Infierno (07: Al amanecer)

Poco a poco el temor se va acercando a las chicas. Cuando las salvadoras son las víctimas ¿quien ira a su rescate?

Infierno.

Cap 7 "Al amanecer"

-"Desde siempre existía en mi un sordo tormento-como un presentimiento-como si me hubieran quitado algo y como si mi vida hubiera recorrido un largo camino al borde del camino, como un sonámbulo…"-

"El Golem" Gustav Meyrink.

Templo Hikawa.

Tokio Japón.

6:30 am

Aquella mañana Rei Hino, Sailor Mars, despertó más temprano que de costumbre. Sus ojos estaban hundidos é irritados a causa del insomnio recurrente que le asediaba hacia ya tres días. Sin mencionar los punzantes dolores de cabeza le impedían pensar con claridad. Con muchos trabajos se levanto de la cama y corrió las cortinas de su ventana para contemplar el amanecer, uno de los pocos placeres que aún podía disfrutar, luego tomo algunas cosas de su tocador y salió hacia el cuarto de baño, donde paso un largo rato en la tina de agua caliente para reconfortar su cuerpo. Después, siguiendo con su costumbre, la joven se puso su kimono de sacerdotisa y acudió a orar un poco ante la hoguera sagrada del templo antes de partir a la escuela.

La suavidad de los rayos del sol, filtrados por las copas de los árboles, acarició su piel blanca, mientras su mirada seguía con deleite los gráciles movimientos de los pájaros surcando los cielos. Hubiera podía quedarse así por horas. Envidiando la paz que emanaba las aves en vuelo... esa paz que ella últimamente no encontraba, aterrorizada por sueños cargados de recuerdos enterrados. Rei, sacudió la cabeza para echar de su mente esos pensamientos, recordándose a sí misma que debía encarar aquella situación, tal y como les había dicho a sus amigas que lo haría. Con eso en mente siguió su camino hacia el templo y entrando en el se coloco frente a la gran hoguera, adoptando la posición de rezo al tiempo que recitaba algunos cantos ceremoniales.

No obstante, esa mañana, su meditación se vio perturbada por dolorosos recuerdos que se desbordaban en su mente como un caudal de aguas oscuras. Tan oscuras como aquella noche

<< Flashback

-Mamá, ¿Es verdad que mañana iremos a ver a mi abuelo?-pregunto la niña emocionada. Mientras extendía los brazos para que su madre pudiera ponerle la pijama.

-Es cierto.-

-¿Me vas a vestir bonita?-

-Si…-en ese momento la niña noto algo extraño su madre, una gruesa lágrima que surcaba por su mejilla, sin embargo, su madre pareció no darse cuenta y tomándola del piso la puso frente al tocador.

-Ahora pórtate bien. Mañana voy a vestirte como la princesa más hermosa de la tierra.-

-¿Y de Marte?-dijo la pequeña aún más emocionada. La madre miro a su hija extrañada, pero al final solo sonrió.

-Y de Marte.-dijo para complacerla. En ese momento una voz se dejo escuchar en al casa, casi con la misma violencia de un relámpago.

-¡Sayaka!-ambas se estremecieron al escuchar aquella voz masculina proveniente de la entrada principal.

-Hija quédate aquí… y por favor no vayas a bajar…-la pequeña asintió y se quedo de pie sobre su cama, abrazando a su osito de felpa, mientras su madre salía de la habitación y en silencio, casi con cautela, bajo por las escaleras. De inmediato descubrió la figura de un hombre, de espaladas al pie de la escalera, hablando por teléfono.

  • Soujirou… Bienvenido a casa.-dijo ella al tiempo que hacia una reverencia para su esposo. El se dio la vuelta y la miro despectivamente, mientras le pasaba la vista de arriba abajo, luego sonrió, pero su risa era claramente fingida, carente de sentimiento alguno.

-Sayaka… Esposa mía… que gusto verte.-dijo mientras colgaba la bocina del teléfono. Luego se acerco a ella con el propósito de darle un beso en la boca pero su mujer se aparto. El sonrió aún más y la tomo con fuerza por la barbilla para obligarla a acceder a sus deseos, ella ya no pudo hacer nada, estaba acostumbrada.

-¿Con quien hablabas?-pregunto su esposa apenas él se aparto, sintiéndose repentinamente inquieta.

-Con Toguro.-le respondió él mientras se aflojaba un poco la corbata de su cuello.-Solo quería avisarle que llegaremos un poco tarde.-

-¿Tarde? ¿A dónde?-

-A su casa por supuesto. ¿No recuerdas que nos invito a su fiesta de aniversario?-

-Yo… lo olvide.-dijo ella mintiendo, pues sabía que su esposo no le había dicho nada, solo quería mortificarla, como siempre.

-Tan torpe como siempre ¿verdad querida?-

-No creí que fuera importante.-le respondió casi cínicamente. El la miro fijamente mientras una sombra le pasaba sobre el rostro.

-Te doy diez minutos para que te arregles, esta noche quiero que luzcas más hermosa que nunca.-el trato de robar otro beso de su esposa, pero esta le esquivo graciosamente y volvió a subir a su recamara. Sayaka fue lo más rápido que pudo hasta sus habitaciones, escogió lo primero que encontró en su armario. Un conjunto de dos piezas: una falda negra de tela delgada, larga hasta los tobillos, que hacía juego con un top muy elegante que solo cubría la espalda con delgadas tiras negras. Unos zapatos de tacón alto también de color negro.

