Infiel con un Compañero de Trabajo
Fue una experiencia inolvidable.
En aquel tiempo tenía 28 años y un par de años de casada, mi matrimonio iba muy bien y llevaba poco tiempo de haber tenido a mi primer hijo, por ese mismo motivo tuve que renunciar a mi trabajo ya que tuve un embarazo riesgoso, luego de eso tuve la oportunidad de trabajar en una importadora, pensé que este sería un trabajo más, pero nunca me imaginé todo lo que iba a vivir.
Fui seleccionada para el puesto de Contadora, la empresa se dedicaba a la importación de productos de China, obviamente el dueño era de ese país y sus colaboradores eran de Chile, habían pasado casi un mes cuando llegaron nuevos colaboradores de ese país y sin saberlo conocí a un chileno hermoso, era alto, de buen cuerpo, lindo de cara, ojos claros y blanco, para mi suerte era la persona que iba a trabajar directamente conmigo, ya que con él implementaríamos un nuevo sistema de trabajo, desde el primer momento no faltó los piropos de él hacía mí, desde luego me gustaba mucho, pero al principio no le hacía caso ya que le había dicho que era una mujer casada, pero eso a él no le importó ya que nunca dejó de coquetearme, poco a poco ese juego me fue gustando, él hacía todo para complacerme, era atento, amable, detallista, hacía todo por estar pendiente de mí, me cuidaba y me acompañaba a todas partes donde iba, en fin eso hizo que poco a poco me fuera gustando mucho más.
Pasaron algunos meses y me invitó a salir, íbamos a discotecas, restaurantes, casi siempre había insinuaciones, besos robados y otras cositas pequeñas, pero no pasaban a mayores, hasta que ya después de un año, me dijo que me invitaba a pasar un fin de semana en una casa que había alquilado en la playa, le dije que me dejara pensarlo, que tenía que buscar la excusa perfecta para que mi marido me dejara ir sola, estuve pensando que cosa decirle a mi marido para que me dejara ir, por suerte se me ocurrió la idea de que una amiga mía nos había hecho la invitación a su casa en la playa, yo sabía que a mi marido no le caía muy bien mi amiga, al principio me dijo que no íbamos a ir, pero yo le dije que por lo menos me deje ir a mí, él se negó toda la semana, tuve que rogarle y tener muchas relaciones sexuales anales para que terminara accediendo, entonces le dije a mi amigo que estaba todo listo, él me dijo que el sábado por la mañana nos veríamos en el terminal a las 7am, el día viernes de esa semana me fui a comprar en un sexy shop el traje de baño de hilo dental más chiquito que tenían y bastante lencería sexy, llegué a mi casa por la noche y mi marido llegó después de unos minutos, estuvimos un par de horas teniendo sexo y me quedé dormida, estaba súper cansada, casi no me levanto temprano, menos mal que había puesto la alarma, me despedí de mi marido, mi hijo y me fui rumbo al terminal.
No tuve tiempo de desayunar, cuando llegué, me fui directo al baño a cambiarme de ropa, me puse el traje de baño que había comprado, un short cachetero y una top, en ese momento él me llamó y me dijo que ya había llegado, le dije que ya estaba por llegar, salí inmediatamente, apenas llegué, se bajó del carro y me quedó mirando con una cara que ni se imaginan, enseguida me abrazó y me dio un beso enorme y me agarró las nalgas, estas divina mi amor me dijo, eres toda una ricura, déjame verte bien, me dio una vuelta y se mordió los labios como diciendo todo esto que me voy a comer, me abrió la puerta del carro y nos fuimos a Salinas, por el camino nos detuvimos a comer, porque le dije que no había desayunado, él estaba emocionado de verme con esa ropa, me miraba a cada rato y no dejaba de decirme lo bien que me veía, llegamos a la casa , dejamos las maletas y nuevamente me abrazó, me besó y sentí sus brazos fuertes, sus manos estaban otra vez en mis nalgas, la masajeaba con firmeza, le dije que se detenga que todavía no era el momento, pero él no dejaba de tocarme, me dijo mi amor, tú sabes lo que va a pasar, me muero por hacerte mía, ya me estaba excitando porque podía sentir su pene erecto, pero le volví a insistir que esperara un poco, cogimos algunas cosas y nos fuimos directo a la playa, para mi suerte estaba haciendo un sol súper rico, me quité el short y el top, la cara que puso cuando me vio en hilo, me reí y le dije que si le pasaba algo, me dijo, nada es que tienes unas nalgas espectacular mi amor, le di un beso y le dije que me pusiera bronceador en todo el cuerpo, me acosté boca abajo y comenzó a ponerme el bronceador en todo el cuerpo y cuando llegó a mis nalgas no dejaba de tocarlas, en ese momento sentí que hizo a un lado el hilo y metió un poco su dedo en mi ano, yo no le decía nada, solamente lo disfrutaba y dejaba que haga todo lo que él quisiera, luego me viré y me puso bronceador en mis pechos y así mismo puso su mano en mi vagina y metió su mano, estaba bien mojada, sentí una corriente en mi espalda y solamente me sonreí, me pude dar cuenta que se estaba poniendo erecto otra vez, le dije que me diera una cerveza, estuvimos conversando de nosotros y cómo íbamos a llevar esta relación, habían pasado como un par de horas y nos