajo que estaba haciendo.

Ya no lo soporto más estoy que me corro para por favor Alex, me dijo mientras hacía que me levantara del piso, volvió a besarme pero esta vez no me invito a bajar, me acostó suavemente en el suelo mientras él se posaba sobre mí, con su mirada pidió mi permiso, yo capte al instante y solo asentí levemente. El tomo una de mis piernas y la levanto sobre sus hombros, y luego sentí como su falo empezaba a invadir delicadamente mi virgen culo el dolor al principio se hiso presente, después de todo era mi primera vez, cuando por fin introdujo la cabeza se detuvo y me miro a los ojos esperando a que se me pasara el dolor. ¿Quieres que pare? -Pregunto- ¡No! Por favor no lo hagas, casi le rogué, el solo me miro y empezó a penetrarme nuevamente de una forma tan suave y delicada que prácticamente no me percate cuando ya lo tenía todo dentro de mí. Él se detuvo nuevamente me miro algo jadeante y espero nuevamente a que me acostumbrara a él, yo no lo soportaba mas quería que me follara aun así terminara partiéndome en dos, lo quería a él y eso me hacía desearlo con locura.

Empecé a moverme haciendo que Mike gimiera con fuerza, definitivamente mi estrecho agujero le estaba dando el placer que yo quería darle, luego el capto mi iniciativa y empezó ese mete y saca que me hacía gritar de puro placer, yo estaba en el cielo sus embestidas se hacían cada vez más fuertes, el dolor había sido reemplazado totalmente por el deseo de sentirlo.

Más duro por favor, no me importa si terminas partiéndome, dame más duro. Le rogué,  el no esperó a que continuara y empezó a embestirme frenéticamente. Cambió de posición me hiso ponerme a cuatro patas ya sus gritos y los míos estaban sincronizados el placer y la lujuria era lo único que teníamos en mente. Sin necesidad de tocarme me corrí, la descarga hiso que mi esfínter se contrajera lo cual provoco que Mike se corriera casi segundos después llenándome totalmente de su lefa, ambos caímos rendidos yo en el suelo el sobre mi aun con su polla dentro de mí. Un ruido termino sacándome abruptamente de mi sueño.

Gracias por leer mi primera historia, por favor comenten y díganme que les pareció. Sé que tengo que mejorar mi ortografía, espero con el tiempo lograrlo, si tienen alguna critica positiva o negativa estaré mas que feliz de leerla en sus comentarios así que no duden en dejarlos. Los veo en el próximo relato si es que me animo a seguir, todo depende de si les guste o no.