Ató su cabello en una trenza que le llegaba hasta la cintura. Fue al baño y se maquillo lo mejor que pudo frente al espejo. Lo primero que vio fue fueron las marcas de las manos de su esposo aún no se borraban del todo, dio un suspiró de resignación y se dispuso a maquillarse, pero de pronto se detuvo. Aquella inquietud la asalto de nuevo, más fuerte que antes, por un momento se quedo quieta observando su imagen en el espejo. Al final trato de no prestar atención a su intuición, algo que su esposo había logrado imponerle.

-No vayas con él mamá.-dijo su hija, con una voz extrañamente firme, apareciendo a sus espaldas.

-¿Qué dices Rei?-pregunto Sayaka sorprendida.

-Papá quiere lastimarte… Por favor no vayas con él.-Rei aún estaba hablando cuando su padre entro en al habitación y por desgracia había oído todo.

-¡¡Mocosa del demonio¡¡-¡¡¿Cómo te atreves a decir semejantes estupideces?!!- ?!!-grito Soujirou con el rostro contrito en una mueca de sorpresa, odio y… ¿miedo? Sayaka apretó a Rei contra su pecho, temerosa de la reacción de su esposo.

-¡¡No vayas mamá!!-grito Rei abrazándose con fuerza al cuello de Sayaka, mientras rompía a llorar con todas sus fuerzas.

-¡¡¡CALLATE DE UNA VEZ MOCOSA DEL DEMONIO!!!-bramo Soujirou al tiempo que levantaba su mano para golpear a la pequeña.

-¡Eso no!-dijo Sayaka levantándose como una leona lista para la lucha.-¡No permitiré que golpees a Rei! ¡Es solo una niña!-

-¡Una niña mimada y mentirosa!-

-Yo no digo mentiras.-pronuncio la pequeña con temor.-El abuelo dice que yo…-la niña no pudo decir más pues su madre, tarde ya, le cubrió la boca con su mano.

-¿Mi padre? ¡Debí imaginarlo!-espeto Soujirou esbozando una despectiva sonrisa, que más bien semejaba una mueca de asco.-¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no dejes que mi padre le llene la cabeza a Rei con sus supersticiones?!-Sayaka no le respondió, su mente estaba ocupada buscando la forma de parar aquella discusión antes de que las cosas se salieran de control; por nada del mundo quería que Rei estuviera presente si Soujirou llegaba a golpearla, como era su costumbre. Así, solo le quedo algo por hacer.

-¿Vamos a seguir con esto toda la noche o vamos a ir a la fiesta de Toguro?-dijo mirando desafiante a su esposo, sabía que esas fiestas eran donde Soujirou hacía sus tratos más importantes con vistas a obtener algún ascenso en su carrera política. Tal como lo esperaba, su marido miro el reloj de pared y mascullando una serie de maldiciones salio de la recamara.

-Te espero en el auto…-fueron sus últimas palabras antes de salir. Sayaka dio un suspiro de alivió, y se dispuso a acostar de nuevo a Rei. Esta no obstante se negaba a soltarla.

-¡No vayas mamá!...-

-Tranquilízate Rei. Nada malo va a pasarme.-

-Pero yo lo vi mamá. Te juro que no estoy mintiendo.-la determinación de la pequeña hizo que Sayaka se estremeciera. Pero aún así, su decisión estaba tomada.

-Te prometo que nada malo va a pasarme.-dijo mientras depositaba a su hija sobre la cama.-¿Acaso tu abuelo no te ha dicho que a veces "nuestro don" puede fallar?-

-Si… pero…-

-Entonces no te preocupes. Tu padre es muy gruñón y grosero, pero no es un hombre malo.-

-¿Estas segura?-

-Claro que si.-dijo Sayaka mientras acomodaba las sabanas de su hija.-Mañana veras que yo tengo razón.-sin decir más, la mujer camino hacia la entrada y apago la luz antes de salir.

-Hasta mañana Rei.-dijo lanzándole a su hija un beso desde el umbral.

-Adiós mamá.-respondió la pequeña antes de ponerse a llorar de nuevo.

<< Fin de flashback

-Mamá.-murmuro Rei al tiempo que una gruesa lágrima resbalaba por su mejilla. En ese momento una voz familiar la saco de su concentración.

-Señorita Rei. El desayuno esta servido.-dijo Nicolás desde el umbral del salón. La princesa de Marte se puso de pie y sin decir nada salió hacia su casa sin mirar al joven ayudante. Este la vio caminar como una sonámbula, y desde luego noto el color rojizo en sus ojos, intrigado se rasco la cabeza tratando de imaginar que era lo que estaba ocurriendo con ella y con su maestro. Pues desde hacía días ambos parecían sumidos en profundas reflexiones y apenas le dirigían la palabra. En el comedor de la casa Rei, su abuelo y Nicolás, se sentaron en torno a la mesa y tomaron un desayuno ligero a base de pescado, pan, café y néctares de fruta. Esa mañana, contrariamente a lo normal, todos estaban muy silenciosos. Finalmente fue el abuelo de Rei rompió el silencio.

-Nicolás. ¿Podrías encender el televisor?-aquella petición era inusual pero ya nada podía sorprender al joven discípulo.

-Desde luego Sempai.-dijo el joven levantándose de su asiento para accionar el botón de encendido. De inmediato la pantalla se ilumino y la imagen de una reportera apareció en ella.

-"En otras noticias: Esta madrugada arribo a nuestro país, procedente de Londres, el embajador Soujirou Hino, acompañado de su segunda esposa y su hija. A su llegada concedió una breve entrevista donde aseguro que su regreso a Japón no tiene otro propósito que pasar aquí su luna de miel. No obstante, se rumora que estará presente cuando su partido elija a su candidato para competir por le cargo de Primer Ministro en las próximas elecciones…"-

-Vaya tipo.-comento Nicolás tratando de romper el silencio. Pero sus palabras no llegaron a oídos de Rei, ya que esta se levanto de la mesa y se marcho precipitadamente. Desconcertado el joven miro al viejo sacerdote.

