Infidelidad inesperada de una chica modosita(3de3)

Finalmente no puedo luchar contra el deseo y me dejo llevar completamente como nunca lo hice antes.

Parte 3

Me quedé ensimismada frente al espejo; repasando todos y cada uno de los momentos del día que me me habían llevado a encontrarme desnuda frente al espejo de la casa de Jesús. La conversación matutina con mi tía Julia, la carrera por la playa sintiendo las miradas de chicos clavándose en mí, el rato pasado junto a Jesús en la playa,masturbarme y venir a la mente Jesús, Jesús mirándome mientras Julia le daba mordisquitos en el cuello, Jesús empalando a...

¡Ay! No hago otra cosa que pensar en ese cabrón. Es como si me hubiese hechizado de alguna manera, pero eso suena tremendamente absurdo para una chica inteligente como yo.

Me miro en el espejo, aún tengo esperma en abundancia sobre mi tripita. Cojo algo de papel, lo mojo bajo el grifo del lavabo y me limpio para tirarlo al wc, no sin antes acercar el papel manchado a mi nariz para oler el resultado de un gran polvo. Sonrío pícarmente mientras recuerdo el enorme pollón de José y como ha podido metermelo en mi estrecho conejito, aunque no ha podido entrar entero y no me extraña.

Recuerdo su aliento mientras me besaba, el sabor de sus labios, su ardiente lengua lamiendo mis pezones. Puedo recordar la sensación de sentir que me llena por dentro una y otra vez y pese a recordar el dolor, solamente puedo centrar mis pensamientos en el enorme placer que he disfrutado.

En ese momento tocan a la puerta y abren sin preguntar.

Julia : ¿Lo has pasado bien eh golfilla?

Yo : Sí, la verdad es que hacía mucho que no me divertía así... Tú ya me entiendes.

Julia : Claro que te entiendo. Aunque podrías... no sé haberte soltado un poco más la melena ¿no?

Yo : ¿la melena? te refieres a que he sido un poco... ¿modosita?

Julia : Pues sí niña. Me he fijado en tí y ni tan siquiera se la has chupado después de la comida de coño que te ha hecho. Eso no se hace, a saber lo que ha pensado...

Yo : ¡No jodas tía! Ahora me haces sentir mal... Yo es que... no suelo hacer esas cosas. Vamos a Jorge si se la chupo, pero no es algo habitual ni mucho menos. Estaba un poco cortada de todos modos, pero joder...

Julia : Nada bekita... No sé como se lo habrá tomado, pero yo si se la chupo a un chico, espero lo mismo a cambio y si estoy ansiosa porque me la meta hasta el útero pues ya seré yo quien le diga que no, pero almenos quiero ver su interés. Imagino que a ellos les pasará igual...

Yo : Joder.. vaya tela...

Julia se sentó en el wc y se puso a mear mientras seguíamos hablando, aunque más bien me regañaba. Me dijo que ella era muy guarra en el sexo y que cada una tenemos nuestra sexualidad, pero que ni tanto ni tan poco. Estuvimos repasando el polvazo y hablando de que vaya pollones se gastaban y lo bien que follaban los dos.

Le pregunté si nos duchabamos juntas y me contestó que iba a ver si echaba otro polvo y que no era el momento de limpiarse. Ella se puso frente al espejo a mirarse y a comenzar con sus piropos a su cuerpazo y sus tetas. Yo por mi parte estaba en la bañera de hidromasaje, cogí la alcachofa de la ducha y me puse de pie frente al alto espejo y el ancho estante que separaba el mismo en dos partes (no entendía lo del estante en mitad del espejo y con esa anchura para nada, era una cosa muy extraña).

Yo : Vaya pedazo de espejo que tiene el cabrón aquí metido.

Julia : El chico es un guaperas y tiene un cuerpazo, además es creidillo. Le pega bastante. Joder me ha dejado el coño que parece una boca de metro

Las dos : jajajajajaa

Yo : Oye julia ¿te cuento un secreto?

Julia : Ya tardas

Yo : Esta tarde cuando me viste con el porno y tal... Me había estado tocando...

Julia : ¿y..?

Yo : Pues... que en un momento determinado sin saber como me he visto siendo yo la chica de la peli... y...

