Infiel por casualidad II
Lejos de sentirse culpable, la infidelidad les dio la oportunidad de conocer un estilo de vida muy diferente y excitante.
Se alojaban en nuestro mismo hotel, nos encontramos para cenar y después marchamos en el coche que habían alquilado hasta una playa nudista cerca de Mahón, se trataba de
la Cala Tamarells, a la llegamos prácticamente hasta la arena con el pequeño 4X4. Vimos algunas siluetas y eso me tranquilizó, sacamos unas toallas y dejamos la ropa en el coche,
Susi
; una rubia de casi 1.80 me miraba con interés y también yo lo hice, me preguntaba para que nos necesitaban, eran jóvenes guapos y aparentemente sin problemas ni ataduras.
Nos metimos en el agua y al poco
Jorge me atrajo hacia sí, al notar su verga enhiesta no lo dudé y colgándome de su cuello me dispuse afollar en al agua, algo que no hacía desde que llegó el primer niño y que ya echaba de menos, sus manos en mis nalgas me hacían subir y bajar, y cuando estaba cerca del orgasmo susurro. .- No te asustes, esos amigos no son del todo desconocidos, de hecho están aquí por nosotros, no sé qué ha estado pasando estos últimos días y no me importa, me gusta cómo te comportas y eso si lo tengo claro.
Se me estaba cortando el rollo, entonces noté un cuerpo que se pegaba a mi espalda, eran los pezones de Susi que parecían querer traspasar mi piel. .- ¿Te importa que esté aquí? Me gusta oír los jadeos de una mujer tan ardiente como yo. Diciendo eso puso sus manos en mis costados, muy cerca de los pechos y acercando la boca a mi oído murmuró. .- ¿O prefieres que sea Pablo quien este junto a ti?
Estaba desconcertada, callé y apoyé la cabeza en el hombro de Jorge, Susi de apartó ocupando su lugar el joven que sin palabras arrimó su verga desnuda a mi culo y la fue metiendo lentamente, estaba como ida pero recordé a Salva, tenían ambos el mismo estilo, carente de la urgencia que había notado en todos mis amantes anteriores. Me dejé hacer hasta que llegue a un punto en que me era imposible pararlo.
Mi cuerpo solo respondía a los estímulos que me estaban proporcionando esos dos barbaros, Susi me miraba desde detrás de Jorge con los ojos entornados, y yo imaginaba que después le tocaría a ella estar donde me encantaba yo ahora. Me corrí junto con Pablo que me llenó de lefa aunque siguió manchando el condenado, también Jorge se corrió pero al igual que su compinche siguió crucificándome, llegue una y otra vez hasta que decidieron dejarme descansar, salimos todos a la arena y Susi me ayudó a tenderme en la toalla.
Entrecerré los ojos, pero pude ver como tal y como estaba arrodillada a mi lado, atrajo a Pablo y comenzó a mamársela ante la atenta mirada de Jorge, al que le hizo una seña para que se acercara y comenzó a alternarlas hasta que viendo que se habían recuperado lo suficiente, se levantó y entre los dos la llevaron al agua otra vez, les oía reír pero no tenía fuerzas para levantarme.
Al rato noté que estaban a mi lado, Susi se había tendido junto a mí y tomando mi mano musitó. .- ¿De verdad no sabías nada? Has reaccionado muy bien. ¿Podrás perdonar a tu marido por la encerrona? .- Claro que lo perdono, pero explícame una cosa. ¿De qué lo conocéis?
Y su relató me cautivó además de aclarar algunas cosas.
.- Es muy simple, formamos parte de un grupo de swinger, el lunes de la semana pasada nos llegó vía a la web una petición poco usual, un hombre recién registrado nos envió un mensaje privado, habíamos anunciado que pasaríamos nuestras vacaciones aquí y se ofreció a pasar una semana con nosotros, nuestras fotos están en el perfil y al no ver las vuestras se lo dijimos. Entonces nos envió un video en el que te vimos desnuda durmiendo o eso parecías, y unas imágenes de Jorge, concretamente de sus atributos.
Vaya, entonces recordé aquel sueño que no lo era, vi a Jorge con el portátil en la mano como me destapaba, pero estaba tan cansada que imaginé que se trataba de un sueño del que no podía acordarme.
.- Quedamos en encontrarnos aquí, esta noche no ha sido casualidad coincidir en el bar donde nos hemos visto en persona por primera vez, él nos aseguró que desconocías su plan para que en estas vacaciones gozarais del mundo swinger. ¿Qué te parece la idea? No me gustaría que te sintieras incomoda. .- ¡No! para nada, solo sorprendida, siempre nos lo contamos todo pero en esta ocasión no lo ha hecho y me alegro, es posible que de otro modo me hubiera negado.
