Infidelidad

Nunca crei que pudiera.......,

No podía imaginar, bajo ninguna circunstancia, que sucedería algo así en la vida.

Con una educación férrea, no una educación estricta bajo el látigo o la fusta, de ninguna manera, pero fue consecuente con el nivel de vida que llevaba una familia de clase media alta, no burguesa, ni de clase alta, en la que el vicio predominaba bajo toda regla, bajo la apariencia de que nadie hacía o decía nada fuera de la regla, de la norma. Fuera del ámbito de las buenas maneras, y de lo que marcaba la religión, fuese la religión que fuese.

Casada con un hombre desde hacía tres años (ahora creo que si era cierto lo que me habían contado las amigas, de que cuando pasase de los dos años y medio, iba a echar de menos ciertas cosas. Pues eche de menos, lo que nunca me había imaginado, pues nunca había mantenido relaciones con otro hombre más que con mi marido.)

No voy a decir nada de nombres, ni el mío. No voy a decir el aspecto físico que tengo ni tiene mi marido. No soy un monstruo de feria, y si los hombres me miran y me dicen piropos, no debe de ser por mis defectos.

Sólo diré que lo que me pasó, ocurrió en un traslado de mi marido a un país extranjero, en Suiza. Somos españoles, y por razones de trabajo nos hemos tenido que trasladar a ese país, durante 16 meses.

Mi marido no paraba en casa, todo el día estaba trabajando, y yo en un país extranjero y sola todo el día, aburrida, hastiada,

El mundo se me caía encima, había momentos en los que no paraba de llorar de lo amargada que me encontraba.

El primer mes, llamaba varias veces al día a casa, a mi madre, a mi hermana, a mi amiga. Sólo por el hecho de escuchar su voz, y que me animasen.

Cuando vino la factura de teléfono se me acabo la comunicación, de golpe. El enfado de mi marido fue descomunal, hasta me dijo que si tan mal estaba que me fuese para España, que ahorraríamos dinero. Estaba realmente fuera de sí. Pues la factura alcanzo, bueno supero los 2.800 €. Y aún tardamos varios meses en pagar con un acuerdo alcanzado con la compañía de teléfono de ese país, si fuese aquí nos veríamos con la línea cortada y que nos apañásemos como pudiésemos. Se convenció e instalamos internet por lo que pude continuar hablando con mi familia y amigos sin límites, sin miedos. Me animaba muchísimo hablar en mi propio idioma.

Siempre escuchando una lengua extranjera………

Cuando sucedieron los hechos……., por primera vez, bajaba del autobús en una plaza principal, en la parada había un hombre de aspecto muy rudo, de los que hay que desconfiar, de los que no se le daría la hora si la piden, creía que subía al bus después de que yo bajase, pero me siguió sin que yo me diese cuenta.

Era de una estatura parecida a la mía, yo no soy baja ni alta, sobre 1,65, lo que hacía que ese hombre fuese de estatura baja para la media.

Su mirada era fría, gélida, y una sonrisa que helaba la sangre. Me dijo algo en alemán, y yo aceleré el paso para alejarme de él, verdaderamente me daba miedo.

Me tomó del brazo, con una rudeza y unas maneras que me aterrorizaron

-       Suélteme, no entiendo lo que me dice

Las lágrimas empañaban mis ojos. El me miro con desconfianza y cambió de actitud

-       Hablo poco tu idioma, soy despistado. Perdón

Había cambiado la dureza de sus rasgos, y su actitud hacia mí, lo que me tranquilizó un poco.

-       Creía cosa otra,- arrastraba muchísimo las “erres”

-       Yo asuste mujer elegante, siento mucho mi forma mala

-       Bueno está bien no pasa nada

-       Yo invitar a tila, o café o lo que mujer elegante quiera,

-       No hace falta, no se moleste

-       No, no mira – me tomo de nuevo del brazo, y con una agilidad, sin esfuerzo me giro en una dirección hacia donde quería enseñarme una cafetería de las más caras de la ciudad, y podéis creerme que así era.

