Infidelidad

Una infidelidad deliciosa...

La había conocido por internet, su nick prometía “puro morbo”, se llamaba María, era rubia, no muy alta, con un culo redondito, de los que da gusto follarlo, bonitos pechos y cuerpo bien formado, a pesar de tener dos hijos. Estaba casada, al igual que yo, eso hacia el encuentro aún más morboso, después de varias semanas hablando, pudimos quedar un día por la mañana, la recogí en mi coche y desayunábamos nos contábamos nuestras experiencias sexuales, nos fuimos a un hostal, ya en la habitación nos desnudamos y empezamos a besarnos, nuestras lenguas húmedas y ansiosas de placer se entremezclaban, mientras nuestras manos exploraba nuestros cuerpos desnudos y calientes ávidos de sexo.

Nos tumbamos en la cama, y mi lengua se precipitaba sobre sus pezones duros y erectos, al mismo tiempo que mis manos recorrían su precioso cuerpo, mi lengua bajaba por su vientre hasta llegar a su sexo húmedo y caliente , sin vello, deseoso de ser complacido por mi lengua y mis dedos lujuriosos, mi lengua acariciaba sus muslos, rozando su coño, queriendo ser penetrado.

Mi boca se abalanza sobre su clítoris, lamiendo despacito, saboreando su delicioso tesoro, mientras mis manos la van penetrando, primero un dedo, luego dos, su respiración va a más, sus manos acarician mi cabeza y la empuja hacía cada vez más su empapado coño.

Eso es, cómemelo, mientras no deja de gemir.

Me pide que suba y le pongo mi polla sobre sus tetas, haciéndome una paja con ellas. Mi miembro duro y caliente resbala entre sus pechos, llegando hasta su boca donde es respondida por su lengua viciosa, acariciando mi glande, dándome un placer exquisito.

Ahora, la abro de piernas y mi polla penetra en su delicioso coño, siento su humedad en mi miembro, mi verga entra y sale de su sexo una y otra vez, mientras nuestros cuerpos desnudos se acarician, cambiamos de posición y la penetro a cuatro patas, su culo choca contra mi pelvis una y otra vez, es un placer exquisito, nos estamos dando un placer extraordinario, cada vez nuestros gemidos aumentan ,debido al placer que nos proporciona nuestros cuerpos, sigo follandola, hasta que qué noto que me voy a correr, la saco de su coño y mi leche salpica sus pechos y su vientre, todo su cuerpo es inundado por mi semen.

Después de un rato descansando, vuelvo a poner mi boca sobre su coño, quiero que se corra y mi lengua acaricia su clítoris y sus labios una y otra vez, sigo lamiendo su sexo, mis dedos la penetran ,mientras mi lengua no deja de lamer su coño, vuelvo a penetrarla, con un dedo, pero esta vez analmente, mientras no dejo de lamerla.

Ahora es ella la que me chupa la polla, es delicioso sentir sus lamidas , su lengua recorre mi verga dura una y otra vez y metiéndosela en la boca, dándome una mamada genial.

Ella se sube sobre mi y empieza a follarme, ella lleva el ritmo, sus caderas se mueven, mientras mis manos acarician sus pechos, cada vez aumenta más el ritmo, siento como su flujo recorren y empapan mi sexo.

Volvemos a cambiar de posición, de nuevo me ofrece su delicioso coño y culo, poniéndose a cuatros patas para que la penetre salvajemente.

Una y otra vez la penetro en esa postura, saco mi verga de su sexo empapado y empieza a pajearme, mientras yo hago lo mismo metiéndole mis dedos en su coño.

Cuanto más rápido le meto mis dedos, mas rápido me pajea, hasta que estallo soltando un chorro de leche sobre sus pechos y cara, y caemos los dos extenuados sobre la cama.