Infiel, por placer.

Tenia que saver si en verdad podia satisfacer a otro hombre y lo logre,ahora me siento una verdadera mujer.

¡Hola!, espero no tomes a mal mi atrevimiento al enviarte este mensaje, pero no puedo evitar el decirte que te has convertido en una obsesión, quizá te parezca ridículo, pero llevo varios meses mirándote pasar día a día, y cada ves te deseo mas, ¡hermosa chica! Espero algún día poder hablar aunque sea un momento contigo, muero por escuchar tu voz. Atte., Felipe.

Termine de leer aquel papel, el chiquillo que me lo dio corrió apresuradamente sin darme tiempo de preguntar nada, ¿Quién será mi admirador? Reí divertida preguntándome que veía en mi aquel hombre desconocido, si soy de estatura pequeña, delgada y sin atractivos físicos, ¡que tonto! Quizá es alguien que se ríe de mí.

Después de algunos días, nuevamente apareció aquel niño, me dio otra carta y se alejo de mí de forma apresurada, mire a mi alrededor pero no había nadie que demostrara interés, la curiosidad me empezaba a taladrar en mi cerebro, esta ves guarde el sobre y preferí  leerlo al llegar a casa.

-nuevamente te suplico, no tomes a mal mi actitud quizá esta sea la ultima ves que te moleste si decides no aceptar una invitación, a tomar un café, el día de hoy recordé el primer día que te mire pasar, traías ese mismo vestido de hoy, tu juventud, tu aspecto de inocencia y ingenuidad han despertado en mi sentimientos tiempo atrás perdidos, se que eres casada, y ese detalle hacen que te desee mas, por favor, si aceptas mi invitación a tomar un café, solo tienes que llevar el mismo vestido el próximo viernes, si rechazas mi invitación no lo lleves y sabré que no tengo que molestarte mas.

Tire el papel en un bote de basura y me apresure a llegar a casa. La semana paso de forma rápida y el jueves por la noche me encontraba en una lucha interna pues una parte de mi quería conocer a aquel desconocido, pero otra parte me pedía ser recatada.

Por fin después de mucho penarlo, decidí aceptar la invitación de  mi admirador me puse aquel vestido y Salí al trabajo, no sin antes decirle a mi esposo que me quedaría un par de horas extras por indicaciones del supervisor.

Justo a las 4 de la tarde Salí, y camine como todos los días por aquellas mismas calles, trate de no mostrar mis nervios y con discreción miraba sin atinar a descubrir a mi admirador, pero justo al llegar a la calle mas concurrida escuche una voz, que me erizo la piel, di vuelta y ahí estaba un hombre de altura muy superior a la mía, le calcule unos 50 años de aspecto muy agradable y su voz me había impactado.

-hola, me llamo Leonel, y soy quien se ha atrevido a enviarte los mensajes.

  • Hola, yo me llamo Sonia, y pues acepto ese café que me has invitado.

Caminamos de regreso a las calles del centro de la ciudad y entramos a un café donde al parecer lo conocían a la perfección, pues todo mundo lo saludaba, subimos a la parte alta y nos dieron una meza que daba justo a la calle y me di cuenta que el podía mirarme sin que yo me diera cuenta.

-¡Aquí e pasado muchos días a la espera de mirarte pasar Sonia! Antes que nada quiero que sepas que agradezco tu actitud ante mi osadía, y quiero decirte que me siento muy feliz de estar a tu lado.

  • Gracias Leonel, pero quiero saber algo, ¿Por qué me elegiste a mi? No tengo nada que parezca atractivo a los hombres y es verdad soy casada, y eso es un fuerte obstáculo para cualquier tipo de relación.

-Quizá te parezca difícil de creer, pero al mirarte caminar e descubierto que eres una mujer única, creo que detrás de esa ingenuidad e inocencia que aparentas hay una parte de ti oculta, esperando a ser descubierta por alguien, y me sentiría honrado en ser yo quien despierte a la mujer que esta oculta dentro de ti.