.- Todo todo no se lo cuentas o eso es lo que piensa, nos comentó que estos últimos días te habías comportado de forma diferente, mucho más agresiva que en mucho tiempo y eso lo asustaba, no es lo mismo compartir la pareja a que alguno de los dos tenga un amante clandestino.
.- En este caso cualquiera podría parar esto o enfocarlo de otra forma, soy bisexual y Pablo lo sabe, también Jorge lo sabe y ambos son conscientes que te tiraría la caña, pero serás tú en última instancia quien decida si quiere o no estar conmigo. .- Con sinceridad, te diré que me apetece recordar tiempos pasados, en el instituto tuve una amiga muy especial que me enseño a besar y nunca he sentido tanta dulzura en otros besos.
Se apoyó en un codo para incorporarse un poco, acercó sus labios a los míos y el mundo desapareció de mi horizonte. Al rato regresamos al hotel, pasaban de las dos de la madrugada cuando retiramos las llaves de recepción, al salir del ascensor en la misma planta, Susi tomo la mano de Jorge y nos dio las buenas noches.
Pablo, resultó ser un tipo estupendo además de un amante incansable y muy generoso, dormimos solo dos horas y a las nueve ya estábamos en el comedor para desayunar, le comenté que me sorprendió la facilidad para moverse por los caminos de tierra en medio de la noche. .- Por San Juan teníamos que venir aquí dos parejas, Susi prefirió ir a Ibiza con el marido de Carla y nosotros pasamos cinco días en ese mismo hotel.
.- Ellos han ido a Malta este verano, nosotros no tenemos más que quince días. En otoño tomaremos otra semana y el resto lo guardamos para el invierno.
Estaba sirviéndome el segundo café cuando aparecieron los otros, llegaron sofocados y estaba claro que habían echado un polvo mañanero, mientras desayunaban planeamos el día y quedó claro que seriamos un grupo bien avenido.
Llegó el jueves y por la tarde me vino la regla, me encontraba fatal y fui a una farmacia a comprar ibuprofeno o algo para tomar, la farmacéutica me recomendó cruzar la calle y comprar Palo, un licor que hacen en las islas que se emplea como aperitivo, pero desde hace mucho tiempo es el remedio que emplean las mujeres para aliviar el dolor, no lo pensé y regresé al hotel con una botella del dichoso licor.
Después de cenar fuimos los cuatro a la habitación de ellos, los chicos tenían planeado ir a una disco que Pablo conocía pero yo prefería quedarme para intentar que el dolor aflojara, Susi les dijo que se quedaba conmigo y que al regresar terminaran la noche en nuestra habitación así no me despertarían al llegar si me había dormido, algo contrariados se fueron y Susi sirvió dos copazos del dichoso licor, comenzamos a tomarlo sentadas en un sofá.
.- ¿Qué te parece todo esto?- .- La verdad es que está muy bien, el hotel es cómodo el servicio discreto, las playas de ensueño y el ambiente inmejorable.- .- Me refería a lo vivido estos días ¿Lo continuaremos al regresar de las vacaciones? A nosotros nos encantaría y a Jorge parece que también pero tú no te has pronunciado.
Un dulce sopor se estaba apoderando de mí, me removí en el asiento y Susi me hizo tumbar apoyando mi cabeza en su regazo, colocó un almohadón sobre mi vientre y entre el calorcillo que me proporcionaba, unido al licor y las sutiles caricias en uno de mis pechos comencé a encontrarme mejor, entonces le respondí a esa pregunta que había quedado en el aire.
.- El problema es que nuestros recursos son limitados, estas vacaciones han sido un extra para celebrar nuestro décimo aniversario de bodas, pero lo que teníamos previsto era pasar estas dos semanas en un camping, no creo que podamos llevar vuestro ritmo de gasto en un futuro.
Susi se quedó mirando muy seria hasta que estallo en una sonora carcajada.
.- Eso no es un problema, antes estábamos con un grupo de pijos esnobs cuya máxima preocupación era aparentar ser lo más de lo más a base de talonario, contra más caro fuera un local mejor, y con eso, perdíamos la oportunidad de conocer personas excelentes, ahora estamos con un grupo muy diferente, me gustaría que conocieras a algunos de sus componentes.
.- Si quedáramos una noche para cenar y propusierais ir a una hamburguesería, solo preguntaríamos la hora y el lugar, si me apeteciera llevaros al Mesón de Aranda, iríamos juntas a comprarnos un vestido y después pasaríamos una noche igual de buena que el de la hamburguesería, y te recuerdo que nosotros pensamos que el dinero es para vivir y no para amasarlo.