-No preguntes muchacho.-fue lo único que le dijo antes de levantarse y salir también del comedor.

Extractos del "Japan Time." 06/04/05

Más de 1000 personas protestan frente al departamento de policía de la ciudad de Okayama.

Una fuerte protesta entre los vecinos del barrio de Okino se desato al conocerse la desaparición de la niña Gigi Ishijara, de 10 años de edad ocurrida ayer por la noche. Según declaraciones de su padre, el eminente veterinario Robin Ishijara, la niña en compañía de su esposa salió de su casa a las 6:00 pm para asistir al festival nocturno que anualmente se celebra en esa ciudad. Se suponía que volverían a las 10, pero nunca regresaron. Cabe destacar que la desaparición de la pequeña Gigi podría estar relacionada con otras tantas que se han dado en esa ciudad a lo largo de los últimos 6 años. Las autoridades ya están trabajando en el caso.

Expediente clínico de Serena Tzuquino. Atendida en el Hospital General de Tokio.

Nombre: Serena Tzukino.

Edad: 16 años.

Estado actual: Coma profundo.

Observaciones: La paciente presenta un estado comatoso sin causa aparente. No se observan lesiones internas ni externas. Sistema circulatorio: Normal. Sistema nervioso: Normal. Su encefalograma muestra una actividad inusual, sin causa aparente, en el lóbulo temporal.

Diagnostico: ?????

Tokio.

7:00am

Como cada mañana, desde que su padre le diera noticias del concurso de talento, Mina tomo la nota con las instrucciones y volvió a leerlas una vez más. El día 13 estaba solo a una semana de distancia y tenía que prepararse lo mejor posible. Sin mencionar el hecho de que debía encontrar la forma de convencer a su madre de que sueño era algo factible y no una perdida de tiempo.

Sin embargo, al día siguiente la princesa de Venus se llevo una desagradable sorpresa cuando bajo a desayunar. Para empezar su madre estaba vestida de una manera demasiado formal, tomando en cuenta que normalmente se quedaba en casa toda la mañana haciendo sus quehaceres domésticos.

-Buenos días.-saludo la joven rubia tomando asiento frente a la mesa.

-Buenos días hija.-le respondió su padre oculto detrás del periódico de la mañana, la princesa de Venus noto un cierto nerviosismo en su voz, pero no le dio demasiada importancia. Su madre solo le lanzo una mirada de reojo y continuó sirviendo el desayuno.

-Gracias por la comida.-dijo Mina al terminar con el último bocado de arroz y pescado, para luego levantarse y tomar sus cosas para la escuela. Pero esa mañana la voz de su madre la detuvo en seco.

-¡Espera un momento Mina!-le dijo mientras se ponía de pie.-Te llevare a la escuela.-Mina miro extrañada a su madre, pues desde sus días en la primaria Kaoru no había vuelto a llevarla hasta la escuela.

-No te molestes mamá.-le dijo Mina esbozando una sonrisa.-Aún es temprano y….-

-¡Dije que voy a levarte a la escuela!-le ratifico su madre en un tono autoritario que no dejaba lugar a discusión. La princesa de Venus no tuvo más remedió que subir al coche de su madre y permitir que la llevara al colegio. Por el camino ninguna de las dos dijo una sola palabra, pero cuando llegaron frente a la preparatoria Jubba Mina no pudo contener su curiosidad.

-Hacia mucho que no me traías a la escuela mamá. ¿Por qué ahora?-le pregunto directamente.

-Te conozco muy bien Mina.-le respondió Kaoru sin voltear a verla.-Eres obstinada y se que no estas de acuerdo con la decisión que tome. Así que desde ahora y hasta que termine ese dichoso concurso al que te inscribiste voy a asegurarme de que llegues a la escuela.-

-¡QQQQUUUUUEEEEE! ¡Eso no es justo!-exclamo Mina indignada.- ¡¿Por qué me haces esto mamá?!¡Yo no he hecho nada malo y además ya no soy una niña!

-¡No voy a discutir esto contigo Mina!- le respondió Kaoru subiendo el volumen de su voz. Todo su cuerpo estaba tenso y sus manos se aferraban con tal fuerza al volante que sus nudillos se pusieron pálidos como la cera.-¡Tu padre pasara por ti después del trabajo! ¡Ahora vete!-Mina no pudo soportar aquel trato y sin pensarlo se bajo del vehículo cerrando la puerta de un sonoro golpe que atrajo la atención de todos los que pasaba cerca. Kaoru encendió le motor y se alejo dejando a su hija con el corazón roto.

-No es justo.-se dijo a si misma la princesa de Venus con los ojos llenos de lágrimas.-¡NO ES JUSTO!-

Extracto del "Herald of Büdhaven." 07/04/05

La policía local sufrió un duro golpe esta mañana cuando dos de sus oficiales fueron brutalmente atacados en el barrio marginado de Red Hook.

Según reportes del departamento de policía de Büdhaven esta mañana a la 1:20am, los tripulantes de la patrulla 61 pidieron refuerzos para detener a un grupo de asaltantes para luego desaparecer por más de 3 horas. No fue sino hasta las 4:10 am que la policía pudo localizar, vía satélite, a la unidad 61 en el barrio Kurdo de Red Hook; estacionada a un lado del vehículo que estaba perseguía según su último reporte. De inmediato se peino el área en busca de los oficiales hasta que al fin los investigadores entraron a una antigua iglesia abandonada en cuyo interior fueron hallados los cuerpos de la oficial de policía Johann Parker y de otro integrante de la banda de asaltantes, ambos brutalmente mutilados y colocados en obscenas posturas sobre el altar mayor. También encontraron gravemente herido al oficial novato Richard Grayson, único sobreviviente, quien fue trasladado de emergencia al hospital general de la ciudad, donde su estado se reporta como extremadamente grave.