Sus palabras me hicieron recordar el abandono de mi esposo, el amor que decía tener se había esfumado a los pocos meses de casados, el se empeñaba en decirme a cada momento que yo era una mujer que no despertaba deseos, y que por eso prefería irse con las mujeres de los centros nocturnos, sus palabras me habían echo creer que en verdad no despertaba interés alguno en los hombres y ahora estaba frente a Leonel, quien estaba interesado en mi, y pensé en darme una oportunidad y saber que era lo que el podía descubrir en mi.

  • ¿ Lo que deseas es acostarte conmigo? Solo para satisfacer tu vanidad de hombre  ¿verdad?

-Sonia, no es lo que piensas si es cierto que deseo estar contigo, ¡pero no como una relación fugaz!  Mi intención es convertirte en una mujer plena, que disfrute de su sexualidad, solo eso Sonia.

Platicamos por largo rato y decidí retirarme no sin antes prometerle platicar otro día, no recuerdo cuantas veces nos encontramos en aquel café, pero al final logro convencerme ir con el a un motel, después de aquella primer cita descubrí que en verdad, solo necesitaba que alguien me enseñara el verdadero camino del placer.

Para mi fortuna mi esposo, nunca ponía objeción cuando le decía que me quedaría a trabajar mas tiempo, lo tomaba como algo normal, y fue ese el pretexto que puse para escaparme a mi primer cita con Leonel, aquel primer encuentro fue un lunes, esta ves nos encontramos en una calle previamente acordada, lejos de miradas indiscretas me apresure a subir a su auto, me puse el vestido que tanto le gustaba a el, un poco decolorado por el uso pero era uno de los mejores que tenia,

En poco tiempo estábamos entrando en un motel, me sentía nerviosa pero con deseos de estar a su lado. Al cerrarse la puerta de la cochera, y antes de bajar del auto me tomo de la barbilla y por vez primera me dio un beso, yo le correspondí dejando ver que tenia tiempo que no recibía un beso igual, bajo del auto y yo hice lo propio,  ya en el interior de la habitación continuamos besándonos, el se había sentado en la cama y yo estaba de pie, pues su estatura es mucha con comparación de la mía. Pero que importaba si lo que buscábamos era solo placer, sus manos bajaron buscando el final de mi vestido, lo subió y lo separo de mi cuerpo por la parte de arriba, me miro y dijo lo siguiente.

-Quiero que recuerdes este día, y te compares con la mujer que serás en un par de semanas más,

Desabrocho mi sostén y lo puso sobre una meza, después quito mis pantaletas, y las puso con delicadeza en el mismo lugar,

-¡Dime Sonia! ¿Has hecho sexo oral? ¿Te lo han hecho a ti?  ¿Has probado el sexo anal?

Sus palabras hicieron sonrojarme y le conteste.

  • ¡No! Leonel, solo e probado sexo tradicional, y espero no sea algo que te moleste .

-No Sonia, al contrario, pues así seré yo quien te enseñe todo,

Tome asiento en la cama, mientras el se desnudaba, al dejar libre su verga no pude evitar un gesto de sorpresa, y quizá un poco de temor.

  • ¡Dios mío! Exclame, Leonel creo que no podre meterme eso, la tienes demasiado gruesa, me dolerá,

-Claro que no Sonia, la vulva se dilata de acuerdo al tamaño de cada miembro y ya veras que lo disfrutaras .

Se aproximo a mi lado y me tomo de la mano haciendo que tomara su verga,en verdad al simple roce de mi pequeña mano se irguió mas, dejando ver su verdadero tamaño y grosor, apenas lograba alcanzar a cerrar la mano,

-abre tu boquita Sonia,

Aproximo a mi boca ese pedazo de carne y fue empujando poco a poco, apenas logro meter la punta, por instinto abrí un poco mas y entro unos centímetros mas, el calor de mi boca logro que se pusiera aún mas dura, y mire con desesperación que sus venas se ponían duras amenazando explotar, la saco y me dijo que le diera lametones, le obedecí y con mi inexperiencia lo hice, el me fue guiando en la forma de hacerlo y logro que lo hiciera de maravilla, mire que un hilillo escurría por su pequeño orificio y me apresure a chupar ese liquido blanquizco, eso le agrado y escuche que gemía de gusto.

