Infielmente enamorada
Rachel y leonor que tendran que volver a confiar en su amor para seguir juntas
INFIELMENTE ENAMORADA
Autoras: The Sorceress y Eugenia
Hoy había sido un día duro especialmente, tres operaciones y no pudo hacer nada por uno de ellos, "era un niño", se repetía Leonor una y otra vez. Había terminado su turno, ahora solo quería ir a casa y refugiarse en Rachel, aunque rara era la vez que se encontraba en casa, pero siempre se quedaba a esperarla, aunque suele llegar agotada, siempre trata de esperarla despierta para saber como le fue el día y hoy no sería distinto. Subió al coche, bajó la ventanilla y dejó que el aire jugara con su pelo corto.
Rachel por su parte había estado entrevistando a las jóvenes que ingresarían a la agencia de modelos que ella misma manejaba, estaba realmente agotada, conversar con tantas jóvenes era cansador pero placentero.
Leonor estaba en casa, había preparado algo para cenar, tenía la esperanza de que hoy Rachel volviera pronto para poder cenar juntas, hacia ya una semana que no lo conseguía y deseaba pasar mas tiempo con ella, cogio el teléfono y marcó su número, esperaba impaciente escuchar su voz tras los tonos, el móvil de Rachel comenzó a sonar pero casualmente ella estaba charlando con Ivana, su joven y prodigiosa modelo estrella, Rachel estaba sentada sobre su escritorio con el móvil a un lado y tenía por la cintura a Ivana a quien le besaba el cuello, el móvil la fastidió y...
R: ¿Hola? ---inquirió molesta sin siquiera molestarse en ver el número de quien llamaba---
L: Rachel... ---su voz sonaba algo apagada--- ¿Te... llamo en mal momento?
R: Ehm... ¡Leonor!, cariño ---se apartó de Ivana, Leonor era algo verdaderamente especial para ella pero no podía evitar serle infiel de vez en cuando--- no, tu nunca llamas en mal momento ---bajó del escritorio y caminó hacia la ventana--- ¿Qué pasa?
L: Solo quería saber si vendrías a cenar hoy, preparé algo... pero si estas ocupada no te preocupes... ---se moría por decirle cuanto la necesitaba hoy---
R: No estoy tan ocupada... --- volteó hacia Ivana y ésta salió de la oficina dando un portazo--- en quince minutos llegaré a casa ¿Ok? ---maldijo por la forma en que la modelo se fue pero era un caso especial, se trataba de Leonor, su pareja de años---
L: ¡¿En serio?! ---en su voz se notaba entusiasmo--- gracias cariño, te espero...
R: Ok, voy para allá.
Rachel reacomodó su ropa, tomó la chaqueta que estaba en el respaldo de su silla, de igual modo tomó su portafolios y tras tomar su auto partió rumbo a casa, ni siquiera se ocupó de buscar a Ivana sabía que en algún momento libre podría reconquistarla. Rachel es una mujer segura, hermosa por naturaleza, atractiva y sensual, sus ojos azules y su escultural cuerpo le eran útiles a la hora de la conquista, así como su extremo sentido de superioridad y coquetería innatos.
El ambiente era romántico, Leonor se había ocupado de que todo quedara perfecto, esperaba impaciente a su morena, se había puesto un ligero vestido de verano, tenía un escote considerable y la falda no llegaba ni a la mitad del muslo, quería estar hermosa para Rachel.
La ojiazul salía del ascensor de su edificio y caminaba a su departamento, buscó en el bolsillo de su chaqueta las llaves e intentó abrir, el ruido ocasionado por la llave llamó la atención de Leonor quien abrió la puerta, la ojiazul al ver su novia solo pudo sonreír...
R: Hola linda...
Lo primero que hizo Leonor fue tirarse a sus brazos, rodeando fuertemente a la morena por la cintura y escondiendo la cara en su cuello la saludó...
L: Hola cariño ---se sentía como una colegiala enamorada, sentía ese cosquilleo en el estómago al estar con Rachel, se apretó mas contra ella disfrutando de aquel momento---
R: ¿Me extrañabas? ---sonriendo mientras dejaba caer su chaqueta para rodear el cuerpo de Leonor con una sola mano--- lamento haber venido tan tarde.
L: La verdad es que... me moría por estar así ---dijo con sus ojos cerrados--- necesitaba verte.
R: Bueno ya me has visto ¿Me dejas entrar a casa? ---sonreía, Leonor era tan cálida con ella que a veces la abrumaba---
Sin gana alguna se separó de ella para dejarla pasar.
L: ¿Qué tal el día? ---preguntó sonriente clavando sus ojos verdes en ella, nunca se cansaba de mirarla---
R: Bien ---sonrió nerviosa, solo Leonor tenía en ella ese efecto--- ... entrevisté a varias chicas y... estuve con Ivana... por trabajo ya sabes ---levantó su chaqueta y entró a la casa mientras hablaba---
L: ¿Alguna futura promesa? ---la rubia no podía evitar sentirse celosa, siempre estaba rodeada de mujeres hermosas y se moría por dentro, pero trataba de controlarse lo mejor posible---
R: Si ---sonrió ampliamente, era capaz de saber cuando su novia sentía celos--- es una bella promesa ---había dejado el portafolios y su chaqueta en el sofá y se acercó a Leonor--- pero no se compara contigo ---se inclinó hacia ella y le dio un suave beso en los labios---
Leonor respondió al beso gustosamente, era cierto que era muy bella, su corta melena rubia, sus ojos verdes eran algo que la caracterizaba mucho y se podía decir lo mismo de su cuerpo, estaba en forma y tenía las curvas adecuadas.
L: Siempre estarás rodeada de chicas mucho más hermosas que yo... ---sonrió amargamente--- pero es normal, para eso son modelos.
R: Puede ser que sean más hermosas, pero yo te quiero a ti ---sonrió de ese modo chueco y levemente le mordió el labio inferior a la rubia---
L: Es un consuelo... ---en verdad esperaba otra respuesta, le dio un beso lento, mas lento de lo que creía, disfrutándolo al máximo---
Rachel se apartó ligeramente y...
R: ¿Y qué fue eso que preparaste?
L: Tu pescado favorito ---le señaló la mesa, en ella lucía una gran cena adornada con unas velas---
R: ¡Vaya! ¿Y... a qué se debe el detalle? ---aun estaba pegada a ella y le hablaba cerca del oído---
L: ¿Tiene que haber algún motivo? ---sonrió--- eres la persona con la que estoy compartiendo mi vida, es lo mínimo que puedo hacer ---acarició levemente su rostro---
R: Me haces sentir un poco mal, yo no te he traído ni flores ---ahora estaba seria, tenía cierto sentimiento de culpabilidad, casi siempre le pasaba eso con la rubia--- ... es que... no he tenido tiempo de nada...
L: No quiero que te sientas mal, soy feliz con tu presencia, no necesito flores ---sonrió calidamente---
R: ¿No exageras un poco? no puede ser suficiente conmigo ---sonreía---
L: Para mi es más que suficiente ---era totalmente sincera--- anda siéntate, se te va a enfriar todo, yo te sirvo ---haciéndola que se sentara en la mesa---
R: Deja que te ayude un poco, así no me sentiré tan mal ---caminó a paso lento y siguió a Leonor---
La rubia disfrutaba de cada segundo junto a la morena, le encantaban sus gestos, el detalle de querer ayudarle, sus bromas, la verdad es que hoy se sentía feliz. Tras una agradable cena, ambas fueron a la habitación, era algo tarde y mañana tendrían que ir a trabajar. Leonor estaba colocándose el pijama, Rachel salía de la ducha, cuando vio a Leonor en ropa interior, se le acercó por la espalda y empezó a besarle los hombros mientras le decía...
R: ¿Desde cuándo no lo hacemos? ---sus manos recorrían la cintura de la rubia---
L: Desde que tu exceso de trabajo te hace llegar tan tarde ---respondió triste, pero sin ser indiferente a sus besos, ardía en deseo por ella, volver a sentir sus manos, su cuerpo y sus besos como la primera vez---
R: Auch, no tenías que ser tan directa ---sonrió pegada a su hombro izquierdo a la vez que jugueteaba con el borde de su panty---
L: Te echo tanto de menos... ---se giró para besar sus labios calidamente---
R: Demuéstramelo... ---respondió entre besos, mientras desabrochaba el sostén de la rubia---
Leonor no esperó más, sin el sostén dejando a la vista sus bien formados pechos se tumbó sobre la morena, quitándole la toalla que rodeaba su cuerpo dejándola en la mas absoluta desnudez, sus ojos recorrieron todo su cuerpo...
L: Nunca imaginé que alguien pudiera hacerme sentir tanto deseo como lo haces tu... ---le susurró en el oído mientras sus labios comenzaban a jugar con su lóbulo---
R: Dios... ---susurró--- no sabes como lamento haber esperado tanto... ---apretó sus glúteos y volvió a besarla---
El beso se hizo cada vez más intenso, sus lenguas se entrelazaban una y otra vez, sus manos recorrían todo el cuerpo de la morena y sus labios seguían el camino, hasta llegar a unos de sus pechos el cual aprisionó en sus labios llena de pasión mientras que su mano acariciaba su firme vientre.
L: Eres tan hermosa... ---susurró para seguir con lo que estaba haciendo---
R: Tu... lo... eres... ---respondió por lo bajo a duras penas, la boca de la rubia la encendía---
Leonor siguió jugando con su pecho, su mano libre acariciaba y apretaba su entrepierna, sus labios siguieron bajando hasta su ombligo, allí se detuvieron para besarlo despacio, se colocó entre sus piernas, de manera que su centro se juntara con el de ella y comenzara a mover sus caderas en un ritmo acompasado pero intenso. La ojiazul estaba dolorosamente excitada, quizá eran las cuatro copas de vino que se había tomado en la cena, quizá era que echaba de menos el cuerpo de Leonor o quizá que era una persona fácil, no importaba solo sabía que lo estaba así que...
R: Te... necesito ---llevaba el ritmo que la rubia le marcaba--- bésame...
Acercó sus labios hasta rozar los de ella y susurró...
L: ¿Quieres que te bese?... ---entrelazó sus manos y las coloco sobre la cabeza de la morena mientras los movimientos de sus caderas se volvían mas intensos, pero cada embestida se prolongaba más y más---
R: Si... ---le sonrió, sabía a lo que la rubia estaba jugando---
Acarició sus labios con la punta de la lengua humedeciéndolos para después sonreír.
L: No será ahora... ---fue directa a su cuello, mordiéndolo y besándolo mientras que su ritmo cambió radicalmente a algo mas pasional, embistió fuertemente a la morena a la vez que aumentaba la velocidad, sus pechos se frotaban con los de ella fuertemente---
Rachel rió fuertemente mientras apretaba los ojos ante las embestidas de la rubia, comenzó a gemir discretamente a la vez que sentía a Leonor contra ella...
R: Eres... tan...
L: ¿Tan...? ---mordió su hombro para después besarle, el sudor de sus cuerpos se mezclaba, el aroma de ambas, era algo que a la rubia le encantaba---
R: Mala... y... excitante ---intentaba romper el agarre de la rubia para poder tocarla, necesitaba hacerlo---
Leonor no la dejó, al contrario la agarró mas fuerte, estaba liberando toda su pasión, todo su amor y quería entregarse al completo.
L: ¿Mala eh? ---sonrió y la besó profundamente mordiéndole el labio inferior---
Finalmente, tras un largo forcejeo, Rachel rompió el agarre de la rubia y comenzó a acariciar su espalda con una mano mientras que la otra la posaba sobre los curvilíneos y fuertes glúteos de Leonor, la besó profundamente e introdujo su lengua mientras la apretaba contra sí.
La rubia introdujo una de sus manos entre sus piernas y sus dedos comenzaron acariciar su centro tortuosamente, los gemidos de Rachel hacían que Leonor se excitara más, finalmente hizo que la morena llegara al placer absoluto, sus cuerpos estaban totalmente empapados, sus respiraciones estaban agitadas, la rubia aún sobre ella la besó suavemente, para después mirarla a los ojos...
L: Te quiero... ---cerró sus ojos juntando su frente con la de ella---
R: ¿Y... en dónde quedó la mala? ---sonrió y mordió suavemente su barbilla para luego decir...--- también te quiero ---la besó fugazmente---
L: No soy mala, solo una mujer apasionada ---sonrió picaramente--- y muy enamorada ---su tono fue mas serio---
R: ¿Enamorada desde hace cuánto? ---su clásica sonrisa de medio lado no desaparecía de su rostro, le gustaba cuestionar así a las personas---
L: Desde que te conocí ---acarició sus labios con los dedos---
R: ¿Oh si? ---dio un giro dejándola debajo y...--- ¿Fue entonces amor a primera vista? ---comentó un tanto burlona---
L: Algo así... ---rió, le gustaba sentir su peso sobre ella ---
R: Mmm, ya veo, si no me hubiera caído de esa pasarela no te habría conocido ---se acercó a su rostro y la besó de nuevo---
L: Fue una suerte que saliera tu lado patoso en ese instante ---ambas reían, pero el sonido del teléfono de Leonor las distrajo, la rubia estiró el brazo y cogio el teléfono--- ¿Si?... ya veo... si, enseguida ---con cara desanimada dejó el teléfono de nuevo--- voy a tener que irme... ---se abrazó a la morena como si no quisiera soltarla---
R: ¿Que pasó? ---preguntó un poco desanimada, le molestaba cuando la rubia la dejaba en esas condiciones--
L: Uno de mis pacientes se puso grave, tengo que ir ---contestó triste mientras se levantaba--- lo siento... ---en sus ojos se veía la tristeza, solo esperaba que Rachel lo comprendiera---
R: Bien, espero que puedas salvarle la vida ---salió de la cama y volvió a la ducha, definitivamente la necesitaba---
Leonor la siguió, aunque ella no se dio cuenta, se metió en la ducha y la abrazó por detrás...
L: Te prometo que la próxima vez seré toda tuya... ---la besó en la espalda---
R: Bien... ---volteó a verla y le sonrió no muy convencida--- báñate tu primero, creo que es urgente que lo hagas ---salió del baño y volvió a la cama---
La rubia sabía que no le había sentado nada bien a Rachel y le dolía, pero ahora no tenía tiempo para convencerla, se duchó rápido y al salir vio ala morena en la cama dormida, se acercó a ella y le dio un suave beso en la mejilla, para después salir de allí.
A la mañana siguiente cuando Rachel despertó ya la rubia estaba ahí, salió de la cama tratando de hacer el menor ruido y se dio una rápida ducha, sacó uno de sus trajes Carolina Herrera en un tono aguamarina y vistió las zapatillas de su marca favorita, Jimmy Choo, ésta mañana tenía un desayuno importante y no podía llegar tarde, buscó en su colección de gafas tomó unas a juego y salió de la habitación. La rubia despertó al no notar el cuerpo de la morena a su lado, sintió algo de frío, sabía que se había ido a trabajar, giró en la cama y se colocó donde aun perduraba el calor de esta, con una sonrisa dejó que sus palabras llenaran el vacío de la habitación...
L: Ya te echo de menos... ---trató de dormir, ya que por la guardia de anoche hoy entraba mas tarde a trabajar---
Al llegar al restaurante Rachel se encontró con Ivana, se acercó a ella y amigablemente le besó la mejilla, caminó junto a ella mientras buscaban donde tomar asiento, tomaron una de las del centro y tras sentarse...
R: Antes que nada me disculpo por lo de anoche ---sonrió dejando sus gafas a un lado de la mesa---
I: Siempre es ella antes que yo... ---contestó ofendida---
R: Te lo compensaré lo prometo ---colocó una de sus manos sobre la de la Ivana---
Leonor ya estaba en el trabajo, hoy estaba más contenta y se debía a la noche anterior, la cena con Rachel, volver a sentirla, la verdad es que se moría por volver a estar con ella, quería llamarla pero no deseaba molestarla, estaba a punto de entrar a quirófano, tenia una operación importante, eran prioritarias las decisiones que tomaría, todo dependía de ella y sabía que tendría que quitarse ala morena de la mente.
Rachel trataba de contentar a Ivana cuando llegaron los dueños de una importante firma de una línea de belleza, ambas tomaron sus posturas profesionales e intentaron sacar lo mejor del contrato.
La rubia salió del quirófano, la operación había sido un éxito, tras las felicitaciones de sus compañeros fue a la cafetería para descansar un rato y como era costumbre no pudo evitar pensar en Rachel y en que estaría haciendo.
Rachel firmó el contrato, los inversionistas de Star Makeup cubrieron el contrato que ella deseaba, lograron que Ivana y ella misma fueran la imagen de la empresa, cada una sería el rostro de determinado producto, las modelos salieron felices del lugar y para celebrar se dirigieron al departamento de Ivana, ahí Rachel tuvo un ardiente desayuno en la cama con la joven modelo.
Leonor salió de trabajar antes de lo que pensaba, decidió ir a darle una sorpresa a Rachel, fue hasta su trabajo, se dirigió a su secretaria y...
L: Disculpe, ¿Quería saber si se encontraba Rachel? ---dijo amablemente---
S: Leonor... ehm... ---quiso cubrir a su jefa, sabía donde se encontraba ésta...--- ella está en un desayuno con unos inversionistas ---contestó amablemente---
L: Vaya... ---desilusionada--- ¿Y sabe cuánto tardara mas o menos?
S: Realmente no lo sé, esos desayunos suelen tardar mucho, ¿Puedo darle un recado de parte tuya?
L: Solo déle esto... ---le entregó un ramo precioso de rosas rojas--- gracias ---sonrió a la secretaria y se fue de allí---
Rachel, salía de la cama de Ivana, estaba satisfecha, la joven modelo era muy complaciente, se le acercó a la cama donde descansaba y...
R: Me daré un baño y estás invitada...
Ivana y Rachel tomaron un baño entre besos y caricias, aunque era buen sexo el vacío inundaba a la ojiazul, al salir se vistieron y cada una tomó su auto para ir a la oficina, al llegar Rachel habló con su secretaria, ésta le explicó que Leonor había ido a buscarle y que no la encontró, la morena no le dio mucha importancia pero todo cambió cuando entró a su oficina y vio el hermoso ramo de rosas.
Leonor estaba de escaparate en escaparate, no tenía muy claro que regalarle a la morena, recordó que en una semana sería su aniversario, tres años juntas ya, deseaba que fueran muchos más, en estos años nunca hablaron de compromiso, a la rubia se le ocurrió algo al pasar por delante de una joyería, una sonrisa se dibujó en sus labios...
L: ¿De veras querrás compartir tu vida conmigo? ---preguntó mirando un hermoso anillo, para después entrar en la tienda---
Rachel miraba las flores, cuando su secretaria interrumpió...
S: Rachel ---la ojiazul volteó a verla...--- la sesión de fotos de Jackeline ésta por comenzar.
R: Bien, enseguida voy.
La ojiazul fue donde el fotógrafo y la modelo la esperaban, le gustaba tomar cartas en todos los asuntos, por eso era la mejor del negocio, así que se dirigió a la sesión de fotos.
Leonor seguía yendo de compras, salió muy contenta de la joyería, ahora solo tenía que tener cuidado de que la morena no lo viera, estaba en el supermercado cogiendo lo necesario hundida en sus pensamientos hasta que el grito de una mujer le llamó la atención...