-       Allí yo invitar, es muy buen café, yo compenso susto desagradable de mi

-       No hace falta……….

No me dejo, de nuevo me tomó del brazo, esta vez me cogió del gancho y me arrastró, pues su mano se aferro a la vez a mi antebrazo para que lo siguiese.

Me acomodo la silla y me empujó del hombro para que me sentase

-       Todo bien ahora – y sonrió de forma más dulce, si se le podía llamar así

Se sentó a mi lado, y pedimos café, un desayuno competo, dada la hora, incluyendo un zumo de naranja, y acompañado de un surtido de productos de bollería, que realmente estaban exquisitos.

Hablamos de diversas cosas, y la verdad me tranquilicé casi de inmediato, dado el cambio radical que había sufrido aquel hombre. Como me sentía algo incomoda, decidí abrir e abrigo, lo que agradecí por lo cómoda que me llegué a sentir. Tras unos minutos pude comprobar cómo ese hombre, miraba mis piernas que solo cubrían unas medias de un tono oscuro, y transparentaban mi piel.

Instintivamente cruce mi pierna izquierda sobre la derecha, provocando que subiera aún un poco más mi minifalda, exponiendo más mi muslo, y así alegrando la vista del hombre que mantenía una sonrisa de pura satisfacción.

-       Tu mujer bonita, mucho además.

-       Gracias

-       Tu eres marida?

-       Casada, se dice casada, marido es el hombre – dije señalándolo. Sonrió muchísimo y dijo

-       Sí, claro yo tu marido

-       No, no, no, me refiero a que……

-       Si ya se es broma, gusta broma, pones cara susto jajajaja

Me puse colorada y le mire de reojo con una sonrisa, negando con la cabeza.

Durante el tiempo que estábamos en la cafetería, transcurrió muy agradable, y distendido. En un momento dado miré el reloj y le dije

-       Es tarde tengo que irme

-       Ya tú cita con marido de verdad?

Me sonreí la verdad es que era simpático, tanto como mala pinta.

-       No, quería ir a ver una exposición de cuadros en una galería de arte, y no se la combinación de buses

-       Cuadros?

-       Si pinturas al ojeo

Me miró completamente serio y dijo

-       Sólo si tu quieres yo te acompaño con bus

Había puesto serio, pero amable

-       No quiero molestar

-       Es pacer, es obligación para mí…, yo con gusto hago y tu tranquila no es problema

Accedí, al fin y al cabo era la primera persona con a que me había entendido, en mucho tiempo, en mi idioma, y esto era algo que me hacía sentir bien. Solo los que han tenido que emigrar a otro país saben a lo que me refiero. Es una sensación de soledad agobiante, puede llegar a oprimir tanto que llega a doler.

Tomamos los buses que él decía. En un momento dado, el bus se lleno de gente donde estábamos, en la parte de atrás, de pie, y quedamos algo apretados, yo en este momento estaba mirando por la ventana trasera, y él a mi espalda.

Por una bicicleta o un peatón que se cruzó delante del autobús, para evitar un accidente, frenó bruscamente y provocó que me desestabilizara y cayera sobre mi acompañante, que me sujetó, como pudo para no caerse, ni dejarme caer a mí.

Al sujetarme su brazo paso por debajo del mío, y rodeándome el costado, posó su mano sobre mi pecho, los tengo de un tamaño medio, claro comparándolo con la media.

Cuando me iba a soltar, casi inmediatamente, pues no había sido intencionado, el bus volvió a frenar y consecuentemente volvió a agarrarme, y me sujetó con todo su cuerpo.

Note en mi trasero un bulto enorme, y eso que tenía puesto el abrigo, y ese bulto creció aún más.