Roma Ciudad del Vaticano.

6:00am

Los apresurados pasos del sacerdote resonaban como truenos en los desolados pasillos del palacio de San Carlos, su rostro estaba terriblemente pálido y sus manos le temblaban de manera compulsiva.

-Debo dar aviso… debo dar aviso.-se decía mientras obligaba a sus cansadas piernas a continuar la marcha, cuando normalmente tendría que haberse detenido a descansar varias veces en un trayecto tan largo. Era el inconveniente de pasar casi 100 kilos. Finalmente llego a su destino y sin importarle la hora comenzó a golpear con fuerza la puerta de aquella habitación.

-¡Dom Gabriele!... ¡Dom Gabriele!... ¡Despierte por favor!-

-¡¿Quién es?!-le respondió una voz por demás molesta desde el interior.-¡¿Acaso no puede esperar a que amanezca?!-

-¡Es una emergencia Dom Gabriele! ¡Ábrame por favor! ¡Sor yo, Albertino Ostiani!-al escuchar aquel nombre quien estaba en la habitación salto de la cama y echándose una bata encima acudió hasta la puerta.

-¡¿Qué ha pasado Dom Albertino?!-dijo apenas abrió la puerta. El obeso sacerdote se inclino respetuosamente ante el cardenal, consejero personal del Papa, en cuanto lo vio aparecer. Era un anciano, de tez amarillenta y ojos hundidos, ocultos tras unas pequeñas gafas que se aferraban a su prominente nariz típicamente romana.

-Llego esto desde Estambul. Es del patriarca Noe.-le dijo el anciano al tiempo que le entregaba un telegrama. Dom Grabiele le tomo de inmediato y leyó su contenido. Su rostro se descompuso en una mueca de ira é indignación.

-¡¿Pero alguien ha confirmado esto?!-grito sin importarle que su voz fuera como un trueno entre los altos muros del palacio.

-Me temo que si eminencia.-le respondió Albertino al tiempo que le hacia señas para que bajara la voz.-Nuestros contactos en Atenas y en Alejandropolis así lo ratifican. ¿Qué debemos hacer su ilustrísima?-

-Por lo pronto no quiero que hable de esto con nadie.-

-Pero ilustrísima, ¿No deberíamos comunicarle esto a su santidad?-

-¡No!-ordeno tajante el cardenal tomando por las solapas del rubicundo clérigo.-¡Su santidad no debe ser perturbado por este incidente!-

-Entiendo.-dijo Albertino semi ahogado.-¡Pero debemos hacer algo!-

-¡Y lo haremos!-dijo Dom Gabriele al tiempo que soltaba a su visitante.-Llame inmediatamente a Paris y pida que le comuniquen con el cardenal Dumézil. El sabrá que hacer y recuerde, ni una palabra a su Santidad.-

-Como usted ordene Excelencia.-dijo Albertino marchándose de inmediato. Dom Gabriele cerró la puerta de su habitación y volvió a leer el mensaje.

-"Atacado el monasterio de Simón de Belem. Biblioteca saqueada. 26 muertos. Desaparecido el Patriarca Miguel Pselo. Solicitamos ayuda."-

- Videbam Satanam sicut fulguir de caelo cadentem .(*)-murmuro mientras se servía una copa de vino. Si acaso sus sospechas eran correctas, el momento para el cual se había preparado durante toda su vida había llegado al fin.

Extracto del reporte medico de Bruce Wayne. Atendido en el Hospital Thomas Wayne de Ciudad Gótica.

Nombre: Bruce Wayne.

Edad: 33 años.

Día 20.

Estado actual: Coma profundo.

Observaciones: El paciente presenta un estado comatoso sin causa aparente. No se observan lesiones internas ni externas. Sistema circulatorio: Normal. Sistema nervioso: Normal. Su encefalograma muestra una actividad inusual, sin causa aparente, en el lóbulo temporal.

Diagnostico: ?????

Greenwich Inglaterra

6:30am.

El sonido del reloj despertador fue como un cañonazo en aquella habitación, aún en penumbras. Ella estiro el brazo automáticamente, deseando agarrar la maldita maquina para arrojarla al otro lado de la habitación, donde se haría mil pedazos contra la pared. Pero al final solo apago la alarma con un golpe suave. Luego giro sobre su constado y se quedo mirando hacia el techo, teñido azul por los primeros rayos del alba.

-¿Qué día es hoy?-fue la primera idea que se formo en su mente. Se levanto un poco, echando su cuerpo hacia atrás para recargase en la dura cabecera de pino, mientras su mente trataba de acordarse de donde estaba. Sus ojos, aún adormecidos por los efluvios del alcohol, le transmitían imágenes borrosas, mientras el dolor de la resaca se iba extendiendo por su cerebro. Pasó varios minutos tratando de recordar porque rayos se había embriagado si tenía que presentarse en su trabajo temprano en la mañana, como le indicaba el hecho de que sonara la alarma del despertador.

Por un momento se imagino en un bar rodeada de botellas de whisky, vestida como una callejera y subiendo a una habitación inmunda en compañía de un marinero ebrio. De pronto una palabra apareció en su mente: Vacaciones. Si, eso era, no tenía que presentarse a trabajar hasta dentro de una semana.

-Eres un idiota.-le dijo a su despertador esbozando una tonta sonrisa, al tiempo que intentaba volver al regazo de su dulce y amplia cama, solo para descubrir que estaba confinada a la orilla del lecho. ¿Por qué?