M: ¡Por favor llamen a una ambulancia!, ¡Mi hijo no puede respirar! ---gritaba desesperada, la rubia soltó lo que llevaba y corrió hacia el chico que comenzaba a ponerse morado---
E: Tranquila, soy médico, se lo que tengo que hacer ---trató de calmar a la mujer a la vez que comenzaba averiguar lo que le pasaba al pequeño---
La ojiazul por su parte inspeccionaba cada detalle de la sesión fotográfica, no le gustaban los errores, por ello prestaba la mayor atención, además Jackeline era una joven hermosa que empezaba a llamar su atención.
Leonor se hizo cargo del niño, fue al hospital y fue ella la que llevó su caso, sabía que hoy la que volvería tarde a casa sería ella, el niño estaba grave y no quería perder otro.
La sesión de Jackeline terminó al atardecer, Rachel volvió a la oficina y se encontró de nuevo con ese ramo de rosas, pensó en la doctora y le llamó para ver que tal le iba el día...
R: ¿Cariño?
L: Rachel ---sonrió--- no esperaba que me llamaras.
R: Si... bueno, es que supe que estuviste aquí... y... yo estaba ocupada...
L: Lo entiendo, siento si fui inoportuna, solo quise pasar a verte ---estaba realmente cansada, hoy no era su día, pensó---
R: No, no fuiste inoportuna, lamento no haberte encontrado pero me encantaron tus flores ---sonrió--- siempre tan detallista.
L: Quería disculparme por lo de anoche, me alegro de que te gustaran ---sonreía feliz---
R: Ni pienses que voy a disculparte tan fácil ---rió--- me dejaste en tercera velocidad... ---bromeó---
L: ¿Entonces me dejaras recompensarte? ---rió juguetona---
R: Tampoco... ---comentó burlona--- buscaré a una profesional ---dijo finalmente sonriendo, tratando de provocarle celos a la rubia---
L: No tendrás que irte muy lejos, estas rodeada de ellas ---sabía que bromeaba pero le dolían ese tipo de bromas--- hoy... llegaré tarde a casa ---quiso cambiar de tema---
R: ¿Llegaras tarde? ¿Por qué? ---su sonrisa desapareció y cuestionó levemente molesta---
L: Tengo un paciente, un niño... esta muy grave, podría morir en cualquier momento y no quiero que eso suceda ---notó la molestia en su voz y eso hizo que se sintiera mal---
R: Bien, espero que... puedas hacer algo por él... ---calló por un instante y...--- yo me iré en una hora o dos, así que te dejo trabajar...
L: Nos vemos luego en casa ---la voz de uno de sus compañeros la llamo cariñosamente como era de costumbre---
C: Ey rubia, tenemos que irnos.
L: Voy ---le dijo a el y volvió su atención al teléfono---
R: Entonces hasta luego ---cortó la llamada sin despedirse correctamente---
Leonor se quedó sin moverse durante un instante, odiaba estar así con ella, la quería tanto, iba a llamarla de nuevo pero sabía que estaba molesta y no era muy buen momento, hablaría con ella después, guardó el teléfono y fue con su compañero a ver al niño.
Rachel revisó algunos contratos de las modelos, cuando terminó prefirió ir a casa, hoy no le apetecía estar con nadie, estaba realmente de malas, condujo a casa y al llegar dejó sus cosas y se sentó frente al televisor.
Era de noche cuando Leonor salió del hospital, había conseguido dejar al chico estable y eso le alegraba, condujo hasta casa sin quitarse de la cabeza a la morena, ¿Seguiría molesta?, seguro que si y eso era algo que le preocupaba, minutos más tarde estaba en casa, al entrar se encontró a la morena en el sofá, estaba dormida, se acercó despacio a ella y depositó un suave beso en los labios...
R: Mmm... ¿Qué hora es? ---preguntó algo ronca, había perdido noción del tiempo---
L: Casi medianoche... ---sonrió y le acarició el rostro---
R: Vaya... ---se apartó de ella y...--- voy a la cama... ---caminó desganada a la habitación---
La rubia la siguió y la cogió de la mano haciéndola que se detuviera...
L: Rachel... lo siento, no quiero que estemos así... me duele ---clavando la vista en el suelo---
R: Leonor, no estoy de humor para esto... ---le dio la espalda y continuó caminando hacia a la habitación---
Sus ojos verdes la veían entrar en la habitación, sintió como su corazón se encogía, metió la mano en uno de sus bolsillos, ahí encontró el pequeño regalo que le había comprado, sus ojos se humedecieron pensando que tal vez Rachel no querría comprometerse con ella. Sabía que si iba a la habitación no podría evitar hablarle, tocarla... así que cogió una manta y se tumbó en el sofá, con los ojos húmedos, esperando que el sueño viniera a por ella y le aliviara del vacío que sentía sin tener a la morena a su lado.
La ojiazul se acomodó en la cama, a veces le pesaba ser tan distante con Leonor pero le molestaba que siempre la profesión de la rubia estuviera por encima de ella, por eso se sentía con el derecho de engañarla, buscaba fuera lo que según ella no tenía en casa, realmente había perdido el sueño desde que los labios de la ojiverde se posaron sobre ella pero ahora estaba molesta, dolida, echaba de menos el cuerpo de Leonor junto al suyo pero prefirió dejar que la doctora descansara de ella, sabía que le había hecho daño y pensaba que si iba a buscarla discutirían.
Estaba amaneciendo, Leonor estuvo toda la noche en el sofá, hoy tenía el día libre así que podría dormir tranquila, a esta hora ya estaría despierta, pero estaba tan cansada que el sueño la venció.
Rachel se despertaba, dio un par de vueltas en la cama y recordó que Leonor estaba en el sofá, suspiró agobiada y salió en busca de la rubia, la ojiazul se asomó al salón y vio a la rubia que aún dormía profundamente, se sintió conmovida y un poco apenada por su actitud de la noche anterior, se le acercó y quiso besarla pero por algún motivo no pudo hacerlo, volvió a la habitación, buscó ropa y se dio una rápida ducha para salir rumbo a la oficina.
Leonor despertó con el ruido de la puerta, se incorporó pero no vio a nadie.
L: ¿Rachel? ---nadie contestó, supuso que se había ido a trabajar y por lo tanto aun estaba molesta, decidió levantarse y darse una ducha, no sabía muy bien que hacer, pero la necesitaba---
La morena tenía casi veinte minutos de haber llegado a la oficina, no tenía mucho trabajo pero no había querido quedarse en casa, miraba el paisaje a través de la ventana cuando Ivana irrumpió en su oficina, Rachel volteó a verla y le sonrió, sabía lo que venía después, siempre era lo mismo, una sonrisa ladeada de ella y una sesión de candentes besos y caricias, Ivana se acercó a ella y...
I: Hola...
R: Hola... ---respondió atrayéndola hacia si con una sola mano para darle un beso profundamente apasionado---
Leonor acababa de llegar a recepción, necesitaba arreglar las cosas con la morena y haría lo que fuera para ello, como de costumbre se encontró a la secretaria...
L: Disculpe, quería ver a Rachel ---dijo amablemente---
S: Un momento señorita Leonor ---nerviosa, llamó por teléfono a su jefa que sabía con quien estaba---
Rachel se negaba a responder al teléfono, estaba ensimismada besando el cuello de la modelo mientras sus manos le estrujaban el pecho, dada la insistencia de su secretaria maldijo mentalmente y se separó de Ivana...
R: ¿Si? ---inquirió molesta---
S: Se encuentra aquí la señorita Leonor, quiere verla ---dijo la secretaria tratando de controlar sus nervios---
R: ¡Maldición! ---se puso nerviosa y...--- distráela cinco minutos.
La secretaria no sabía muy bien que hacer. ¿Cómo podía distraerla?, recordó que Leonor era doctora así que fingió un fuerte dolor de cabeza, colocando una de sus manos en ella y quejándose.
L: ¿Se encuentra mal? ---preguntó alarmada viendo a la mujer---
S: Tengo un fuerte dolor de cabeza ---mintió---
L: Déjeme verla...
S: No es nada señorita, tranquila.
L: De todos modos quisiera verla ---hizo que la mujer siguiera su dedo con la vista, tras varias preguntas le pareció muy extraño que le doliera tanto la cabeza si no parecía tener ningún síntoma--- que extraño, no encuentro nada fuera de lo normal.
S: Ya le dije que no era nada ---sonrió nerviosa---
L: De todos modos... pásese por el hospital y hágase un chequeo, eso siempre viene bien ---sonrió amablemente---
Mientras su secretaria actuaba, Rachel intentaba borrarse las marcas del labial de Ivana sobre su boca, Ivana reacomodaba su blusa mientras se miraba en un espejo que traía en el bolso, ambas hicieron su mejor trabajo para tapar su infidelidad pero no estaban seguras que hubiera sido suficiente, a Ivana realmente no le importaba si Rachel era o no descubierta pero ya que quería tenerla contenta la complacía en todo, tampoco quería perderla, cuando la ojiazul estuvo lista, abrió la puerta e Ivana salió encontrándose con Leonor que atendía a la joven secretaria.
Leonor levantó la vista viendo a una espectacular mujer, se notaba que era modelo, detrás vio a Rachel, siempre pensó que su belleza era inigualable, y aunque la mujer era realmente hermosa para la rubia, Rachel seguía siendo única...
L: Hola... ---con una leve sonrisa---
R: Hola... ---sonrió y fingió--- ¿Qué pasa aquí? ---Ivana dio un par de pasos hacia la rubia forzando a Rachel para que las presentara---
Leonor estaba frente a Ivana, que parecía mirarla con aire de superioridad, pero trató de hacer caso omiso...
L: Yo soy Leonor, encantada ---trató de ser amable y extendió su mano---
I: Ivana, mucho gusto ---estrecharon sus manos mientras la ojiazul tosía---
R: Ehm... ¿Qué te trae por aquí? ---mirando fijamente a Leonor---
L: Necesitaba... ---dejo de hablar cuando el movimiento de Ivana hizo que su aroma llegara a su nariz, el olor que invadió su nariz le era familiar, conocido, se trataba del olor de Rachel y sabía que era imposible que ambas olieran igual, para eso tendría que haber estado tan cerca como lo había estado ella en todos estos años--- ... hablar contigo... ---apartó la mano de Ivana de un brusco movimiento---
I: Bueno yo me retiro ---comentó irónica y sonriendo ampliamente, volteó hacia Rachel y...--- Nos vemos ---le guiñó un ojo y...--- Hasta luego Leonor... ---se retiró sin esperar más---
Rachel quiso recuperar la atención de la rubia que parecía pensar en algo y...
R: Pasa entonces, así platicaremos a gusto.
Leonor pasó al despacho sin decir nada, se quedó de pie esperando a que la morena cerrara la puerta.
Rachel cerró y con un ademán invitó a la rubia a tomar asiento, caminó hasta el escritorio y se sentó sobre él para quedar de frente y cerca a la rubia...
R: ¿Qué pasa? ---ladeó la cabeza y aguardó---
La rubia se quedó mirándola fijamente, a veces se quedaba cautivada por su belleza.
L: Yo... bueno, quería que habláramos, no soporto que estemos así.... no soporto este distanciamiento ---se veía tristeza en su expresión---
R: Lo se y lo siento, a mi también me incomoda que estemos así ---la miraba a los ojos, a pesar de todo era sincera--- ... pero... a veces es molesto que tengas que salir en mitad de la noche o que te obsesiones tanto con tu trabajo, se que yo también suelo sumergirme en el trabajo pero si continuamos así... ---calló---
L: ¿Crees qué a mi me gusta llegar a casa y encontrarla vacía? ---se estaba controlando por no llorar--- ¿Crees que me gusta cenar sola?... entiendo que a veces tienes que trabajar hasta tarde y nunca te lo he reprochado... creía que entendías mi trabajo ---quería abrazarla pero...--- daría lo que fuera por no tener que separarme de ti en mitad de la noche.
R: Para mi tampoco es fácil y lo sabes, a mi no me complace llegar siempre tarde a nuestras cenas, tomar vuelos inesperados a Milán pero es lo que hago y francamente no se que nos está pasando, parece que... que ya no disfrutamos de lo nuestro, que estamos juntas solo por costumbre...
L: Se sincera... ¿Estas conmigo solo por costumbre? ---tenía el corazón en un puño, no estaba preparada para la respuesta---
Rachel se atragantó con sus propias palabras pero respondió...
R: No... ---fue lo único que le salió---
L: ¿Por qué estas conmigo entonces? ---sus ojos comenzaban a humedecerse---
R: Porque... ---ver a la rubia a punto de llorar le causaba dolor--- te... te quiero ---lo dijo casi con angustia--- pero... no es suficiente.
L: Comienzo a dudar que eso sea cierto... ---se estaba rompiendo por dentro, no soportaba más estar ahí, se dio la vuelta y corrió hasta la puerta saliendo de allí, no sabía donde ir, pero ahora tampoco le importaba, solo quería alejarse---
Rachel tardó en reaccionar, la actitud de la rubia la tomó por sorpresa, tras un breve instante salió en su busca y la encontró subiendo al ascensor, la ojiazul corrió y alcanzó a detener el ascensor, entonces...
R: Por favor, no te vayas así ---se sentía avergonzada y los sentimientos con las palabras se agolpaban en su garganta--- volvamos a la oficina ¿Si?... necesitamos aclararlo todo ---su mirada era de angustia---
L: Rachel... esta claro ---no tenía fuerzas para discutir, las lágrimas apenas la dejaban hablar--- no te preocupes, ve a trabajar.
R: ¿Cómo no voy a preocuparme? mírate ---estaba preocupada--- me iré contigo a casa.
L: No puedes dejar el trabajo ---estaba sorprendida por la actitud de la morena--- estoy bien... enserio ---se giró para darle al botón del ascensor---
R: Me iré contigo ---volteó hacia su secretaria y le hizo una seña, ni siquiera tomó su portafolios, se quedó ahí en el ascensor con Leonor---
No había manera de hacerla cambiar de opinión, Leonor se apoyó en el ascensor y tapó su cara con las manos, estaba angustiada, no sabía que hacer, Rachel estaba nerviosa, no sabía como actuar, lo primero que hizo fue presionar el botón del ascensor y pararse junto a la rubia.
El ascensor seguía bajando pisos, ninguna de las dos se movió, hasta que el ascensor paro en uno de ellos, entró una de las modelos, era muy hermosa también, con mirada lasciva se acercó a Rachel rodeándola por el cuello.
M: ¿Qué tal se encuentra mi jefa favorita? ---dijo muy sexy, Leonor no creía lo que estaba viendo---
R: Monique... ---la tomó por los brazos y se apartó--- estoy bien, muy bien ---sonreía nerviosa a la vez que miraba por el rabillo del ojo a la rubia--- ¿Tu cómo estás?
M: Desde la última vez que nos vimos muy bien ---sonrió y acarició su rostro--- aunque te he echado de menos... ---los celos que tanto había controlado Leonor se volvían insoportables, ya no aguantaba más, de un movimiento apartó a Monique y le dio un bofetón---
L: Si quieres seguir desfilando aléjate de ella, soy médico y créeme... se muy bien donde hay que cortar para que alguien no vuelva andar ---dijo muy desafiante---
Rachel sonrió impresionada y volteó hacia Leonor, intentó calmar las cosas...
R: Leon... trata de calmarte ¿Si? esto no es lo que parece ---se interpuso entre ella y la modelo, volteó hacia la chica y...--- escucha Monique lo siento, ella es mi NOVIA ---reafirmó--- y está un poquito alterada ---hizo un ademán con el índice y el pulgar---, así que me disculpo.
La puerta del ascensor se abrió, Leonor salió a paso ligero, estaba triste y llena de celos, necesitaba calmarse, la ojiazul salió detrás de ella sin tomar en cuenta a la modelo, la tomó del brazo y la hizo girar hacia ella...
R: No es lo que crees ¿Esta bien?, ella es solo una modelo.
L: Para ser una modelo se cree con muchos derechos sobre ti... ¿No crees? ---sentía como comenzaba a faltarle el aire---
R: Es una niña, y así se comportan todas las chicas aquí ---pretextos y mas pretextos---
L: Ya... ---Leonor no se lo terminaba de creer, algo se olía y no le gustaba, ya no sabia como podía arreglar esto---
R: Dime algo, no te quedes así nada mas.
L: No se que decirte... no se que pensar ya... ---se giro y comenzó a caminar de nuevo---
R: Te quiero... ---fue lo único que le salió al verla partir de aquel modo---
Leonor se paró y giró para verla.
L: Demuéstramelo... ---fue todo lo que dijo quedando ahí parada frente a ella---
Rachel no tenía mas que una carta para seguir en el juego, así que haciendo acopio de todo el sentimiento que la rubia le inspiraba se acercó a ella firmemente y la besó, era su última jugada y esperaba que fuera lo suficientemente buena como para no perder a Leonor, ésta le rodeó el cuello con sus brazos profundizando aquel beso, quería olvidarse de todo lo sucedido, quería pensar en los buenos momentos que habían vivido juntas todos estos años...
L: Te quiero... y me duele no tener las suficientes vidas para poder demostrarte hasta que punto llega mi amor por ti.
R: Yo lamento no demostrarte lo suficiente cuanto te quiero en esta vida ---volvió a besarla mientras le rodeaba la cintura y la apretaba contra ella---
L: Vamonos de aquí... ---susurró en sus labios mientras cogia su mano y caminaban hacia el garaje, donde tenían el coche---
La morena se dejó arrastrar pero al llegar al auto de la rubia no pudo mas y...
R: No soportaré llegar a casa ---acorralándola contra el auto y haciéndola girar para besarla apasionadamente---
Leonor gimió en su boca por la descontrolada pasión de la morena...
L: Nos van a ver... ---apenas la dejaba hablar---
R: Entonces sabrán lo que es bueno ---la subió a la parte delantera del auto y metió sus manos bajo la falda de la rubia---
No iba a negarse a ello, la deseaba demasiado, deseaba que le hiciera el amor ahora mismo, bajo la vista de cualquiera, nada importaba, atrajo la cara de la morena hacia la suya para morderle el labio...
L: Hazme el amor... ---la besó profundamente---
R: Eso pensaba...
Dejando una de sus manos dentro de la falda de la rubia fue acariciando la entrepierna de ésta, mientras que con la otra hábilmente le desabotonaba la blusa, sin dejar de besarla tomó uno de los senos de Leonor y lo estrujó, su lengua viajaba dentro de la boca de la rubia a la vez que ambas gemían unidas en un beso, la excitación recorría todo su cuerpo, rodeó con sus piernas la cintura de Rachel apretándola contra si, necesitaba más de ella...
L: Me vuelves loca... ---entre gemidos---
R: ¿Si? ---completamente encendida--- ¿Lo quieres? ¿Lo quieres ahora? ---se reclinó sobre ella y acariciaba el palpitante centro de la rubia mientras el sudor de sus rostros se mezclaba---
Las caricias de Rachel llevaban un ritmo que se unía al que marcaban sus labios sobre el pecho de Leonor.