Su mano seguía en mi pecho, y lo apretó, más de lo debido, como para comprobar su consistencia. Lo hizo y aflojó y volvió a apretar, yo volví mi mirada hacia él, que miraba en otra dirección, y apretó su cuerpo contra en mío. Soltó su mano y con un movimiento rápido separó el abrigo dejándome descubierta y así volvió a arrimarse, pegarse a mi trasero, notando ese bulto de nuevo, mas grande y más duro que antes. Comprendía que era su miembro, su pene, y no sabía cómo reaccionar, tal era la sorpresa que me dejo perpleja, y sin capacidad de reacción.

Como el autobús seguía con sus movimientos, el volvió a sujetarme por un costado. Y subió su mano sin reparo alguno hacia mi pecho, estrujándola repetidamente, y mi pezón, a mi pesar, endureciéndose haciéndose visible tras el sostén y a blusa de seda azul.

Se entretuvo un tiempo largo para la situación, y no sabía qué hacer, no había reaccionado, me puse colorada de vergüenza, le tomé la mano y sin esfuerzo se la quite de encima, lo miraba de reojo, y notaba que me tenía sus ojos clavados en mi, y desviaba la vista para esquivar su mirada, y volvía a mirar. Así sucedió varias veces, pero no se separaba de mi trasero.

Me giré intentando separarme, y al principio no me dejaba, pero tras tres o cuatro segundos me giré, notando como su miembro rozaba mi nalga y cadera, instalándose en mi vientre.

Involuntariamente mire a su entrepierna y lo que vi me sorprendió, el bulto se perdía por debajo de su cinturón del pantalón, y se dejaba adivinar, un muy buen pedazo a través de su camisa.

Puse mi mano en su pecho, y lo separé, él se dejo hacer y retrocedió, clavando sus ojos en mí, analizándome, estudiándome, y adivinando que en ese momento estaba asustada.

El muy cabrón era listo y sabía cuando y como actuar, por lo que se disculpó y se separó sin dejar de disculparse.

Yo no lo quería mirar directamente, así que me tomo la barbilla y me miró a los ojos

-       Tú eres bien?, Tú eres tranquila?, Susto ya pasó, y no hemos lastimado, estamos bien verdad?

Asentí con la cabeza, y bajando los ojos esquivando de nuevo su mirada, sonriendo levemente, e hizo algo que me sorprendió, me beso en la frente y dijo

La pequeña niñita tiene mucho susto, pero hemos llegado y a siguiente stop del bus estamos, parece bien?

Lo mire sorprendida y aprovecho para darme un beso muy suave en los labios, muy, muy leve, casi imperceptible. Me estaba tanteando. Retrocedí e iba a protestar pero el ya había bajado del autobús, y me llamaba diciendo

-       Rápido niñita que el bus se marcha

No me gustaba que me llamase niñita, no me había gustado que me diera el beso, no me había gustado sus abusos. Pero no paraba de pensar en el tamaño de su miembro rozando mi trasero, cadera, y posándose en mi vientre, su punta estaba entre la base de mis pechos, Pero que tamaño tendría eso? Era reamente largo, y tremendamente grueso, por lo que pude percibir a través de su camisa blanca, y note como era de un color oscuro, contrastaba con e azul de los ojos. Tendría ese color por culpa de cinturón que lo estrangulaba?

Nos dirigíamos hacia la sala de exposiciones se giró hacia mí y me dijo

-       Tú de veras quieres ver cuadros?

-       Si es un pintor que no conozco, y he visto fotos de dos o tres cuadros y me han gustado mucho

-       A si es cierto?

-       Si es cierto

-       Pues te vas a sorprender, yo sorpresa

-       Como me vas a sorprender, tienes una sorpresa para mí?

-       No, no tengo, yo sorpresa

No entendía nada de lo que me decía, o de lo que quería decir, pero lo miraba con dudas intentando esforzarme, y entramos en la galería en silencio.

A lo lejos nos vio una responsable de la galería, que tenía una tarjeta identificativa de las que cuelgan de la solapa, en su caso, de la chaqueta sastre. Primero se fijó en mí, y después en mi acompañante que me llevaba de la mano.