-¿Qué hora es?-le pregunto suavemente una adormilada voz de mujer. Si la vida fuera un anime japonés se hubiera puesto de pie de un salto, adoptando una posición ridícula y con los ojos abiertos como platos antes de caer al suelo estrepitosamente. En lugar de eso respondió con toda calma.

-6:34.-dijo mirando los brillantes números del reloj. Aún medio dormida observo como una chica salía de bajo las sabanas para mirar por si misma la hora que marcaba el cronometro, mostrando su propia desnudes sin ninguna clase de pudor.

-Demonios.-dijo mientras se levantaba, rozando sus pechos contra la espalda su compañera.-Tengo que estar en el aeropuerto de Londres a las 8:00.-

Ella no dijo nada, solo permaneció sentada a la orilla de la cama, con los ojos semi abiertos, observando a aquella joven que entraba al baño para darse una ducha rápida. Era alta, de piel blanca, con unos hermosos pechos del tamaño de melones, una cintura casi de avispa y unas nalgas tan duras que se podría partir una nuez sobre ellas. Además, tenía que admitirlo, se veía fabulosa desnuda y con su larga cabellera pelirroja cayendo libremente sobre sus tersas espaldas. Realmente era digna de salir en cualquier revista para caballeros, a pesar de tener 19 años.

-Te odio.-murmuro al tiempo que se comparaba mentalmente con su compañera de lecho. Ella era más bien baja de estatura, apenas 1.65, esbelta (por no decir larguirucha), sus pechos, aunque bellamente delineados, eran muy pequeños para una chica de 20 años y sus caderas, aunque firmes no eran nada del otro mundo. Su cabello rubio, largo hasta los hombros, pedía a gritos un poco de shampoo y las pecas de su rostro la hacían lucir como una niña boba.

¿Qué había pasado la noche anterior? Lo primero que vino a su mente fue la imagen de su jefe, el editor del "London Time" Jay Reston, quien le anuncio que al fin iba a darle la oportunidad de ganarse un lugar en el equipo del periódico. Para eso, tenía que lograr una entrevista exclusiva con… no recordaba el nombre en ese momento, pero era una estrella de rock o algo parecido. Si lo conseguía entraría a las grandes ligas, si no se quedaría para siempre cubriendo notas de relleno.

Inmediatamente ella elaboró un plan, simple y directo, aunque no muy ético. Hacerse pasar por una admiradora hambrienta de un autógrafo. .Solo tenía que aprovechar sus cualidades físicas, echar mano de su habilidad con el maquillaje y escoger la ropa adecuada, el resto sería un deja-vu.

No recordaba bien como pero el caso fue que logro burlar la seguridad y acercarse al camerino de las estrellas antes del concierto. Al principio trataron de echarla, pero su actuación de fan patéticamente devota logro conmover a una de las chicas, de hecho fue la misma pelirroja que acababa de salir de su cama; y la dejaron quedarse al concierto. Luego todo fue música, gritos y aplausos. Luego, quien sabe como, todos terminaron abordando una gran limosina negra, donde se les unió un chico bastante atractivo, y salieron a pasear del auditorio. En el interior todos comenzaron a brindar por el éxito del concierto con una botella de fina campaña y, sin dejar de llamarla su "fan número uno", le pidieron que los acompañara. La botella de Campaña no duro mucho y fue reemplazada por algo mucho más fuerte whisky escocés.

Mientras bebían ella hizo varias preguntas de forma discreta y obtuvo igual número de respuestas. Poco a poco el alcohol le fue soltando la lengua a sus acompañantes, con lo cual ella se volvió más atrevida en sus preguntas.

-¿Eres una reportera?- pregunto la chica del cabello negro mirándola de forma inquisitiva. Por un momento temió haber arruinado su entrevista. Por suerte la otra chica estallo en una carcajada mientras bebía otra copa.

-Desde luego que no.-dijo la pelirroja mientras volvía a llenar su copa.-¿Cuándo has conocido a una fan que no quiera saber hasta a que hora nos lavamos los dientes?-

-Es verdad.-dijo ella tratando de parecer convincente.-¡Quiero saber todo sobre ustedes!-

-Ya veo.-dijo la chica del cabello negro al tiempo que la limosina enfilaba hacia un lujoso hotel de la avenida Trafalgar.-De todos modos procura no ser tan impertinente.-

-Lo siento.-dijo ella mostrándose sumisa ante sus "ídolos".

-O vamos Yulia, no sea tan amargada.-dijo la pelirroja tratando de calmar los ánimos.

-Lo siento.-dijo la trigueña, que ahora parecía a punto de llorar, mientras buscaba refugio en los brazos del hombre de la acompañaba, el cual no había dicho una palabra desde que salieron del escenario.-Solo quiero irme a la cama.-el hombre le dijo algo suavemente, pero ella no pudo entenderlo porque él hablo en ruso. Finalmente la limosina entre en la zona a parqueo de hotel y sus pasajeros se alistaron a apearse. Ella estaba muy decepcionada por le pobre resultado de su incursión pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

Un botones abrió la puerta de la limosina y la pareja compuesta por Yulia y su acompañante descendieron primero. Sin embargo, justo cuando ella iba a seguirlos la pelirroja la detuvo tomándola de la mano.

-¡Ey, Yulia!-dijo asomándose por la puerta.-Yo no tengo ganas de acostarme todavía. ¡Así que me voy de fiesta con nuestra fan!-la trigueña miro a su compañera con cierto recelo, pero estaba demasiado cansada para discutir.

-No olvides que salimos en el vuelo de las 8:00 am.-dijo antes de dar la media vuelta junto con su acompañante para entrar al hotel.