Julia : Y te ha gustado mucho ¿no? tranquila me lo llevaré a la tumba...

Yo : ¡No seas tonta! jaja. Lo que te quería decir es que he pensado que estaba follando con... Jesús. No sé como ha sido porque a mí siempre me ha parecido un chulo y un echado pa´lante aunque está bueno el cabrón eso sí.

Julia : Tampoco es nada tan raro. Has estado en la playa con él, le has visto el cuerpazo, llevas 2 meses sin follar... yo lo veo de lo más normal... Mientras que tengas claro que es una fantasía de un momento concreto...

Yo : Es que... le he mirado el paquete hoy en la disco varias veces y creo que me ha pillado. Y es como sí me quisiera follar con la mirada el cabrón, es casi como si supiera que me he tocado con él.

Julia : Pero ¿Qué coño va a saber ese con que te tocas tú?....¡Mirándole el paquete eh guarrilla! jajaja... joder con la mosquita muerta.

Yo : jajaja ¿no miran ellos las tetas?Mirar no es tocar...

Julia : Bueno niña, te espero fuera en el salón.. o en el dormitorio...

Yo : Chao

No pasó ni un minuto cuando se abrió de nuevo la puerta. Mientras me aclaraba el champú del pelo noté como mi tía abría la cortina y se metía en la ducha conmigo.

Yo : Vaya polvo más rápido ¿no? Visto y no visto jajja

Jesús : Hombre yo diría que no ha estado mal, aunque siempre se puede mejorar.

Di un respingo y me puse roja como un tomate. Estaba de espaldas a él mientras me tapaba disimuladamente las tetas con la alcachofa de la ducha en una mano y la otra libre tapando mi otro pecho.

Jesús : No te importa que me duche contigo ¿no? Es que estoy sudando que no veas...

Hombre... no me lo esperaba.. .- contesté tímidamente sin dejar de darle la espalda.

Jesús se acercó un poco hacia mí, y alargo el brazo. Pude notar su pecho contra mi espalda, y lo que no era su pecho...

Jesús : ¿Te importa?

Yo : ...

Jesús : ¿Me pasas la alcachofa bekita?

Yo : ahh! claro toma. Además si yo ya salía.

Le entregué la alcachofa de la ducha, corrí la cortina y me dispuse a salir, más por vergüenza que otra cosa. Tenía ya un pie fuera cuando me detuvo posando su mano derecha sobre mi cintura y diciéndome que aún tenía jabón por el pelo y la espalda que le dejase que me enjuagara.

Volví adentro y me situé en la misma posición de espaldas a él. Jesús me echó el agua por la espalda mientras deslizaba su mano por ella de arriba abajo parando cuando llegaba al culo sin llegar a tocármelo. Era bastante natural sin ser nada salido ni erótico. Era como si me estuviese duchando yo, pero el hecho de tenerle ahí dentro desnudo junto a mi que también lo estaba me ponía nerviosa.

No era Jorge, era Jesús; el chico echado pa´lante al cual yo menospreciaba y que creí que jamás me vería desnuda. Era el chico al que esta mañana vi en la playa después de mucho tiempo y que después de un rato de fiesta me había llevado a su casa donde había empalado a mi tía con su gruesa y larga polla.

Cuando Jesús ya me había enjuagado bien, se echó crema suavizante en ambas manos y me dijo que era una crema buenísima que me dejaría el pelo bien liso, que me la iba a poner. Lo decía así con una seguridad fascinante, sin tan siquiera esperar un gesto de aprobación por mi parte comenzó a masajear mi cabello. Sus movimientos eran suaves y sus manos grandes, fue estirando mi cabello lentamente para después separar bien sus dedos mientras extendía el gel por mi pelo.

Me gustaba cuando en la peluquería me lavaban el pelo, siempre ha sido una zona de sensaciones agradables si otro te toca, pero esto era diferente. Me sentía cada vez más relajada y cada vez más agusto. Ya no estaba pendiente de tapar mis pechos ya no estaba tensa en absoluto. Volvió a coger el chorro de agua y me pidió que me echase hacia atrás y cerrase los ojos mientras el me enjuagaba el cabello nuevamente.