La cara de la responsable cambio de súbito, e hizo señas a un fotógrafo que se lanzó hacia nosotros y nos inundo de luces de flas, que se disparaban con cada foto.

Mi acompañante y guía grito algo en alemán, que no entendí. Indiscutiblemente es un idioma que infunde respeto, sobretodo infunde miedo cuando te hablan a gritos, o será cosas de las películas, pero a mí me hacen ese efecto.

La responsable de la galería hizo señas al fotógrafo que se retiró con la mejor de sus sonrisas hacia mí, y una reverencia hacia mi acompañante.

Se dirigió a él en alemán, pero él le instó a que hablase en castellano

-       Estábamos convencidos de que no vendría a la exposición después de sus comentarios.

-       No quería venir, vengo gracias a mi amiga ………………. Que me convenció. Yo nunca vengo a mis exposiciones

Lo miré perpleja. Con a boca entreabierta. Miraba a los cuadros y lo miraba a él sin decir palabra.

-       Señorita  ………….. Estamos agradecidísimos de que haya podido influir en esta decisión que nos honra tanto, pues es a primera vez que esto sucede, y en nuestra galería. Es un gran honor.

Toda la gente nos miraba, y comentaba, murmuraba con asombro.

Definitivamente todo el mundo conocía al artista menos yo, que me sentía de lo más estúpida

-       Por qué no me has dicho nada? Me siento como……

-       Tú no tienes que estar incomodada, tú eres amiga, y todos envidian a ti. Nunca hablo con nadie, y hablo con mujer elegante.

-       Pero me están mirando todos.

-       Todos tontos…….., sabes, seguro que me tienen endivia!. Yo contento y satisfecho con compañía tan mujer linda.

Recorrimos la exposición, y comentaba sus cuadros, del motivo que le llevó a pintarlo, y el motivo de los colores, de cada pincelada. Terminé conociendo la exposición más que los propios expertos.

-       Estos cuadros están bien pero tengo en pinturería, otros muchos mejores, gustan más a mí, nadie vio cuadros!

-       En serio?. Cuantos cuadros tienes?. Por cierto se ice estudio, no pinturería.

Me miro serio, como si no le gustase que le corrigiese

-       Pues gusta más pinturería, palabra más bonita que estudio, parece de libros de colegio no?

-       No lo había pensado!, nunca lo he visto de esa manera la verdad,

-       Tú quieres ver estudio y cuadros?, yo te enseño, pero tú prometes no decir nada de cuadros especiales, si puedes de los otros, de especiales no, son solo para mis ojos, y si tú quieres son también para tus ojos, pero nada más.

En un principio no me pareció buena idea, pero poder conocer un secreto de un pintor de la categoría de …………., y solo yo en el mundo me pudo la curiosidad, el saber que conocería algo de este artista, que nadie más en el mundo conocería

-       No sé si debo, es algo que me supera, siendo tan especial para ti1

-       Tu mujer elegante también eres especial, y te gusta cuadros, aunque creo que no compras ninguno. Cuadros muy caros jajajajaja, Así tu también llenas espíritu. Pones espíritu más rico, y bueno para ti. También bueno para mí, pues también vale para desahogar gran peso. Yo estoy convencido de que tú eres discreta, y no dices, no hablas con nadie.

-       No, no, no, puedes estar convencido de que no diré nada a nadie sin tu permiso

Sonrió ampliamente, como satisfecho de mi respuesta.

-       Pintu.., no, estudio está cerca, andando en ocho minutos, puede menos. Gusta más pinturería

Nos reímos del comentario, y salimos de la galería de arte, tan famosa, y sobre todo desde ahora, y nos dirigimos al estudio.