-¡Nos vemos!-dijo la pelirroja al tiempo que cerraba la puerta de la limosina. Luego dio algunas instrucciones al chofer y este encendió el motor para llevarlas a su nuevo destino.

-Es medianoche.-anuncio la chica mientras se servía otra copa.-Hora de quitarse las mascaras.-

-¿Perdón?...-dijo ella sin comprender del todo.

-Me refiero a ti querida.-dijo la pelirroja frunciendo el ceño.-Reconozco a una reportera cuando la veo.-por un momento ella no supo que decir, pues realmente creyó que las había engañado con su actuación de fan adolescente, pero al final decidió tomar al toro por los cuernos.

-Bien, es cierto. Soy reportera de London Time, y me enviaron a hacerles una entrevista. ¿Puedo preguntar como me descubriste?-

-Tengo buena memoria.-dijo la pelirroja esbozando una sonrisa traviesa.-Tu estuviste en una rueda de prensa que dimos hace un año en Dublín. ¿O me equivoco?-

-Es cierto-dijo ella sorprendida de aquel desplante de memoria.-¿Pero entonces porque…?-

-¿Fingí creer que era una fan? Pues porque quería conocerte.-

-¿A mí? ¿Pero porque?-

-Para empezar me gusto mucho el articulo que escribiste sobre nosotras. Te concentraste en nuestra música y su mensaje más que en lo morboso se nuestra supuesta relación.-

-¿Supuesta? ¿Entonces no son…?-

-No. Pero eso ya muchos los saben. Así que si quieres algo más… sustancioso vendrás conmigo esta noche. Creéme, valdrá la pena.-aquella propuesta era demasiado buena como para ignorarla y ella por supuesto acepto. Así comenzó un largo tour por varios de los bares y discotecas más famosos de Londres, donde todo fue música, baile y alcohol; descansando solo mientras la limosina les transportaba de un sitio a otro.

Durante esos lapsos la pelirroja le invito unos chocolatines y otras golosinas para acompañar su fiesta, además de ofrecerle un lote completo de cosas de promoción como gorras, juguetes é incluso varias fotos autografiadas. Fue entonces, después de abandonar la última discoteca, que ella cumplió su palabra y ordeno al chofer que paseara por la ciudad a fin de concederle la entrevista.

Entonces hablaron del escándalo de su representante, del embarazo de su compañera, del cambio de nombre del grupo y de su nuevo material (**).Al final ella abrió un cajón oculto y saco una serie de fotografías para mostrárselas, explicándole una a una y cantándole las anécdotas más picantes de cada una.

De repente la limosina dio un salto y las fotos que tenía en la mano se desordenaron y cayeron al piso del vehículo. Para arreglarlas, la pelirroja tuvo que apoyarse sobre sus piernas, ella la dejo hacer. Pero cuando terminó ella no retiró su mano, sino que la dejó sobre sus piernas y, sin decir nada, comenzó a juguetear delicadamente pasando su dedo meñique por sobre sus medias de red. Ella no retiró su mano. No sabía lo que estaba sintiendo, tal vez todo era culpa del whisky, pero no podía negar que le gustaba su delicadeza. Además, ella seguía hablando y contaba cosas muy divertidas. En una de esas, mostró una foto de su compañera trigueña en compañía de su novio, el mismo que las acompañara al final del concierto. Ella le contó algo que ellos había hecho y las dos rieron mucho. De repente, ella dejó de reír y volteó a mirarla.

-Hay otra razón por la que te deje "engañarme"-dijo acercándose aún más a ella.

-En serio. ¿Y cual es?-le pregunto sintiendo que su corazón latía con fuerza.

-Eres muy linda.-le respondió al tiempo que empezaba a acariciar con la yema de sus dedos los contornos de su rostro. Ella estaba temblando. Nunca en su vida había sentido tanta delicadeza. Ni tampoco la suavidad de una piel como la que ahora se rozaba contra la suya. Porque para ese momento, ella también la estaba tocando. Sin saber como su mano se había deslizado hasta el área de su cintura, donde la piel quedaba desnuda entre la blusa y sus ajustados pantalones de cuero.

-Vamos a un lugar más tranquilo.-dijo la pelirroja apartándose un poco.-¿Qué tal tu casa?-ella estaba demasiado aturdida como para como para negarse y antes de que se diera cuenta le dijo al chofer la dirección de su apartamento. El conductor no necesito más información y en poco tiempo la limosina se estaciono frente a un edificio de ladrillo rojo, un lugar sin grandes lujos pero de indudable calidad, ambas bajaron del auto y cantante despidió al chofer dándole una generosa propina. Minutos entrevistadora y entrevistada atravesaban el umbral del departamento. No bien la puerta se cerro tras ellas la pelirroja la tomó con fuerza entre sus brazos y volvió a besarla, no encontró ninguna resistencia, ella abrió la boca y sus lenguas se trenzaron cual serpientes; mientras las manos de la artista músico se apoderaban de las suyas para guiarlas hasta la comisura de sus pantalones de cuero donde intento hacerla llegar hasta su sexo.

-Dijiste que no eran lesbianas.-le dijo ella acaso tratando de pararla. Pero ella solo sonrió.

-Es verdad. Yulia es hetero, como ya confirmaste, y yo soy bi.-

-¿Bi?-

-Bisexual querida… Bisexual.-le respondió ella mientras sus dedos desabotonaban cada broche de su blusa, en ese momento recordó que no se había puesto brassier, y eso la hizo sonrojar. Como esperaba la artista no tuvo más que abrir su blusa para encontrarse de frente con los delicados pechos. Por un momento la pelirroja se detuvo y contemplo extasiada el torso desnudo su supuesta fan.