Cuando terminó con el pelo, volvió a pasar su mano derecha por delante mío para alcanzar un bote del enorme estante que separaba los dos espejos. Ahí me di cuenta del espejo que había pasado desapercibido por minutos y mientras se apoyaba en mi para no caer y coger lo que buscaba, pude mirar disimiladamente su entrepierna.

Su Pene era muy grande. No era un pene descomunal como el de José, pero era más gordo, bastante más, y aún estando bien flácido se antojaba más grande que el de mi novio, que como ya dije no era pequeño.

Tras coger el bote giré la cabeza ligeramente y le pregunté que qué era lo que cogía.

- Es un aceite que huele muy bien y que te va a sentar de lujo en la piel.. ya verás que gustito - dijo remarcando lo de gustito y sonriendo

Vamos.. si quieres claro... - me susurró al oído.

Asentí como hipnotizada por sus susurros y el echado pa´lante dejo el bote de nuevo en el estante rozando su cuerpo con el mío y después comenzó a aplicarme el aceite por la espalda con movimientos circulares con ambas manos.

Sus manos masajeaban mi espalda fuertemente pero despacio, fue subiendo hacia el cuello donde se entretuvo un poco más.

Me masajeaba lentamente los hombros y el cuello.

¿Verdad que sienta bien? - me susurró nuevamente al oído

Yo : sí además huele muy bien.

Jesús se pegaba a mi para coger el bote del estante y echarse más aceite en las manos para después seguir masajeándome desde atrás acercando más su cabeza hacia mi oído derecho. Yo sentía cada vez más calor. Jesús al masajearme la espalda, movía ambas manos llegando hasta el lateral de mis pechos, pero sin llegar a más que rozarlos muy ligeramente. Separaba mis brazos y los levantaba mientras los enbadurnaba de ese aceite. Bajaba sus manos hacia mi culo, tocando éste muy poco con sus pulgares y solo por encima. Subía sus manos por mi vientra hasta llegar a la parte baja de mis tetas pero nuevamente sin tocarlas.

Yo estaba cada vez más caliente, sabía que estaba siendo muy respetuoso, no tenía motivos para pedirle parar puesto que no había tocado mis partes íntimas en ningún momento y puesto que no le había parado los pies al meterse conmigo en la ducha, sería de una chica un poco cría venir ahora con que se está pasando o algo por el estilo.

Se puso de cuclillas tras de mí mientras se llenaba nuevamente las manos de aceite y me acariciaba de los tobillos subiendo hasta la altura de la rodilla.Yo aproveché para echar una nueva mirada a su paquete que ya estaba a medio armar y había crecido bastante.

Jesús : Qué.. ¿te gusta...?

Había cruzado su mirada mientras le miraba el paquete, me había pillado fijo, y la pregunta era la clave, me enrojecí sin saber que decir cuando por suerte continuó la frase.

Jesús : El aceite digo. El masaje supongo que sí, soy un experto, o eso me han dicho jajaja

Yo : jajaja Me gusta mucho este aceite, creo que no lo voy a olvidar.

Jesús : Sin duda alguna.

Esa última frase la dijo con su mirada típica de echado pa´lante y nuevamente haciendo alarde de una seguridad que no he visto en ningún chico, ni tan siquiera en mi novio. Volvíó a lo suyo y comenzó a masajearme tras los muslos por debajo del culo. Comenzó a erizárseme el bello y se me puso la piel de gallina.

Me dijo que se veía que tenía un poco de frío mientras reía, y acto seguido deslizó sus dedos entre mis muslos y yo ya estaba super nerviosa. Mi cerebro decía: " ya está,sal de la ducha " pero mi cuerpo decía: " relájate y disfruta ".

Se puso en pie y se pegó nuevamente a mi mientras me dijo que arquease la espalda hacia delante, rozando su cuerpo al coger el aceite de nuevo y embadurnarse las manos. Su pene ya chocaba con mi cuerpo, y yo estaba casi segura que ya tenía una erección completa. Se acercó mucho más y ya estaba segura de que estaba empalmado.

Me comenzó a hablar al oído en un punto entre susurros y voz baja aunque tajante, siempre con su cuerpo pegado al mío.

Jesús : Bekita, ¿sabes lo que te pasa?

Yo : ¿El qué?

