Infidelidad programada

La conocí en una página de contactos, era sensual, desde el primer día supimos que disfrutaríamos follando. pero lo que ocurrió aquel día fue mejor que lo que imaginamos: lujuria, sexo, morbo.....

INFIDELIDAD PROGRAMADA

Hay muchas historias que empiezan diciendo que son verdaderas pero que una vez leídas nos dejan con dudas sobre su verosimilitud.

La que a continuación vais a leer es una historia real de un hombre y una mujer casados que se conocieron a través de una página para “infieles” y que terminaron teniendo una relación caliente y apasionada. Tomamos la decisión de ir escribiendo el relato entre los dos.

Todo empieza a comienzos de...

Septiembre del 2011, es cuando decido que no puedo seguir reprimiendo más mis impulsos y que me debo de lanzar al ataque, sacar el morboso que hay en mí y buscar una pareja con la cual poder hacerlo. Por aquel entonces había visto un anuncio de una página web de contactos para infieles y me pareció “la bomba”, era lo que necesitaba. Me di de alta y contacté con varias chicas de mi región. Pero hubo una, la primera, a la que escribí de forma más personal lo siguiente (corta/pega):

Hola,

Hoy me he conectado por primera vez a esta página y el tuyo ha sido el primer perfil que he leído. Me ha gustado y me he dicho “mándale una nota que la primera generalmente es la buena” (no te ha solido pasar eso cuando vas a una tienda a comprar algo? Por mucho que sigas rebuscando la primera prenda que viste es la que más te convence).

Si ojeas mi perfil podrás tener detalles de cómo soy pero si quieres tener algo más de información me tendrás que responder. Te contestaré a todo lo que me preguntes.

Por cierto, no busco pareja. Lo digo para evitar decepciones, vale????

Un besazo y hasta pronto

Y ella, SARA, respondió, imagino que sentiría curiosidad y por otro lado imagino que porque buscaba lo mismo que yo:

Bienvenido a este mundo de vicio, morbo y sensualidad.

Gracias por elegir me a mí la primera, pero seguro que eso se lo dirás a todas.

Bueno, después de ver tu perfil me doy cuenta que comparto contigo muchas cosas y sobre todo esa introducción que pones es genial es lo que a mí me hubiera gustado poner. Así que por ese lado no te preocupes. Ya me contaras cuantas chicas has conocido desde que estas aquí, hoy he leído tu mensaje ya que vinimos ayer de vacaciones. Me conecto poco pero si recibo algún correo tuyo no dudes que te lo contestare. Anda cuéntame cómo eres, como besas.......

Un beso donde más te guste.

Fue un buen principio, había feeling, ambos conectamos desde el primer momento, me gustó mucho como empezó su respuesta y mucho más como se despedía, era sencillamente explícita, sin ninguna duda respecto a cuáles eran sus intenciones. Tenía lo que quería y ahora solo tenía que “cultivar” un poco más la relación para poder llegar a conocer como era, que le gustaba, que echaba en falta, como de morbosa era y saber si podríamos vernos algún día y poner en práctica nuestras fantasías.

Aquel día que ALFREDO me escribió “ese” mensaje, me di cuenta que él era diferente, que se expresaba con toda la naturalidad del mundo y que me parecía muy sincero y divertido, así que decidí contestarle y quiero deciros que me tuvo y me tiene enganchada a todo lo que me escribe, estoy deseando encender mi pc para leerle, me encanta, me hace sentirme bien, siempre tengo esa sonrisa picarona en la boca cuando lo hago, y hay veces que hasta suelto carcajadas yo sola.

Me preguntó (y esa solo fue la 1ª de muchas) que era lo que buscaba por estas páginas? y yo le contesté con toda la sinceridad que me caracteriza.......

“Estoy aquí (me imagino que por lo mismo que tu) porque necesito sentirme viva, deseada, sexi, con ansias de comerme el mundo, con ganas de vivir. .....Sí, tienes a tu familia, tu marido el cual es maravilloso y me quiere un montón, pero esa chispa se va apagando y a mí esto me da chispa, me hace sentirme muy bien conmigo misma. Bueno creo que me he confesado contigo como con nadie lo he hecho. Ahora te toca a ti.”

Pero Alfredo, volvió a preguntar.... y esta vez me propuso..... un juego. Sí, un juego muy morboso, muy sincero......muy conocernos en profundidad, el cual nos podía dar pie a contarnos cosas que jamás habíamos contado a nadie. Y así comenzamos

“Me gustaría saber algo más de ti Sara. Creo que eres una tía que merece la pena y me gustaría profundizar. No sé si estoy haciendo lo correcto pero es lo que me dicta el corazón.