-Eres bella.-le dijo con un tono ronco.-Eres una mujer bella.-repitió al tiempo que sacaba la lengua para degustar el sabor de los pechos femeninos.-Son rosaditos claro. Nunca los había visto tan bellos, con ese color.-declaro antes de empezar a besarlos. Ella arqueo la espalda al sentir el contacto de aquella boca húmeda cerrándose sobre un de sus pezones. Los cuales parecieron crecer como ella no había visto jamás. Parecían apuntar sus labios reclamando más besos. La artista besaba y besaba, mientras ella solo acertaba a acariciar su hermosa cabellera de fuego, que se sentían suaves al deslizarse entre sus dedos.

Lentamente la pelirroja volvió a subir por el cuello de su amante, depositando ardientes ósculos en cada tramo, hasta que llego a la altura de su oreja izquierda.

-Anda, se buena y desnúdate, muéstrame ese cuerpo de diosa que posees...-ella sonrío avergonzada por las lujuriosas lisonjas de la cantante y, dando unos cuantos pasos, se coloco en el medio de la sala, justo frente a ella. Pausadamente hizo ondular su delgada figura, como si danzara al ritmo de una inaudible música, al tiempo que aflojaba un poco el ziper del su falda para que esta se deslizara poco a poco sobre su cuerpo dejando al descubierto sus estrechas caderas y sus bien torneadas piernas, llevaba puestas unas finas pantaletas de satín negro y medias de red del mismo color.

Extasiada por la visión la cantante de moda se acercó a ella y cayo de rodillas ante ella, por un momento se conformo con aspirar del embriagante aroma de la entrepierna, pero luego, sin miramientos, la despojo de su prenda intima y hundió la cara entre los muslos, de inmediato ella sintió la entrada de una lengua caliente entre los pliegues de su vulva algo que la hizo estremecer de pies a cabeza.

-Abre más las piernas cariño...-murmuro la cantante hundiendo más la cabeza entre aquellos muslos de alabastro. La joven reportera tuvo que dejarse caer en uno de los sillones de la sala para así poder abrir sus muslos al máximo y dejar que su amante bebiera a gusto las gotas de sumo que brotaban de su vulva, mientras ella se masajeaba sus pechos con verdadera desesperación, sorpresivamente la pelirroja introdujo un de sus dedos en el ano de su supuesta admiradora mientras su boca chupaba ávidamente el clítoris, la joven reportera respingo como una yegua salvaje al sentir como sus jugos íntimos salían de su cuerpo.

-¡Aaaaaahhhhggggg! ¡Siiii!... ¡Siiiiii!..... ¡Aaghhhhhh!- gritaba presa de un orgasmo brutal é inesperado que la dejo tendida sobre el sillón.

-Bella.-murmuro la cantante sin suspender su labor.-Quise tenerte desde la primera vez que te vi, hace un año. Pensé que nunca más te vería otra vez. Pero esta noche te encontré de nuevo y no iba a dejarte escapar.-mientras hablaba la cantante se incorporo lo suficiente para poder besar los labios de la rubia, quien de inmediato cerro sus largar piernas alrededor de su cadera. Por un momento ambas se besaron apasionadamente, acariciando sus cuerpos mutuamente. La reportera estaba cada vez más excitada, saboreando el roce de sus pezones rozados contra los oscuros de la cantante, deslizando sus manos por la tersa espalda de la trigueña, palpando la carne firme pero a la vez suave.

De pronto la cantante volvió a la carga y empezó a descender de nuevo, pasando su lengua sobre cada rincón del cuerpo de su amante, lamiéndole el cuello, las axilas, los senos, su vientre hasta zambullirse de lleno en medio del mar de flujos que brotaban de su vulva palpitante. Ella era maravillosa, gracias a su mayor experiencia, su boca parecía cerrarse herméticamente sobre los labios de la vagina; creando un delicioso vació alrededor de su clítoris. Succionando con tal fuerza que en varias ocasiones obligo a la reportera a sujetarse de los brazos de sillón para no caer por el piso.

-¡Aaaaaaahhhh!... ¡Me matas!... ¡Me matas!.... ¡¡¡¡¡OOOOOOUUUUUUGGGGHHHH!!!!-gemía la reportera desesperadamente, mordiéndose peligrosamente el dorso de su mano para que sus gritos no fueran escuchados por algún vecino noctámbulo.

-¡Estas riquísima niña...! ¡Eres la cosita más deliciosa del mundo!-le dijo ella dándole unos segundos de tregua antes de volver a su lujuriosa labor. La joven reportera se sintió más caliente y levantando las piernas las abrió lo más que pudo, como una bailarina de ballet, para ofrecerse completamente a aquella mujer que esa noche le reclamaba como suya.

-¡COGEME...! ¡DURO....! ¡MAS... METEMELA MAS....MAS!-pedía ella mientras sus movimiento se hacían cada vez más intensos, de pronto la cantante mojo uno de sus dedos en la mezcla de su saliva y los jugos de su amante para luego insertarlo en el ano de su falsa admiradora. La cual abrió los ojos enormemente y grito con todas sus fuerzas, cualquiera hubiera creído que la estaban lastimando, pero al cabo de unos instantes ella misma movía las caderas desesperadamente para sentir el contacto de aquel dedo jugueteando en su ojo del culo y que la llevaba a los limites del dolor y del placer.

-¡¡¡AAAAAHHHHHH!!!...¡¡¡¡AAAAAAAAHHHHHHHH!!!...¡¡AAAAAHHHHGGGGG!!!-gritaba la reportera sintiéndose totalmente poseída. Su cerebro estaba a mil revoluciones, su boca abierta en un grito interminable. Sentía que estaba quemándose por dentro, su mente había perdido toda la cordura y solo deseaba que él siguiera cogiéndosela por siempre, hasta apagar el deseo que le carcomía las entrañas.