Efectivamente estaba muy cerca, y nos llevo menos del tiempo calculado, pues sin querer aceleramos mucho el paso. Llegue acalorada, y lo primero que hice fue sacarme el abrigo y ponerlo en una silla. Me fijé que él no sacaba los ojos de mí, y sonreía con satisfacción. Por un momento pensé en volver a ponerme el abrigo por muy acalorada que estuviese.

-       Tienes un muy bonito cuerpo, figura preciosa. Marido tuyo afortunado, todos los días folla mujer hermosa.

No se la cara que he debido de poner, pero el frunció de pronto el ceño y me dijo:

-       Todos los días no?,

Debí de hacer algún movimiento, o percibió alguna señal en mí que ni yo misma pude adivinar.

-       Todos los días dos veces o tres mínimo. O marido marica perdido! Con una hembra tan……, no sé como dice, follable!

-       Querrás decir deseable!

-       Sí, eso, pero deseo de follar a mujer, es eso?

-       Que bruto eres!

-       No, soy sincero ………., hasta cuatro veces cada día!, cuatro veces follaba a ti con fuerza enorme!, soy sincero de verdad

Me ruborice, y me sentí incomoda pero alagada, hacia mucho que no me echaban un piropo, aunque fuese tan bruto.

-       Deja de decir esas cosas enséñame los cuadros, y el estudio

Estuvimos mirando cuadros, bueno yo miraba cuadros, que en verdad llamaban la atención, por los temas que trataba, y sobre todo, por la forma como los trataba, colores, contrastes, pinceladas….,

Los cuadros que no quería que nadie mirara eran de una mujer, varios desnudos, una mujer realmente hermosa, parecía una actriz de cine, una modelo, una verdadera musa.

-       Era mía mujer, ya no está……,

-       Se ha muerto, lo siento mucho de verdad!

-       Noooooo, no muerto. Sólo puta, se fue con otro jajajajajajaja.

-       Qué?

-       Sí, yo echo de menos, era muy follable, no parábamos. Decidió irse con otro que la follaba menos, decía que nuestra relación era muy loca, y peligrosa. Decía que yo peligro, que acababa todo muy mal, que mejor así, separados.

-       Caramba!, no se bien que decir.

-       Nada, no digas, ella tenía razón. Yo follo con otras pero no es lo mismo, creo que si peligroso. Nos matábamos, había semanas de no salir, solo follar y follar……… Echo de menos!

Me invito a una copa de champan y me enseño un álbum de fotos

A medida que lo miraba me explicaba  algunas cosas. En el álbum salían personajes increíblemente famosos, de los que me daba todo tipo de datos. Paisajes preciosos de los sitios más recónditos de la tierra.

No me di cuenta pero se había sentado a mi lado, habíamos tomado varias copas de champan, y nunca, nunca había tomado más de dos copas, pues me hacia un efecto terrorífico.

Noté como me había pasado su mano por los hombros, dejando que las yemas de los dedos rozaban mi pezón completamente erizado, completamente hipersensible.

Me incorporé intentando separar sus manos de mi pecho, y lo mire. No dudo, me atrajo hacia él y me besó en los labios con una ternura enorme, de una manera que me subyugaba.

Intenté decirle algo, y aprovechó para introducir su lengua en mi boca, una lengua terriblemente hábil, terriblemente experta que junto con el champan, y sus caricias en mi pecho, directamente en el pezón, me descontrolaba. Me había desabrochado los botones de la blusa, y me había abierto el cierre del sujetador, se cerraba por la espalda, cómo lo podría haber hecho?

-       Para por favor!

-       Si mujer elegante, yo paro, pero al final.

En ese momento sentí miedo, y me acordé de mi marido, no quería esto, pero……, algo dentro de mí me inmovilizaba.

Su mano subía por mis muslos, mejor dicho había subido por mis muslos, y rozaba mi clítoris a través de la braga, de una manera increíblemente endiablada, increíblemente placentera. Oh hacia todo de una forma tan sutil, tan hábil,  que me hacía perder el control de mi misma.

Eche la cabeza hacia atrás, y suspiré con un leve gemido.

