Infidelidad

Continuo contando nuestros inicios.

Así continuamos

Como les relaté en mi primera entrega, mi mujer comenzó a ponerme los cuernos con un amigo de la facultad.

Yo quería que siguiera, por tal motivo comencé a hacerle varias propuestas a mi esposa.

Un día la convencí de hacer una fiesta en casa, el motivo real era que ella se "levantase" alguno de los chicos invitados o en palabras de ellas: "Vos queres esta fiesta para que yo te meta los cuernos con tus amigos. Ya vas a ver, los voy a calentar bien para después levantarme alguno".

Invitamos como a 30 personas, la mayoría solteros universitarios, tipos muy calentones y minas bien dispuestas.

Al comienzo de la fiesta y como buena anfitriona, mi mujer empezó a bailar con uno y con otro tirando onda a todos. Descubrí que esto me excitaba muchísimo, verla acercarse a otros hombres, bailar y reírse con ellos, tocarse distraídamente las manos o que le acariciaran el pelo. Es una parte de mi que desconocía hasta esa noche, Vero se dío cuenta y lo explotó sabiamente.

Pablo, el chico quien había estado me pregunto si yo era celoso, a lo que yo contesté: No para nada, Vero es totalmente libre. No le pongo trabas de ningún tipo. Se quedo sorprendido de escuchar eso y me dijo que era muy buena actitud. Seguimos hablando un rato hasta que se nos acerco mi mujer.

Ella tenia un vestido de terciopelo negro cortito y ajustado, con zapato de charol negro con tacos altos, su pelo negro, ondulado y suelto, medias negras con unos exquisitos bordados que yo mismo elegí para la ocasión, los labios carnosos bien pintados, en resumen estaba para matar.

Le dio un beso en la mejilla a Pablo y comenzaron a charlar como si yo no estuviera allí, pasados unos minutos el la tomó de la mano y la sacó a bailar. Ella se movía con su habitual sensualidad poniendo a todo el mundo y a mí con una erección fenomenal.

Yo hacia como que no veía, como buen cornudo, lo que sucedía a mi alrededor; aunque muchos me miraban asombrados de que yo no me diera cuenta de lo que hacia mi esposa.

Cuando el alcohol empezó a correr, los chicos se aflojaron más y de las miradas pasaron a los hechos.

El vestido de mi mujer era bastante corto y pude notar una mano que se metió por debajo de su falda mientras bailaba con Pablo, era Andres que la abrazó para saludarla cuando recién llegaba la casa. Ella respondió con una sonrisa y un beso en la boca.

También vi a Pablo, mi querido amigo, el que se cogía a mi esposa con algo de bronca porque no era él quien metiera la mano bajo la falda de mi querida morocha.

Me acerqué a charlar con él para que no se sintiera mal.

Que linda esta Vero hoy se puso todo lo que me gusta, no te parece?

Si, esta muy linda tu mujer, cuídala.

Si, aunque ella se sabe cuidar sola.

Lo dejé para ayudar a otro amigo que deseaba un poco de vino.

Luego de unos minutos veo que Vero sube a la terraza sola y a los pocos segundos Andrés también se dirige hacia la parte de arriba de la casa.

Subí detrás de ellos desesperado para ver que sucedía. Cuando llego a la puerta que da a la terraza me detengo y trato de ver algo. Allí estaban los dos. El tipo, muy canchero en el tema la puso contra la pared y ella lo manoseaba por todos lados mientras él también le metía mano por todos lados y le daba unos chupones de antología. Estuvieron así un rato hasta que subió otra pareja y ellos bajaron. Cuando bajaron, ella fue directamente hacia mí y me pregunto si la había visto subir. Me contó lo anterior y que el tipo le gustaba y además estaba bien dotado. Me acerco su mano a mi cara y pude sentir el aroma de la pija que le gustaba a mi mujer.

Seguimos en casa un rato, charle con Andrés de varios temas, tomamos unos vinos y luego decidimos ir a bailar a un boliche.

Todos nos repartimos en varios autos, pero como no alcanzaban llamamos algunos remises.

Mi mujer fue en un remis con sus amigas y Andrés, y yo en otro auto con algunos amigos.

Llegamos a una zona de boliches y bajamos. Mi mujer se acerca y me dice, con esa voz de calentona que pone en estos casos: "En el auto, cuando veníamos, le agarre la pija y le hice un paja".

No se pueden imaginar la calentura que me agarre, temblaba de caliente y el slip estaba mojado y a punto de reventar.

En este punto es necesario aclarar que, algunas de sus amigas sabían de lo nuestro, por lo que no se metían sí mi mujer hacia lo que hacia.

Cuando llegamos al boliche todos bailábamos con todos y en un momento mi mujer desaparece. Yo sigo bailando como si nada con las amigas de ella. Me imaginaba lo que estaba pasando, ella en un rincón oscuro del boliche apretada contra el cuerpo de Andrés, su vestido levantado para permitirle a él tocar ese lindo culo. Se pueden imaginar como tenia la pija, dura como un palo.

También en el grupo estaba Pablo el compañero de Facultad, él fue el primero con quien me puso los cuernos. Este también la estaba buscando con la mirada por todos lados así que me acerque a él para charlar un rato. Quería hacerle el aguante, que no se fuera, en una de esas lo ayudaba a que me pusiera los cuernos de nuevo.

Después de un rato vuelve mi mujer y me dice: "No sabes, Andrés está recaliente conmigo quiere que nos veamos ya, me quiso coger en el reservado, pero le dije que no. Quedamos en llamarnos para arreglar un día de encuentro. Con este, te voy a meter los cuernos todos los días. Te aseguro que vas a ser el más cornudo del país".

Cuando termino de decirme esto ya tenia el slip mojado.

La puse al tanto de que Pablo también la estaba buscando.

Al rato aparece Andrés y nos ponemos a charlar un rato, de paso lo invito a que vaya cuando quiera a casa: "Andá cuando quieras, sí no estoy yo esta mi mujer... Dale pégate una vuelta por casa cuando quieras".

Mientras le decía esto me excitaba más pensando en cuando este flaco aprovecharía mi ausencia para meterme los cuernos.

Mientras yo charlaba con Andrés, mi mujer estaba con Pablo y de nuevo se perdió. Pueden creer que la muy calentona se lo llevo un rato al reservado a Pablo. Cuando vuelve me dice: Mañana te meto los cuernos nuevamente con Pablo.