L: Dios si... te quiero... te quiero ahora... ---con los ojos cerrados dejándose llevar por su pasión, entregándose a ella---
Una puerta se oyó llamando su atención, miró y vio a varias modelos contemplando la escena, a Rachel muy poco le importó, la penetró con pasión animal y le mordió el cuello mientras empezaba a embestirla, las modelos al ver a su apasionada jefa volvieron al ascensor y subieron, la ojiazul se apoderó de los labios de Leonor para llamar su atención, tras mordisquearle los labios susurró cerca de su boca...
R: No... Me dejes... ---volvió a besarla a la vez que seguía penetrándola---
L: Nunca... ---los gemidos eran intensos--- no... Me dejes... tu a mi... ---sus caderas se movían al compás de las acometidas de la morena, la beso en el cuello y mordió provocándole un enorme chupetón---
R: No lo... haré ---respondió entre gemidos mientras su mejilla rozaba la de la rubia---
Rachel sintió a la ojiverde cerrarse a sus caricias, de un momento a otro los gemidos se hicieron constantes y el cuerpo de Leonor se tensó bajo la ojiazul, ambas sabían lo que pasaba y Leonor se aferró a la espalda de la morena mientras que ésta continuaba su labor, tras un profundo suspiro Leonor se entregó por completo al placer que Rachel le estaba provocando, ambas calmaron sus movimientos hasta que cesaron, la morena quedó sofocada sobre su no menos sofocada amante...
R: Wow... ---fue todo lo que pudo decir al oído de Leonor---
L: Creo que... tendrás que llevarme en brazos a casa ---sonrió para después besar su mejilla--- tu pasión cada día aumenta más y me deja muerta ---rió---
R: Lo siento si fui muy brusca... ---respondió levantándose para dejarla respirar pero devolviéndole la sonrisa---también lamento que nos vieran---sonrió pícara---
L: Ha merecido la pena...---la agarró de la camisa y la acerco de nuevo pasa besarla--- contigo todo vale la pena.
Rachel se entregó al beso y la abrazó fuertemente.
Tras se pararse del beso...
L: Es mi turno ---dejó que su dedo índice acariciara uno de sus pechos--- pero en casa, ¿te... gusta la idea? ---dijo juguetona---
R: Me encanta ---sonrió, le robó un beso y corrió a su Porsche targa color cobre---
El pago era lo mejor de ser una modelo, con él había podido comprarse ese deportivo que en momentos como este le era muy pero muy útil, la ojiazul encendió el motor y arrancó quemando llantas. Leonor hizo lo mismo con su coche, era de la misma gama que el de la morena, lo diferenciaban algunas cosas una de ellas el color, lo puso azul, por los ojos de Rachel. El chirrido de las ruedas le hizo saber que esto era una carrera en toda regla, iba igualada a Rachel.
La ojiazul miraba por los espejos, no podía evitar sonreír, Leonor venía a su costado, eso fue lo que un principio le gustó de ella, era de arranques no pensaba cuando se apasionaba con algo, era su igual, de una forma distinta pero lo era, de pronto el semáforo cambió y a ella apenas le dio tiempo de frenar, el motor se amarró por completo pero no sufrió ningún accidente, volteó hacia a un lado y descubrió a la ojiverde luciendo una descomunal sonrisa. Cada segundo que pasaba con ella estaba más segura de que quería estar el resto de su vida con ella. La miró directamente a los ojos, esos ojos que la volvían loca, sacó su lengua mojando sus labios provocativamente, cuando el semáforo se puso en verde guiñó un ojo a la morena y arrancó dejándola atrás. Rachel se había quedado como una total idiota, ese gesto de Leonor la había distraído demasiado así que al reaccionar pisó acelerador y condujo tras ella. Leonor miraba por el retrovisor a la morena que la pisaba los talones, estaba tan distraída que no vio que un coche se le cruzó, pero le dio tiempo a reaccionar de un volantazo, estuvo a punto de perder el control pero consiguió dominarlo.
L: Vaya... por que poco ---dijo aliviada---
Rachel continuó conduciendo y pasó a un lado del Targa azul, volteó y le sonrió con superioridad a la rubia. Ambas siguieron conduciendo hasta llegar a casa, salieron del coche y quedaron una frente a la otra, ambas sonrientes sabiendo lo que venía ahora.
Sus cuerpos desnudos estaban entrelazados en las suaves sábanas de la cama, trataban de que sus respiraciones volvieran a la normalidad, Leonor estaba sobre ella, su cara apoyada en el pecho de la morena que la rodeaba por la cintura.
L: Me pasaría toda la vida haciéndote el amor.
R: Me matarías de placer... ---sonrió---
L: ¿Eso es bueno no? ---rió y le acarició el pecho con la yema de sus dedos--- soy tan feliz contigo... ---su tono se volvió más serio--- no sabría que hacer sin ti ---a la mente le vino el anillo que le compro, necesitaba estar segura de que la morena quisiera compartir su vida con ella---
R: Yo estaría perdida sin ti... me alegra que hayas ido por mi a la oficina ---le acariciaba la espalda---
Ahora tenía la oportunidad, tenía que intentarlo.
L: Cariño... nunca hemos hablado sobre el compromiso ---la miró directa a los ojos--- ¿Qué piensas de ello? ---sentía algo de temor por la respuesta---
R: Depende... ¿Qué clase de compromiso?
L: Pues creo que... el único que hay... el de... para toda la vida ---rió---
R: ¿Entre nosotras, dices? ---la miraba sonriente pero los latidos de su corazón se aceleraron una milésima---
L: A no ser que... tengas a alguien más... si, entre nosotras.
R: No, no hay nadie mas... ---relativamente era cierto, las demás no significaban nada en su vida--- bueno y... ¿Qué es exactamente lo que quieres saber?
L: Pues... no se, solo que opinas sobre el compromiso, si te agrada o no ---no se atrevía a decirle más---
R: Si lo que quieres saber es si me comprometería contigo... si lo haría ---la miró como quien mira a un niño, le sonreía--- pero es... complicado...
L: ¿A qué te refieres? ---preguntó sorprendida---
R: A que me gustas y te quiero, pero dadas nuestras últimas noches... ---carraspeó--- no se si... comprometernos sea lo mejor, podrías encontrar alguien mejor que yo... ---sonrió amargamente--- y no digas que soy suficiente porque no es verdad.
L: Te quiero a ti, no quiero a nadie más, entiendo que no quieras comprometerte conmigo... ---dijo triste--- tampoco te pido que lo hagas, soy feliz con que estés a mi lado ---se abrazó mas fuerte a ella---
R: No es que no quiera... es... que... ---pensaba y nada se le ocurría, así que...--- ¿Por qué no me dejas pensarlo un tiempo?... ---sonrió como toda una tonta---
L: Claro, con esto no quería decirte que quisiera que fuera ahora ---tendría que guardar el anillo más tiempo del que pensó--- solo quería saber que pensabas sobre ello ---sonrió dulce---
R: Yo... te quiero Leon... pero... creí que por tu trabajo no querrías compromisos al igual que yo... es muy difícil mantener algo estable con nuestras agendas de trabajo... ---a pesar de todo no había dejado de tocar su cuerpo ni un instante---
L: Se que es difícil... pero realmente estoy enamorada de ti y ya no me imagino la vida sin ti ---cerró los ojos y aspiró con fuerza su aroma--- aunque no te lo creas... tu eres lo primero para mi.
Rachel guardó silencio, no sabía como reaccionar ante la propuesta de Leonor, la ojiazul siempre había sido una persona libre, vivía cómoda si estaba sin ataduras, la rubia era un caso especial pero no estaba segura de lograr tener una vida seria y estable con ella, menos tomando en cuenta sus seguidas infidelidades, no era que no la quisiera era algo que normalmente hacía para sentirse viva, segura, fue así desde muy joven y no creía poder cambiar.
L: Puede que creas que estoy loca pero... ¿podrías dejar de ir a trabajar unos días?, quisiera que estuviéramos unos días juntas ---su cara era casi de súplica---
R: ¿Eh? ¿Estás segura? Por mi no hay problema, puedo posponer mis asuntos ---comentó sonriente pero sorprendida--- ¿Tu podrás? ¿Y tus pacientes?
L: Estoy segura que uno de mis compañeros me cubrirá ---sonrió abiertamente--- me emociona la idea de poder pasar unos días contigo... hace mucho que no lo hacemos.
R: Lo se... la última vez que lo hicimos fue... ¿Hace cuánto? ---había perdido la cuenta--- ¿Dos años?
L: Mas o menos... ---quedó pensativa--- ¿te acuerdas cuánto disfrutamos al conocernos? ---sonrió al recordar aquello--- todo iba genial... daría lo que fuera por que ahora fuera igual ---sus ojos verdes se clavaron en los de ella llenos de amor---
R: ¿Disfrutamos? ---rió sonoramente--- tenía un golpe en la frente que dolía a muerte.
L: ¿Pero te cure bien no? ---rió--- aun con el chichón te veías espectacular.
R: ¿Si? ¿Me veía bien? ---rió--- ¿Vas a querer que ahora tenga uno? Como quieres que seamos iguales ---dijo burlona---
L: No me provoques ---rió--- se donde hay que darle para que te salga un buen chichón ---posó sus labios en la frente de la morena para besarla suavemente---
R: ¿Serías capaz doctora? ---cerró los ojos al sentir los húmedos labios de la rubia sobre su frente---
L: De lo único que sería capaz es de amarte toda la noche... ---la besó muy despacio, con leves movimientos---
Rachel se dejaba amar, siempre le pasaba lo mismo con la rubia, no podía limitar su atracción mucho menos su pasión, no existían horas específicas para quererse o desearse simplemente cuando estaba con Leonor se perdía en el universo que la ojiverde se ocupaba de crear para las dos.
Finalmente ambas pidieron los días libres en el trabajo y pasaron unos momentos estupendos, recordando los años atrás, amándose a cada instante, dedicar cada segundo la una a la otra, como debía ser y en mucho tiempo no hicieron, nuevamente volvieron a disfrutar de las pequeñas cosas, los pequeños detalles.
La noche había caído y decidieron ir a cenar a un restaurante, tras cenar bailaron varias canciones lentas y al terminar decidieron volver a casa dando un paseo, hacía una espléndida noche, ambas cogidas de la mano siendo la luna testigo de su amor.
R: Deberíamos quedarnos un poco más... ---comentó distraídamente mientras caminaba---
L: Estoy de acuerdo ---apretó el agarre de su manos, iba con una sonrisa en los labios que casi parecía estúpida---
Seguían caminando tranquilamente cogidas de la mano. Leonor se sentía tan feliz... casi le daban ganas de llorar, se paró y quedó mirando al cielo que estaba lleno de estrellas.
L: Dicen que nunca se alcanza la felicidad por completo... ahora se que se equivocan.
R: De verdad espero que se equivoquen ---le sonrió y la levantó a la vez que empezaba a dar vueltas con ella en brazos--- Leon... Creo que te amo ---la besó---
L: ¿De veras? ---muy sonriente a escasos centímetros de sus labios---
R: Si... es más vamos a escribirlo a algún lado para que no quede duda ---la agarró de la mano y salió corriendo en busca de un lugar para llevar a cabo su idea---
Leonor reía como una quinceañera, le encantaban esos prontos que tenía la morena.
L: Me encantas cuando te pones así... ---la rodeó la cintura por detrás al ver que la morena se paró frente a un árbol---
R: Tu me pones así ---sonriente buscó en el bolsillo de sus jeans y sacó una vieja navaja de explorador que su padre le regaló cuando era niña---
Tomó la navaja y empezó a grabar una frase en el árbol.
Una vez terminó la marca...
L: Si un día nos perdiéramos... ---puso su mano sobre la marca--- encontrémonos aquí... justo aquí.
R: De acuerdo... ---la besó cálidamente y después...--- es una promesa ---le acarició el rostro---
L: Las promesas no se rompen... ¿Verdad? ---sus ojos estaban humedecidos, dios como la quería---
R: No, no se rompen y no importa lo que pase siempre quedarán las promesas.
L: ¿Puedo confesarte algo?
R: Claro, dime... ---la miraba a los ojos, estaba desnudándose íntimamente delante de ella a través de las palabras---
L: Se que nunca demuestro mis celos pero... la verdad es que me muero al pensar que estas rodeada de chicas tan guapas... no soportaría que te tocaran, que estuvieran así... como yo ahora... ---la abrazó muy fuerte---
R: Ellas no son nada Leon, son guapas pero no como tu... ---le acariciaba el rostro y se acercaba a sus labios--- nunca te habías quejado... ---empezaba a sentir remordimiento---
L: No me quejo... es que... tal vez pienses que me da igual que estés rodeada de mujeres, que no me importa solo por que no digo nada... pero me muero por dentro... ---necesitaba decírselo--- te quiero y... confío en ti ---acarició su rostro tiernamente---
La ojiazul comenzó a toser, ese "confío en ti" la caló profundo...
R: Alguna vez pensé que no te importaba si estaba con ellas.
L: Siempre me ha importado, pero para que esto funcione tengo que confiar ---sonrió feliz--- se que no me harías daño.
R: No... No a propósito ---su rostro empezaba denotar angustia--- ¿Vamos a casa ya?
L: Claro... ---se agarró a su brazo y comenzaron la marcha a casa---
Tomadas de la mano volvieron a casa, al llegar Leonor se dirigió a la habitación mientras que Rachel se quedó un momento en la cocina, buscó una botella de vodka y se sirvió una copa, desde que vivía con Leonor no bebía pero ésta noche le hacía falta un trago, lo bebió de golpe y se sirvió otro, las palabras de la rubia le habían tocado el corazón.
Leonor estaba en la habitación, miraba el anillo que le había comprado, mañana sería su aniversario, sabía que tendría que buscar otro regalo, por lo que hablaron del compromiso, pero aun así estaba ilusionada.
En silencio la ojiazul derramaba algunas lágrimas mientras tomaba su copa, se sentía fatal, la culpabilidad y el sentimiento indescriptible que sentía hacia la rubia la tenían confundida, estaba mal y lo sabía.
La rubia ya estaba en la cama, estaba despierta esperando a la morena, no quería dormir sin darle las buenas noches.
Rachel sabía que Leonor la esperaba en la habitación así como sabía que si no llegaba allá pronto la rubia saldría de la cama para ir a buscarla, así que guardó la botella de vodka limpió sus lágrimas y fue a donde la ojiverde la esperaba, al entrar comenzó a quitarse la ropa y la dejó por el camino, buscó el pijama se lo puso y se metió en la cama.
Los brazos de Leonor enseguida rodearon al cuerpo más grande, pegándose bien a ella.
L: Buenas noches mi vida ---cerró sus ojos acomodándose en ella con una sonrisa---
R: Buenas noches amor... ---suspiró dolorosamente y abrazó delicadamente a la rubia---
La mañana las sorprendió abrazadas aun, tras darse los buenos días cariñosamente cada una se preparó para ir a trabajar, Leonor se preguntaba si Rachel sabía que día era hoy.
Tras despedirse cada una se fue por su lado, la rubia tenía algo pensado, una sorpresa especial.
La morena llegó a la oficina, iba decidida a terminar todos sus amoríos, no tenía las vísceras ni el valor para seguir engañando a Leonor, la noche anterior se había dado cuenta de lo mucho que amaba a la rubia y no quería perderla sabía que si eso pasaba moriría de dolor, como de costumbre miraba el paisaje a través de la ventana y pensaba en como resolver sus problemas.
Su secretaria fue llamada para aun recado, aprovechando que nadie la veía Ivana entró en el despacho de la morena.
I: Hola cariño ---se acercó a ella y depositó un beso en sus labios---
R: Ivana ---se hizo para atrás y...--- necesitamos hablar... ---palabras mágicas---
I: Eso podemos hacerlo luego... ---fue directa a su cuello, mientras que con sus manos agarraba su trasero---
Rachel no estaba muy segura de querer negarse, así que le permitió a Ivana seguir, pero en ese momento recordó la fecha del día, era su 4° aniversario, Leonor vino a su mente e intentó apartarse pero la modelo se lo impidió tomándola con fuerza del rostro y dándole un apasionado beso.
Ivana comenzó a quitarle la camisa, seguía besándola por los pechos. La secretaria de Rachel volvió a su puesto, justo para recibir a Leonor.
S: Señorita Leonor ---sonriente---
L: Hola ---respondió igual--- ¿Esta Rachel en su despacho verdad?
S: Si, puede pasar.
L: Gracias ---fue todo lo que dijo antes de dirigirse hacia el, justo al llegar a la puerta oyó que unos gemidos salían de aquel despacho, quiso pensar que era un mal sueño, despacio abrió la puerta para ver lo que le partiría el corazón en mil pedazos---
Rachel estaba tumbada sobre su escritorio dejándose querer por aquella modelo, Leonor dejó caer el móvil que en ese momento llevaba en su mano, no se lo podía creer, Rachel le estaba siendo infiel, ¿pero desde cuándo?, sintió que en aquel lugar no había oxígeno y salió corriendo de allí, como alma que persigue el diablo, la secretaria se quedó muy sorprendida al verla salir así.
S: ¡Señorita Leonor!
La morena no podía seguir así con Ivana, hizo uso de su fuerza y la alejó de ella, fue lo mas honesta y directa que pudo...
R: Ivana lo siento, lo nuestro se acabó... ---ni siquiera pestañeó para decírselo---
I: ¿Qué?, ¿y se puede saber por qué esta decisión?, bien que te gustaba ---sonrió lasciva---
R: Quiero a Leonor, tu eras solo un pasatiempo... ---contestó seria---
I: No la querrás tanto cuando le has sido infiel con la mayoría de tus modelos ---se dio la vuelta para salir, cuando lo hizo tropezó con algo, se agachó para cogerlo, era un móvil--- ten más cuidado y no vayas perdiendo los móviles, tu amor podría llamarte ---se lo tiró para que lo cogiera, después se marchó---
Rachel atrapó el móvil y lo reconoció, salió de la oficina y habló con su secretaria, estaba alarmada...
R: ¿Estuvo aquí Leonor?
S: Si señorita, estuvo un momento, dijo que iba a verla pero después salió corriendo despavorida, no pude detenerla.
R: ¡Maldita sea!
Tomó el ascensor y corrió a su auto, condujo a toda velocidad de vuelta a casa, aun tenía la esperanza de poder encontrarse con ella.
Leonor había tomado una decisión, no podía seguir con ella después de lo que había visto, todo había terminado aunque la amaba con toda su alma, fue a casa y recogió todas sus cosas, antes de irse escribió una carta, que dejó en la mesa junto con el anillo que iba a regalarle, ya nada importaba y no necesitaba ese anillo para nada, no quería ningún recuerdo.
Rachel llegó a casa poco después de que Leonor lo hiciera, encontró la casa medio vacía y empezó a maldecir, suponía lo que había pasado, llegó hasta la mesa y encontró la nota con el que sería su anillo:
"No he tenido el valor suficiente para decirte esto a la cara, al igual que tu no lo has tenido para decirme lo que estabas haciendo... ahora que se la verdad, espero que entiendas que ya no puedo seguir contigo, a pesar de que te dije que nunca te dejaría... tu me dejaste hace mucho tiempo por lo que veo y yo no lo vi. Si en algún momento me has llegado a querer o aunque solo sea cariño... te pido que no me busques, no trates de comunicarte conmigo... haz eso por mí. El anillo que esta al lado de esta carta... era el anillo con el que quería pedirte que te comprometieras conmigo, ya no tiene ningún valor, no significa nada, has lo que quieras con el. Será la última vez que vuelvas a oír o a leer un te quiero viniendo de mi. Te quiero... Adiós Rachel."