Jesús : Que eres una zorrita insatisfecha.

Yo : Oye no te pases un pelo,.. mira que...

Shhh - me dijo mientras con su mano derecha cogia mi barbilla girandome la cara hacia el, en un gesto de dominación pero sin ser violento.

Su mirada me tenía hipnotizada. Estando en esa posición con él a mi espalda totalmente pegado sentía que se había pasado tres pueblos con el comentario, pero quería ver que me iba a decir, necesitaba saberlo.

Jesús : Calla y escucha. Eres una zorrita insatisfecha...Tienes 23 años y no sabes nada de lo que es follar. Te avergüenza dejarte llevar por tus deseos. Y tienes unas ideas bastante de abuela respecto al sexo.

Yo : Bueno es que...(gire de nuevo la cabeza).

Es que nada.. ¿Me equivoco? - me dijo Jesús agarrándome nuevamente de la barbilla .

¡No! - le contesté enérgicamente .

Jesús : Ya sé que no, lo sé desde hace tiempo y te tengo calada desde esta mañana. Pero eso sí, sé que tienes dudas. Lo sé desde está noche.

Yo : ¿Esta noche?

Jesús : Me has mirado el paquete varias veces, incluso cuando me estaba follando a la guarra de tu tía. He visto que la mirabas con envidia.

Yo : Hombre igual te lo tienes un poco creído...

Jesús : Yo sé lo que digo, se que me has mirado varias veces y sé que no te has corrido con José. Y sé que de algún modo te gustaría dejar de ser tan modosita. Dudas de si te estás equivocando, quieres probar cosas nuevas, quieres dejar atrás tus inseguridades, pero pero eso lleva tiempo.

Sus palabras resonaban en mi cabeza. ¿A quien quería engañar? ¡¡si hasta me he tocado pensando en él!! ¿como podía saber que no me había corrido? ¿como podía saber que envidiaba a mi tía? Yo estaba siendo como un libro abierto a sus ojos y lo decía todo de un modo tan claro que me hacía estremecer, pero que a la vez me hacía estar en una posición de sumisión en la que nunca había estado por pensar que era despectivo. Sin embargo, me estaba gustando.

Jesús me pidio que me tranquilizase, que pensase en sus palabras y que si creía que era mentira que en ese momento saliese de la ducha.

Yo me quedé mirando al espejo, el me dio un par de besos cariñosos en el cuello mientras sus manos aceitosas recorrían mi vientre subiendo hasta mis pechos. Continúo dándome besos mientras sus manos masajeaban mis tetas clara y libremente retorciendo con suavidad mis pezones que ya estaban muy duros.

Podía notar sus besos, su aliento en mi oído mientras me susurraba que me dejase llevar, que no tuviese miedo, que en ese mismo momento eramos dos jóvenes disfrutando de dos cuerpos que tenían una gran química.

Yo comencé a contonear mi cuerpo sobre el suyo mientras él bajaba una de sus manos a mis muslos por delante, acercándola a mi coñito rozándolo con su dedo índice despacio.

¿Qué vas a hacer? - Me preguntó .

Esto - contesté . Y seguidamente me llevé su mano a mi boca, meti dos dedos en la misma relamiéndolos, llenándolos de saliva para posteriormente bajar la mano de nuevo a mi bajo vientre....

Él comenzó a frotar mi clitoris con esos dos dedos. Al principio con mucha suavidad y después cada vez más fuerte. Metió uno de ellos en mi coñito, que comenzaba a dilatarse. Metió un segundo dedo con dificultad, y comenzó a hacer movimientos de penetración con ellos, comenzando despacio y acelerando poco después.

Jesús se apretaba contra mí. Me chupaba el cuello mientras me masturbaba con esos dos dedos de su mano derecha. Me los puso en la boca para que probase mis propios jugos y me dijo que le mirase mientras lo hacía. He de decir que eso me puso aún más cachonda y ya estaba tan mojada que podía sentir caer mis flujos por los muslos.

Volvió a meterme esos dos dedos mientras con el pulgar estimilaba mi clitoris. Se veía que sabía lo que hacía, me estaba masturbando mejor de lo que lo hacía yo misma, y eso era muy excitante.