.- Además, tienes que deshacerte de ese amante que tienes, Jorge entiende lo que sucede aquí y estoy seguro que si no es con nosotros encontrareis a otros para seguir con lo que habéis conocido estos días, pero recuerda que un amante solo puede fastidiar esto tan bueno que tenéis. Por otra parte, no pedimos grandes cambios en vuestra vida, solo que nos incluyáis en esa parcela que es el sexo como y cuando os venga bien, pensadlo y ya hablaremos más adelante.
Los chicos regresaron de madrugada, los vimos por la mañana y la verdad es que lo peor ya lo había pasado, los días se sucedieron cargados de buenos momentos y el sábado por la noche nos despedimos después de intercambiar los teléfonos para mantenernos en contacto, marchábamos todos el domingo, nosotros salíamos a las cinco de la mañana y ellos a media tarde.
El lunes llegue al trabajo con muy pocas ganas de trabajar después de apurar las vacaciones al máximo, pero no me quedaba otra, había una chica nueva pero creí que se debía a que Isabel quizás tenía que salir al médico o a cualquier otro sitio y no querían que me quedara yo sola en la hora de mayor afluencia.
En cuanto tuvimos oportunidad Isabel me preguntó por las vacaciones, le hable del hotel, las playas y los paisajes, así como de los bares y discos que habíamos frecuentado, pero nada que dejara entrever lo realmente importante. También ella me contó de las suyas; no habíamos coincidido desde su marcha.
Por fin en un momento en que no había clientas ni otro estorbo en sottovoce me contó.
.- De buena te has librado, el primer miércoles después de tu marcha, Luisa me contó que había estado follando en el vestuario con el Salva, ya sabes a quien me refiero, el jueves ya lo sabían todos incluidas algunas clientas y el viernes los sorprendieron el supervisor y la encargada, la han echado y a él le prohibieron regresar por aquí, menos mal que estabas fuera y que ella no supo jamás lo tuyo con él, yo sufría cada vez que entrabais alguno de los dos por esa puerta.
Me quedé conmocionada, Isabel sabía lo mío y calló cuando estalló todo, Susi tenía razón y si me encontraba a Salva le diría que se había terminado. Pasó ese primer día sin más sobresaltos y por la noche vino a recogerme Jorge porque aún le quedaba una semana de vacaciones, al llegar casa había deshecho las maletas y puesto un par de lavadoras, cuando quiere es un sol.
El miércoles poco después de llegar al trabajo me llamó el supervisor.
.- Estos de recursos humanos están ¡Locos! Ayer me pidieron una lista de las personas de las que no me gustaría prescindir, naturalmente tú eres una de ellas, pensé que se trataba de reducir personal y ahora mismo me ha llegado este correo. El lunes comienzan una frutera y otra carnicera además de quedarnos con esta que enviaron para substituir momentáneamente a Luisa, supongo que ya te habrás enterado del lio que armó.
.- Tú puedes escoger el turno de mañana o tarde, y a partir de ahora te encargaras de preparar los pedidos y supervisar a las nuevas, a Isabel le ofreceré escoger venir por la tarde si es que le interesa y las otras dos harán los turnos que convengan para cubrir el horario necesario.
.- Hace más de un año que estoy pidiendo que envíen a alguien y ahora envían a dos, esa Susana noseque esta como una regadera, aunque nos irá de fábula y seguro que no estarán paradas ninguna de las dos.
Esa noche al llegar a casa llamé a Susi. .- No tenía ni idea que trabajáramos en la misma empresa ¿Por qué no me dijiste nada? .- Quería darte una sorpresa, esto no te compromete a nada, pero me gustaría que vinierais a casa a cenar el sábado por la noche, a no ser que tengáis pensado ir a ver a los niños al pueblo.
.- ¡No! queda muy lejos para ir solo el fin de semana, esperaremos al puente de la Virgen de agosto, ahí juntamos tres días y si iremos a verlos, ellos regresaran a primeros de septiembre y hasta entonces dispondremos de los fines de semana para nosotros, el sábado iremos a vuestra casa si me das la dirección.
Han pasado tres meses, con Pablo y Susi nos vemos con frecuencia, hemos conocido a otros componentes de su círculo de amistades y tenía razón ella, son todos estupendos, a pesar de tener una posición más elevada que la nuestra nunca me siento incomoda con ellos y estamos planeando algo para las navidades, hemos preguntado a los chicos si les gustaría pasarlas en la nieve y están encantados con la idea.
Unos amigos de Pablo tienen una casa rural en la Cerdaña, muy cerca del túnel del Cadí y los niños estarán
junto con los suyos que son de edades semajantes,
en el refugio de una escuela de esquí a solo dos kilómetros, distancia suficiente para que no se presenten en medio de nuestras fiestas, Susi se encargó de que tuviera unos días de vacaciones para esa fechas y Jorge ha cambiado unos días con un compañero, serán 9 días que imagino muy intensos.