Infidelidad sin dolor (2)
Cuento en esta ocasiòn el segundo relato de mi vida matrimonial y en el mismo narro, como por azar confirmo la infidelidad de mi esposa.-
INFIDELIDAD SIN DOLOR RELATO 2 DE 4
Esta segunda historia comienza inmediatamente después de la primera, pues como me quedé intranquilo, empecé a recordar detalles que me habían llamado la atención en su momento, pero que luego por los viajes o vaya a saber porque lo dejaba de lado, como por ejemplo: La noche (que luego fueron varias) que me di cuenta que había cambiado su forma de hacer el amor. Era como si de pronto estuviera más audaz ò con mayores ganas, lo cierto que hacía cosas que antes no hacía y que realmente me daban placer. Lógicamente mi "machismo" siempre me daba una explicación favorable, pero ahora pensaba que quizá tuviese alguien que le daba clases especiales.-:
En aquella vez cuando pasé a buscarla por su estudio y veo que tras el vestido se le ve una diminuta tanga, marcándole nítidamente los cachetes. "Che, mirá como se te nota toda la cola" - "Ay, no me digas, ni me di cuenta, a la mañana no encontraba ropa interior y tuve que usar una de la nena". Como la nena tenía ya 16 años y estaba formadita, nadie puede dudar que no sea cierto. Después ya se ponía algo menos exagerado, pero siempre tanguita y la respuesta "y .Hoy día toda la ropa interior viene así" también la encontré satisfactoria porque lo comprobaba en otro lugar. Ahora veía a Natalia haciéndome cuernitos con la mano.-
Cuando recordé otro episodio no me quedaba casi dudas. En una ocasión salía del baño y noté lo depilada que estaba, a tal punto que solo había dejado un mechoncito de vello púbico encima de su sexo dejando a la vista los labios vaginales . "Eh, que te hiciste, estas cada vez mas loca", le reproche - "Juan, si sabes que estoy yendo al ginecólogo seguido porque me tengo que cuidar a esta edad. Que queres, que vaya como la mujer peluda" en forma de chiste y con sonrisas. La verdad me deje convencer en aquel momento y me acostumbré a verla así (Además como teníamos relaciones eventualmente le dejé de prestar atención), pero ahora tenía la casi plena seguridad que el motivo era su "novio" que le pidió depilación a cambio de placenteros cunnilingus.-
Para colmo de males, con todo este infierno de recuerdos encima, unos meses después de aquel recordado "viajecito" se le ocurre aparecer con la novedad de pasar por el quirófano para hacerse unos "retoques" (Lipo en la cola e implante mamario). Lógicamente que puse el grito en el cielo y me opuse tenazmente, pero la nena, el nene, la familia toda estaba de acuerdo e incluso las amigas del trabajo me decían "Ché, pero que antiguo que sós. Todas ya lo hemos pasado alguna vez" - Entonces me pareció también normal y acepté. "Siempre tengo en la cabeza lo que dijo Natalia. Será posible". Cristina, mi señora, es una mujer alta y flaca que siempre tuvo complejos con sus pequeños pechos, aunque la cola bien redondita siempre era el comentario de mis amigos. Cuando la vi desnuda comprobé el buen trabajo que habían hecho los cirujanos. Lo que no sabía todavía, pero lo intuía claramente que esos pechitos ahora rellenitos eran para el goce de otra boca y esa colita sin celulitis bien redondita como una manzana para el placer de otras manos.-
Pero como a pesar de todo, Natalia por medio, el tiempo fue pasando y las explicaciones siempre me convencieron, volví de a poco a vivir tranquilo y realizando sin mayores problemas mis viajecitos hasta que un día sucedió lo inevitable. Estaba en Brasil cuando me entero que en el Estado donde tenía que ir al día siguiente era feriado. Inmediatamente cambié el pasaje y me dije: Me voy a Bs.As. y nadie se entera, razón por la cual en vez de regresar el viernes llegué a casa el jueves pasadas las 19.00 hs. Dejé la valija en la planta baja y subí a los dormitorios. No hay nadie, pero escucho ruidos que vienen del baño de nuestro cuarto .Mi señora, seguramente, acababa de bañarse y estaba secándose el pelo. Me tiré sobre la cama y esperé.-
Entre el baño y el dormitorio hay una antecámara con un placard con espejo para cada uno, donde nos vestimos luego de la ducha. Entre ese vestidor y el cuarto hay una puerta vaivén, tipo Fart west. En ese momento suena su teléfono celular que se encuentra en la antecámara y Cristina a las apuradas sale del baño a atender. De donde estoy puedo ver perfectamente su desnudez de la cintura para abajo y noto, que nuevamente está bien depiladita. "Si, si, ya estoy casi lista", escucho" Y....más o menos media hora, 40 minutos. Si, lógico voy en mi auto. Esperame en Kelly al 3300 primero y si no hay lugar en el que está a la vuelta ". Uy, me dije va a salir con una amiga y yo le arruino la salida. Ella no podía verme porque no había luz en el cuarto, así que de curioso no me hice presentar "No dejate de joder" dice riéndose, "Cual? la que me trajiste de Miami, no la encuentro ni loca, de que color era"......"Aaaah, sí la rojita oscura, me parece que la tengo, por ahí te doy la sorpresa"......"Nooo, me encantaría . No, Juan no, difícil que llame a esa hora, pero por ahí alguno de los chicos vuelve temprano y quiero estar en casa por lo menos a las 12.00 Que pasa?.No te alcanzan dos horitas? (esta última frase con voz muy socarrona)............"Bueno, bueno, besitos, callate, yo ni te cuento, tengo unas ganas .Bueno , no digas más nada porque te corto y no voy, chau. chau. chau".
