Infidelidad, trío sin saber que era trío...
Nada como ver una fantasía hecha realidad....
Pues bien, ahora vengo con un relato confirmando que todo tiene una razón de ser…
Y si, señores, andaba yo poco cogida (por mi marido), pero ya menos preocupada porque tengo a mi vecino con quien he desatado todas mis calenturas y fantasías…
De cualquier forma, siempre una mujer se da cuenta cuando a su marido se lo está cogiendo alguien más… todos sabemos que hay cosas que cambian, y cuando uno tiene corazonadas, es porque hay algo que no está bien!
La historia ahora trata de mi marido, quien por lo que puedo ver, tiene muuuucho trabajo y obligaciones que atender en su oficina…
El relato va así:
Mi marido tiene por costumbre ir a jugar tenis dos veces por semana, lo hace en las noches porque su trabajo no le permite hacerlo más temprano… (jaja! Eso creía yo!).
Hace unos días, me llamó para avisarme que iba a ir a su clase y llegaría a la hora acostumbrada… alrededor de las 12 de la noche… Generalmente este tiempo yo lo aprovecho para que mi vecino y yo pongamos en práctica tooodo lo que hemos aprendido juntos, pero esta vez no lo hice así.
Recordé que mi esposo tiene una copia de la llave de su oficina entre sus cosas, la busqué y la encontré, por lo que decidí lanzarme a su oficina cuando me dijo que iba a sus clases de tenis… deje pasar un poco de tiempo para no entrar en sospechas… Eran alrededor de las 9 de la noche…
El coche lo estacioné a una cuadra de su oficina, por si de casualidad el salía o andaba por ahí. Generalmente nunca voy para allá, por lo que noté que el conserje era uno diferente al que había visto la última vez, así que lo engañe diciéndole que iba a otro piso y a otras oficinas.
Bajé del elevador sintiendo muchísima adrenalina, ya que algo me decía que iba a encontrar lo que buscaba…
Todas las oficinas alrededor estaban ya cerradas, así que tuve que ser muy silenciosa con mis movimientos para que nadie me escuchara.
Desde que paré afuera de la puerta escuche voces, una de ellas era de mujer… calculé la distancia de lo que estaba escuchando para saber si estaban en el recibidor o estaban más al fondo.. Me di cuenta que las voces se escuchaban un poco lejos y con muchos nervios introduje la llave para entrar a la oficina… lo hice despacito para que no se escuchara, y al fin logré que se abriera, moviendo la manija muuuy despacito.
Me felicité internamente por haber recomendado a mi esposo que pusiera alfombra en su oficina, mis pasos no se escuchaban para nada.
Note que las voces se iban transformando en murmullos y pensé que era porque habían escuchado algo, así que me agache y caminé despacito hacia la recepción, desde donde se puede ver perfectamente la oficina de mi esposo sin quedar totalmente expuesto.
Cuando me asomé, entendí que no habían escuchado nada, sino que ahora los murmullos se convertían en pequeños jadeos…
Como la recepción estaba apagada y lo único prendido era la oficina de mi esposo, era más fácil se espectador sin que ellos lo notaran, así que subí la cabeza y me encontré con una rubia de pelo quebradizo hasta la mitad de la espalda. Estaba vestida como ejecutiva, traía (todavía) una falda medio puesta, estaba descalza y se le asomaba un liguero por la pierna… Por la parte de arriba ya no quedaba nada, estaba totalmente desnuda dejando ver unos pechos increíblemente firmes y de buen tamaño…
Estaba hincada haciendo sexo oral a mi marido, quien recargado en el escritorio gemía y jadeaba levemente con los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia el techo.
Esto me causó furia, pero pronto la suplió la excitación que sentí por ver esa escena tan erótica, y más saber que mi esposo (a quien yo ya había pedido tener un trío con él puesto que quería verlo cogerse a alguien más), la protagonizaba.
La rubia le chupaba la polla despacito… la repasaba toda con la lengua, bajaba a los testículos y los succionaba, uno por uno… La agarraba con una mano mientras poco a poco y haciendo succión la metía a su boca y la sacaba lentamente… Con la otra mano acariciaba sus testículos poco a poco… Mi esposo cada vez gemía más y jadeaba más rápido, ella al ver la reacción de él, empezó a acelerar el ritmo y a meterse la polla de mi esposo hasta la garganta… Mi esposo le decía: “Por eso me gustas, porque eres muy puta”, “Te la quiero meter ya, quiero estar adentro de ti”…
Ella sacó de su boca la polla de mi esposo y le dijo: “ya casi papito”
Después de que ella succionó unas cuantas veces más la polla de mi esposo, se paró, a lo que mi esposo reaccionó acariciándola toda. Chupó sus tetas con desesperación por comérselas todas y ella lo apartó…
De pronto, de volteó de espaldas a mi esposo y bajó el zipper de su falda, con lo que pronto vino un movimiento sexy, en donde empezó a bajar su falda al mismo tiempo que se agachaba para quedar con el culo directamente hacia él. Mi esposo inmediatamente agarro sus nalgas y se agachó para chuparlas.. ella traía un ligero y una tanga con encaje negros…
Mi esposo prontamente la acarició toda (quien estaba todavía de espaldas a él), le recorrió la espalda con las manos, pasó por su cintura y empezó a desprender el liguero poco a poco… Después le quitó los calzones y la dejo completamente desnuda. Ella estaba totalmente depilada y se podía ver su concha rosada, sin una imperfección.