-¡Aguanta querida! ¡¿Así te gusta verdad?!... ¡Sin compasión!... ¡Como a una perra!-le gritaba la cantante convertida en una ninfa salvaje al tiempo que le sujetaba las piernas para llevarlas hasta sus hombros mientras clavaba otros dos dedos en el centro del culo para penetrar a la joven con todas sus fuerzas. Al tiempo que aceleraba los movimientos de su lengua sobre el botón de placer de la joven quien de inmediato se convulsiono como una epiléptica, mientras gritaba y gritaba gozando como una enferma.

-¡¡¡AAAAHHHGGGG!!!... ¡¡¡¡QUE RICO!!!... ¡¡¡NO ME LA SAQUES!!!... ¡¡¡SIN PIEDAD!!!... ¡¡¡SIN PIEDAD!!!- ella nunca supo cuento tiempo estuvieron así ella recostado sobre su cuerpo, sujetándola por las caderas mientras cuatro dedos largos se daban a la tarea de horadar, dilatar y enviar corrientes de pasión a lo largo de todo su cuerpo. Penetrándola de una forma tan brutal que bien se hubiera podio considerarse una violación si la chica rubia no se estuviera entregando por voluntad propia y no gritara de placer en forma tan escandalosa, ella quería ser cogida como una puta y eso era justo lo que su amante estaba haciendo.

-¡¡¡¡AAAAHHHHH!!!... ¡¡¡SSSSIIIIII…. ASSSIIIIIIII!!!... ¡¡¡HASME PEDAZOS!!!... ¡AHHHH!... ¡AAAAGGGGGG!... ¡¡¡ASI!!!... ¡¡¡ASIIIIII!!!!.-la joven reportera mordió sus puños y ahogo un profundo grito, que sin duda se hubiera oído hasta Londres, al tiempo que contraía con fuerza sus músculos vaginales para luego explotar en un orgasmo casi aterrador.

-¡¡¡¡HUUUUUUMMMMMM!!!!-gemía roncamente, como una leona gruñendo,- ¡¡¡¡LALAAAHH!!!! ¡¡¡¡¡HUUUUUUURRRRRGGGGGGGMMMMMM!!!!-incapaz de resistir más ambas se desmadejaron sobre le sillón y quedaron tendidas una junto a la otra, abrazados, besándose con amor, jadeando y sudando… y esa era todo la historia.

Ella nunca sabría como habían terminado en su cama ni cuantas veces más había hecho el amor con su entrevistada, pero tenía la impresión de que habían sido varias. En ese momento su invitada salió del baño envuelta en una toalla y rápidamente comenzó a recoger su ropa del suelo, donde ambas la habían dejado debido a su premura. Ella se recostó mientras su invitada se vestía y se alisaba el cabello, preguntándose cuanto había bebido para terminar en esas condiciones. Luego la cantante saco un teléfono celular del bolsillo de su chamarra y accionándolo hizo una llamada, de pronto le dijo algo en ruso que ella no entendió, al no obtener respuesta ella se dio un golpe en la cabeza y repitió su pregunta esta vez en inglés.

-¿Qué dirección es aquí?-

-122 Willow Road.-dijo ella mecánicamente. La estrella del espectáculo volvió a su charla y cuando termino se acerco a ella y se inclino para besarla en la mejilla, un gesto bastante tierno que la rubia encontró encantador.

-Eres la número uno entre mis fans.-murmuro directamente en su oído.-Quisiera verte otra vez-

Ella solo murmuro un "seguro"mientras recibía otro beso, esta vez en la boca. Poco después escucho el ruido de la puerta de su departamento al abrirse y cerrarse. Al fin estaba sola y libre para entregarse en brazos de Morfeo. Algo que deseaba tan fervientemente que no reparó en pensar lo que implicaba el "verte otra vez" al que acababa de acceder. Lentamente el sueño la fue venciendo, pero antes de que pudiera caer hasta el fondo sonó el teléfono.

-¡Rrrriiiiiiggggg!... ¡Rrrrrrriiiiiiggggg!...-ella no se movió y dejo que siguiera sonado hasta que la contestadota se activo.-Hola, esta usted llamando a casa de Sandy Bell Withering, por ahora no estoy en casa. Por favor deje su mensaje después del tono. ¡BEEEEPPPP!-

-¡¿Sandy Bell?! ¡Vamos, se que estas ahí! ¿Lo conseguiste? ¿Entrevistaste a algunas de las chicas de T.a.T.u? ¡Si es así quiero el material en mi escritorio a las 9, si no estas despedida!-

-Mierda.-pensó mientras se obligaba a si misma a levantarse de la cama.-¿De que entrevista esta hablando?-murmuro mientras daba de tumbos con rumbo al baño. De pronto se agacho para recoger su cinturón dentro del cual se encontraba una mini grabadora en cuya cinta estaba la entrevista que había logrado la noche anterior. Satisfecha la dejo sobre el tocador y siguió su camino hacia el baño. Por un momento pensó en quitarse su ropa de cama, pero se dio cuenta de que ya venía desnuda desde la cama. Entonces se coloco bajo la regadera y abrió el grifo del agua fría para despertar completamente.

-¡Dios mío, me acosté con una chica!-fue la primera cosa clara que apareció en su mente cuando el agua fría le golpeo la cabeza.

CONTINUARA….

AUTOR: CROCCRUAC.

(*) La frase en latín se traduce como: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo"

(**) Todos los detalles mencionados corresponden a hechos ocurridos realmente con el dúo ruso T.a.T.u en los últimos meses, según informes que se han publicado en su pagina web.