Rachel empuñó la carta y pateó la mesa provocando que esta cayera de lado, del mismo modo comenzó a romper floreros, ceniceros y cada adorno que se encontraba en el camino, mientras lo hacía maldecía y las lágrimas mojaban su rostro, no podía creer lo estúpida que era por haber perdido de ese modo a la rubia, pero le caía peor sabiendo que hoy quiso intentar olvidar a sus amantes para tener algo estable con ella, ese era el pago por sus actos y sabía que lo merecía.
Leonor estaba apunto de subir al avión, por un momento se detuvo, no quería irse, pero al cerrar los ojos le volvió la terrible imagen de Rachel con su amante y eso fue lo que la empujó a caminar sin mirar atrás, dejando toda su vida y llevándose las lágrimas que la acompañarían todo el camino.
La ojiazul trató de calmarse, pensó que aun podía encontrarla en el hospital, se dirigió hacia allá a toda velocidad y al llegar habló con una joven de información, ahí le explicaron que Leonor había pedido un traslado a otra ciudad y que de igual modo pidió que a nadie le dieran esa información, Rachel pensó que lo mejor era no armar ningún escándalo, desconsolada volvió a casa, pasó a la cocina por su botella de vodka y terminó de tomársela en su habitación a la vez que rompía en llanto y sus recuerdos le volvían a la mente, lloraba sin control, sus sollozos inundaban la habitación, no podía creer que había perdido a Leonor, no lo aceptaba, cuando de pronto comenzó a recordar...
FLASBACK
Eres la siguiente en salir le dijo un joven a Rachel, quien lucía un vestido de alta costura, se encontraban en la ciudad para un evento de caridad y a ella le tocaba lucir un vestido de D. Versace, pese a que la noche anterior, la había pasado de fiesta hoy debía hacer su trabajo, finalmente su compañera entró y salió a pasarela, al instante los flashes de las cámaras fueron disparados y el exceso de luz causó que la ojiazul perdiera visibilidad, de pronto todo se nubló y cayó al suelo golpeándose fuertemente el rostro y quedando sin sentido. Enseguida llamaron a una ambulancia y la llevaron al hospital más cercano, seguía sin sentido cuando Leonor entró en la habitación donde se encontraban las enfermeras preparándolo todo.
L: ¿Qué ha pasado? ---preguntó cogiendo el informe que habían hecho de ella---
E: Es una modelo, al parecer cayó en medio de la pasarela golpeándose en la cabeza, se ha quedado sin sentido, pero sus constantes son buenas, tiene un hematoma en la frente y un esguince en el tobillo.
L: Ya veo, podéis iros, ya me encargo yo ---la rubia no se había fijado hasta ahora en ella, cogió un pequeño bote para ponérselo en la nariz para que comenzara a reaccionar, quedó embobada al ver su rostro, era una mujer realmente guapa.---
Rachel despertó de golpe y eso aumentó el dolor de cabeza, se quejó a la vez que se tocaba la frente, al subir la mirada se encontró de frente con una bella doctora y haciendo uso de su habitual coquetería dijo...
R: Estoy en el cielo y veo ángeles ---sonrió a duras penas por el golpe---
Leonor sonrió y comenzó a escribir en el informe.
L: La paciente despierta delirando... ---cogió su pequeña linterna y miró las pupilas de la morena ---¿Cómo te llamas?
R: Rachel ¿Y usted? ---definitivamente no perdía el estilo---
L: ¿Edad? ---ignoró la pregunta y siguió explorándola---
R: Veintiséis... ¿Y la suya? ---comenzó a jugar con la tarjeta que colgaba del uniforme de la doctora---
L: ¿Qué es lo último que recuerda antes de perder el sentido? ---dijo agarrándola de la mano para que soltara su tarjeta---
R: Déjeme ver... ---jugueteó con la mano de la rubia y no dejó que ésta la apartara--- lo último fue "te toca salir" salí y suelo... si eso.
Leonor toco su moretón haciéndole que le doliera, eso hizo que la soltara.
L: Si no está quieta, no podré curarla ---sin dejar de sonreír---
R: Auch, me hubiera pedido que me quedara quieta, no tenía que ser tan mala... ---puso cara de niña regañada---
L: Se comporta como una niña pequeña ---cogió su tobillo y comenzó a moverlo despacio--- ¿le duele si hago esto? ---lo movió en forma circular---
R: Un poco... y no me comporto como una niña... ---sonrió---
L: Lo tiene algo inflamado, se lo vendaré y tendrá que estar una semana en reposo ---fue a una estantería y cogió una venda---
R: Dios... ¿No puede darme mejor un analgésico? Tengo un viaje dentro de dos días.
L: No le hará nada, la cura para esto es reposar ---comenzó a vendarle el tobillo, una vez termino--- bien, ahora le curaré el golpe de la frente ---se acercó a ella para verlo bien, quedo a muy pocos centímetros de su cara---
R: Huele usted muy bien... ---dijo aspirando el aroma de la rubia---
L: Creo que la mandare a rayos a que la miren la cabeza ---dijo burlona---
R: ¿Por qué? ---sonrió--- es que es verdad, huele usted muy bien.
Tras ponerle una gasa en la frente...
L: Se va a quedar en observación unas horas, mandaré unas pruebas más ---comenzó a recoger las cosas para salir--- una enfermera se hará cargo de usted.
R: ¿Tan pronto se va? ¿Y si me pongo mal? ---estaba sonriendo---
L: Sobrevivirá, créame, no esta tan grave ---le guiñó un ojo y salió de la habitación para seguir con su ronda de pacientes---
Leonor no tenía ni cinco minutos de haber salido cuando Rachel empezó a tocar todos los botones del tablero buscando cual era para llamar a la doctora. La rubia estaba con uno de sus pacientes cuando le avisaron de que la necesitaban en la habitación 22, fue hacia ella y vio a la morena tranquilamente.
L: ¿Le ocurre algo? ---se acercó a ella---
R: Es que necesitaba verla ---sonrió cautivadoramente--- no me dijo su nombre doctora.
L: Me llamo Leonor y para su información, hay gente que si necesita de mis servicios ---se giró para irse de nuevo---
R: Discúlpeme ---fue sincera al hacerlo---
La vio partir una vez más y dejó que pasaran 10 minutos para volver a llamarla.
Leonor volvió aparecer en la habitación, solo que esta vez llevaba una jeringuilla algo más grande de lo común, se acerco hacia ella y...
L: Como veo que se encuentra muy mal haré algo para remediarlo...
R: Ey tranquila ---se hizo para atrás en la cama--- ¿Para qué es eso?
L: ¿Tiene miedo? ---sonrió divertida--- solo es para aliviarle los dolores.
R: Es que me dan nervios las agujas, sobre todo las de ese tamaño ---señaló la jeringa que traía Leonor---
L: Tranquila, tendré cuidado... ---clavándole la aguja mientras la hablaba cerca del rostro para que no se pusiera nerviosa--- tienes unos ojos muy hermosos... ---según entraba el líquido sus ojos se iban cerrando---
Rachel cayó en un profundo sueño, el sedante surtió efecto rápidamente. Tres horas más tarde la morena fue despertando, Leonor estaba allí firmando el alta, aunque por primera vez se lo pensó, por alguna razón la gustaba tenerla ahí.
Rachel sentía que el dolor había disminuido por lo menos un cincuenta por ciento, al abrir los ojos se encontró de nuevo con la doctora y...
R: ¿Ahora si estoy en el cielo? ---sonrió de medio lado---
L: Si, conseguí mi propósito, matarla ---siguió con el alta---
R: ¿Por qué le caigo tan mal? ---se sentó en la cama y sonriente clavó su mirada en la rubia---
L: Nunca he dicho que me cayera mal ---la miró fijamente a los ojos--- solo me parece incorrecto que mis pacientes coqueteen conmigo ---sonrió amable---
R: No puedo evitarlo, es usted muy bella ---sonrió ampliamente--- pero si le molesta me disculpo...
L: Disculpas aceptadas ---le dedicó una de sus mejores sonrisas--- ya se puede ir, aquí tiene el alta ---le entregó la hoja---
R: Bien, gracias por todo.
Rachel salió de la cama y caminó lentamente para salir de la habitación.
L: Necesitará esto ---le dio una muleta--- trate de no apoyar demasiado el pie.
R: Ok... hasta luego...
Con calma salió del hospital tomó un taxi y se dirigió a casa, al llegar aventó las llaves a la mesa de centro del salón y se recostó en el sofá, tan solo el pensamiento de la rubia la hacía sonreír no podía sacarla de su cabeza.
El día por fin terminó y con él el trabajo. Leonor recogió todas sus cosas y fue a casa, no entendía por que pensaba en aquella paciente, en Rachel, tenía algo especial, nunca antes nadie había coqueteado con ella de la forma en la que la ojiazul lo hizo, le gustaría volver a verla, pero lo único que sabía de ella era que era modelo, una espectacular modelo.
La rubia salía cuando una enfermera la detuvo diciéndole que tenían un caso urgente y no había médicos disponibles, no le quedó mas remedio que aceptar, le dieron la dirección y fui allí con su maletín, al llegar se sorprendió al ver la casa, era como una mansión, llamó a la puerta que para su sorpresa fue abierta por la modelo que había estado desfilando en su mente todo el día.
DE VUELTA A LA REALIDAD
Rachel seguía llorando, ese recuerdo de Leonor pasaba por su mente una y otra vez, se había tomado la última gota de vodka y no sabía que hacer para recuperar a la rubia, los ojos le ardían la cabeza parecía que iba a estallarle de tanto llorar pero no podía hacer nada mas, hoy en el día del 4 aniversario todo había terminado y por culpa de ella misma.
Leonor estaba en el avión, sus ojos estaba completamente hinchados de tanto llorar, estaba tan dolida... daría lo que fuera por volver y tirarse a los brazos de Rachel, pero no podía perdonarla... era imposible, tendría que vivir con el recuerdo, necesitaba estar cerca de ella y ahora solo podía hacerlo con su mente, cerró los ojos y dejó que aquellos momentos de felicidad volvieran a su vida...
FLASBACK
Sus ojos verdes se clavaron en aquel azul intenso que la miraba.
L: Usted... ---fue todo lo que pudo decir---
R: Si yo estaba muriendo... por verla de nuevo ---sonreía de ese modo tan especial--- pase por favor, no se quede ahí.
L: Me dijeron que era una urgencia y usted no parece estarlo --dijo seria---
R: Me urgía verle... ---puso de nuevo esa cara de niña regañada---
La rubia solo pasó sin decirle nada, una vez dentro...
L: ¿Y para qué quería verme?
R: Es que... no he podido dejar de pensar en usted... ---fue lo suficientemente honesta y directa---
Eso le pilló de sorpresa a la rubia, nunca imaginó aquello, se quedó mirándola fijamente, necesitaba cambiar de tema y todo aquello la estaba confundiendo.
L: Vaya... ehm... pues... ¿qué tal su tobillo? ---rió nerviosa---
R: Bien, no me duele mucho ---sonrió y...--- ¿Por qué no toma asiento?
Leonor así lo hizo, se sentó en uno de los hermosos sofás que decoraban la casa de la morena estaba nerviosa, no sabía que es lo que estaba haciendo allí.
L: ¿Puedo hacer algo por usted?
R: Pues de hecho si... ---empezaba a disfrutar el hecho de que ponía nerviosa a la doctora--- ¿Qué tal si tenemos una cita?
Se atragantó con su propia saliva.
L: ¡¿Qué?! Me esta tomando el pelo ---estaba comenzando asustarse--- no me conoce de nada.
R: No estoy bromeando, para nada, es solo que ya no soy su paciente y ya tengo permitido coquetearle ¿No?
L: Sigue siendo mi paciente ---sonrió--- yo estoy aquí por una urgencia, aunque no negaré... que es usted una mujer muy hermosa.
R: ¿Y no puede hacer una excepción y aceptar salir conmigo?
L: Déme solo una razón por la que debería salir con usted ---le gustaba la morena, ¿por qué iba a perder la oportunidad?---
R: Porque si no acepta me rompería el corazón ---sonrió con un leve brillo en los ojos---
L: No es suficiente ---se levantó y se dirigió hacia la puerta, antes de salir se giró y...--- pero acepto, en cuanto se recupere de su tobillo, vaya a verme ---fue lo último que dijo antes de salir de allí.
DE VUELTA A LA REALIDAD
Las lágrimas parecían no acabar, hacía solo unas horas que se había alejado de la morena y ya la echaba de menos, fue tan feliz en esos momentos... ahora tendría que empezar una nueva vida lejos de ella. Cerró los ojos y dejó que el avión llegara a su destino.
Un mes había pasado, eran tan solo 30 días que habían parecido una vida de agonía a la ojiazul, aunque seguía trabajando últimamente había perdido el gusto por las fiestas, dejó escapar muchas propuestas de diferentes modelos y no dormía muy bien, solo hacía una comida y esperaba el atardecer para embriagarse, el alcohol era lo único que tenía, aun no sabía que hacer, no encontraba solución alguna para su dolor y su carrera estaba siendo totalmente descuidada.
Leonor había conseguido trabajo en otro hospital, pidió el máximo de horas para no pensar en la morena, pero ni aun así lo conseguía, llegó a odiar las noches, solo la torturaban, cada noche veía a la morena a su lado en la cama, el amor que sentía por ella a pesar de todo le jugaban malas pasadas, más de una vez estuvo a punto de llamarla, pero tuvo que controlarse para no hacerlo. No tenía mas vida social que la del trabajo, solo salía de casa al trabajo y del trabajo a casa, nada ni nadie le importaba, seguía hundida en dolor, mientras que su alma seguía gritando por la falta del amor de Rachel.
La morena estaba en casa cuando su secretaria llamó, como no tenía humor alguno de responder dejó que la máquina contestadora lo hiciera, tenía que salir de la ciudad había un desfile de caridad y había sido invitada, hizo acopio de toda su fuerza y confirmó su presencia pero aun así siguió con su noche de tragos, al día siguiente tomaría un vuelo y desfilaría, no estaba interesada pero no podía negarse.
Leonor hoy tenía el día libre, ya que le tocaba estar toda la noche de guardia, aprovechó para hacer unas compras, justo pasó por delante de una joyería, inevitablemente recordó el día que le compró el anillo a Rachel.
L: ¿Qué habrás hecho con el?...---sus ojos se humedecían una vez mas---
La ojiazul se puso de pie, esa noche de tragos le estaba pasando mas lenta de lo normal, fue a la cocina por hielo y jugo de naranja para mezclar con el vodka, caminaba sin zapatos cuando algo se le clavó en el pie, no le causó ningún daño pero si llamó su atención, levantó el pie y se encontró con el anillo que la rubia le había dejado junto a la nota, lo recogió y se lo puso, no tuvo el valor para tirarlo a la basura, estando el doble de desanimada tomó el jugo y los cubos de hielo para volver a la habitación y continuar la noche de tragos.
Luces por todas partes, todo lleno de gente, los modelistas preparaban todo para el gran desfile, Rachel sería de las primeras en salir, lucía un estupendo vestido azul, haciendo juego con sus ojos, un gran escote, con los hombros descubiertos, lucía totalmente espléndida. Los tragos de la noche anterior le estaban causando un terrible dolor de cabeza a la ojiazul, era lo que algunos llaman "cruda realidad", estaba nerviosa, aunque se sabía una profesional había mas fotógrafos de los que hubo en la última ocasión, estaba esperando las indicaciones cuando las luces y la música cambiaron, sabía que esa era su entrada y salió, lucía tan perfecta como una diosa griega, pero a menos de la mitad de la pasarela los fotógrafos descargaron los flashes y la cegaron por completo, no pudo evitarlo, mal colocó el pie y se resbaló golpeándose en la cabeza, mientras caía no pudo evitar pensar que todo era un Deja Vu.
Leonor estaba mirando unos informes cuando una enfermera le dio un aviso, se dirigió a la habitación y cogio el informe.
L: ¿Qué tenemos aquí?
E: Una modelo ha caído en mitad de un desfile golpeándose la cabeza, no tiene conocimiento y parece que se torció un tobillo también.
Leonor dejó caer el informe al suelo, todos aquellos recuerdos golpeaban su mente.
L: No... ---comenzó a levantar la vista para y fue entonces cuando su corazón dio un vuelco, Rachel era aquella modelo, todo se volvía a repetir--- no puede ser...
S: Aquí le dejo todo, iré a ver a otros pacientes ---fue lo último que dijo la enfermera antes de salir de allí dejándolas solas---
Las piernas le temblaban, apenas podía dar un paso, no sabía que hacer, tardó en llegar, pero finalmente se puso a su lado, ahí estaba como la primera vez.
L: ¿Qué te ha pasado? ---vio que en su cara se reflejaba cansancio, tenía ojeras, la encontraba más delgada, pero aun así seguía siendo hermosa. Como la primera vez cogio el frasco y se lo pasó por la nariz para que comenzara a reaccionar.---
Rachel tardó en reaccionar, ésta vez el golpe fue peor así como la noche de tragos, al abrir los ojos se encontró con Leonor y no lo podía creer, pensó que era una mala jugada de su cerebro y parpadeó un par de veces hasta que supo que todo era real...
R: Leon... ---las lágrimas se acumularon en sus ojos pero se negaba a dejarlas caer---
La rubia se moría por abrazarla, jamás pensó encontrase en aquel estado a la morena, pero no podía, tenía que ser fuerte y aguantar, sacó su linterna pequeña y la miró las pupilas.
L: ¿Cómo te llamas? ---no quería mirarla directamente---
R: Tu sabes como me llamo... ---su voz sonaba apagada--- no me ignores... lo merezco pero no puedo soportarlo.
L: Dime tu nombre ---no quería oírla, no podía, era demasiado doloroso---
R: Leon... por favor ---se alejó de la linterna e intentó tomarle una mano--- déjame explicarte.
L: Si no me dices tu nombre dejaré tu caso en manos de otro médico ---se apartó de ella soltando el agarre---
R: ¡Rachel, mi maldito nombre es Rachel! ---al levantar la voz el dolor de la cabeza se intensificó y se la agarró con ambas manos--- ¡Maldición!
L: Tranquilízate ---hizo que se tumbara de nuevo--- Dime tu edad ---miraba el golpe de su cabeza era más feo que aquel que tuvo y eso la hizo preocuparse---
R: Ehm... veintiséis... ---estaba confundida--- no... Veintinueve...
L: ¿Lo último que recuerdas antes de perder el sentido? ---cada vez estaba mas preocupada, cogió una gasa y comenzó a curar su herida, quedando a pocos centímetros de su rostro---
R: Lo último... salí, resbalé y me golpeé, igual que la primera vez.
Leonor no veía bien la herida y se tuvo que acercar más, podía sentir la respiración de la morena en su cara y eso la ponía más nerviosa aun. Rachel no dudó ni por un segundo, agarró por la cintura a la doctora y se incorporó hasta poder robarle un beso, el contacto le supo a gloria, había pasado el último mes deseando sentir sus labios una vez mas y aquí estaba su sueño cumplido, la besó con ansias, con hambre, con locura. Leonor no pudo evitar corresponder aquel beso, había soñado tantas veces con volver a besarla, le haría el amor allí mismo pero... no podía, cuando pensó en lo que estaba haciendo se aparto de ella bruscamente.
