Infiel

La soledad y la deseperación me orillan a ser infiel.

Ciertamente desde niña fui muy precoz, a los 16 años perdí mi virginidad y no encontraba con quien quitarme las ganas de sentirme deseada y amada.

Después de que cumplí la mayoría de edad me case con un hombre al que amo con el corazón pero que al parecer se le ha enfriado la pasión, se que me ama pero ya no le soy atractiva.

Digo esto por que en varias ocasiones le he pillado mensajes de mujeres mas jóvenes que yo, esto a mi me molesta, me revolotea en la cabeza y como a toda mujer que es celosa de lo ama me han venido ideas y pensamientos de el con otras chicas.

Ya no pude mas y quise vengarme, sentir lo que era ser deseada por otro hombre que alguien mas me dijese sus sentimientos, sus deseos, sentir sus manos, su aliento, su verga.

Y así pues me contacte con un amigo del que asía ya muchos años no nos reuníamos del cual me quede con las ganas de poseer cuando adolescentes, si, de esos noviecillos con los que te besas y te abrazas y te dejan con las ganas.

Lo que encontré fue un joven maduro muy ocupado de sus labores pero muy atento, nunca he podido expresar mis sentimientos directamente así que en varias ocasiones en las conversaciones telefónicas que llegábamos a sostener le insinué de manera sutil el vernos a escondidas, realmente me sorprendió su respuesta pues no se apresuro al contestar que si, al contrario me dijo que lo pensara bien pues era un paso muy duro del cual no habría retorno.

Seguimos las charlas amenas como grandes amigos y de manera sutil se informo de de mis desventuras amorosas de mis frustraciones y de mis necesidades, y sin darme cuenta ya me invitaba a tomar una cerveza yo accedí titubeante de lo que iba hacer pero consiente que era lo yo quería.

Mi marido trabajaba fueras de esta localidad así es que viajaba constantemente y surgió la propuesta: sábado 9:30pm

Me apresure a dejar todo en completo orden y dejando dicho en casa que iría con unas amigas a jugar billar.

Salí un poco rápido de casa, casi fui obvia pero ya no tenia remedio.

El me esperaba en la siguiente esquina con el motor encendido y listo para partir, al principio cumplió lo prometido unas cervezas en el mirador de una colina apartada del la gente y de las miradas indiscretas. Lo inevitable venia yo estaba tan nerviosa.

Me toco la cara con sus manos grandes pero suaves y me beso con tanta pasión, la pasión que yo nesecitaba para revivir. Al sentir sus labios dulces, carnosos y húmedos me relaje por completo y correspondí a sus carisias. La situación fue tomando forma, subiendo de tono, y lo dijo – vemos a un hotel –

Yo solo pude asentir con la cabeza que en esos momentos estaba en las nubes. No tardamos mucho en esta solos en un motel y me condujo suavemente por las escales tomado de mi cintura, al entrar a la recamara encendió la luz tenuemente y me siguió besando yo solo podía seguir torpemente sus acciones, el me tranquilizo diciéndome que no me preocupar que lo dejara todo en sus manos y así lo hice me deje llevar.

Me tomo por los hombros y me condujo frente a la cama, con destreza me desato el pelo y comenzó a besar mi cuello yo sentía mariposas en el estomago y cada vez la excitación subía de nivel entre sus besos y sus caricias me sentía aliviada liberada de mi sufrimiento y de mi soledad.

Que puedo decir al quitarme la ropa tiernamente me sentía tan deseada tan amada que no pude mas y saque lo que tenia aprisionado, el deseo, la pasión, como pude le quite la ropa su cuerpo era muy masculino y de sobre manera me excité al ver que tenia una verga grande y dura, aun mas que la de mi marido, no pude contener mas la decencia y comencé a lamerá apenas si caviar en mi boca, en lo personal no es de mi agrado las felaciones pero sentí tanto deseo de tenerla en mi boca de saborearla de sentirla, como niña pequeña al comer un helado, sin darme cuenta me convertía en una puta que sabia cual mas trucos para dar placer, al ver su rostro pude notar una cara de asombro y de excitación enorme, el me tomo del cabello y me levantó comenzó a besar mis senos me tomo de la cintura y me dio media vuelta yo no pude hacer nada al sentir su cuerpo detrás de mi, sentir su desnudes me puso a mil, aun con sus manos en mi cintura sus labios no paraban de besarme, simultáneamente sus manos recorrían mi cuerpo con desesperación asta que una de ellas se detuvo en mi sexo y lentamente comenzó a tocarlo, recorrerlo, acariciarlo y se dio a la tarea de estimularlo yo ya no podía contenerme y comencé a gemir mmmmmmmmm assssssssssiiiiiii siiiiiigueeeeeeeee me tomo por la cintura y me inclino al borde de la cama tomo mis nalgas y las separo yo quería gritar "métela" pero el sabia que yo lo quería y la fue introduciendo lentamente, mi vagina estaba tan húmeda que no le fue difícil meterla asta el fondo aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh solo pude exclamar, lentamente comenzó a bombear dentro de mi, al mismo tiempo seguía jugando con mi clítoris yo sentía que me desgarraba por lo grueso de su verga pero el dolor se fue mitigando cada vez mas rápido por la excitación que sentía, mmmaaaasss mmmmaaaasss decía como loca desesperada por sentir mas placer y cada vez que lo decía incrementaba su velocidad y el goce que sentía.

Por el ritmo de su respiración pude notar que lo disfrutaba tanto como yo. Unos minutos después se detuvo, me levanto y me miro a los ojos – que hermosa eres – me dijo yo me senti en otro mundo, mareada por tanta miel y ternura deseo y pasión, me recostó en la cama y tomamos otra posición, no se como describir el cúmulo de sentimientos que movían mi mente estaba absorta por lo que sentía que inevitablemente llegue al orgasmo al mismo tiempo que me decía que ya no podía que deseaba darme mucho mas placer pero no podía mass y casi al mismo tiempo que yo me desvanecía en un liquido y ardiente orgasmo el bañaba mi vientre con su leche yo ardía y solo podía gemir aaaaaaahhhhhhhh no podía mas mi cuerpo hervía, sudaba, mi corazón quería salirse de mi, reposamos un poco tumbados en la cama asta que oí de el una pequeña risa – jaja como se nota que no te han puesto atención – yo reí y le di las gracias por esa tan ardiente velada – no te preocupes yo estaré aquí cuando tu me llames – me ofreció un cigarro y lo fume aun tendida en la cama al terminarlo le di un beso y me levante para asearme el me alcanzo en el baño y nuevamente me beso tomamos la ducha y lo hicimos otra vez pero esta vez tiernamente… salimos de la habitación ya entrada la madrugada me dejo donde nos habiamos encontrado.

a la mañana siguiente me llamo por teléfono y me pregunto que me había parecido el encuentro – de lujo – le dije casi en suspiros en ese momento entro mi marido y me saludo con un beso en la mejilla y fríamente me dice – me tengo que ir en tres horas prepara mi equipaje por favor – ...