fuimos a bañar, él también estaba divino con su traje de baño, unas piernas gruesas y se le veía un buen paquete, vellos en el pecho y musculoso, en fin estaba divino, nos metimos al mar a bañarnos un rato, luego volvimos y estuvimos tomando cerveza hasta la una más o menos, a esa hora nos dio hambre, nos fuimos de la playa a comer, todos los restaurantes estaban llenos, en uno había mesa pero con una sola silla y me dijo que ahí comiéramos, él se sentó y yo me senté en sus piernas, estaba con el traja de baño y un pareo transparente que se veía todo, terminamos de comer y nos fuimos a la casa para bañarnos y refrescarnos un poco de mucho sol, apenas llegamos me dijo que quería bañarse conmigo pero le dije que me diera una hora para alistarme, porque quería hacerme mi lavado anal, y quería estar lista para él, en ese momento ya sabía que iba a pasar de todo, habían 2 habitaciones y yo me fui a bañar a una habitación y él se fue a la otra, estaba un poco mareada pero con el baño se me quitó todo, cuando salí del baño, vi que estaba acostado en la cama desnudo, solo con una toalla encima, tenía su pene erecto, en ese momento pensé y quería hacerlo sufrir un poco, le dije que me iba a cambiar, que saliera un momento, pero me dijo que no iba a ver y se dio la vuelta, enseguida me quité la toalla, estaba complemente desnuda, hacía como que buscaba algo en mi maleta y por el espejo vi que me estaba mirando, yo me hice la disimulada y seguía buscando y sin decir nada, cuando me dí cuenta que se había levantado y se había quitado la toalla, el corazón me comenzó a latir fuerte, se me acercó y con sus manos grandes me abrazó y me agarró los senos, su pene lo puso en mis nalgas, comenzó a besarme en la espalda, yo me viré y nos besamos, con sus manos me agarró las nalgas y me alzó, crucé las piernas en su cintura, ya en ese momento estaba completamente entregada y él no dejaba de besarme y chupar mis senos, luego me acostó en la cama e hicimos un delicioso 69, yo devoraba su pene con mi boca mientras él se comía mi vagina con su lengua, estaba bien excitada, sus dedos los metía en mi ano y eso me enloquecía más, luego de un momento cambiamos de posición, él se acostó y yo me senté encima, cogí su pene y me lo puse en mi vagina, por fin podía sentir como me penetraba, me agarró las nalgas y me hacía subir y bajar, eso me gustaba mucho y yo estaba alocada por sentir cada centímetro entrando y saliendo, mientras que con su boca chupaba mis senos, me movía duro y le decía que me diera más fuerte, me apretaba las nalgas con fuerza y en ese momento sentí una corriente que bajó por mi espalda hasta mi ano y subió por mi vagina hasta mis senos, me había hecho terminar, me quedé sin moverme pero él seguía penetrándome muy fuerte, él todavía no había eyaculado y yo quería más, entonces le dije que le iba a dar mi culito, me puse en 4, él comenzó a besar mi ano y lubricarlo con su lengua, después puso su pene en mi entrada y lentamente me fue penetrando, yo estaba loca de gusto, me agarró de mis caderas y comenzó a darme despacio hasta que después de unos minutos empezó a moverse con fuerza, comencé a gritar de placer, le decía que no parara que me diera más duro, mis nalgas rebotaban en su pene, él me besaba la espalda, después de varios minutos volví a sentir esa corriente y nuevamente me hizo terminar, le dije que no eyaculara adentro que cuando sintiera que ya va a terminar que me avisara, así estuvimos por una hora y media y cuando me dijo que ya iba a eyacular, cogí su pene y me lo metí en mi boca, eyaculó bastante y todo su semen me lo tomé, después de eso nos besamos y nos quedamos cansados, estábamos sudados, nos pusimos a conversar un momento y le dije que me moría de ganas de estar con él, desde el primer día que lo vi y él me dijo lo mismo, esto recién es el comienzo me dijo, vamos a tener muchos más encuentros, eres una ricura mi amor, tienes unas nalgas maravillosas y ahora son mías, después nos quedamos dormidos, casi como a las 7 de la noche nos levantamos y nos fuimos a bañar, nuevamente tuvimos sexo y después nos fuimos a comer, por la noche pasamos en una discoteca bailando y tomando hasta casi 4 de la mañana, regresamos a la casa y tuvimos sexo otra vez, pero esta vez le dije que solamente quería que me diera por atrás, ya cuando amaneció nos quedamos dormidos y nos levantamos al medio día, un poco con chuchaqui, salimos nuevamente a la playa y nos tomamos unas cervezas, volvimos a la casa y nuevamente tuvimos sexo y de ahí ya regresamos a Guayaquil, ya cuando estábamos llegando, le dije que me llevara a un motel porque quería más, así que nos fuimos por uno que queda por la vía a Daule, casi a las 11 de la noche me fue a dejar a mi casa, mi marido estaba un poco molesto por que llegaba tarde, me fui a bañar y tuve sexo con él, pero cuando lo hacía, me imaginaba que era mi amigo y hasta veía su cara haciéndomelo rico, el día lunes nos vimos en el trabajo como si no hubiese pasado nada y como siempre salíamos a realizar las diligencias y almorzábamos juntos, esto sólo era el comienzo de una relación que duró por casi 10 años.