L: ¡Maldita sea! ---estaba furiosa--- no vuelvas hacerlo..., pasaré tu caso a otro medico, yo no puedo hacerme cargo de ti ---se giró para salir de la habitación---
R: ¡Te quiero! ---gritó y luego maldijo porque la cabeza empezó a dolerle fuertemente de nuevo---
No podía evitar preocuparse, se acercó de nuevo a ella.
L: Deja de alterarte, voy a sedarte para que no sientas el dolor ---cogió una jeringuilla---
R: No... No de nuevo ---se alejó como hizo la primera vez---
L: No te comportes como una cría ---se acercó a ella y la agarró el brazo---
La morena bajó la mirada y dejó a Leonor hacer su trabajo.
Leonor la pinchó, aunque era muy leve acariciaba el brazo de la morena con sus dedos, vio como despacio se fue quedando dormida, momento que aprovechó para despedirse de ella, se acercó y la besó suavemente en los labios...
L: Adiós mi amor ---con los ojos llenos de lágrimas salio de allí---
Leonor fue a la cafetería, necesitaba pensar, que pasaría ahora, tocó sus labios con la yema de sus dedos recordando el beso que le dio la morena, de eso le vino a la mente la primera cita que tuvo con la morena.
FLASHBACK
La rubia estaba a la salida del hospital, había quedado con ella ahí para ir a cenar, estaba muy nerviosa, le costaba creer lo que estaba haciendo, pero ya estaba hecho y no iba a retroceder.
Rachel en aquel entonces viajaba en una motocicleta y de pronto apareció luciendo la mejor de sus sonrisas, se quitó el casco y le dedicó una cálida mirada a la doctora...
R: Hola... ---fue todo lo que dijo esperando a Leonor---
L: Hola ---le devolvió la sonrisa--- Ya veo que estas totalmente recuperada de tu tobillo.
R: Por suerte así es... y yo veo que usted sigue igual de bella ---sonrió ampliamente---
L: Gracias... ---no pudo evitar ponerse roja--- tu también por lo que veo.
R: ¿Vienes? ---la invitó con un cabeceo para subir a la moto---
L: Claro ---se subió detrás, no sabía si agarrarse a ella, le daba algo de vergüenza, así que buscó sitio donde agarrarse sin tener que tocarla---
R: ¿No me quieres tocar? ---dijo burlona a la vez que hacía ruido con el motor sin arrancar---
L: No es eso... es que... no quería molestarte ---dijo tímida---
R: No me molestas.
Despacio colocó sus manos alrededor de la cintura de la morena, comenzó a sentir cosquilleo en el estómago, le gustaba esa sensación, Rachel sonrió al contacto de la rubia y arrancó, condujo hasta un sencillo restaurante de comida italiana, era el lugar donde mas le gustaba comer cuando estaba en la ciudad, aunque normalmente cuidaba su figura en algunas ocasiones hacía excepciones.
Leonor estaba encantada, le encantaba la comida italiana y aquel lugar era estupendo.
L: Has ganado un punto a favor ---dijo sonriente---
R: ¿Si? Que bien ---sonreía mientras hablaba--- ¿Cuántos puntos debo acumular para que me concedas otra cita? ---bebió un trago de vino---
L: Mas de los que puedas conseguir ---rió fingiendo importancia---
R: ¿Estas segura?...
Leonor no contestó, solo sonrió coqueta mientras la miraba fijamente a los ojos.
L: ¿Tu estas segura de poder acumularlos?
R: Yo siempre puedo ---enarcando una ceja dando a entender que aceptaba el reto---
L: Ya lo veremos... ---en la cena no faltó coqueteo, en todo momento ambas estuvieron lanzándoselas, finalmente salieron del restaurante para ir a dar un paseo---
Lado a lado caminaron hacia la motocicleta, la ojiazul se detuvo unos pasos antes y...
R: ¿Prefieres caminar o subimos a la moto? ---comentó amablemente---
L: Caminar... si no te importa ---dijo con una tierna sonrisa---
R: No hay problema... ---ambas comenzaron la caminata en silencio, la ojiazul no sabía que mas decir, sus frases de conquista se habían terminado durante la cena---
La rubia se sentía muy bien caminando al lado de ella, era la primera vez que sentía algo parecido. Uno de sus defectos según ella, es que era muy sincera y no se pudo callar.
L: Ehm... ¿qué buena noche verdad?, tu compañía hace que sea distinta... ---mirando hacia el cielo---
R: Es verdad, es una buena noche, pero no creo que mi compañía tenga algo que ver.
L: Pues yo creo que... ---no pudo terminar la frase, justo tropezó con la única piedra que había en el camino haciéndola perder el equilibrio, pero unos fuertes brazos la agarraron impidiéndole caer---
R: Tu... ¿Crees qué? ---sonriendo a la vez que atraía hacia si a la rubia---
Leonor sintió como la morena la pegaba a su cuerpo, dejando sus rostros a pocos centímetros.
L: Yo... creo que... ---sus ojos bajaron a los labios de ella sin poder evitarlo--- tienes mucho que ver... ---cerró sus ojos tratando de evitar la tentación que le provocaban---
R: Quizá... ---al finalizar la besó delicadamente en los labios---
El beso fue muy lento, suave, eran apenas roces, hasta que sus labios comenzaban a abrirse para chuparse mutuamente. Leonor se estremeció al sentir como las manos de Rachel apretaban su cintura contra ella, la ojiazul se apartó milimétricamente, miró intensamente a los ojos de Leonor y se acercó de nuevo a ella, pasó la punta de su lengua suave y lentamente sobre los labios de la rubia y volvió a besarla, la rubia sintió como las piernas le flaqueaban, como le gustaba sentirla, besarla, era muy sensual y excitante y eso le estaba provocando muchas mas cosas, rodeo el cuello de la morena, poniéndose de puntillas y apretándose mas contra ella para profundizar el beso, la morena se inclinó para facilitarle el asunto a Leonor y la estrechó mas fuerte contra ella.
Despacio se separó de ella para mirarla a los ojos, los ojos azules que tanto la gustaban.
L: Tienes otro punto a favor ---sonrió y se mordió el labio---
R: ¿Solo uno más? Eres un poco injusta ---le sonrió y le ofreció la mano para seguir caminando---
DE VUELTA A LA REALIDAD
Leonor seguía con los dedos en sus labios, era incapaz de contener las lágrimas, cada vez le dolía más, quería ir y besarla de nuevo, estar con ella pero... no podía, pasaría su caso a otro médico, pero estaría al pendiente de la morena sin que esta lo supiera.
Tras varias horas Rachel despertó, al abrir los ojos se encontró con un joven doctor que leía sus resultados, entonces...
Dr: Señorita... ehm estaba leyendo y... resulta que tiene usted una deficiencia ocular ---Rachel no respondió estaba mirándolo directamente a la cara--- pero creo que tiene solución...
En ese preciso momento Leonor pasaba por delante de la habitación cuando su compañero la llamó, entró sin mirar a la morena...
Dr: Mira, ¿Qué te parece? ---le enseñó los informes, Leonor los miró detenidamente, la expresión de su cara cambió a preocupación---
L: Hay que operar...
Dr: Si, eso pensaba yo.
R: ¡Rayos! ---fue lo único que dijo dejándose caer por completo en la cama---
No lo pudo evitar, se acercó de nuevo a ella y miró detenidamente sus ojos, para luego ponerla un dedo delante.
L: Sigue mi dedo...
Rachel hizo lo que rubia ordenó y tras largo rato de pruebas y más pruebas llegaron a la misma conclusión, tenían que operarla, entre más pronto mejor...
Dr: ¿La operaras tu verdad?
L: ¿Yo?, hay mas médicos
Dr: Pero tu eres la mejor ---Leonor se quedó mirando a la morena---
R: Si no quieres hacerlo no voy a forzarte, pero también creo que eres la mejor.
L: Lo pensaré... ---fue lo único que dijo antes de salir de allí, no tenía nada que pensar, ella misma lo haría, ese tipo de operaciones era de las que mejor se le daban y no correría el riesgo de que algo le ocurriera---
El médico salió detrás de Leonor dejando a solas en la habitación a Rachel, estaba pensativa, preocupada por los estragos que esa operación causaría en su carrera pero no podía hacer mas.
Leonor hizo que lo prepararan todo, iba a operarla hoy mismo, no quería perder mas tiempo, hizo que llevaran a la morena al quirófano, aun no la habían anestesiado cuando entró con el gorro y la mascarilla de tela, se puso a su lado, Rachel apretó la mano de Leonor, estaba sumamente nerviosa y la frialdad de sus manos la delataba...
R: Confío en ti...
L: Todo saldrá bien ---le devolvió el apretón, quería tranquilizarla--- estaré aquí cuando despiertes.
R: ¿Y si no puedo verte? ---realmente estaba asustada---
L: Me verás ---acarició su cara con el dorso de su mano---
R: De todos modos hay algo que quiero hacer antes de empezar...
L: ¿Qué? ---preguntó extrañada---
R: Besarte...
L: Rachel... yo... no me pidas eso... ---se moría por besarla---
R: Uno mas... si no despierto no moriré tranquila...
L: ¡No vas a morir! ---eso le molestó, jamás permitiría que eso sucediera--- trata de relajarte.
R: No voy a relajarme si no me das ese beso ---insistió---
Parecía que no iba a dejar de insistir, así que finalmente cedió, se bajó la mascarilla y despacio se acercó a ella mirándola fijamente a los ojos, se paró milímetros antes de rozar sus labios, la ojiazul se desesperó así que ella concretó el beso, fue dulce y corto pero le supo a un trozo de cielo...
L: Luego nos vemos... ---susurró en sus labios---
Rachel asintió y minutos después se quedó dormida por la anestesia. Leonor dio comienzo a la operación, esta operación era totalmente distinta, y sabía que necesitaba mas concentración que nunca, quería que todo saliera perfecto, no permitiría que nada le pasara a su amor. Las horas pasaron, nadie excepto Leonor se preocupaba por la ojiazul, la operación fue todo un éxito, Rachel estaba ya en su habitación y comenzaba a recobrar el sentido, aunque no podría ver nada ya que estaba vendada...
Leonor estaba a su lado, agarrándola de la mano.
L: ¿Qué tal te encuentras? ---dijo dulce---
R: Siento un leve ardor en los ojos... ---su voz denotaba preocupación---
L: Es normal, sentirás molestias durante algunos días y es posible que no veas por el momento, tienes que recuperarte.
R: ¿Cuánto me llevara recuperarme por completo? Necesito... revisar algunos asuntos...
L: La vista puede que la recuperes en una semana, pero por completo tardaras varios meses.
R: Demonios, perderé lo único que me queda, me lo merezco por estúpida... ---se molestó su profesión era ya lo único que tenía---
L: Puedes tirarte a tus modelos sin ver, tienes la garantía de que son guapas... ---sin querer se le escapó el comentario, no quiso decirlo, pero aun estaba dolida--- será mejor que me vaya, necesitas descansar.
R: ¡Si tienes razón, me las puedo tirar sin ver! ---levantó la voz---
L: Seguro que no perdiste el tiempo ---cogió los informes y fue hacia la puerta, estaba dolida---
R: Algo tenía que hacer mientras intentabas salvar el mundo.
Jamás imaginó un comentario así de la morena, ni siquiera volteó a verla para decirle...
L: Que curioso, te escondes tras esa excusa de tus errores... si te das cuenta, hoy tu has sido parte de ese mundo el cual dices que salvo, hoy te he salvado a ti... ---sin decir mas salió de la habitación, con los ojos llenos de lágrimas---
Rachel se quedó en silencio, la situación comenzaba a parecerle insoportable, solo quería salir de ahí lo mas pronto posible pero sabía también que eso iba a ser un poco difícil.
Leonor no volvió a aparecer en la habitación, pero mandaba constantemente a una enfermera a ver como seguía la morena, sabía que sería inevitable que la viera mañana, pero tomó la posición profesional, no hablaría con ella de otro tema que no fuera sobre lo que le ocurría. Al día siguiente tras hacer toda la ronda por sus pacientes sabía cual le tocaba ahora, con paso decidido fue a la habitación, al abrir la puerta Leonor se encontró con que Ivana visitaba a la ojiazul, vio que estaba sentada en la cama a un lado de Rachel, le sostenía la mano mientras platicaban, la morena de vez en cuando sonreía ante el comentario de Ivana y continuaban la charla.
Los celos la estaban comiendo por dentro, tenía ganas de gritar, llorar y decirle a la morena que la odiaba, pero que se moría por ella, que no la dejara... tomó aire varias veces, para después entrar con los informes en la mano.
L: No es horario de visitas, le pido que salga de aquí ---su voz fue firme y tajante---
I: Me disculpo doctora ---respondió con burla y...--- lo siento cariño debo irme... ---se acercó a Rachel y la besó profundamente en los labios, fue la venganza de las modelos, ambas querían hacerlo por diferentes motivos---
Leonor estaba a punto de estallar, no soportaba lo que estaba viendo, fue hacia la puerta y esperó a que la modelo saliera, una vez pasaba por ella la cerró con fuerza dándole con ella, volvió donde Rachel y comenzó a tomarle la tensión sin decir ni una sola palabra, Rachel tampoco decía nada, de sobra sabía que la rubia estaba celosa aunque eso no significaba que la doctora volvería con ella, así que prefirió dejarla hacer su trabajo.
La rubia seguía haciendo lo adecuado sin decir ni una sola palabra, apuntaba los resultados en el informe, después comenzó a quitarle la venda de los ojos, tenía que cambiársela, todo aquello lo hizo en silencio. La morena tampoco pensaba hablar, así que orgullosamente siguió en silencio.
Leonor terminó de ponerle la venda de nuevo, la situación era muy tensa, comenzó a encontrase mal, en parte del cansancio, no se había movido en toda la noche, prácticamente llevaba allí 48 horas sin dormir, comenzó a tener sudores fríos y se estaba mareando, una de las enfermera entró para arreglarle la habitación a la morena y se dio cuenta.
E: Leonor, ¿te encuentras bien?, estas blanca ---dijo preocupada---
L: Si, no te preocupes... solo estoy cansada.
E: Llevas 48 horas aquí metida, deberías irte a casa a dormir un poco.
L: Estoy bien... ---cerró los ojos, los mareos eran más fuertes, necesitaba sentarse--- por favor... sigue tu con esto... solo quedan los últimos detalles ---le dio la carpeta y salió de la habitación, sentándose en una de las sillas de fuera.---
Rachel pidió a la enfermera que llamara a Leonor, necesitaba hablar con ella acerca de su condición, la enfermera hizo caso y llamó a la rubia, al entrar...
L: ¿Querías algo? ---dijo seria---
R: Si... quiero pedirte que me des de alta, lo mejor para las dos es que esté en casa, sabes que detesto los hospitales y... creo que te incomoda tenerme aquí ---estaba seria y...--- además en casa podré recibir visitas a la hora que quiera.
Leonor llamo a la enfermera, cuando estuvo ahí...
L: Ve por el alta de esta paciente, cuando lo tengas me lo das para que lo firme ---fue todo lo que dijo antes de salir de la habitación---
Rachel se acomodó en la cama, lo único que hacía era pensar en como alejarse lo antes posible de la rubia y del dolor que ésta le causaba.
Era lo mejor para las dos... era lo que iba pensando la rubia cuando la enfermera se acercó y le dio la bolsa con todas las pertenencias de la morena, una vez la dejó sola... la curiosidad pudo con ella, además que era una bolsa transparente, sus ojos se abrieron como platos al ver el anillo que le regaló, ¿Lo llevaba puesto?, ¿Pero por qué?, quiso asegurarse de algo, sacó su cartera y al abrirla encontró la foto que un día pusieron ambas, estaban las dos juntas, Rachel la abrazaba por detrás, ambas felices... como la echaba de menos, volvió a meter todas sus cosas en la bolsa y fue a entregársela, los ojos se le humedecían, pero no importaba la morena no podía verla, llegó a la habitación y lo dejó encima de la mesita.
L: Aquí te dejo todas tus pertenencias.
R: Bien ---bajó de la cama e intentó caminar pero se dio con el buró en el pie...--- ¡Maldita sea! ---inclinándose para tocarse el pie y se dio en la frente con el mismo buró---
Leonor no pudo contenerse, enseguida fue ayudarla, la sentó en la cama y comenzó a quitarle el camisón del hospital, dejándola solo con la braga, cogió su camisa y ayudó a ponérsela al igual que el resto de la ropa.
R: Gracias, pero sabes que no podrás cuidarme siempre.
L: Claro, para eso tienes a todas tus modelos ---término de ponerle la camisa ---
R: Las modelos son solo eso, modelos, no son nada importante ---con total sinceridad---
L: Claro, por eso las tienes aquí y te besan con total libertad, como si fueran tu pareja de toda la vida.
R: Ivana es... una amiga y ya que actualmente no tengo pareja no veo el problema... ---tocándose las piernas, tenía algo de preocupación, no sabía como iba a ponerse los pantalones---
La rubia se dio cuenta y cogió los pantalones, se arrodilló para ponérselo, era demasiado tentador ver esas piernas desnudas, siguió poniéndoselos hasta que terminó.
L: Me parece muy bien ---trataba de mostrar indiferencia---
Rachel empezó a sentirse mal, aunque no lo intentaba siempre terminaba lastimando a la rubia, sabía que estaba arrodillada frente a ella y de pronto sintió como comenzaba a subirle los pantalones cuando calculó que estaba frente a ella se inclinó levemente e intentó besarla, la rubia iba a corresponderle pero se apartó...
L: Será mejor que los guardes para Ivana ---se puso de pie---
La morena se apartó de Leonor y dio un par de pasos, iba tanteando el camino cuando de repente se mareó, sintió desvanecerse pero la rubia la atrapó a tiempo, le ayudó a volver a la cama y Rachel se sentó, entonces...
R: ¿Me... permites un teléfono? ---mientras se tocaba la frente---
L: Recuéstate, ahora no estas para eso ---haciéndola que se tumbara de nuevo en la cama---
R: Necesito hacer esa llamada, debo reservar mi vuelo para volver a casa ---volvió a sentarse---
L: Ni lo pienses, en tu condición no puedes viajar ---la tomó de nuevo la tensión, la tenía algo alta, por eso el mareo--- debes descansar.
R: Tengo que volver a casa, debo atender mis negocios ---no iba a dejarse convencer---
L: Te prohíbo viajar ---dijo seria---
R: No puedes ---respondió de igual forma---
L: Claro que si, soy tu médico y aquí tengo tu hoja de alta, al igual que las firmo las puedo romper, no iras a ningún lado.
R: ¡No voy a quedarme en el hospital! ---fue lo único que dijo como defensa---
L: Te quedaras en mi casa.
R: No... La idea era salir del hospital para no incomodarte ---casi como una niña terca---
L: Cambio de planes y no pienso discutir más, iré a cambiarme y nos vamos ahora ---dándose la vuelta para irse---
R: Si mamá ---respondió burlona---
No dijo nada ante el comentario, salió para cambiarse, minutos mas tarde volvió a la habitación y guiando a la morena ambas salieron del hospital.