Que te parece si nos planteamos preguntas mutuas? Cada uno hace 3 preguntas por turnos y nos comprometemos a decir la verdad. Si uno de los dos no quiere contestar alguna pregunta con decir que no quiere punto, pero lo que se conteste que sea sincero. Como lo ves? Si te parece okey empieza tu (las mujeres primero).”

En cuanto lo leí, pensé: me encanta este juego, me gusta él, me hace sonreír, y a mis adentros me dije.... adelante!!! y le mandé este mensaje:

“Vamos a jugar!!!

1ª Pregunta: Como te gustaría que me vistiera en nuestra 1ª cita?

2ª Pregunta: Que fantasía sexual tienes oculta que te queda por hacer?

3ª Pregunta: Cuando estas follando con una mujer, que es lo que más te gusta hacerle para que disfrute plenamente?

Bueno, te parecen adecuadas las preguntas?, no te las esperabas verdad?, sabes que tengo curiosidad por conocerte..............”

Y era verdad, Alfredo me ponía, me daba morbo, me excitaba hacerle estas preguntas pero a la vez tenía una gran curiosidad por conocer sus respuestas. Y no tardaron nada en llegar, uffff impresionantes........:

“Jode!!!!!! Sabes que eres realmente morbosa? Sabes qué es eso exactamente lo que estaba buscando?

Me gustan tus preguntas y de hecho antes de empezar a responderlas se me ha puesto dura como a un colegial.

Por partes:

1) no te conozco físicamente pero me encantaría que te vistieras elegante, sin pasarte, sugerente, sexy pero sin decir \"mira esa\", Eso sí, de ropa interior un bonito suje y sin bragas. Vamos, elegante y puta a la vez (no me entiendas mal lo de puta, vale??)

2) fantasías seguro que tengo muchas. Una de ellas es la de hacer un trío con una chica con la que tenga buen feeling e introducir un travesti entre nosotros. Xq el travelo??? No lo tengo claro pero imagino que es morbo puro y duro.

3) me gusta afeitarle totalmente , acariciarle, ponerle caliente y después masturbarle poco a poco con mi capullo, dejar mi polla sobre su mano y dejarnos llevar sobre su pepitilla. Sentir que está llegando al orgasmo es lo más!!!!!!!!!!!

Las preguntas? Más directas de lo que me esperaba para serte sincero. Pero me ha gustado que sea así. “

Así seguimos durante semanas. Nos hacíamos preguntas y Sara era cada vez más directa, quería saber como de morboso era yo, como besaba, como me comportaba en la cama, como era mi polla,……… le respondía a todo, le decía cosas que hasta la fecha no había contado a nadie, sentía esa excitación más propia de una adolescente que de una persona que ya ha sobrepasado ampliamente los 40.

Después de 20 años de matrimonio me daba cuenta que el deseo había dado paso al cariño, al respeto. No me sentía realmente deseado y eso era algo difícil de asumir. Quería sentirme vivo, sentir que alguien de verdad desea hacer el amor conmigo, desea provocarme, desea abrirse de piernas porque tiene unas ganas locas de que me la folle. De todas sus preguntas y respuestas llegué a deducir que Sara era la mujer que estaba buscando, señora de día y puta de noche.

Fue entonces cuando ella lanzó la pregunta, ¿Cuándo nos vemos? El sexo virtual me ponía realmente cachondo y me “ponía” enterarme como se le gustaba masturbarse, como le gustaría que fuese mi polla, como me la comería y como le gustaba sacar la puta que había en ella. Pero el hecho de tener un encuentro real pasó de ser una fantasía a un objetivo.

Soy de León y ella de Valladolid. Estábamos cerca el uno del otro. No sería difícil. Soy comercial de una empresa farmacéutica y ella ama de casa. Estaba claro que debía de ser yo el que fuese a Valladolid y organizar el encuentro. Por mi trabajo paso muchos días fuera de casa y mi mujer no tendría porque enterarse de nada. Pusimos fecha, el 20 de Octubre.

Estábamos a día 5 y todavía restaban 2 semanas para la cita. Seguíamos escribiéndonos todos los días y pude comprobar que la mujer con la que me estaba citando a ciegas más haya de ser una mujer morbosa y caliente era una persona culta, cariñosa, de conversación fácil y agradable. Me ponía tanto todo lo que me decía….. no recuerdo haberme masturbado tanto en estas semanas como lo hacía pensando en ella.