Aprovechó este movimiento, y me recostó sobre el sofá, colocándose de lado, y con una pierna sobre las mías, que poco a poco utilizaría para separarlas, y vencer mi poca resistencia.

Su lengua invadía mi boca, mis pechos, jugaba con mis pezones,….., estaba fuera de mí, y ni me di cuenta cuando, ni como, me había quitado las bragas.

Mis medias, con liguero de encaje, era la única prenda que me tapaba de cintura para abajo, pues mi falda, mi faldita, de cintura alta, se arremolinaba en mi cintura, casi a la altura de las costillas. Y mis pechos se agitaban con mi respiración, libres de cualquier tela que los protegiese.

Se perdió entre mis piernas y yo con los ojos cerrados, note su boca adueñándose de mi vagina y de mi clítoris.

Aún ahora me pregunto cómo le había resultado tan fácil todo!

En ese momento, un orgasmo regó mi vagina, y venció toda razón, toda resistencia.

Noté algo realmente inmenso, que intentaba entrar en mi vagina, abrí los ojos asustada, y él me miraba encima de mí, escudriñándome, con una sonrisa de triunfo, y una mirada de total dominio sobre lo que sucedía, y sobre todo sobre mi.

-       Me está lastimando me duele…, para, me duele….

-       Yo digo como son las cosas! Tu solo haces lo que yo quiero! Recuerda mujer elegante y mal follada, cuando acabe me pedirás más, y lo tendrás. Pero sobre todo follarás cuando yo quiera, pues después de meterte poya mía, tú serás mía durante el tiempo que yo quiera!

-       Noooo

-       Si!, y aunque pase años, te acordarás de esta follada y de las que te daré solo porque me gusta follarte……, nunca me vas a olvidar.

-       Pero yo no quiero yo….

-       Y cuando folles con marido marica, te acordarás siempre de mí, y desearas que fuese yo, y cerraras ojos y pensaras en que yo soy quien folla, pero echaras de menos mi poya.

-       Quiero a mi marido, no sé nada de ti, no quiero hacerlo!

-       Tú dices no con cabeza, por ser formal. Yo voy  romper lo formal, yo voy a follar, y serás siempre mía

Cerré los ojos, y comencé a llorar, intentaba quitármelo de encima, con las últimas reservas de moralidad y decencia, movía la cabeza de un lado a otro, prácticamente era lo único que podía mover

-       Para, para, por fa

-       MIRAME A MI!

La forma en que me gritó, me asustó de veras, me atemorizo de tal modo que incluso, diría que me relajó, en alguna manera me relajó. Y si, lo mire con los ojos abiertos de par en par.

En ese momento comenzó a presionar, e introducir poco a poco su miembro en mí.

Era un miembro inmenso efectivamente, bajé los ojos y veía como poquito a poquito, sin pausa, introducía su miembro, empujaba de forma constante.

Yo entonces o miraba a os ojos, y bajaba a vista hacia mi vagina, expuesta a ese invasor a máximo, pues entendía que si no fuese así, las repercusiones serían desagradables, y quién sabe si irreparables

Sus ojos estaban clavados en mí, y parecían fieros, su boca marcaba un rictus de esfuerzo, le daba una dureza que no conocía.

Con una mano me sujetó la cabeza para que pudiese ver mejor como era penetrada por ese monstruo, que poco a poco se abría camino en mí.

-       Mira bien, no pierdas detalle. Pero cuando yo te hablo tú miras a mí.

Sólo podía aceptar a situación tan extraña, y a la vez excitante que estaba viviendo

No podía respirar, jadeaba con dificultad, y sonoramente. Mis ojos estaban abiertos y mi boca también, emitiendo esos jadeos, cortos y rápidos. Parecía que una mujer estuviese haciendo la respiración típica del parto, pero a diferencia era que algo entraba en mí, algo violentamente lento.