Como la cosa pintaba fea, me levanté sin hacer ruido y me acerque para espiar por encima del vaivén y cerca de la salida, por si se le ocurría pasar al cuarto. Abrió el ropero, busco una llavecita entre sus ropas y con ella abrió un cofrecito que lo tenia bien escondido en el fondo. Saco dos o tres bombachas hasta que encontró casualmente una roja-oscura. Era una tanga muy llamativa, la parte elastizada era de color rojo y a lo sumo de 1 cm. de ancho. Dejaba ver por completo la pierna y el muslo y las partes delanteras y traseras centrales de tul transparente rojo-oscuro. Se la puso con todo el tiempo del mundo y mirándose siempre en el espejo para verse de atrás y adelante. La visión era fantástica. El tul de la parte de adelante permitía adivinar los labios vaginales y en una pequeña abertura en forma de corazón, que con paciencia fue acomodando pelito por pelito, dejo al aire el poco vello púbico que tenia. La parte de atrás le calzaba perfecta acompañando la redondez de su cola y mostrando a través de la transparencia la división de sus cachetes. El sostén del mismo material y color era tan pequeño que solo le transparentaba un pedazo alrededor de los pezones, por lo que la mayor parte de sus senos ahora bien rellenitos quedaban a la vista. Estaba realmente tentadora y si no fuera porque sabía que estaba preparando la fiesta para otro hubiese entrado a hacerle el amor. Se perfumó los pechos, las zonas íntimas, las piernas, el cuello, las orejas y comenzó a vestirse.
Inmediatamente bajé las escaleras, escondí la valija detrás de un sofá (realmente la lleve por delante, sino la olvidaba ahí mismo) y salí a la calle en busca un taxi rumbo a Kelly al 3300.Cuando llegué y después de lo que había visto me imaginaba encontrarme con un albergue, pero recorrí la cuadra y nada por el estilo se veía. Me escondí entonces en un zaguán y esperé alrededor de 10 minutos. Creí reconocer su auto y veo que entra en una cochera. "Bueno, por ahí no es lo que pensaba" y me puse en un portón sin luz frente a la misma que me permitía total visión. Pasaban los minutos y no bajaba. Media hora, una hora y nada. "Me habré equivocado. No será uno parecido. Y ahora que hago, sigo esperando, me voy para casa".No me animaba a entrar por temor a encontrarla y tampoco a salir por si la veía en la calle, así que decide quedarme hasta que ese auto fuera de quien fuera bajase. Me sentía el mayor de los tontos."Dijo que a las 12.00 iba a estar en casa así que espero hasta esa hora y me voy". Cuando estaba por abandonar, veo bajar el autito. Ahora no me quedaban más dudas. No solo alcance a ver su figura, sino que también reconocer la patente. "Lo hace con el sereno? Dentro del auto? Hay movimiento de gente y autos permanentemente? Como hicieron?".-
Me fui a comer a un bar esperando que pasase un tiempo prudencial y ahí recordé nuevamente a Natalia "Tengo que reconocer que tenías razón" "Como me abriste los ojos" "Que hago la mato o sigo tu consejo de gozar y dejar que goce" "Bueno, voy para casa y veremos que hacemos".-
Recibimiento bárbaro. Mi mujer contenta exclama "Que suerte que llegaste antes, que alegría, voy a llamar a los chicos", tomamos un café, se muestra muy interesada como me había ido y termina tomándome del brazo "vamos a dormir juntitos, que mañana madrugo.-
El viernes se levantó temprano. Ella es arquitecta y tiene un estudio junto a dos socios en el centro de la ciudad. Apenas se fue, lo primero que hice fue ir a su ropero que por suerte estaba abierto, así que como un loco lo revise buscando la llavecita, el cofrecito, nada. Me pase casi todo el día recorriendo la casa de punta a punta tras algún rastro, alguna señal. Nada, todo parecía perfecto. No lo podía creer.-
Sábado y domingo en familia, visitando amigos, cine, etc. y así varios fines de semana. Cada vez que estábamos a solas y le escuchaba decir tenemos que hablar pensaba "Ahora me pide el divorcio". Sin embargo era para planificar el futuro, un nuevo auto, cambiar los pisos, mejorar la casa, así que al final, me convencí que por ese lado no venia la cosa y que después de todo con todos los pecados que tenia en mi vida matrimonial, sabiendo que los cuernos no se notan, que un desliz cualquiera lo tiene, lo tome con calma y me dije: "Por suerte para toda la familia, Cristina optó por el camino de la infidelidad sin dolor " como bien la bautizo aquella vez Natalia, así que concluí con un "Borrón y cuenta nueva"
Fin del segundo relato de cuatro.-