Me sentía tan agusto con este coqueteo y esta relación virtual, que llego el momento en que necesitaba conocer Alfredo. Era un deseo incontrolado que no me dejaba dormir sin antes masturbarme pensando y sintiendo sus labios recorrer mi cuerpo, mientras sus manos se deslizaban por mi sexo y me hacia disfrutar de esos sentimientos provocados por sus palabras descritas en los mensajes recibidos día tras día. Un día.... no pude más:

“Yo creo, que después de tantas preguntas y tantas contestaciones sinceras, nos conocemos casi mejor que nuestras parejas nos conocen en este aspecto. Ahora solo nos falta el ponernos cara. De todas formas si se me ocurre alguna o a ti nos las hacemos, porque como tu bien dices y comparto contigo esa opinión, tenemos que ser sinceros y decirnos y hacernos lo que nos apetezca. No tenemos porque fingir ni quedar bien. . . . . .

Espero comprobar algún día ese masaje tan sensual que dices que sabes dar también.”

No os podéis imaginar que bien lo da (pero eso os lo cuento más adelante)

Alfredo siempre estaba de buen humor, siempre positivo, me encantaba, me ponía las pilas y en alguna ocasión cuando estaba un poco baja me decía:

“Nada de decepciones, nada de promesas, nada de ataduras. Solo buen feeling, diversión y morbo a raudales.”

No podíamos más, ni él, ni yo .........Necesitábamos conocernos, vernos, sentirnos. Cuando por fin pusimos fecha, no llegábamos a ver el día.... se hacía muy largo. En uno de esos mensajes desesperados Alfredo me decía:

“Se me va a hacer largo…… estoy en un punto en el que quiero conocerte más, en persona, conocer tu voz, ver tu primera mirada, olerte cuando te de los primeros besos en la mejilla, que me hables de ti, verte sonreír y si ese mismo día podemos tener “contacto carnal” pues vale (vale no, cojonudo!!!) pero en caso contrario me iría súper satisfecho de vuelta pensando en organizar la siguiente”.

Mientras llegaba el día, yo me notaba cada vez más segura de mi misma, más deseada, más sexi, más sensual y creo que esto lo transmitía a mi familia, a mi marido, el cual me veía más guapa y me apetecía salir, compartirlo con todo el mundo.

Un día quedé con mis amigas y le mandé este mensaje Alfredo:

“ Me voy de marchaaaaaaaaaaaa, tengo unas ganas. A mí me pasa como a ti, necesito salir, he estado tanto tiempo criando hijos que ahora lo que me apetece es sentirme bien, sexi, sensual, con ganas de reírme, coquetear, ufffffffffff. Mi marido no se me pone celoso, al contrario me ve que estoy mejor, más contenta, y como más agradable, y eso es bueno también para la relación. De todas formas para nada sabe nada de esto, sino uffffffffff si se pondría celosísimo.”

Y pasaron los días... y Alfredo no paraba de alagarme con piropos, con regalos virtuales, con sus palabras...............con su forma de ser, me tenía enganchada totalmente. Teníamos tantos gustos y deseos ocultos tan parecidos, sin haber experimentado anteriormente con nuestras parejas, que cada vez nuestro deseo de conocernos era mayor.

Sara ya me había dicho que no le apetecía que le vieran entrando en un hotel, era un espacio en el que se podría juntar con algún conocido y eso le echaba para atrás. La idea de conocernos, comer juntos, darnos un beso y poco más no me convencía. Le había trasmitido que eso podría ser suficiente para un primer contacto pero en mi interior sabía que llegado el momento no lo sería. Por tanto lo más lógico sería alquilar un piso para un día.

No lo había hecho nunca pero no me costó encontrar un par de pisos que podría alquilar, eché un vistazo y me decidí por uno de ellos. Está claro que entrar en un portal es mucho menos arriesgado, más discreto. Le pasé la dirección y quedamos en vernos el día 20 sobre las 10,00 de la mañana una vez ella hubiera dejado a los niños en el colegio (me dijo que tenía dos hijos de 4 y 6 años pero tampoco solíamos habla mucho de este tema).

Salí de León el día anterior, mi intención era la de dormir en la casa en la que horas después recibiría a Sara y esperar. La noche se me hizo realmente larga, llegué sobre las 20.00, el apartamento era moderno, de dos habitaciones y un baño, cocina completa y un salón. Muy sobrio, sin apenas elementos decorativos. Era perfecto, un picadero para follarme a esa morena!!!! Le mande un mensaje “ya estoy aquí todo en orden, hasta mañana, besos”.