Leonor condujo a Rachel hacia el auto y le ayudó a tomar asiento en el lugar del copiloto, le puso el cinturón de seguridad y tomó su lugar, cuando la rubia subió Rachel le dijo...
R: ¿Aun tienes el Porsche?
L: Claro... aun lo tengo... ---ese coche estaba lleno de recuerdos--- me gusta.
R: Es un buen auto.
L: ¿Aun conservas el tuyo? ---arrancó y condujo hasta casa---
R: Si, también me gusta... ---subió la mano y abrió la visera la tocó y notó que la foto de ellas que la rubia guardaba ahí seguía en su lugar, eso significaba algo...--- es muy veloz.
L: Si lo es... ---la rubia se giró para verla y vio que estaba tocando la foto--- sigue ahí... ---dijo sin mas.
R: Si... solo quería saber... ---cerró la visera y bajó la mano---
L: Como si te importara... ---contestó triste---
R: Aunque no lo creas... me importa ---cruzó los brazos sobre su pecho e hizo el rostro a un lado---
L: Seguro que si... ---se moría por creerle---
Siguió conduciendo hasta llegar a casa, una vez llegaron la ayudó a bajar del coche, guiándola hasta entrar en la casa, era un pequeño departamento, lo suficiente para ella, era muy acogedor.
Rachel y Leonor durmieron por separado, la rubia descansó en el sofá ya que amablemente cedió su cama a la ojiazul.
A la mañana siguiente Rachel despertó pero como no quería molestar a Leonor esperó a que ésta entrara a la habitación para darle los buenos días...
R: Buenos días... ---dijo amablemente---
L: Buenos días... ---la encantó verla de nuevo por la mañana, recién despierta--- ¿qué tal estas? ---se acercó a ella quedando enfrente---
R: Un poco mejor, ya no me arden tanto los ojos ¿Y tú? ¿Cómo dormiste?
L: Bien, después de dos días sin dormir cualquier sitio es bueno ---fue al armario para coger algo de ropa---
R: ¿Vas a... darte una ducha? ---preguntó sonriente había escuchado las cajoneras del armario---
L: Si, ¿quieres ducharte? ---se arrepintió de esa pregunta, solo pensar en verla desnuda---
R: Claro ---no desaprovechó la oportunidad--- aunque nada podré ver... ---sonreía ampliamente---
L: Te dejaré en la ducha, ¿podrás ducharte sola verdad?
R: Ehm... creo que si, pero no sabré donde están las cosas.
L: Te lo mostraré ---la cogió del brazo y la llevó hasta la ducha--- quítate la ropa ---ella fue encendiendo el agua caliente---
R: Pídemelo con un poco mas de cariño ¿No? ---reía mientras intentaba quitarse la camisa---
Leonor sonrió por el comentario, al ver que la morena no lograba hacerse con la camisa sus manos apartaron las suyas para ayudarla, lo mismo hizo con el resto de la ropa, hasta dejarla completamente desnuda, la guió hasta la ducha, y le mostró donde estaban todas las cosas.
L: Si necesitas algo da una voz ---antes de darse la vuelta---
R: Ok...
Leonor se quedó allí viéndola como se duchaba, contemplando su cuerpo, deseando meterse con ella y hacerle el amor como muchas veces lo habían hecho bajo el agua.
Rachel dejaba al agua correr por su cuerpo y al tomar el jabón éste resbaló de sus dedos y cayó al suelo, la ojiazul se arrodilló con cuidado y empezó a tantear terreno intentando encontrarlo, siguió tanteando hasta que consiguió encontrarlo, pero para su sorpresa se encontró con otra mano y un cuerpo tras de ella, ese cuerpo que tan bien conocía, pegada a su espalda, las manos de la rubia acariciaban su vientre con la pastilla de jabón.
R: ¿Leon? ---preguntó con un hilo de voz---
L: ... ¿Si? ---sus labios se pegaron al hombro de la morena, mientras sus lágrimas caían por su mejilla, uniéndose a las gotas de agua, la había echado tanto de menos...---
R: Te extraño...
L: Me encantaría creerte... pero después de lo que he visto no puedo... ---su voz se quebraba, apoyó su cara en su espalda húmeda---
R: No entiendo... ---se giró y quedó de frente a ella...--- yo... lo que te dije aquella noche, cuando hicimos el grabado en el árbol es cierto...
L: ¿Cuánto tiempo llevas engañándome? ---la miró a la cara, aunque ella no podía verla---
R: Empecé... hace dos años... pero, no es lo que piensas, no dejé de quererte nunca...
L: ¿Cómo tienes la cara de decirme eso? ---lágrimas caían de nuevo--- ¿por qué lo hacías?, ¿yo no era suficiente?
R: No es que no fueras suficiente... es que... ¿Sabes lo intimidante que puedes llegar a ser? a veces... era demasiado, necesitaba aire.
L: Pues esto no tiene sentido entonces... yo nunca cambiaré y creo que tu tampoco, sigue con tus modelos, al parecer ellas te dan el aire que necesitas ---estaba muy dolida, estaba por salir de la ducha---
R: Ellas no son nada, te lo he dicho un millón de veces... ---por pura suerte la tomó del brazo--- te quiero Leon eso es verdad...
L: Si lo intentáramos de nuevo... ¿Dejarías a tus modelos?, ¿Te quedarías sin ese aire que tanto necesitas?
R: Si lo intentáramos de nuevo te diría las cosas que nunca te dije porque pensé que eran demasiado cursis y las dejaría para dedicarme solo a ti.
Leonor se acercó mas a ella, acortando la distancia que las separaba, dejó que sus labios probaran los de la morena una vez mas, tal vez la última, pensaba ella, la amaba, pero no podía soportar lo que la había hecho. Rachel la tomó del rostro, el agua continuaba cayendo pero al parecer no les importaba.
El beso se profundizó, pero en ningún momento dejó de ser tierno y suave, a pesar de que la pasión se apoderaba de ellas, Leonor la abrazaba fuertemente por el cuello, las chicas continuaban con ese beso debajo de la regadera cuando el sonido del timbre de la puerta las hizo separarse.
Leonor estaba algo confundida, no sabía por qué lo había hecho, pero tenía que dejárselo claro.
L: Esto no cambiara nada... ---saliendo de la ducha---
Rachel no respondió, solo asintió e intentó seguir con su ducha.
La rubia se puso un albornoz y fue hacia la puerta para encontrarse con las últimas personas que esperaba... sus padres, ellos estaban enterados de su relación y les encantaba Rachel.
L: ¿Papá?... ¿mamá? pero... ---no pudo decir nada, sus padres enseguida entraron dándole un abrazo---
M: Hija mía, que alegría verte, estas guapísima ---dijo su madre alegre---
P: Estoy de acuerdo con tu madre.
M: ¿Y Rachel?, quisiera saludarla.
L: Pa... pasad y sentaos... ---no les había dicho nada de lo ocurrido, tenía que ir a avisar a la morena--- ahora mismo vuelvo ---de inmediato fue al baño, donde se encontró a la morena buscando una toalla--- tenemos que hablar... mis padres están aquí ---dándole la toalla---
R: Gracias ---tomando la toalla, se secó el cuerpo y...--- ¿De qué quieres que hablemos?
L: Mis padres no saben que ya no estamos juntas y creo que si se enteran les dará algo ---no pudo apartar la mirada de su cuerpo---
R: ¿Será? ---rió--- mejor que lo sepan ahora a después ¿No? ---sacudió su cabello lado a lado y se enrolló en la toalla, iba a salir---
L: No lo pueden saber, tu sabes lo mucho que te quieren... tendremos que hacer algo de teatro.
R: Está bien ---sonreía mientras hablaba eso era tener suerte, pensaba--- solo me visto y te ayudo con el teatrito.
L: Espero que no te aproveches de la situación... ---aunque tal vez ella misma lo haría---
La ayudó a llegar a la habitación y con la ropa, una vez estuvieron ambas listas salieron hacia donde estaban los padres de la rubia.
Rachel caminaba detrás de la rubia, una de sus manos se apoyaba sobre el hombro de la rubia que le servía de guía, antes de llegar con los padres de Leonor se acercó a ella y...
R: Esto será divertido ---susurró en su oído---
M: ¡Rachel!, dios mío... ¿qué te ha pasado? ---preguntó asustada---
L: No es nada mamá, tuve que operarla, tenía un problema en la vista ---la condujo hasta el sofá para sentarse---
R: No se alarmen, sufrí un pequeño accidente pero Leonor lo resolvió todo a tiempo ---sonriente respondió--- tienen ustedes una hija espectacular ---cruzó las piernas y se relajó en el sillón---
P: Estamos muy orgullosos de ella ---sonrió su padre amablemente---
M: ¿Y cómo estáis, os va todo bien?
L: Perfectamente ---cogió la mano de la morena y entrelazó sus dedos con los de ella--- ¿Verdad?
R: No exageres cariño, así como que "perfecto" no nos va, pero estamos bien ---se acercó al costado de la rubia y pasó su nariz por el brazo de ésta---
M: ¿Hay planes de boda? ---preguntó muy entusiasmada---
L: Ehm... no mamá... no quieras ir tan rápido... ---su voz temblaba un poco---
R: Lo cierto es que estamos tomando las cosas con calma... ---apretó suavemente su mano para que se tranquilizara--- pero no es culpa de Leonor, es solo que mi trabajo es un poco absorbente.
M: Ya llevan mucho tiempo hijas... es hora de que tomen las cosas mas en serio.
L: Mama... así estamos bien, todo llegara... ---se tranquilizó al sentir a la morena a su lado---
P: Hacéis tan buena pareja... Rachel siento que no puedas verla, esta preciosa... veo que sigue igual de coqueta y solo para ti ---rió el padre---
L: Papá... ---no pudo evitar ponerse roja---
R: No hace falta que la vea, se muy bien lo bella que es, y aunque es cierto que llevamos mucho tiempo ambas pensamos que es mejor estar seguras antes de dar ese paso, les agradezco que se preocupen por nosotras pero quizá esperemos un poco mas.
M: Claro, nos parece bien ---la madre miró a su hija--- cariño, ¿duermes bien?, tienes ojeras ---dijo preocupada---
L: Si mamá, es solo algo de cansancio ---se levantó separándose de la morena, iría por algo de beber---
Rachel tiró de la muñeca de la rubia e hizo que ésta cayera sobre ella, casi a tientas encontró su rostro y la besó sin más, Leonor no pudo hacer otra cosa que seguirle la corriente, y besarla dejando una de sus manos en el rostro de la morena.
M: Ooh... míralas, eso es amor.
P: Es estupendo.
Se separaron milimétricamente y Rachel continuó jugando con sus labios.
R: Mejor salgamos a comer con ellos ---susurró cerca de sus labios y le dio un beso más---
Apenas tenía aliento para responder.
L: Si... salgamos... ---todos se levantaron---
Leonor ayudó a la morena, siempre la cogía de la mano. Finalmente llegaron a un restaurante muy famoso en la zona.
Rachel como era lógico se sentó al lado de la rubia, se acercó a ella y le habló al oído...
R: ¿Traes falda? ---sonriendo de la manera mas inocente que pudo---
L: No te pases... ---le susurró en su oído---
R: No lo hago ---le besó justo debajo de la oreja--- como me gustaría verte en falda...
L: Siento decirte que no podrás verme ---la agarró de la barbilla y le susurró en los labios...--- en cuanto se vayan mis padres... creo que te quitaré la venda de un tortazo... ---le mordió el labio---
Rachel sonrió pese al mordisco y cuando se apartó...
R: Siempre tan apasionada querida ---sonreía aun más---
Tras la comida y una larga conversación los padres de Leonor se fueron dejándolas solas, ambas estaban en un parque y caía la tarde, en cuanto se fueron Leonor se separó de ella.
L: Por fin... ---aliviada---
R: ¿Tanto trabajo te costó estar conmigo? ---dijo un poco triste---
L: ... No es eso... ---a pesar de no ver sus ojos pudo notar su tristeza en su voz---
R: ¿Entonces?
L: No es fácil para mi... ---se llevó las manos a la cara--- no puedo borrar esas malditas imágenes de mi mente ---casi parecía desesperada---
R: Entiendo... ---suspiró decepcionada--- no es tan fácil perdonarme, es lógico, para serte franca hasta mucho haces por mi... ---sonrió amargamente---
Se acercó de nuevo a ella cogiendo su mano.
L: Yo... lo siento no... No puedo, te quiero Rachel, pero es demasiado difícil aunque me muera por tenerte a mi lado, besarte... ---acarició sus labios con la yema de sus dedos--- que me abraces... ---cerró los ojos con fuerza tratando de evitar la tentación---
R: Está bien, lo comprendo ---se acercó mas a ella y la abrazó--- ... necesitas tiempo y yo necesito descansar.
Leonor se quedó entre sus brazos, se sentía la persona mas feliz del mundo, después de mucho tiempo se dejó envolver por esa felicidad sin medir el tiempo o las consecuencias.
L: Vamos a casa...
R: Si, empieza a dolerme un poco la cabeza...
Cogidas de la mano volvieron a casa, Leonor pensó mucho en el camino en que debería hacer con su relación, si realmente esto valía la pena o no.
Tras la visita de los padres Leonor la semana pasó de forma veloz, la rubia la pasaba en el trabajo y la morena trataba de descansar y seguir las indicaciones de Leonor para recuperarse, hoy iban a quitarle las molestas vendas, al parecer por un tiempo tendría que usar gafas pero estaba bien, en cuanto a la relación todo había quedado estancado, se trataban lo mejor que podían pero evitaban a toda costa ponerse románticas. Ambas estaban en la sala de curas, Leonor le iba a quitar ya las vendas.
L: Puede que lo veas todo borroso al principio, pero es normal... ---cortando la venda---
R: ¿Y si no veo nada?
L: Si no ves nada tendré que cargar contigo toda la vida ---trató de bromear---
R: No es gracioso ---abrió los ojos lentamente y comenzó a ver la silueta de la rubia---
Leonor esperaba frente ella, quería ver de nuevo esos ojos azules.
L: ¿Qué tal?
La visión se le aclaraba lentamente a Rachel...
R: Bien... ---sonrió, ya veía mejor, podía ver cada detalle del rostro de la rubia, era mas hermosa de lo que recordaba, la tomó del rostro y...--- echaba de menos tus ojos.
L: Y yo los tuyos... ---sonrió apoyando sus manos sobre las de ella---
R: Ya no tendrás que cargar conmigo ---sonrió--- ¿Qué te parece? ---se sentía aliviada de algún modo---
L: No eres una carga... ---se levantó y comenzó a hacer una receta, una enfermera entró dejando una cajita--- aquí tienes tus gafas, tendrás que utilizarlas durante un mes y tomarte estas pastillas.
R: Dios, si la prensa me ve con gafas perderé todo el estilo ---tomó las gafas y se las puso mientras esperaba la receta--- ¿Ya puedo tomar ese avión para volver a casa?
Quiso dejar a un lado su lado profesional y ser egoísta, decirle que no, que aun tendría que quedarse, pero sabía que no podía retenerla, de espaldas a ella contestó con un hilo de voz.
L: ... si... ya puedes irte... ---le entregó la receta---
R: ¿De veras? ---quiso darle otra oportunidad para que la detuviera--- ¿No me hará daño volar?
L: Bueno... teniendo en cuenta que te la acabo de quitar... sería bueno que al menos esperaras un día... pero eso ya es decisión tuya... a partir de ahora ya tienes el alta, por lo que no soy tu médico ---no quería mirarla, si se iba a ir prefería que lo hiciera ya, porque no sabía lo que podía hacer...---
R: Pues... quizá debería quedarme un par de días mas, ¿Tu que crees? confió en ti.
L: ¿Cómo te encuentras? ---seguía sin mirarla---
R: Veo bien pero... no estoy segura... ---se acercó a ella y...--- ¿Por qué no me miras?
L: Prefiero no hacerlo... ---su mirada... sabía que esa mirada tenía mucho poder sobre ella---
R: Vaya... entonces si me quedo tendré que irme al hotel... como no quieres verme...
L: No es eso ---se dio la vuelta y la miró, pero enseguida apartó la vista--- puedes quedarte en casa... ---pasó su mano sobre su frente, estaba nerviosa, su mirada siempre la ponía nerviosa---
R: Entonces ¿Qué tienes? ---se acercó a ella y le pasó la mano por el rostro--- si estás cansada mejor vamonos a casa.
L: Si... estoy cansada... vámonos ---cogió sus cosas para salir, justo uno de sus compañeros entró en la sala---
F: Leonor, necesitamos que vengas, es una urgencia, se que tu turno ha terminado pero... es importante.
L: ¿No hay nadie que pueda sustituirme? ---se encontraba realmente cansada---
F: Si... pero tu eres la mejor.
L: Bueno... está bien ---comenzó a dejar sus cosas, después miró a la morena--- ve a casa, luego te alcanzo... ---tanto en su voz como en su rostro se notaba la falta de descanso---
R: Un momento... ---la agarró por la muñeca--- nos vamos a casa y no pienso discutir ---miró al joven doctor y lo miró casi con ojos asesinos---
L: Cariño tengo que... ---se dio cuenta de lo que acababa de decir y trató de rectificar--- quiero decir... Rachel tengo que ir.
R: No, no tienes que ir, estás cansada ¿Cuánto bien puede hacer que operes así?, ven conmigo a casa ---la miraba directamente a los ojos---
L: Estoy cansada, pero tengo todos mis sentidos, puedo operar ---apenas se lo creía---
R: A esto me refería cuando te dije que tenía que buscar algo que hacer mientras intentabas salvar el mundo... Mírate, estás cansada, no solo te arriesgas tu también arriesgas al paciente, puede que seas la mejor, no lo dudo pero ahora no estás bien.
L: No pongas esto como excusa por tus actos ---eso le molesto, se soltó del agarre de ella y salió fuera mientras le decía a su compañero--- que lo haga otro, yo no puedo ---siguió caminando saliendo de allí---
R: No me refería a eso... ---caminando detrás de ella--- es solo que pones tu trabajo por encima de todas las cosas.
L: Un médico tiene que estar siempre disponible, no es lo mismo hacer un desfile de modelos que se puede atrasar que salvar una vida... el paciente no tiene ese tiempo ---siguió andando--- y tu siempre has sido lo mas importante para mi, aunque no supieras verlo.
R: Eso es lo que no funciona entre tu y yo, crees que solo tu trabajo es importante y subestimas a los demás, no fui mas importante que tu trabajo y lo entiendo yo no podía darte la gloria y la satisfacción que te da tu trabajo.
Leonor se paró y la enfrentó.
L: ¿Sabes?, no te golpeó por no dejarte ciega de nuevo, ¿cómo puedes decirme eso si cuando te esperaba sola en casa pensando que trabajabas te tirabas a tus modelos? ---estaba enfadada--- jamás he puesto el trabajo por encima de ti, aunque de ti no se pueda decir lo mismo, has puesto a muchas encima de mi ---volvió a emprender camino---
R: Una cosa es que tuviera con ellas sexo y otra que las pusiera por encima de ti, además para que lo sepas el sexo que tuve con ellas fueron todas esas noches que me quedaste a deber por tu trabajo y puedes golpearme no tengas miedo de dejarme ciega.