Sus movimientos eran cada vez más rápidos diría que incluso violentos. Yo no podía disimular los gemidos; intentaba buscar su boca pero él me la negaba y me hacia mirar mi cara en el espejo mientras me daba chupetones en el cuello y mientras su pene erecto rozaba a conciencia entre mis nalgas.

Con los dedos de su mano derecha destrozaba mi coñito por dentro y por fuera en unos movimientos que me empezaron a hacer temblar. El placer era absoluto, mis flujos saltaban entre sus dedos, nunca había lubricado tanto. Se me nubló la vista, estaba teniendo un orgasmo bestial. Mis piernas perdieron fuerza y él me sujetó con su brazo izquierdo y apretándome una teta a la par que lo hacía, mientras yo daba un gran grito de placer seguido de varios que duraron unos segundos.....

Yo : ¡¡¡AAAAAAAAAAHHH!!! ¡AAAAAHHH! ¡AAAHH! ¡ UUUUUUHMMM UUUHMMM! ¡JOOODER!

En cuanto mis piernas recobraron sus fuerzas, Jesús se puso rápidamente de rodillas y separando mis nalgas metió su lengua profundamente en mi chochito. Yo aún temblaba, y mi coñito estaba muy sensible, me era difícil soportar el placer pero no quería que parase así que me apoye mis manos en el estante de los geles echándome hacia delante ofreciéndole un hermosa coñito mojado para que hiciese con él lo que quisiera pues se lo había ganado con creces.

Jesús absorbía mis labios, bebía mis flujos haciendo un ruido enorme y alterbaba metiendo su lengua en mi vagina todo lo que físicamente le era posible. Desde esa posición su nariz chocaba con mi ano lo que me hacía imaginarme cuán hundida tenía la cabeza entre mis nalgas, y eso me excitaba aún más. Estuvo así un par de minutos.

De pronto se levantó; me quise dar la vuelta, besarle apasionadamente pero nuevamente no me lo permitió pues cada vez que intentaba girarme él me agarraba por el brazo y me hacía volver a mi posición. A

hora se volvió a acercar al máximo, y su polla mirando al techo se masturbaba entre mis nalgas. Me manoseaba las tetas, se rozaba, me chupaba el cuello, y yo no había estado tan cachonda en ningún momento de mi vida. Alternaba mis nalgas con mi chochito, rozando su glande sin llegar a meterlo, haciendo ademán de hacerlo pero sin completar la acción, aumentando así mi deseo.

Jesús agarró mi barbilla de nuevo, me miró a los ojos y me plantó un beso con lengua obsceno, chupeteándome hasta la nariz.. y sin soltarme la barbilla ni dejar de rozar su pene contra mí me hizo comprender que estaba totalmente a su merced.

Jesús : ¿Te ha gustado verdad guarrilla?

Yo : Me ha encantado, nunca me han tocado así. Nunca nadie me ha comido el coño después de correrme aparte de mi novio en alguna ocasión.

Jesús : Pero tu novio no tiene ni puta idea. Yo te lo como mejor que tu novio, te toco mejor que tu novio y te voy a follar mejor que tu novio.

Yo : ...

Jesús : Dilo. Di que follo mejor que tu novio.

Eres un cabronazo y follas mejor que mi novio - le dije sonriendo.

Jesús : ¿Quieres mi polla?¿eh? ¿quieres que te rompa el coñito?

Yo : Mi coñito es estrechito... pero algo podremos hacer.

Jesús tiró ligeramente de mi pelo hacia atrás, y susurrándome al oído me dijo que me iba a follar como nunca me habían follado.

Jesús : Voy a follarte bekita. Me he follado a muchas guarrillas, pero ninguna tiene el cuerpazo y la inocencia que tienes tú. Eres una chica que se me ha resistido muchos años y ahora quiero que sientas el calor de mi polla mientras te hago gemir como no has gemido con Jorge.

Voy a enseñarte como se folla de verdad, no vas a saber si gritar no pares o gritar basta...

Yo ya no aguantaba más y movía mi pelvis acercando mi coñito cada vez que el me lo rozaba con su polla tratando de que me la metiese de una vez, no podía aguantar más, otra vez estaba chorreando.

Jesús : No tan rápido. Primero quiero que te des la vuelta y te pongas de rodillas hazme una buena cubana con esas preciosas tetas.