Salí a la calle y me tome un par de vinos antes de ir a cenar. Cuando llegue a la casa se me hizo muy extraño encontrarme en una casa ajena, solo. Vi un poco la tele y me metí en la cama. Empecé a imaginarme el encuentro, como sería ella, como sería el encuentro, como sería el sexo entre ambos, como le comería el culo, como…… tanto imaginar se me puso la polla dura y en vista de que no había manera de que se me bajara me la empecé a tocar. Al principio me acaricié los muslos y me retorcí un poco en la cama, pase la mano por mi paquete, estaba duro, metí la mano bajo el bóxer saqué la polla, eché el pellejo hacia atrás y comencé a acariciar poco a poco el glande (me encanta hacerlo de esta forma). Mientras imaginaba como sería tener a ella bajo las sábanas con mi polla en su boca, me empecé a masturbar con la derecha mientras que con la izquierda seguí acariciando el glande, aumenté el ritmo, más y más y …….. Me corrí, limpié el semen y procuré dormir para el día siguiente. Eso sí, me costó dormir, estaba demasiado excitado y tuve una noche intranquila.

A la mañana siguiente me levanté a las 08.00, me duché, afeité y salí a la calle a desayunar. Aproveché para comprar algo de comida, ente en una tienda de delicatesen y compré un buen jamón, micuit de pato con panes de pasas, espárragos navarros extra-gruesos y un bacalao al pil-pil que solo había que calentar en el microondas para comer. Sara me dijo que no me preocupara del vino porque un familiar suyo trabajaba en un bodega y ella se encargaría de llevar un par de botellas.

Eran las 09.30 y allí estaba yo sentado en el sofá, mirando el reloj y esperando su llamada. Llamó a las 09.45, dijo que estaba en camino. Eran casi las 10.00 cuando llamó al timbre del portal, le abrí la puerta y esperé a que subiera a la casa. Que nervios!!!!!

Estaba muy excitada, no paraba de pensar si aquello que iba hacer estaba bien, si él era buena gente y me podía fiar (siempre me decía.... ten cuidado hay mucho H.P. suelto) la verdad es que tuve muchas dudas. Pero por otro lado, en mi interior algo me decía que iba a salir todo bien, que podía confiar en él.

Bueno, el caso es que en cuanto me desperté y después de ducharme y untarme el cuerpo con una crema muy seductora, pasé a pensar como me vestiría para la ocasión. Ufff cuantas dudas, como podría ir sexi, sensual, sin que por fuera se me notara, ya que tenía que llevar a los niños a la guardería. Y por otro lado.... tampoco conocía a Alfredo y no quería aparentar ni una mosquita muerta ni una profesional en estos temas, así que cogí un vaquero negro con chaqueta y eso sí, unos buenos zapatos con el tacón bien alto. Y la lencería? es algo que me encanta, pienso que si me siento bien por dentro lo transmito por fuera, así que como ese día me sentía muy sensual me puse un conjunto rojo que tengo con corpiño y braguitas minúsculas, muy sexis y seductoras. Qué bien me sentía el notar que por dentro me había vestido como una puta y sin embargo ningún padre del cole se daría cuenta.

Cuando por fin aparco el coche cerca del piso donde Alfredo había dormido la noche anterior,( que por cierto me daban unas ganas locas de escaparme de casa y meterme en su cama), le llamé y le dije que estaba bajo. No os podéis imaginar que nervios, pensaba que todos me miraban, que me conocían, y eso que me puse las gafas más anchas que tenía y me recogí el pelo para estar lo más camuflada posible..... De pronto otra vez las dudas: será buena gente, me gustará, le gustaré, como besará.........

Toco el timbre y me abre la puerta del portal, me dirijo al ascensor, me pareció interminable el tiempo en llegar al 6º piso, cuando por fin llego y veo la letra a la cual me tenía q dirigir, casi me doy la vuelta, pero menos mal.........no lo hice. Llamé y me abrió, creí desmayarme, no sabía qué hacer ni que decir.