L: ¡No te excuses en mí! ---se cansaba de aquello--- y las pusiste por encima de mi, en el momento que olvidaste como me sentiría yo al estar tirándote a esas... fulanas ---ya no lo soportaba mas, sus ojos comenzaron a humedecerse---
R: ¿Y pensaste tu, cómo me sentía cada vez que te ibas? Lo siento ¿Si? No soy perfecta.
L: ¿Crees que yo no me sentía igual al dejarte?, ¡pero iba a salvar vidas! no a tirarme a mis pacientes dios... ---el cansancio y la alteración comenzó a afectarla, se apoyó en la pared, le dolía demasiado la cabeza---
R: Lo siento, lo siento... no se que mas decir... ---se acercó y la tomó por los hombros--- ve a casa yo te llevo y me voy al hotel.
L: Quédate, no me encuentro bien y no quiero estar sola ---sus ojos estaban cerrados---
R: ¿Estas segura?... ---la abrazó y comenzaron a caminar hacia al Porsche azul---
L: Si... ---tanto discutir para terminar así... ¿de que servía? se apoyó en ella y se dejó llevar---
Llegaron al auto y Rachel ayudó a la rubia para subir, como tiempo atrás la rubia hizo con ella le puso el cinturón y luego tomó el lugar del conductor...
R: Uff, extraño mi auto... ---sonriendo para luego arrancar---
Leonor no dijo nada, sus ojos se cerraron quedando profundamente dormida, el cansancio pudo con ella. Al llegar a casa Rachel bajó, abrió la puerta del copiloto y despertó a la rubia con una caricia en el rostro...
R: Leon, llegamos a casa, no puedo cargarte cariño... ---sonriendo cálidamente---
Confusa abrió los ojos al sentir su caricia.
L: Uhm... lo siento... me dormí... ---salió del auto y ambas entraron la casa, nada mas entrar la rubia fue directa al sofá---
R: ¿Por qué no vas a la cama? Yo me quedaré en el sofá.
L: No, tu aun debes cuidarte, ve y descansa, lo necesitas, no fuerces demasiado la vista.
R: Tú también tienes que descansar, no has dormido bien en el sofá, tienes ojeras y si no descansas no darás lo mejor de ti cuando vayas a cirugía.
Leonor estaba que no aguantaba mas, fue hacia la habitación, pero arrastrando a la morena con ella.
L: Somos lo suficientemente mayorcitas para poder dormir juntas sin que pase nada ---se metió en la cama y dejó espacio para la morena---
R: ¿Tu crees? ---respondió burlona--- tu mejor que nadie sabes que no me he caracterizado por aguantarme las ganas, nunca me he aguantado las ganas contigo ---rió---
L: Pues aguántatelas, aunque creo que si me hicieras algo ni me enteraría... estoy demasiado cansada... ---su voz comenzaba a sonar adormilada---
R: ¿Si? ---se acostó a su lado y rodeó su cintura con un brazo--- que lástima...
Leonor no dijo mas, solo se arrastró hasta acurrucarse en la morena, como siempre hacía, se abrazó a ella y oyendo el latido de su corazón se quedó dormida, Rachel la pegó mas abrazándola delicadamente, el suave perfume de su cabello llenaba los sentidos de la ojiazul y ésta sin poder evitarlo empezó a hablar...
R: Es cierto Leon... no hay justificación para lo que te hice, pero te quiero, lamento no habértelo dicho lo suficiente... es estupido pero estaba con ellas y pensaba en ti y ahora siento mucho haberte perdido, te quiero tanto que me duele el pecho, te amo como nunca pensé que podía hacerlo ---se acercó a ella y la besó---
Leonor seguía dormida, pero un susurro de sus labios dejo escapar algo...
L: Te quiero... ---a pesar de su cansancio la rubia era consciente de la felicidad que sentía en ese momento, al estar con Rachel---
R: ¿Me quieres? ---sonreía y hablaba muy bajo--- ¿Me das otro beso?
L: Mmm... s... si.
La ojiazul se acercó de nuevo a los labios de Leonor y la besó, al terminar se apartó de ella y la dejó dormir.
Los primeros rayos del sol se fueron colando por la ventana, alumbrando a dos cuerpos abrazados. Leonor se acababa de despertar, aun no se había movido, solo abrió los ojos para encontrarse con lo que tantas veces había soñado, que Rachel fuera lo primero que viera al amanecer, sin moverse la observó silenciosamente, sabía que no estaba bien pero... lo necesitaba.
Un par de rayos se filtraron hasta llegar a iluminar el rostro de la morena quien comenzó a abrir los ojos, cuando despertó por completo se encontró con la mirada de Leonor, así que...
R: Bueno días... ---sonriendo---
L: Hola... ---le devolvió la sonrisa, pero no pudo mantenerle la vista---
R: ¿Cómo te sientes? ---no la había dejado de abrazar---
L: Mucho mejor... hacía mucho tiempo que no dormía así... ---era cierto, desde que se separó de ella apenas dormía---
R: ¿Ves? Te dije que te hacía falta descansar.
L: ¿Y tu? ---no se dio cuenta cuando sus dedos acariciaban su espalda lentamente---
R: Bien... ---sonrió cálidamente y cerró los ojos al sentir a la rubia acariciando su espalda--- lo único que me molesta es tener que usar las gafas.
L: Será temporal, después veras perfectamente y no volverás a caerte si desfilas.
R: Ni lo digas ---rió--- es hacer el ridículo caerse así en una pasarela y peor si sucede dos veces.
L: No serás ni la primera ni la última, eres la mejor, solo que tenías un problema ---sonrió y la miró de nuevo a los ojos, sentía como si volviera toda aquella confianza---
R: No recuerdo a ninguna otra modelo que se haya caído dos veces ---rió una vez mas--- pero tienes razón tenía un grave problema, de no haber sido por ti mi querida doctora maravilla no se que habría pasado ---la miró directo a los ojos y tomó su barbilla--- siempre a tiempo...
L: Es curioso... nos hemos vuelto a encontrar tal y como nos conocimos... ---la miraba fijamente---
R: Si, de principio pensé que alucinaba por el golpe.
L: Yo creí que alucinaba por el cansancio ---rió---
R: Bueno lo mío era lógico, me había golpeado la cabeza.
L: Si no le hubiera cambiado la guardia a uno de mis compañeros... no nos habríamos encontrado...
R: ¿Será el destino?
L: No lo se... ---cerró los ojos deseando que el tiempo se parara--- pero de todos modos cada una volverá a su mundo.
R: Si, aunque no quiera así será ---respondió con tristeza---
El móvil de Leonor comenzó a sonar, lo cogió apartándose un poco pero sin dejar de tocarla.
L: Uhm... del trabajo... ---se quedó mirando el número, no sabía qué hacer---
R: Mmm... ¿Y qué harás? ---comentó viéndola directamente a los ojos---
L: Hoy... es mi día libre... ---apagó el teléfono y lo dejó de nuevo sobre la mesa---
R: Bien... ---sonrió ampliamente--- ¿Qué haremos hoy?
L: Puedo enseñarte la ciudad si quieres... ---¿pero qué estaba haciendo?, le estuvo engañando durante años, pero deseaba estar con ella, por última vez---
R: Claro, me encantaría.
Ambas se levantaron de la cama, se ducharon por separado y después salieron de la casa, estuvieron horas caminando por toda la ciudad, hicieron varias compras, reían, bromeaban... parecía que nada había pasado, que todo estaba bien, pero aun les faltaba algo, estuvieron juntas pero sin llegar a tocarse.
Caminaban tranquilas cuando vieron un corrillo de gente, decidieron acercarse y vieron a un hombre tirado en el suelo, su mujer gritaba desesperada.
M: ¡¡Que alguien me ayude por favor!! ¡Mi marido se esta muriendo!
Leonor no sabía que hacer, pero tomó la decisión de ayudarla.
L: Dejen paso por favor, soy médico ---se acercó hasta el hombre--- ¿Qué ha pasado?
M: No lo se, estábamos paseando cuando de repente dijo que no podía respirar y se cayó al suelo ---lloraba nerviosa---
Leonor le tocó el pecho, vio que lo tenía totalmente hinchado, le rompió la camisa dejándolo al descubierto.
L: Tiene el pecho lleno de aire, tengo que hacer que salga, necesito algo de alcohol un cuchillo de punta y un boli ---enseguida uno de los que estaban allí fue al bar que tenían al lado trayendo todo lo que pidió---
H: Aquí lo tiene.
Leonor echó un poco de alcohol por su costado, clavó la punta del cuchillo haciendo un agujero, quitó el interior del boli y se lo metió, eso hizo que el aire comenzara a salir y el pecho volviera a su forma normal, el hombre recobró la consciencia.
L: Se pondrá bien, no se mueva enseguida llegará la ambulancia.
M: Muchas gracias, gracias ---dijo la mujer llorando de felicidad---
H: Gra... cias señorita.
L: Todo saldrá bien... ---les sonrió para tranquilizarlos, todos los allí presentes comenzaron a aplaudir a la rubia---
Rachel se quedó viendo a la doctora en acción, le sorprendió la manera tan apasionada en que defendía su trabajo su forma de entregarse para ayudar a los que necesitaran de ella, era quizá esa pasión para defender sus sueños y la vida lo que le hacía falta a ella, cuando escuchó los aplausos se sintió orgullosa de Leonor y se hizo participe en ellos.
Leonor miró los ojos azules que la observaban y la dedicó la sonrisa mas sincera, agradecida porque estuviera allí.
Rachel se acercó a ella y...
R: Será mejor que nos vayamos Doctora Maravilla ---extendió su mano---
L: Si... vamos... ---extendió su mano para agarrar la más grande---
R: ¿Sabes?... ---pensaba en como tocar el tema--- No se donde quedaron las cosas que llevaba cuando llegué al hospital... perdí... algo importante.
L: ¿Qué perdiste? ---preguntó curiosa---
R: Ehm... perdí... perdí mi billetera y un anillo... ---no pensaba decir mas---
Leonor hizo memoria, recordó cuando vio la bolsa de las pertenencias de ella y solo llevaba un anillo, el que ella le regaló, pero no podía decirle que había estado mirando en la bolsa.
L: Tranquila, la bolsa estará allí, mañana podemos pasar por ella.
R: Ok... ---volteó a verla y le sonrió--- espero que ahí estén todas mis cosas, les tengo cierto cariño.
L: Te entiendo... ---le devolvió la sonrisa, unas tremendas ganas de decirle que la quería se apoderaron de ella, y ahora que pensaba en eso, no sabía si había sido un sueño o había pasado de verdad, quería quitarse la duda--- Oye... anoche... ¿te dije algo mientras dormía? ---preguntó sin mirarla---
R: Si... ---sonrió como una tonta a la vez que se ruborizaba, no podía evitar sentirse como una colegiala--- dijiste... que, que me querías.
Leonor se paró en seco, se puso toda roja, creía que había sido un sueño.
L: Yo... creí que lo había soñado... ---le dio la espalda a la morena---
R: No ---sonreía ampliamente--- no lo soñaste ---le tocó el hombro--- pero tampoco tienes que ponerte así.
L: No tiene mucho sentido... que te diga que no puedo estar contigo y luego te diga eso... ---su cuerpo reaccionó por el contacto de la morena---
R: Yo se que no tiene sentido pero así es el amor ¿No?
L: Ya no se como es el amor... ---apoyó su mano sobre la de ella---
R: El amor no se comprende, se siente ---se acercó mas a ella y le besó detrás de la oreja---
L: Rachel... no me hagas esto... ---no pudo evitar cerrar sus ojos---
R: ¿Hacerte qué? ---colocó la otra mano en su cintura---
L: ¿Por qué siempre haces que sea débil ante ti? ---necesitaba dejarse llevar, poso sus manos en la de la morena---
R: Por que es exactamente lo mismo que me pasa a mi ---se pegó a su espalda---
Leonor se giro en sus brazos quedando frente a ella, se miraban fijamente y despacio fueron acercando sus rostros, para susurrarle...
L: Eres mi única debilidad...
R: Y tu la mía ---rozó sus labios---
Leonor acarició sus labios con los suyos propios, sus manos agarraron la cara de la morena, acariciándola suavemente, finalmente apretó sus labios contra los de ella, despacio se fue intensificando el beso, ninguna se separaba, no les quedo mas remedio que hacerlo cuando el aire comenzó a faltar...
L: ... No sabes como te echo de menos... ---su voz se quebraba a cada palabra---
R: Y tu no sabes cuanto lamento haber sido tan idiota.
L: ¿Importa eso ya? ---dijo amargamente--- en cuanto te vayas podrás hacer lo que quieras, sin tener que dar explicaciones a nadie.
R: Si importa, a mi me importa, porque lo único que quiero es estar contigo ---la besó una vez mas---
Rodeó su cuello con sus brazos, poniéndose de puntillas, dejó que su lengua entrara en la boca de la morena, saboreándola una vez mas, Rachel respondió al beso de forma apasionada mientras estrechaba fuertemente su cintura. Sin poder evitarlo se fueron a casa, y consumieron esa desatada pasión que las devoraba por dentro, se olvidaron de todo aquella noche, con la única intención de amarse hasta el amanecer, como siempre habían hecho.
A la mañana siguiente Rachel despertó primero, salió de la cama y casi en silencio se dio una rápida ducha, tenía que volver a casa, todos los negocios habían estado detenidos y no podía esperar mas, la noche con Leonor había sido estupenda pero no estaba segura si significaba una disculpa, estaba vistiéndose cuando vio a la rubia moverse en la cama, así que...
R: Hola... ---le dijo sonriente a la rubia---
Leonor se levantó envuelta en la sábana.
L: ¿Ya... te vas?
R: Si... es que... debo resolver unos asuntos, de negocios, tu sabes... había firmado un contrato para ser la imagen de un producto y necesito ir a un par de sesiones fotográficas y grabar un comercial.
L: Tranquila, lo entiendo ---fue hacia el baño para darse una rápida ducha, al salir...--- Te llevo al aeropuerto.
R: Si gracias... ---mientras terminaba de vestirse---
Cuando estaban listas salieron del departamento, se metieron en el coche y condujo hasta el aeropuerto en silencio, más de una vez se le ocurrió la idea de llevarla a otro lado, de pedirle que se quedara con ella, pero esto era lo mejor.
Al llegar al aeropuerto Rachel verificó su reservación y le fue entregado el ticket, volvió junto a Leonor y...
R: ¿Puedo llamarte alguna vez?
L: Me dolería que no lo hicieras... ---le dio una pequeña sonrisa---
R: ¿En serio? ---sonrió coqueta---
Esperaba una respuesta cuando anunciaron su vuelo, entonces se acercó a ella, le dio un fugaz beso en los labios y...
R: Lo de anoche fue maravilloso... ---casi pegada a sus labios---
Dio la vuelta y comenzó a caminar para tomar ese avión.
L: Te quiero... ---susurró viéndola partir, sintiendo como su corazón se encogía---
Rachel subió al avión sintiendo como perdía la mitad del corazón.
Había pasado una semana desde que la morena se fue, Leonor no podía dejar de pensar en ella, en si la llamaría, en si estaría con alguna modelo... había tenido el teléfono tantas veces en sus manos, con su número marcado... pero nunca se animó a ello. Estaba en el sofá de su casa cuando el teléfono sonó...
L: ¿Si?
R: Hola ¿Se encuentra la Doctora Maravilla? ---sonreía mientras hablaba---
L: ¡Rachel! ---el tono de su voz sonaba feliz--- ¿qué tal te encuentras?
R: Bien, acabo de terminar de leer algunos contratos ¿Y tu cómo estás?
L: Bien, estoy bien, ¿Tus ojos que tal? ---no podía dejar de sonreír---
R: ¿Mis ojos? Bien, me operaste tú.
L: Muy graciosa ---rió--- ¿sigues con las gafas verdad?
R: Si... aunque he tenido que quitármelas un par de veces para la sesión de fotos.
L: Trata de quitártelas lo menos posible... ---hizo una pausa antes de volver a hablar--- me alegro de que me hayas llamado...
R: ¿Si, te alegra? Que bueno, a mi me alegra haberlo hecho, espero no haber interrumpido nada importante.
L: Estaba viendo la tele... ---no estaba segura de decirlo pero era lo que sentía--- lo cierto es que... te echo de menos...
R: Y yo a ti, aun no me acostumbro a dormir sola... ---como de costumbre miraba a través de la ventana de su oficina---
L: ¿Has... estado sola estos días? ---esa duda no la había dejado vivir tranquila estos días--- lo siento yo... no es asunto mío...
R: Si... ---aunque escuchó como la rubia se retractaba respondió--- he estado sola estos días, muy sola para serte franca...
No pudo evitar sonreír.
L: Seguro tienes a todas las modelos tras de ti... y mas con esas gafas, te hacen mas intelectual ---trató de bromear---
R: Ya te dije que esas modelos no me interesan, aunque no puedo negar que andan detrás de mí.
L: Ya... ---las modelos seguían tras de ella, se moría de celos, a veces prefería ir con ella que dejársela a esas buitres---
R: Pero yo solo pienso en ti... ¿Sabes? Nuestra cama aun tiene tu olor.
L: Nuestra cama... ---repitió--- suena tan bien...
R: Si... lo sé ---sonrió--- pero eso es, nuestra cama.
L: Rachel...
R: Dime.
L: ... Te quiero...
R: Y yo a ti Leon...
L: Bueno... voy a tener que dejarte... ---la puerta de su departamento se abrió dando paso a uno de sus compañeros---
J: Leon preciosa, tenemos que irnos ---la rubia asintió---
R: De acuerdo hasta luego... ---no pudo evitar ponerse seria, ese tipo le llamaba Leon, como ella le decía a la rubia... sin esperar mas terminó la llamada---
Los celos empezaron a carcomerla por dentro al terminar la llamada lanzó a un lado el teléfono, no imaginaba que la rubia empezara a salir y peor aun con un hombre.
Leonor se quedó mirando el teléfono, no entendía por que se despidió así, si todo iba tan bien... colgó el teléfono y fue con su amigo que la estaba esperando para ir a trabajar.
Rachel estaba mas que furiosa, condujo a casa casi de forma irracional se pasó un par de altos y al llegar a casa fue directo a la cocina, iba a empezar su ya famosa "noche de tragos" pero algo la detuvo, el solo recuerdo de la rubia fue suficiente, se puso a pensar... no estaba lista para dejarla ir tan fácil, no quería perderla sin luchar siquiera un poco, fue al salón tomó el teléfono e hizo una reservación en el primer vuelo para ir donde Leonor, hizo una pequeña maleta y fue en busca de la rubia.
Al llegar a la casa de Leonor era casi media noche, Rachel tocó por largos minutos a su puerta y ésta no apareció, supuso que estaba de guardia en el hospital así que tomó un taxi y fue hasta ella, preguntó por ella y la enviaron a la sala de descanso de los doctores, iba tan rápido que entró sin tocar, dentro de la sala estaban hablando dos doctores, dio la casualidad de que uno de ellos era el amigo de la rubia.
J: Hoy me toca hacer de nuevo la guarda con Leon.
T: Que suerte tienes, con la doctora más guapa del hospital ---rieron ambos---
J: No me puedo quejar.
R: Es cierto, no puedes quejarte pero tampoco te ilusiones, por que ella tiene pareja ---mintió mientras veía a los doctores casi con furia---
Ambos se giraron sorprendidos.