Yo estaba empapada, y metí la mano dentro de mi pantalón para sentirme y tocarme mientras veía esta escena..
Ella se subió al escritorio, y en posición de “perrito” le dijo a mi esposo: “chúpame toda, quiero venirme muchas veces estando contigo”
Mi esposo (quien estaba ya completamente desnudo), la chupó suavemente pasando su lengua lentamente de arriba para abajo. Ella gemía increíblemente, estaba muy excitada… mientras mi esposo recorría su clítoris y presionaba su cara contra la concha de ella..
Entonces mi esposo la tomo de la cadera y le dijo: “bájate mamita, ahora si te la voy a meter toda”
Ella, muy obediente bajó del escritorio y se colocó de espaldas a mi esposo, quien inmediatamente le metió la polla a la rubia.
Yo estaba excitadísima, quería entrar y acariciarlos a los dos, quería formar parte de esa situación tan nueva pero tan excitante…
Mi marido gemía, ella gemía, yo gemía… Lo veía meter y sacar su polla con tanta vitalidad, con tanta velocidad… y veía que ella cada vez se excitaba mas y gemía más fuerte, ella decía “por favor no la saques nunca, me encanta sentir tu polla, la tienes tan grande, tan gorda, tan rica…, me quiero venir contigo todos los días, me excitas demasiado”
Mi esposo gemía con estas palabras, y la tocaba toda mientras le metía la polla… la tomaba de las caderas y con ellas se impulsaba para darle más fuerte y que sintiera más placer… se inclinaba y acariciaba esos pechos firmes que podrían excitar a cualquiera…
Los dos sudaban y gemían… Y yo quería entrar y estar ahí, pero sabía que si notaban mi presencia toda esta explosión de placer iba a terminar, así que decidí seguir tocándome y hacerlo con la misma intensidad con la que ellos estaba follando en ese momento… Sin que ellos supieran, habíamos tres personas en ese lugar a punto de llegar al éxtasis.
De pronto ella le dijo: “ahora por el culo”
Mi esposo sacó su polla y empezó a lamer su culo, a empaparlo para poder introducirse nuevamente… Ella seguía diciendo cosas como “papito me matas con tanto placer”, “mete tu lengua y dame una probadita de lo que viene”…
Entonces mi esposo no metió su lengua, metió su polla… y la rubia mientras tanto se tocaba el clítoris y gemía increíblemente fuerte, mi esposo ya no gemía, ahora gritaba de placer y le decía: “estas deliciosa, me encanta tu culo, estás tan apretada, tan rica, pienso siempre en metértela y volver a sentir lo que solo tú me haces sentir”…
Mi esposo metía y sacaba su polla, y yo ya estaba a punto de terminar… Ella gritaba “ya casi papito, dame más por favor”…
Entonces mi esposo le dijo: “Me voy a venir dentro de ti, y te vas a ir a tu casa con mi leche dentro, para que cuando te acuestes junto a tu marido sepas que sigo dentro de ti”… Ella le dijo: “Quiero tu leche siempre aquí, quiero tener siempre algo tuyo cuando estoy lejos, y que cuando mi esposo me coja no sepa que tu ya estuviste ahí”…
Y los dos gritaron de placer, gimieron, se contorsionaron y terminaron… Y yo, tuve que ahogar el grito que quería dar por el éxtasis a que estaba llegando, tuve que taparme la boca para que nadie notara que mis ojos estaban en blanco, mis piernas temblaban y estaba sintiendo el más rico de los orgasmos.
Terminé y me apresuré a salir de ahí, aprovechando que seguían todavía acariciándose y hablándose, corrí silenciosamente a la puerta, la abrí y salí despacito del piso… Entré al elevador y por fin puse suspirar por todo el placer que había sentido, todavía estaba empapada…
Salí del edificio y corrí al coche para volver a casa… entrando al coche me llamó mi marido. Contesté el teléfono con un poco de nervios, ya que no sabía si me habían pillado… pero no… me llamó (todavía agitado) para decirme que había terminado ya el tenis y que iba saliendo para la casa… Me preguntó por qué no contestaba el teléfono casa, y tuve que inventar que lo había desconectado para no despertarme con el sonido, pues (en teoría), estaba ya tratando de dormirme).
Ahora, estoy pensando en ir de nuevo, pero antes de que todo empiece, para decirles que quiero unirme a ellos, y vivir esa experiencia en carne propia… poder tocar el cuerpo de los dos y compartir todo el placer que sintieron ellos… Más adelante les contaré que pasó…