Yo me giré y sin perder tiempo le comenzé a masturbar la polla mientras me agachaba, la puse entre mis tetas y comenzé a hacerle una cubana con ellas. Él me dio el aceite y yo eché un poco en su polla y otro poco en mis tetas para aumentar el placer en la fricción. Su pene era gordo, estaba duro y era más largo que el de Jorge. Chocaba con mi barbilla y a veces golpeaba con el mísmo mis tetas.

Jesús : Baja la cabeza, no quiero que choque con tu barbilla quiero que choque con tus labios.

Yo obedecí e incluso saqué la lengua haciendo que ésta tocase su glande. Él sonreía mientras me miraba desde arriba.

Jesús : Bueno.. ahora quiero que me la comas, pero no como se la comes a tu novio, quiero que me la comas con ganas y que me mires a los ojos.

En ese momento recordé la escena de la peli porno de la playa, mi masturbación y como se asemejaban esas palabras a mi fantasía. Sin poner ningún tipo de pegas, pese a su tono de superioridad y pese a que parecía que era una puta a su merced, comencé a besar su glande y a meterme poco a poco su pene en mi pequeñita boca.

Mi boca es pequeña, y con lo gorda que es su polla me cuesta mucho metermela y chupársela con mi lengua a la vez. El me guía diciéndome lo que quiere, yo soy bastante inexperta y tengo muy poca experiencia. No ha sido algo de mi agrado las felaciones ya he dicho que a dos personas se lo he hecho y una de ellas mi novio actual, pero desde luego nada semejante a lo que hacía en este momento con Jesús.

Jesús me hacía pasar la lengua por su glande, me hacía poner las manos a la espalda mientras trataba de meterme toda la polla que pudiese en la boca. Era gorda y estaba muy dura y caliente y tenía un sabor fuerte pero agradable. Yo le miraba a los ojos mientras se la chupaba con ganas, no sabía que me pudiese excitar tanto hacer esto. Ver su cara de placer, estar sumisa pero a la vez tener el control de lo que él estaba sintiendo me ponía cachondísima.

Jesús : ¡Oooh! ¡Ves como lo haces bien! jajja ¿te gusta mi polla? ¿te gusta chuparmela?

Yo : Me encanta tu polla, es muy grande.

Jesús : ¡Aahh! Es más grande que la de tu novio ¿A que sí? ¿A que te gusta más chuparmela a mi que al tonto de tu novio?

Yo : Tu polla es mucho más grande y me encanta chuparla.... ¿a ti te gusta como te la chupo?

Jesús : Deja tus manos a la espalda y comeme desde el capullo hasta los huevos.

Yo :...

Jesús : Vamos hostia que llevo esperando este momento desde el instituto.

Jesús me agarró del pelo, y guió mi boca desde su glande, lamiendo su tronco por fuera, primero un lado y luego el otro hasta sus huevos, soltándome y levantando el pene para que no me impidiese tenr un acceso completo a ellos. Estaba completamente depilado y estabamos en la ducha, no podía estar más limpio y sin más dilación comencé a lamerlos. Me hizo metermelos alternativamente en la boca y sorber, ahora si que no podía evitar sus gestos de placer. entonces volvió a meterme la polla en la boca para sacarla rápidamente y jugar con ella; sacándomela, estirándome el labio hacia un lado haciendo un pequeño ruido repitiendo esto en varias ocasiones. A mi me encantaba la sumisión, el sabor a polla y el estar a su merced.

Jesús me levantó, me dio un beso largo y apasionado y me volvió a dar la vuelta. Me intentó meter la polla, pero no entraba, así que cogió mi pierna derecha y la puso sobre el estante(ahora veía su utilidad). Desde esa posición y mirando en el espejo, yo podía ver perfectamente mi coñito y su pene entrando poco a poco lo que hacía la situación más excitante si cabe.

Di varios gemidos de placer y cuando mi coñito dilató suficiente Jesus comenzó su vaivén a un ritmo lento para acelerar rápidamente en un constante mete-saca que me hacía temblar. De vez en cuando Jesús paraba, sacaba su polla y me daba embestidas totales hasta los huevos haciendome dar un pequeño salto y gemir como una loca. Era un mezcla entre dolor y placer que me encantaba.