Sonó el timbre, abrí la puerta y allí estaba ella. Lo primero que me impactó fue su sonrisa y su mirada, muy pícara. Nos dimos dos besos y le invité a entrar. Llevaba una bolsa con las botellas de vino, las dejó sobre la mesa, me abalancé y le besé en la boca. Estaba nervioso y ese fue mi primer impulso. Nunca lo comentamos pero imagino que ella notó mi erección cuando el paquete se arrimó a ella mientras nos besábamos. No olvidaré nunca la primera vez que sentí su lengua enlazarse con la mía, era larga, jugosa y muy juguetona. No fue un beso corto, era difícil dejar de besarla. Lo habíamos deseado tantas veces….. Lo habíamos planeado tanto…. Y ese era nuestro primer contacto, era genial!

Llevaba una blusa vaporosa roja sin mangas con una chaqueta torera. Podía intuir vagamente como podrían ser sus pechos, ya tendría tiempo…. Un pantalón vaquero negro marcaba un culo al que le tenía ganas desde hace tiempo. Era un buen culo.

Estimé que tenía más de 40 y menos de 50. Más o menos mi misma edad. No estaba especialmente maquillada, una raya marcaba sus ojos y los hacía más misteriosos, risueños, pícaros. Tenía un olor suave, sensual pero nada cargado, perfecto. Definitivamente era una mujer guapa, interesante, me gustaba, biennnn!!!

Le mostré la casa. Tenía dos habitaciones con camas individuales muy pequeñas, el baño, la cocina y la sala. Las camas eran muy estrechas y ruidosas. Nada más verlo supo donde lo haríamos. Tiramos los colchones en el suelo de la sala y nos lo montamos ahí. Encajaron perfectamente como si el espacio libre de la sala hubiera sido diseñado para ello, para follar en aquel suelo.

Llegaba la hora de desnudarnos, de acariciarnos. Ella se quitó la blusa y puede ver el sujetador, era un corpiño rojo como esos que usaban antes las cortesanas, le marcaba bien las tetas, de tamaño medio, ideales, de las que entran en la mano. Me empezó a desabrochar los botones de la camisa mientras yo me quitaba los zapatos y los calcetines. Le bajé los pantalones y pude ver un tanga rojo a juego, atado con unos lazos a las esquinas, me arrodillé y por le cogí el culo, uhmmmmmmm me gustaba. Estaba súper excitado, me apretaba la polla dentro del calzoncillo, quería liberarla.

Le pedí que se tumbara en el colchón boca abajo, le desnudé entera y le dije que se relajara. Cogí el aceite que había comprado en el sex-shop (Burlesque, muy sensual) y empecé a acariciarle la espalda con las dos manos. Movimientos suaves, tranquilos, eran las 10,30 y teníamos tiempo hasta las 17.00, no había prisas. De los hombros bajaba por su columna y por sus costillas hacia su culo tratando de presionar y mover mis manos de forma sensual, que notara que estaba disfrutando con ello tanto como ella. Cogí un poco más de aceite y lo dejé caer en sus muslos, esta algo frio y le daba impresión pero le gustaba, se notaba.

Nada más empezar a acariciar sus muslos abrió las piernas lo suficiente para que tuviera sitio a llegar a donde quisiera. Le masajee durante un rato las piernas y muslos, me di cuenta que todavía tenía puesto el calzoncillo y me lo quité, deje que mi polla rozará sus muslos, la sintió y no dijo nada. Cada vez me acercaba más y más y sus gemidos eran más intensos.

Eché unas últimas gotas de aceite en la raja de su culo y empecé a centrarme en darle gusto, en llegar a su sexo, ella había abierto mucho más las piernas y el camino estaba totalmente libre. Movía en movimientos circulares las manos sobe su culo consiguiendo con ello abrir tanto sus labios como el ojete. Me gustaba, le gustaba. Levantó el culo, lo puso en pompa y no me pude resistir. Lancé mi lengua sobre ella y comencé a comerle su cocha y su ano. Pasé mi lengua por sus labios exteriores con mucha sensualidad, comprobaba que esta mojada, insistí lentamente durante un rato para ir comprobando que cada vez estaba más y más mojada. Entonces introducía algo más mi lengua mientras le oía gemir y pasaba a chuparle el ano mientras le metía un dedo en su coño empapado. Estaba con el culo totalmente en pompa, me lo ofrecía para mí solo y yo tenía una erección impresionante. Entonces se dio la vuelta y me cogió por detrás, se metió la polla en la boca, me pegó una mamada y se sentó sobre mí para pasar a dominarme, estaba claro, necesitaba ser follada y yo me la quería follar una y otra vez.