-ahora recuéstate en la cama, es hora de que tu sientas el mismo placer mi amor.

Me recosté y apartando mis piernas a los lados, se arrodillo y chupo mi rajita, me estremecí y me retorcí al contacto de su lengua, parecía una verga pues entraba y salía con facilidad arrancándome grititos de placer, tomo mis nalgas elevándolas para facilitar su acción, enloquecí de placer al sentir cuando rozo mi clítoris, de su lengua escurría un liquido blanquizco que salía de mi raja cada ves que su lengua entraba y hurgaba, se puso de pie y se recostó quedando su verga frente a mi boca, la cual abrí y chupe su verga al tiempo que el seguía chupando mi raja,

Me sacudí violentamente y le suplique se detuviera,

  • Por favor Leonel, detente quiero orinar,

-Hazlo linda, ese deseo de orinar es algo delicioso, estás a punto de tener un rico orgasmo, deja que salga todo vamos linda hazlo.

Mi cuerpo se tenso mas y no pude resistir mas, soltando un torrente de liquido blanquizco, me apresure a chupar su verga el deseo me resultaba irresistible, se puso de pie y me dijo me diera vuelta boca abajo, al hacerlo nuevamente se puso de rodillas y ahora chupo mi raja de arriba hacia abajo, pero no se detuvo en la raja, siguió  hasta llegar a mi culo, apreté las sabanas me sentía desfallecer con semejante caricia, su lengua trataba de entrar y sentí la necesidad de dejarla entrar, afloje mi cuerpo y logro entrar un poco, acaricio mis paredes anales fuera de mis cabales, lance un fuerte gemido y el siguió chupando mi culo, al notar mi excitación, chupo la raja y con los líquidos que salían de ella metió nuevamente en mi culo la lengua,

  • ¡Por favor Leonel no aguanto más! Métela ya por favor te lo suplico,

-no linda aún no, espera un poco mas, antes te quiero masturbar con mis dedos, ya veras que es una delicia.

Metió dos dedos, en mi raja y como si fuera una maquina de placer metió y saco con rapidez, en pocos segundos broto de mi raja un nuevo torrente de líquidos, como una lluvia, perdí las fuerzas y el se aparto y ahora su boca buscaba con desesperación mis pezones, los chupo con suavidad y logro ponerlos duritos, ya no podía mas y nuevamente suplique.

  • Leonel, no me castigues mas, dámela ya te lo suplico.

-¿Qué te de que? Mi amor dilo quiero escuchar tu boquita pedirlo.

  • Dame tu verga, métela en mi raja, cógeme por favor.

-Te la daré si prometes ser mía siempre que lo quiera,

  • Si Leonel, seré tuya hare lo que me pidas, ¡pero métela!

Se puso de frente a mí y la metió sin piedad, mi raja se amoldo a esa formidable verga, sentí que llenaba mi raja totalmente, me tomo de las piernas y me elevo, yo me tome de su cuello, mientras me cogía en esa posición, siguió diciendo cosas.

-Sonia, quiero que seas mi puta, ¿lo harás? Dejaras que saque a la puta dentro de ti.

  • Si Leonel  hazlo, seré tu puta siempre, nuestros cuerpos se tensaron anunciando nuestro clímax al máximo Sonia  serás una verdadera puta, - te lo prometo te hare gozar y hacer cosas que jamás imaginaste.
  • Ya Leonel, ahora lo soy  tu puta. Y diciendo estas palabras terminamos en un acto de placer infinito, cuando saco su verga mi raja escurría los líquidos de ambos, me arrodille y le chupe un poco mas la verga por mi boca escurrían los líquidos, en ese momento me di cuenta que ya no podría dejar de ser su puta, esa solo fue la primer ves de sexo, después me enseño cosas nuevas y este fin de semana tengo que entregarle mi virginal culo, estoy ansiosa por sentir su verga en mi culo, espero poder contarles que sucedió.