Me la sacó, me hizo darme la vuelta y me cogió del culo para sujetarme y abrazarme mientras me levantaba en el aire. Yo me agarraba a su cuello, mientras su pene se abría paso en mi coñito, ahora era yo la que botaba mientras el de pie me sujetaba. Yo tenía el control yo imponía el ritmo, yo mandaba.

Jesús : ¿Te gusta mi polla? Métetela toda hasta el fondo

Yo : Aaaaahhh aaahah uuhmm te gusta mi coñito calentito ¿eh?

Jesús : Eres una guarrilla, estás disfrutando como nunca, tu novio no te ha follado así en la vida.

Yo : No, en la vida.

Jesús : Luego me voy a correr en tu cara para que veas lo guarra que eres.

Yo : En mi cara no uuhmm correte en mis tetas.

Jesús : Prefiero tu cara, verte esos ojos tan bonitos mientras me miras con mi semen por toda tu cara.

Yo : No te enfades... ni mi novio se ha corrido en mi cara...

Después de un rato Jesús me dijo que me bajase, que no tardaría en correrse y que quería metermela desde la posición anterior. Yo lo hice, puse de nuevo mi pie sobre el estante mientras el me penetraba con dureza.

Sus movimientos eran muy veloces, su polla ensanchaba mi coño como nunca antes había estado, se agarraba de mi cintura para empalarme mientras los botes del estante caían por todas partes; me hacía mirarle a los ojos mientras me agarraba del cuello, luego me hizo mirarle atraves del espejo. Bajo el ritmo y mientras me penetraba, con una mano manoseaba mis tetas y con la otra estimulaba mi clitoris. De nuevo esa sensación, me temblaban las piernas, se me erizaba el pelo, piel de gallina, ojos en blanco... un nuevo orgasmo estaba a punto de llegar y me hacía chillar.

Yo: ¡¡Jooooder me corrooo... otra veeeez aaaaaaahhhh!!

Jesús sacó su polla justo antes del orgasmo, yo le dije que porque paraba y él me pregunto que dónde se corría... yo le dije que en mis tetas el seguía masturbándome y rozando su pene contra mi coñito chantajeándome con no metérmela sino hacía caso a su petición, yo quería volver a sentir ese orgasmo como fuera así que acepté. Por suerte no había pasado mucho tiempo y en un ritmo frenético de nuevo agarrándose en mi cintura me produjo el ansiado orgasmo.

Poco después venía el suyo...

Jesús : ¡Aaahhh! ¡Me voy a correr! agachate guarra... mírame a los ojos.. ¡aaahhhhhh aaaaaaaaahhh aaaaaaahhhhh!

Jesús me llenó la cara de leche, estaba calentita y me había caído por todas partes; en la frente, las cejas, me bajaba por la cara y nariz cayendo por la comisura de mis labios que yo cerraba con todas mis fuerzas. Por lo menos soltó 4 chorros grandes y alguno más pequeño, no me podía explicar como aún después de haberse follado a Julia le quedaba tanto esperma en los huevos.

Se cogió el pene estrujándolo hasta la última gota rozándolo con desprecio sobre mi ya lefada carita.

Yo cogí la alcachofa de la ducha y me limpié la cara, aunque no pude evitar sentir el sabor de parte del que había caído en mis labios, llegando a entrar en mi boca. No era lo más desagradable que había probado nunca pero no me gustaba en absoluto; él sonrió al ver mi cara y me dijo que al principio da cosilla pero que ya se me pasará. No entendí esa coletilla de al principio pero poco después ya una vez fuera de la ducha mientras me peinaba y el se secaba lo comprendí.

Yo : Jesús... Me ha gustado muchísimo, nunca me han hecho disfrutar tanto... pero yo tengo novio... y

Jesús: ¿y...?

Yo : Pues que.. Lo que quiero decir es que ha sido una gran noche, pero HA SIDO... No volverá ha pasar.

Jesús sonrió, soltó la toalla y se acercó a mi despacio, me puso el dedo en la boca haciéndome callar y me susurró:

Jesús : Ha sido un polvazo que recordarás siempre... Pero no va a ser el último... Y LO SABES.

FIN