Infiel por primera vez

Jamas habia hecho el amor con otro hombre y ahi estaba yo, lista para hacerlo con un chico 9 años mas joven que yo, y teniendo sexo en un lugar publico...

Quieres verla ? me pregunto, y yo le dije con voz entrecortada – si - una sonrisa ilumino su rosto y mi cara con los labios entreabiertos le demostro que deseaba deveras verle el pene, como muchas veces lo platicamos por internet cuando chateabamos a traves del mensajero instantaneo, relami mis labios carnosos, y el se levanto ligeramente sobre el asiento del carro, desabrocho su cinturon y mis manos ya jugaban con el bulto que se marcaba claramente por debajo de sus apretados jeans, me encantaba verle el bulto, reafirmaba que me deseaba, como yo a el, le ayude a abrir el cinturon, su cara estaba encendida, y su respiracion era entrecortada, o , era la mia ? me pregunto una vez mas que si deseaba verla, y yo repeti varias veces, con la voz como un suspiro - si, si dejame ver mi chocolate – asi le llamaba a el en nuestras charlas, y por ende, a su pene, cuando lo vi, no me impresiono mucho, no era mas grande que el de mi marido, ni tampoco mas grueso, sin embargo, y a diferencia de lo que me pasaba con mi esposo, tuve unos deseos enormes de chuparlo, nunca he sido una fanatica del sexo oral, ni darlo ni recibirlo, pero habia algo en el momento y en lo que pasaba por mi cabeza que me invitaba irremediablemente a hacer cosas que nunca hacia normalmente, ahi estaba yo, la señora casada, respetable, en un automovil de un tipo al que habia conocido apenas hacia un mes, y con quien me habia besado en apenas nuesta primera cita, una cita furtive en un café donde nos conocimos, hablamos, me llevo a su automovil y me beso, sentia que me portaba como una mujer facil, y eso me excitaba, era apenas nuestro Segundo encuentro y ahi estaba yo con su pene frente a mi boca y un deseo demente de darle placer y hacerlo sentir como nunca otra mujer lo habia hecho, lo que me llamo la atencion de Jose Luis en la charla era lo serio que se comportaba, nuestras platicas me habian dejado saber que a pesar de tener 29 años, su experiencia no era mucha, y que cada cosa que yo, de 38 años le hacia, lo llevaba a sensaciones que ninguna otra mujer lo habia hecho sentir.

Abri la boca y relami mis labios, mi lengua jugueteo con mis dientes y dije – dame mi chocolate – ronroneaba, - quieres besarlo ? – me pregunto, yo respondi una vez mas con esa voz entrecortada que no reconocia – si , quiero besarlo - aprete mis labios y forme mi boca de besito, esa que tanto le gusta a mi marido, en quien nunca pense cuando me entregue a mi amante, bese la punta de su miembro y saque mi lengua, humedeci la punta y sus movimientos me dejaron sentir que era mio, abri mi boca y tome la punta con delicadeza, cerre mis labios aprisionando su glande y mi lengua se movio con agilidad sobre su miembro, sin abrir la boca segui lengueteando la punta y enloqueciendolo, su respiracion se hizo entrecortada y con la mano izquierda reclino el asiento del automovil, yo arrecie mi ataque, y tome lo que restaba de su pene en mi boca, un onido guttural escapo de su garganta, y yo me senti plena, succione fuerte, y su mano izquierda comenzo a jugar con mi cabello, mientras la mano derecha se introdujo en el escote de la blusa negra pegadita que me habia puesto para la ocasion, sus dedos encontraron mi carne y apretaron mi pecho que mostraba claramente lo excitada que estaba, mi respiracion era entrecortada, libere su miembro de mi boca, y le di pequeños lenguetazos a su pene que semejaba un erecto cono de nieve, temblaba, y sus caricias se hicieron mas rudas, ya su mano habia superado la barrera de mi brassiere, y uno de mis pezones era pellizcado con furia por mi joven amante, cada pellizco enviaba una descarga placentera a mi clitoris, sentia como mis jugos manaban sin cesar, empapando la tanga negra que escogi para entregarme a el, me llamo por mi nombre, y me suplico que no me detuviera, a lo que accedi gustosa, una vez mas rodee su prepucio con mis labios y mi lengua hizo contacto con su glande, su mano no se detenia y seguia apretando mi pezon, chupe con desesperacion ese miembro que deseaba tener clavado en mi ser y su respiracion se hizo mas notoria, con la mano derecha tome su miembro y comence a acariciarlo , a masturbarlo al mismo tiempo que mis labios obraban maravillas en su virilidad, me dijo que si seguia acabaria en mi boca, y que lo que mas deseaba era penetrarme, yo suspire y asenti, deje ese pene que me causaba una excitacion animal a un lado y lo bese una vez mas, - vamos al hotel – y subio su pantalon dejandome con un deseo salvaje enterrado entre mis piernas.

Era increible, estabamos en su automovil, debajo de un Puente vehicular yo tenia la blusa abierta y un pecho de fuera, le habia dado una session de sexo oral en un lugar publico y ahora daba marcha al carro para llevarme al motel y hacerme suya, - que estoy haciendo aqui ?- me pregunte, pero la humedad de mi entrepierna apago cualquier deseo de irme del lugar, solo pense en lo delicioso que seria entegarme a un hombre diferente a mi esposo por primera vez en mi vida, y lo calido y humedo de sus labios, sus manos fuertes y sus caricias desesperadas que me hacian sentir la mujer mas deseada del planeta, sus ojos se fijaron en los mios, me beso otra vez y arranco, ahi hibamos, rumbo a mi primer encuentro sexual fuera del matrimonio