Alfredo, has traído preservativos? No hacía falta preguntar, ya que es un hombre súper detallista y está en todo. Se lo coloqué, poco a poco ayudándome de mi boca y mientras mis labios y mis manos palpaban una polla impresionante, dura, tiesa, larga,¡ uhmmmm que rica y suave, pensé en cuanto la tuve en mi boca!, mi sexo se iba lubricando más y más deseando que estuviera dentro de mí.

Me coloqué encima de él, quería hacerlo mío, quería disfrutar de él, quería que me volviera loca de placer, y así fue, en cuanto noté que su polla entraba dentro de mi coño poco a poco, me retorcía de gusto, ¡uhmmmm que bien, como me gusta este hombre, como vamos a disfrutar!.

Sus labios, su boca, su lengua, ¡¡dios!! Que lengua, como disfrutaba de esos besos que todo el rato estuvimos dándonos. Me volvían loca, era una especie de droga, no podía parar de besarlo, de lamer su lengua con la mía, de chuparle. Era impresionante, era.... como si nos conociéramos de siempre, como si ya hubiéramos estado juntos antes.

Ese fue el comienzo de nuestro encuentro deseado, programado con tantas ganas que casi nos sobraban las palabras, lo que nos apetecía a los dos era disfrutar follando y corrernos de placer una y otra vez.

Siempre me había dicho que era su postura preferida, desde donde se sentía dominante, y ella me lo estaba demostrando. Movía su culo hacia delante y detrás, en círculos para sentir al máximo mi polla en sus paredes mientras yo me incorporaba y chupaba sus pezones una y otra vez. Al de un buen rato de estar follando en esa postura traje su cabeza hacia la mía y le empecé a embestir por detrás. A mí también me gusta dominar, me gusta dar, me gusta notar que mis bolas golpean su culo.

Te gusta dar por detrás? Me dijo mientras me la follaba. La verdad? Nunca se la he llegado a meter a una mujer por el culo. Te gustaría? Me encantaría. No tardo, puso algo de saliva en su culo, sacó la polla de su concha y la metió poco a poco. Sentí que estaba totalmente dentro, no me movía, dejaba que fuera ella la que fuera marcando los ritmos, no sabía hasta qué punto puede llegar a doler o dar placer. Lo hizo de forma acompasada, mientras seguía comiéndome sus pezones y la miraba con cara de lujuria desde el colchón. Notaba todo mucho más, el agujero era mucho más estrecho y la intensidad del mete/saca era mucho mayor para mí, me gustaba ohhhhh si que me gustaba!!!

Cuando vi que la polla entraba y salía con cierta facilidad le empecé a dar yo, al principio suave para ir subiendo la intensidad. No tarde mucho, estaba muy excitado y me puse a darle por el culo con ganas, era mi primera experiencia y estaba totalmente excitado. Le pedí follármela por detrás a cuatro patas, se puso de rodillas, le clave mi polla y empecé a follármela con un ritmo bestial, ella abrió algo sus piernas y se empezó a masturbar el clítoris. Al ver la escena le metí un dedo por su coño para que estuviera toda ella satisfecha. Veía la escena por detrás y no me lo podía creer estaba follándomela tal y como quería, sin ningún tipo de tabú.

Se la saqué y la metí nuevamente en su coño, estaba empapada, seguía dándole gusto a su pepitilla cuando me pidió que le metiera un dedo en el culo, le gusta. Sentí como podía tocar mi polla a través de la pared, la dirigí hacia adentro y sentía un placer inmenso, en ese momento sentí que ella después de mucho gemir se corría, era un gran momento y yo no quería parar, seguí, notaba que me iba a correr en nada y ahhhhhhh dios!!! Me corrí como hacía tiempo no lo hacía, tuve unos espasmos de placer, metí la polla hasta adentro, saqué mi dedo del culo, le abracé por detrás y estuvimos un rato tratando de tomar algo de aire. Ella maullaba, nunca había visto a una mujer maullar de placer como lo hacía, era dulce, tierno, era un sonido bajo, relajante, tranquilizador, me gustó terminar así nuestro primer polvo. Para cuando nos dimos cuenta ya era hora para comer algo, creo que habíamos estado alrededor de una hora con le mete/saca y había sido fantástico.