Su poya entraba y a fina fue cuando una mueca de dolor y una queja, un medio grito de incredulidad también, su poya entraba a competo y la notaba, notaba esa cabeza enorme, como la cabeza de una cebolla, chocaba en lo más íntimo, empujando el fondo de mi vagina y provocando también un dolor, soportable pero dolor.

Se quedo dentro de mí unos minutos, dos minutos, mi vagina latía, tenía vida propia, se convulsionaba con su pene dentro, amoldándose a semejante tamaño.

Se acomodó algo, y sus movimientos provocaron que su pene se moviese en el interior provocando una mayor molestia,

Me elevó para que viese lo que me iba a pasar

-       Fíjate bien ahora

Lo miré algo asustada, y mire hacia abajo. En ese momento, inesperadamente, por supuesto para mí, retiró su pene de golpe con un sonido, chof, bastante grosero.

Las paredes de la vagina se convulsionaron esta vez de una forma si cabe más violenta, intentando volver a su estado natural. Noté como se humedecía inmediatamente, como si se tratase de un orgasmo, un orgasmo bastante raro.

Por fin podía respirar llenando los pulmones, una respiración bastante rápida.

Me dejó que me recuperase unos segundos y me dice

-       Prepárate que vuelve.

-       No, espera

-       No, ahora no, espera

Puso el capullo de nuevo en la entrada de la vagina, y acomodó sus rodillas para penetrarme, y lo hizo, pero de golpe. Me invadió un dolor extraño, e inmediatamente un placer indescriptible.

La rudeza de trato a la que me sometía, provocó en mí un orgasmo como en la vida había tenido.

Mi cuerpo me temblaba, y convulsionaba. Me había dejado sin respiración, y después de estar con ese orgasmo, comencé a llenar mis pulmones de aire con sonoros gritos de queja, acompañados de unos golpes en el respaldo del sofá con mi puño.

-       Aaaahgg, siiiii, aaaaaaa, hay, hay, hay. Dios mío me partió, me ha roto todo por dentro!. Dios que gusto!

-       Prepárate, ahora llego bailar!

Lo miré directamente a los ojos, y comenzó a gruñir con cada una de sus envestidas, profundas. Sacaba el pene al completo y lo introducía por completo.

No puedo comprender como era capaz de realizar esos movimientos, y menos entenderé como pudo imprimir semejante ritmo, y comenzó a gritar

-       Toma. Toma. Toma. Toma. Toma

-       Ah ah ah

-       Te voy a dejar embarazada

Tomaba pastillas y no creía que me dejase embarazada, pero no había protección, y temí por una infección, que difícilmente podría explicar.

Continuo un montón de tiempo, estuvo bombeando continuamente, unos treinta minutos, y al final llego al orgasmo, inundándome la vagina como nunca en la vida antes me había pasado, en la vida he visto a un hombre expulsar tanto semen, y durante tanto tiempo, cosa que agradecí como si de un bálsamo fuese.

No perdí el conocimiento, pero el mareo que sentí, detrás de todos los orgasmos que había sentido anteriormente, hicieron que con el orgasmo que me vino cuando eyaculó dentro de mí, provocase un debilitamiento, un estado de confusión, que no dejaba que me moviese con naturalidad, y pareciera que mis movimientos fuesen los de una persona borracha.

No me recuperé hasta pasados unos 20 minutos, y de mi vagina escapaba un torrente de semen, ayudado por los movimientos que había sentido para recuperar su tamaño natural.

-       Ya estas bien ahora date la vuelta desde atrás, no miedo no por culo tuyo, no soportas, de momento no por culo. Hoy solo quiero tu vagina

No me dejo protestar, no pude decir nada, el único sonido que pude emitir fue cuando su poya volvió a violar ese espacio tan pequeño de mi vagina, de golpe, con sonidos que me molestaban, y avergonzaban, provocados por mis flujos y su resto de semen que aún era abundante, aunque en el sofá parecía que había caído un vaso de agua bastante grande, y que permitían la entrada de semejante intruso.