J: ¿Y tu quién eres?
R: Yo soy la novia de Leonor... ---sonriendo con superioridad aunque sabía que estaba mintiendo---
J: Vaya, encantado ---muy sonriente--- que cayadito se lo tenía, no me había contado nada.
R: Bueno no creo que tuviera porque decírselo ---sonreía aguantándose las ganas de romperle la cara al tipo---
Leonor entró por la puerta mirando unos archivos, no se dio cuenta de la presencia de la morena.
J: Leon, que despistada eres, tienes aquí a tu novia y tu pasas de largo.
L: ¿Qué? ---levantó la vista para encontrarse con la morena, se quedó clavada en el sitio---
R: Hola... ---sonriendo para después voltear a ver al joven doctor y...--- como vuelvas a decirle así delante de mi te rompo la cara... ---le decía como advertencia a la vez que lo señalaba amenazadoramente con el índice---
L: ¿Qué esta pasando aquí? ---estaba confundida, no entendía nada---
J: Pregúntaselo a tu novia Leon.
R: Tu... ---dio un par de pasos hacia el, ahora si iba a romperle la cara si nadie intervenía--- limpiaré el suelo contigo ---lo agarró de la camisa para darle el primer golpe---
Leonor enseguida fue a sujetarla.
L: Rachel cálmate ---tiró de ella con fuerza separándola--- ¿qué te pasa?
J: Tu novia esta mal de la cabeza.
R: A mi no me pasa nada... ---respondió de mala gana a la rubia--- es este idiota el que se hace el gracioso.
J: Yo no te he dicho nada para que te pongas así ---decía el igual de furioso---
L: ¿Por qué estas así? ---le preguntó a la morena---
R: Estoy así por que se me da la gana... ---estaba alterada así que salió de la habitación y empezó a caminar hacia la salida---
Leonor fue tras ella, la agarró del brazo haciéndola parar.
L: Un momento, aun no me has dicho por qué has venido y por qué estabas así ---se puso delante de ella mirándola a los ojos---
R: He venido aquí por ti y estoy así porque obviamente tengo celos.
Leonor no pudo evitar sonreír.
L: ¿Celos? ¿Y de quién?, porque que yo sepa no tengo ninguna relación con nadie.
R: Celos de ese idiota, estaba hablando de ti con otro tipo... ---casi los acusaba como una chiquilla acusa a quien le robó sus dulces---
Trato de picar a la morena.
L: ¿En serio? ¿Y decían cosas buenas de mi? ---nunca antes la había visto así de celosa---
R: Pues... ---iba a decirle cuando recapacitó y...--- No te hagas la graciosa, ¿Sabes qué? Fue un error haber venido aquí, sigue con tu "compañero" ---dio la vuelta e intentó huir se sentía como toda una idiota, completa y totalmente fuera de lugar---
L: Rachel... ---justo llevaba en el bolsillo la cartera y el anillo de la morena, que finalmente no se llevó--- esto creo que es tuyo ---ofreciéndoselo---
La ojiazul tomó la billetera y al ver el anillo en manos de la rubia se avergonzó y...
R: La billetera si era mía, el anillo... ---no sabía que decir, prefirió tomarlo y se lo puso---
L: Es tuyo también... ---sus ojos verdes solo podían mirarla llenos de amor---
R: Yo... Leon, cuando venía en el taxi hacia acá había planeado muchas cosas que decirte pero ahora no se que decir... solo se que te amo, que los últimos días sin ti han sido los mas tristes, vacíos y horribles de mi vida, que no creo que pueda vivir sin ti y que quisiera que me perdonaras y... ---se le agotaron las palabras---
L: Yo también te quiero... no puedo negártelo, estos días sin ti se hacían casi insoportables... he pensado mucho sobre esto, y estoy dispuesta a perdonarte, aunque aun no estoy segura de que tu quieras realmente estar conmigo y no quiero sufrir de nuevo ---la quería, pero la quería para siempre---
R: Cásate conmigo... ---fue lo único que le salió---
L: ¿Qué? ---no creía lo que estaba oyendo--- creo que no sabes lo que me acabas de pedir.
R: Lo se perfectamente, ahora dime ¿Te casarías conmigo?
Leonor comenzó a reír como una boba, lágrimas de emoción salían de sus ojos.
L: Si... me caso contigo.
R: ¿Estas segura? ---sonrió y la abrazó--- por que soy un asco y la casa esta toda desordenada.
Leonor no pudo evitar reír.
L: Esté como esté la casa... me caso contigo ---le dio un profundo beso---
Esa noche salieron a celebrar, necesitaban platicar sobre el asunto y juntas decidieron que lo mejor sería esperar un mes para llevar a cabo los preparativos, aunque sería una fiesta sencilla en la que estarían rodeadas de los amigos más cercanos.
El mes pasó volando, juntas habían escogido las cosas para la boda.
Leonor se encontraba en su habitación, estaba dándose los últimos detalles, ambas quisieron que la boda se celebrara en casa, querían que fuera algo privado e intimo, solo invitaron a los buenos amigos y familiares. La rubia estaba frente al espejo con una gran sonrisa.
L: Ya voy amor... ---susurró feliz---
Rachel estaba lista desde hacía 45 minutos, al fin modelo lo hizo todo muy rápido, aguardaba en su lugar y desesperada miraba el reloj, los padres de Leonor trataban de calmarle y ella solo asentía y sonreía.
La rubia llego del brazo de su padre, allí estaba Rachel esperándola, se veía preciosa y se moría por ser su mujer. Despacio su padre la llevó hasta el altar y se la entregó a la morena.
L: No tengo palabras para decirte lo feliz que soy en este momento...
R: Yo... ---acarició su rostro a la vez que sonreía--- aun no me la creo, estás preciosa.
Leonor solo le sonrió, cogidas de la mano ambas se pusieron frente al cura, ninguna dejó de sonreír. Tras una larga ceremonia las sonrisas seguían, los amigos lanzaban arroz y pétalos de rosas, por fin eran esposas, Rachel se acercó a Leonor y...
R: ¿Felizmente casada? ---sonriendo dejando a sus labios jugar con los de la rubia---
L: Muy feliz ---rió--- ¿y tu? ---la besaba suavemente---
R: Feliz y nerviosa, es la primera vez que hago esto ---rió---
L: Yo también ---se abrazó mas a ella--- y quiero que sea la última... ---su cara se torno más seria---
R: Lo será... ---se acercó a ella y la besó apasionadamente---
Algunos de los amigos al verlas gritaron diferentes tonterías y rieron.
La música comenzó a sonar, todos comenzaron a gritar que bailaran las recién casadas.
L: ¿Me concedes este baile? ---sonrió ampliamente---
R: Dios, yo a ti te concedo todo... ---sonrió y se tomó el último poco de champagne en su copa para después darle la mano a la rubia y caminar hasta la pista---
Ambas salieron a la pista de baile, una canción lenta comenzó a sonar, las dos muy pegadas bailaban dedicándose sonrisas, Leonor acariciaba su cara con la mano...
L: Te quiero... ---con los ojos llenos de amor---
R: Yo también te quiero... ---iba a besarla pero se detuvo a unos centímetros, intentó seguir bailando pero...--- ¿Me das un segundo? Necesito arreglar algo.
Leonor extrañada la vio ir, la siguió un poco para ver que pasaba... Ivana... ella era lo que pasaba, jamás pensó que Rachel hiciera esto el mismo día de su boda, quedó contemplando la escena, quería estar segura, Rachel caminó hasta llegar donde Ivana y sin decir nada la tomó del brazo y la arrastró a "donde nadie pudiera verlas" no imaginaba que la rubia las seguía de cerca, cuando pensó que estaban lo suficientemente alejadas...
R: ¿Y tu qué demonios haces aquí? ---estaba furiosa---
I: Vine a felicitarte ---se acercó para abrazarla pero Rachel se hizo para atrás---
R: Lo nuestro terminó, el juego se acabó ---hizo un ademán haciendo notar que era definitivo---
I: Vamos no seas así, lo nuestro es muy... satisfactorio... ---rió y la agarró para darle un beso forzado---
Rachel no pudo apartarse a tiempo y ese beso pareció ante los ojos de Leonor algo que no era.
Llena de rabia Leonor se acercó a ellas para cuando ambas se separaban, su mano se estampo contra la cara de Ivana y sus ojos llenos de dolor se clavaron en los azules.
L: Eres lo peor.... ¿cómo has podido? ---comenzó a llorar mientras echó a correr hacia la casa---
R: Maldita seas... ---dijo a Ivana mientras la hacía a un lado y corría detrás de la rubia...--- ¡Leon, no es lo que crees! ---corría para detenerla---
Leonor no se detuvo, siguió corriendo hasta llegar a su dormitorio y de ahí salio al balcón.
L: ¡Vete de aquí! ---dijo llena de dolor---
La ojiazul la alcanzó y...
R: No es lo que piensas, estaba terminando con ella ---intentó abrazarla---
L: ¿Aun no habías terminado con ella? ---dijo muy sorprendida--- dios... ¿Cómo me has hecho esto?... ---sentía un gran dolor en el pecho---
R: Me refiero a que le estaba pidiendo que se fuera, hace mucho que terminé con ella, en serio...
L: Estoy cansada... nunca imaginé que fueras hacerme esto... ---era incapaz de pensar con claridad ahora, estaba llena de celos, despacio se quitó el anillo que antes le había puesto la morena, se lo quedó mirando llena de dolor--- se acabó...
R: ¿Así de fácil? ¡¿Se acabó?! ---la ojiazul comenzaba a alterarse--- ¡No es lo que crees! ¡¿Cómo demonios te lo digo?!
L: No soy yo la que tiene amantes que vienen a buscarme el día de mi boda... ---gotas de agua comenzaban a caer sobre ellas, el tiempo cambio y con él vino una fuerte lluvia---
R: No es mi amante, ella vino a... a provocar esto ---intentó acariciarle el rostro--- créeme...
Las lágrimas de la rubia se fundían con las gotas del agua, ambas estaban empapadas.
L: No... Puedo creerte... ---cogió su mano y le depositó el anillo---
R: ¿No vas a creerme? ¡De acuerdo, al demonio con esto! ---se quitó el anillo y tomando el que la rubia le había dado los lanzó con fuerza fuera del balcón--- ¡Se acabó! ¿Estás feliz? ---se dio la vuelta para salir de ahí, estaba molesta, frustrada---
Leonor la cogió e hizo que se girara.
L: ¿Pero estas loca?, ¿por qué los tiras? ---dijo cabreada---
R: ¡¿Qué no querías que se acabara?! ¡Pues se acabó! ¡Todo se puedo ir al maldito infierno ya!
L: Ya sabía que querías irte con esa... fulana ---dijo enfadada---
R: Quería quedarme contigo pero tu misma me lanzas a sus brazos.
Leonor se acercó más a ella y le dio un bofetón, para susurrarle casi en los labios...
L: Vete con ella si es lo que tanto deseas ---con rabia pero muriéndose por ella--- coge lo que tanto deseas.
R: Te deseo a ti ---se acercó a ella y sin esperar nada la besó apasionadamente---
Leonor la besó con la misma pasión, ambas se devoraban mutuamente, se besaban sin parar, en cada beso había amor, dolor, placer...
L: Dios... no soporto perderte.
R: ¿Y... por qué me... pides que me aleje? ---respondió pausadamente mientras besaba su cuello y comenzaba a bajarle el cierre del vestido---
L: Por que me ciegan los celos... no soporto verte con nadie y menos con esa... ---cerró sus ojos sintiendo los besos de la morena--- Te quiero solo para mi... ---la cogio de la cara y la beso una vez mas, pegándose a su cuerpo empapado, el agua seguía cayendo, pero no les importaba---
R: Solo soy para ti... ---le había abierto el vestido y comenzaba a quitárselo---
Leonor la ayudó con ello he hizo lo mismo con el de ella.
L: ¿Adelantamos la noche de bodas? ---comenzó a besar su cuello desesperadamente, estaba hambrienta de ella---
R: Si no te importa faltar a la fiesta... adelantémosla ---besaba desesperadamente sus hombros y comenzaba a bajar...---
A Leonor le vino algo a la memoria.
L: Dios... ---susurró--- tenemos que ir a buscar los anillos... ---sus manos paseaban por los glúteos de la morena---
R: Luego... ---la lluvia seguía cayendo y mientras los invitados se embriagaban en la fiesta, ellas...---
Rachel tomó las manos de la rubia y se las colocó en la espalda, la tomó por la cintura y la levantó apoyándose apenas en la baranda.
Leonor rodeó la cintura de la morena con sus piernas.
L: Hazme el amor Rachel... ahora soy tu mujer... hazme tuya... ---sus manos estrujaban los pechos de Rachel---
La ojiazul hizo caso a la suplica de si amante, entró en ella y acompañada de movimientos de cadera comenzó a embestirla, el aliento les faltaba, ambas suspiraban y sus labios se unían una y otra vez, Leonor movía sus caderas al compás de sus movimientos, los gemidos se ahogaban en la boca de la morena, Leonor agarró la mano que estaba entrando en ella y la empujó con mas fuerza e hizo que quedara dentro unos segundos para empezar de nuevo.
R: Dios... eres tan... ---sonrió y la besó apasionadamente---
Sus cuerpos casi resbalaban, Leonor no pudo evitar pensar lo sexy que se veía su morena y eso la excitaba mas, echó su cabeza hacia atrás, dejando que el agua cayera en su cara, mientras dejaba salir sus gemidos mezclados con suplicas.
L: Ni te imaginas... lo sexy que estas mojada...
Rachel sonrió ampliamente y sin responder mordió el cuello de la rubia intensificando las embestidas contra ella, a duras penas cargaba a Leonor, el agua causaba que sus manos resbalaran.
Leonor se abrazaba fuertemente a ella, sus pechos se estrujaban entre ellos, era tan placentero que casi causaba dolor. Tras varias embestidas mas la rubia llegó al clímax gritando el nombre de su mujer, estaba casi sin fuerzas, pero el deseo de hacerle el amor era mayor, despacio se bajó de la morena y empujó a ésta hacia la barandilla, haciendo que se sentara encima...
L: Te voy a devorar entera... ---le susurró en el oído mientras sus manos abrían sus piernas y rozaban de manera tortuosa su entrepierna---
R: ¿Podrás? ---sonrió maliciosa y cerró los ojos, las caricias de la rubia la hacían perder la cordura---
Sus labios fueron bajando por todo su cuerpo, entreteniéndose en sus pechos, siguió bajando por su ombligo, hasta quedar entre sus piernas...
L: Agárrate... no quisiera quedarme viuda antes de la luna de miel ---bromeó para después delinear con su lengua en la entrepierna hasta llegar al sitio que deseaba, pasó la yema de sus dedos por él en una caricia... segundos después se tiró a devorarlo como una loba hambrienta, movía su lengua recorriendo cada rincón, a cada segundo aumentaba su velocidad, era como una serpiente devorando a su presa---
Rachel gemía sin control, echó la cabeza hacia atrás y aunque el agua continuaba cayendo se sentía hirviendo, el rubor de su rostro se intensificó, mordía su labio inferior mientras la rubia le marcaba un ritmo.
Leonor introdujo su lengua en ella mientras que con sus labios torturaba su clítoris con fuerza, sus manos agarraban sus muslos, tirando de ellos para pegarla más a ella y entrar mas al fondo la morena perdió todo su autodominio, cayó en un profundo orgasmo y su lengua recorría sus propios labios.
Leonor despacio salió de ella, subiendo dejando un sendero de besos por todo su cuerpo, hasta llegar a sus labios...
L: Será mejor que entremos y nos sequemos...
R: ¿Tan pronto? ---bajó de la baranda y tomándola del brazo tiró de ella para besarla...--- eres una aguafiestas.
L: ¿Quién ha dicho que no terminaremos ahí dentro? ---rió--- si seguimos aquí cogeremos una pulmonía... ---la besó de nuevo---
R: De algún modo tienes razón... ---sonriente caminó detrás de ella---
Ambas fueron al baño para secarse, entre risas y juegos llegaron a la cama, pensaron en volver a la fiesta, pero nadie las echaba de menos, así que podrían ir luego, Leonor estaba tumbada sobre el pecho de la morena...
L: Solo las he tenido un rato y ya echo de menos ver nuestras alianzas ---mirando su mano---
R: Fuiste tu la que empezó ---entrelazó su mano con la de la ojiverde y sonrió--- compraremos otras.
L: ¿Tan lejos las mandaste? ---rió divertida---
R: No se donde cayeron... ---la besó y...--- y eso de buscarlas ahora no me convence.
L: Las buscaras tú, ya que tú las lanzaste... ---sonrió y quedó viéndola a los ojos---
R: Olvídalo, prefiero comprar otras a salir y mojarme, además pareceré toda una idiota tirada en el pasto buscando algo que se supone no debí haber perdido.
L: Te ves muy sexy mojada... ---en su cara se veía la travesura que planeaba--- te veré desde arriba... ---rió--- desnuda y mojada... no se si podré controlarme... ---comenzó a dar besos en su vientre---
R: No me convencerás... ---sonreía siguiendo con la mirada a la rubia, su respiración comenzaba a agitarse---
Leonor comenzaba a jugar de nuevo cuando la puerta se abrió de repente dejando ver a la madre de Leonor.
M: ¡Por dios! ---exclamó tapándose los ojos con una mano---
L: ¡Mamá! ---Leonor subió de nuevo tapando a la morena y a ella misma---
M: Lo siento hijas, pero encontré estas alianzas en el jardín, que curiosamente son idénticas a las vuestras ---Leonor miró a la morena y no pudo evitar reír a carcajadas mientras se escondía en la morena y se tapaba hasta arriba---
R: Sabe... ---sonreía como toda una cínica--- casualmente son nuestras ---extendió la mano y la madre de Rachel colocó las sortijas en su mano--- gracias.
L: ¿Mamá... puedes dejarnos solas?
M: Claro, claro ---contestó aun con los ojos cerrados--- pero bajad a la fiesta, los invitados ya comienzan a sospechar... ---tanteando consiguió salir de la habitación dejándolas solas---
L: Te libraste de una buena... ---sonrió divertida cogiendo una alianza y colocándosela de nuevo a la morena---
R: Si, si pero ¿No va a aparecerse siempre tu madre de este modo, verdad? ---reía mientras se dejaba poner el anillo---
L: Espero que no ---sonrió terminando de ponerle la alianza, para después besar su mano.
R: Roguemos porque no pase de nuevo ---sonrió y le colocó el anillo a la ojiverde---
Entrelazaron sus manos con una sonrisa en los labios.
L: Que sea la última vez que nos quitamos los anillos...
R: Si... ---la besó suavemente y...--- ¿Irás a la fiesta? tu madre puede delatarnos ---rió---
L: Iremos ---rió--- pero luego... ---se acercó a ella besándola profundamente, sabiendo que no saldrían de ahí sin amarse una vez mas---
R: Insaciable... ---giró dejándola debajo---
La ojiazul besó a la rubia una vez mas, juntas encendieron de nuevo esa llama de pasión amándose por completo. Unas horas después volvieron a la fiesta quedándose hasta la madrugada, al despedir a todos los invitados volvieron a la cama y durmieron profundamente sabiendo que nunca más despertarían solas.
Fin