Tenía sed, me levanté y me fui a la cocina, cogí uno de los vinos que había traído y lo descorché delante de Alfredo, él me miraba con interés, con deseo, con ese relax que uno se le queda en la cara después de una buena corrida. Puse un poco en cada copa y brindamos. Está riquísimo, me dijo, y nos volvimos a besar, esta vez con el vino en nuestras bocas, bebía y a la vez le besaba y le pasaba parte de mi liquido a su boca, uhmmm empezamos a calentarnos enseguida, nuestros besos eran muy apasionados, con mucho deseo, no queríamos perder tiempo con nada, así que se le ocurrió levantarse a coger algo de jamón que había comprado y me lo trajo al colchón. Fue excitante el ver cómo nos comíamos las lonchas de jamón en esa posición, tumbados, un poco incorporados, dándonos el uno al otro comida, besos, vino, mientras nos tocábamos y deseábamos estar el uno dentro del otro.........

Sara se levantó y me invitó a compartir con ella unos chocolates que había comprado. Nos levantamos y fuimos a la mesa. Era una mesa de vicio: chocolate, vino, condones, aceite de masaje,….. Tomó unos pequeños bombones, los chupo y me lo pasó a la boca, los chupamos entre los dos jugando con nuestras lenguas hasta que se derritieron, lo acompañamos con un poco de ese maravilloso vino tinto. Yo la tenía totalmente dura, la cogió y se la puso en su coño, sin meterla pero presionando. Como soy más alto que ella la postura era un poco incomoda, así que se pudo los zapatos de tacón que había traído y se la volvió a poner en su sitio. Ahora mucho mejor. Yo le frotaba con mi polla mientras seguimos con nuestro juego del chocolate y el vino hasta que el calentón fue lo suficientemente intenso como para echarnos nuevamente en los colchones.

Sacó un antifaz y me dijo “póntelo”. Lo hice tumbado boca arriba, excitado. Noté en mis pezones como una pequeña brocha, luego siguió por mi ombligo, costillas, muslos y por último en mi polla. Al poco empezó a chuparme, empezó por mis muslos, salto la polla y siguió hacia arriba, cuando llegó a mis pezones se deleitó durante un buen rato y me excitó mucho. Por descontado terminó en mi polla donde estuvo un largo tiempo metiendo y sacándola de su boca, chupando lo que luego me enteré que era otro tipo de chocolate (está claro que además de ser una tía muy caliente era golosa). Me cogía la polla de la base y la chupaba y re chupaba, pasaba la lengua por mi glande y se detenía e incidía en la parte de atrás, en la cruz, donde más cachondo nos pone a los hombres. Sabía lo que hacía y lo hacía muy bien.

Para cuando me di cuenta volvía a estar encima de mí cabalgando, fallándome. Le gustaba dominar los movimientos y sentir como controlaba los movimientos de mi polla. Aquel otro polvo fue nuevamente muy morboso y excitante. Me pidió que se lo volviera a hacer por detrás, me puso el culo en pompa para permitir que mi polla perforase esa culete tan rico. Lo hicimos de muchas maneras, sentados en el sofá, de rodilla, de costado, follábamos y no nos cansábamos. Era genial, me volvió a pedir que le metiera un dedo por el culo y me excité aún más. Le gusta tener todos los agujeros ocupados. Nos corrimos casi al mismo tiempo y acabamos juntos, pegados, agarrados, cogiendo aire y sonriendo.

Hicimos una alto en el camino, fuimos a la cocina y preparamos algo para comer. Un bacalao al pil-pil que recalentamos en el microondas y un poco de foie. Todo regado con aquel fabuloso vino. Nos contamos cosas de nuestras parejas que no vienen a cuenta en el relato y tuvimos tiempo para poder apreciar el valor humano de cada uno de nosotros dos. La verdad es que no duró mucho, poco más de media hora. Me hubiera gustado poder haber tenido más tiempo para hablar con ella pero nuestras ganas de follar eran mucho mayores que las de sentarnos a charlar como dos buenos amigos. Nos volvimos a tirar sobre los colchones y nos abrazamos. Yo tenía una última sorpresa preparada y ahora era ella a la que le tocaba ponerse el antifaz.

Antes de ponérselo saqué un juguetito que había comprado en un sex-shop a través de internet. Un vibrador realístico de látex de 23x5cm con una ventosa en la base. Se lo enseñé, lo miró, lo tocó y me miró. “Jode!!!! Yo nunca he tenido algo tan grande dentro” dijo mientras volvía a mirarlo. Se tumbó, le puse el antifaz y comencé a comerle a besos las tetas. Se excitaba mucho cuando se las comía y eso me gustaba, pasaba mis manos por sus muslos mientras le besaba toda: boca, pechos, ombligo,…notaba su excitación cada vez más y más. Baje mi lengua hacia su concha y enseguida abrió las piernas, yo le empecé a lamer sus labios una y otra vez, cada vez con más intensidad, subía hacia su clítoris y cuando lo hacía lanzaba un suspiro, para cuando me di cuenta tenía toda mi cara dentro de su coño comiéndoselo sin parar. Cuando vi que estaba lo suficientemente cachonda y mojada lo dejé y fui a la mesa a por el juguete.