Me agarro de las caderas me golpeó las nalgas, aunque mi culo no era, ni es, grande. Note que me agarraba de la falda enrollada en mi cintura, para hacer fuerzas y escuché

-       Aaaagg! A la carrera puta, corre zorra!

Antes de que su pubis chocase contra mis nalgas, notaba en mi interior una punzada, que si en un principio me había dolido, ahora el dolor estaba aletargado, sin duda después si me dolería, pero ahora desde que comenzara solo había placer.

Por las paredes vaginales hasta las venas de esa poya me daban placer, y mis flujos eran tantos, que salían a borbotones, cayendo en el sofá

Plafplafplafplaf, cada golpe que rebotaba en mis nalgas, provocaba ese ruido.

Si antes había sido un polvo de unos 30 minutos, ahora duraría en varias posturas más de una hora.

Si antes su orgasmo fue brutal, en esta ocasión noté como se hinchaba aún mucho más su poya, y comenzó a encharcarme con sus chorros de leche espesísima, que notaba con una potencia inmensa en el fondo de mi vagina donde chocaban, para que con sus envites, salieran de mi interior con unos ruidos, y una potencia que hacían vibrar mis labios vaginales provocando esos ruidos, y mis espasmos, impidiéndome respirar como es debido. Mi visión, se puso azulada, y caí sobre mis hombros semi-desmayada, sin fuerza alguna.

La cantidad de orgasmos que he tenido, nunca me lo había imaginado. Estaba demacrada del esfuerzo, y de tantos orgasmos

Ese día he debido de llegar a más de 100 orgasmos en las dos sesiones de sexo que habíamos tenido. Con ningún otro hombre he sentido lo que me hizo sentir  ………, nunca más.

Nunca lo hice con un negro, y la verdad es que nunca lo he pensado hacer, dicen que lo tienen enorme, pero no creo que lo tengan como ….., que siendo un hombre de baja estatura, tiene un poyon, desproporcionado al tamaño de su cuerpo,

Cuando me recuperé, después de asearme ayudada, pues sola no podía dar un paso, me vestí y me fui al encuentro de mi marido. Por la calle notaba que mis piernas no podían cerrarse como era debido, caminaba de una forma, que a la vista de otras personas, llamaría la atención, pues notaba yo misma como si me faltase algo, como si se hubiese creado un hueco en mis ingles, que se fue cerrando con el ejercicio de caminar durante media hora, tiempo que me llevo llegar hasta el punto de encuentro con mi marido.

Me acompaño a conocer a mi marido, pues había quedado con él en una cafetería, como ya he dicho, y estaba acompañado de unos hombres que resultaron ser sus jefes, y que conocían y admiraban a mi acompañante.

Todos pusieron una cara de sorpresa, pero mi marido más.

-       Tienes mala cara, te encuentras bien?

-       Me he mareado, y ………., me acompaño hasta aquí, quería que fuese al médico pero es un simple mareo.

-       Tengo que darle las gracias por las molestias que se ha tomado

-       Noooo, nada, marida tuya simpática, guapa, sexy. Y sobre todo muy agradable y educada, inteligente. Seguro que mareo es porque serás papá

-       Bueno lo estábamos buscando pero no creo que ahora..

-       Si, si, si. Ahora es la buena, seguro que ahora eres papa en meses

Hacia tiempo que no habíamos hecho mi marido y yo el amor, y puso cara rara, pero con un deje de ilusión.

Por otro lado la cara de satisfacción por este descubrimiento, de que podía quedar embarazada, que yo le había negado, hizo que ……., se irguiera y se le iluminase la cara de una forma increíble.

-       Pero antes de nada cosa, hay que asegurarse de que si vas a ser mamá, en meses, yo te acompañó a medico mañana, y ahora todos brindamos por conocernos, y por futuro bebé

Y pidió una botella de champan, y brindo en medio de risas estruendosas, en medio de la plaza.