Había comprado una vaselina especial para la dilatación del culo, me pareció que era un pollón lo suficientemente grande como para hacerlo lo más deslizante posible. Me eché a la mano una buena cantidad, cogí la polla y la lubrique bien. Me gustaba sentir semejante polla en la mano, de hecho antes de darle aceite me la metí en la boca y era enorme (una pena su olor a goma sino hubiera insistido un poco más). Cuando estaba suficientemente lubricada la acerque a su coño y se la empecé a introducir poco a poco. Dios!! Que grande era, lo quería hacer de forma que sintiera su placer poco a poco.

Tengo que decir que no lo supe llegar a hacer bien. No notaba placer real en sus movimientos por lo que decidí ponerla en el suelo con la ventosa y que fuera ella la que se sentara sobre el pollón. Lo hizo pero tampoco creo que fue algo que nos convenciera del todo.

Usamos el pollón de varias formas y al final lo tiramos al suelo y me la volvía a follar como la primera vez. Habia sido tan excitante………… mi polla en un rápido y duro mete/saca mientras mantenía un dedo metido en su culo uhmmmmmmmmmm recordando ese momento y mientras escribo se me ha puesto la polla absolutamente dura. Como me gustaría volver a follármela ahora!!!!!!!

Me sentó en el sofá, se sentó sobre mí, cara a cara y empezó a follarme mientras me besaba sin parar. Besa muy bien, adoro esa lengua!!!! Yo me dejé hacer, me encantaba. Estaba siendo uno de los mejores días de sexo de hace muchos años. Le cogí por la espalda la tumbé en el suelo y todavía con los pies en el sofá y haciendo flexiones me la empecé a follar desde arriba. Le gustaba, no había más que ver su cara de vicio y perversión. Le estaba poniendo los cuernos a su marido y se lo estaba pasando fenomenal, era lo que había buscado y este era su premio. No recuerdo si ella se llegó a correr en esta ocasión pero lo que recuerdo es que cuando yo lo hice me sentí como si hubiera corrido una maratón. El corazón me iba a mil por hora, los brazo los tenía machacados, las piernas me temblaban y la polla se me había quedado como una fregona, estaba súper satisfecho, me había follado a Sara de mil maneras diferentes y había gozado.

Según terminamos miramos el reloj, era muy muy tarde, debíamos de haber terminado mucho antes porque ella tenía que recoger a los niños del colegio. Se vistió apresuradamente y apenas tuvimos tiempo para una despedida en condiciones. Yo recogí la casa, me duché y cogí el coche de vuelta a casa. Tengo que reconocer que en el coche sentí remordimientos pero al mismo tiempo recordaba los momentos vividos, lo bien que habíamos follado, lo morbosa y “guarrilla” que era Sara y eso hacía que volviesen a mi memoria los buenos momentos y me hiciera desear volver a aquel apartamento cuanto antes.

Desde entonces, hace un mes, seguimos en contacto a través de internet y estamos volviendo a organizar otra “infidelidad programada”. Esta vez procuraré que disfrute como una loca tanto conmigo como con el pollón que le compré, estoy seguro que le cogerá mucho “cariño” y me la podré follar por detrás mientras ella tiene el pollón dentro. Quiero oírle gritar hasta escandalizar a los vecinos, quiero que saque toda la puta que lleva dentro y quiero que se quede tan satisfecha que los siguientes días le cueste andar correctamente.

Esto es todo lo que os puedo decir amigos. Seguro que Sara se quiere despedir con algún comentario.

Pues sí, me quiero despedir con ese sabor de boca y cuerpo que se os ha quedado a tod@s después de habernos leído e imaginado cada momento que vivimos Alfredo y yo en esos días anteriores a nuestro encuentro y ese mismo día el cual vivimos nuestro “deseo”, y que os recomiendo que si lo deseáis , lo hagáis vosotros también, porque es la mejor forma de sentirnos muy bien con nosotros mismos, que creo que de vez en cuando nos merecemos un “premio” como este y alguno más.

Sensual y Soldado!!!!!!!!! Un besazo!!!!