Inesperadamente tu 32

Infierno

Fabiola y yo nos miramos un poco incomodas pero al final nadie dijo nada, en ese momento no tenía ganas de discutir nada, mas que estar en casa con Elizabeth, duramos unos minutos hablando con Estela quien nos había dicho minutos atrás que había movimientos extraños y que no tenían idea de que se trataba por lo que decidieron quedarse en ese lugar por unos minutos más, en el aire se sentía la tensión, sabía que algo andaba mal pero preferí callar y dejar que ellas que tenían mas experiencia en esto.

Me senté en una de las sillas que se encontraban ahí y suspiré al ver a mi padre y a Javier esposados sentados en un rincón del lugar, me miraban con odio y a mi me dolía porque a fin de cuentas eran mi familia, mi madre sufriría mucho con lo de Javier pero tenía que pagar, era un delincuente mas.

Mientras Sandra y Fabiola hacían unas llamadas, yo me acerqué a Estela quien al verme sonrió..

—Necesitas algo bonita? —sonrió aun mas

—Podrías prestarme tu teléfono? —dije tímidamente

—Claro que si toma —Me extendió el teléfono aún con una sonrisa que me estaba empezando a incomodar.

Tome el teléfono y me alejé un poco de ella y rápidamente marqué el numero de Elizabeth, sonó dos veces y contestó un poco alarmada.

Llamada:

—Diga? — contestó

—Mi amor —dije llorando al escuchar su voz, me producía mucha felicidad.

—Erika pequeña mi amor.. como estas? —Dijo asustada —Donde estas mi amor para ir por ti por favor dime que estas bien..

—Amor tranquila estoy bien, Fabiola está conmigo.. en un rato mas vamos para la casa, por favor cierra bien todas las puertas y espera a que lleguemos..

—Pasó algo? —preguntó un poco mas calmada

—Llegando a casa te cuento.. te amo.

Colgué la llamada al ver que Estela caminaba hacia mi, le entregué el teléfono una vez que estuvo frente mi..

—Quien eres?  —Dijo viéndome de manera curiosa

—Soy Erika.. nos conocemos? — dije un poco intimidada por su mirada..

—No, no nos han presentado Erika, yo soy Estela.. —dijo riendo  — De donde conoces a Fabiola?

—Mm si te contara — reí al recordar

—Vaya —se sorprendió —No pensé que Fabiola hiciera de las suyas aún..

La miré confundida y solté una carcajada al entender lo que estaba insinuando

—Es mi abogada, y somos grandes amigas.. no es nada de lo que estas pensando..

—Es raro que ella defienda a alguien así como te defiende a ti, tanto interés no es normal.. estas consciente de eso?

—Somos unas excelentes amigas nada mas..

—Me alegra saber eso.. —sonrió de manera coqueta

—Somos excelentes amiga y se podría decir que es mi madrastra —Dijo Fabiola llegando hasta donde estábamos y se rió al ver la cara de confusión de Estela.

—De que hablas? —preguntó.

—Ella es la pareja de mi madre Elizabeth.. así que no pierdas tu tiempo coqueteando con ella..no esta disponible..

Fabiola y yo nos reímos al ver la cara de sorpresa de Estela, le hacíamos burla y jugábamos un poco pero en ese momento entró Sandra corriendo y muy asustada.

—Nos tienen rodeados! —Dijo fuera de control —No se en que momento pasó esto

—Tranquila madre, saldremos de esta te lo prometo..

—Dame un arma —dije decidida —Saldremos de aquí a como de lugar, no pienso morirme en manos de esos pendejos...

Fabiola me miro con una sonrisa y me entrego un arma la cual tome con mucho cuidado y la detallé detenidamente, teníamos aproximadamente 15 hombres pero según Sandra ellos eran mas de el doble que nosotros y no sabíamos por que venían hasta aquí.

—Es tu fin Fabiola —Dijo Jesse desde el lugar en el que se encontraba —Vamos a acabar contigo..

—Tu y cuantos mas idiota —Dijo Fabiola burlándose de Jesse

—Ese ejercito que esta afuera y que los tiene rodeados viene por mi.. acepta que estas perdida y muerta de miedo...

—Miedo yo? —Dijo Fabiola acercándose a ella lentamente —Tu sabes de lo que yo soy capaz.. tu sabes que yo no le tengo miedo ni al diablo.. porque aqui en este infierno el diablo soy yo —Las palabras de Fabiola iban llenas de ira, jamas la había visto de esa manera pero de alguna manera no me sorprendía yo sabía que estaba hecha para esto.

—Puede que sea verdad.. — dijo Jesse con seriedad. — pudimos ser buenas amigas pero me dañaste la vida al robarte al amor de mi vida..

—Por Dios Jesse, yo no te robé nada! —Gritó furiosa Fabiola—Ella siempre me amó a mi!

—Tu siempre la lastimabas y yo estaba ahí para ella, se estaba enamorando de mi pero tuviste que llegar a cagar todo.

Jesse se puso de pie como pudo y la encaró, Fabiola solo la miró y suspiró pesadamente, se dió la vuelta y caminó hasta nosotras con tristeza en el rostro..

—No se si vayamos a salir de esta vivas —Dijo Fabiola apunto de llorar.. sacó su teléfono e hizo una llamada.

Llamada de Fabiola:

—Mi amor estas bien? —Dijo Dany al otro lado de la linea

—Si, estoy perfectamente mi amor.. Solo sentí muchas ganas de decirte que te amo a ti y a los pequeños y que pase lo que pase siempre estaré protegiéndolos..

—Yo lo se mi vida, que pasa Fabiola? —Dijo Dany asustada — por favor dime que estas bien.

Para ese momento el llanto de Fabiola era incontenible, trató de calmarse y después habló.

—No se, trataré de que todo esté bien ok ?—dijo apenas audible.

Del otro lado de la linea se escuchó  la voz de la pequeña Fabiolita e hizo que Fabiola se rompiera mas..

—Mami, cuando vas a venir ya te extraño mucho..

Para ese momento mi cara también estaba bañada en lagrimas mientras Sandra abrazaba y le daba fuerzas a su hija.

—Ponto hija, pronto iré a casa, no olvides nunca que los amo..

colgó la llamada y se lanzó a mis brazos a llorar desconsoladamente y yo también me aferre a ella..

—No vas a morir Fabiola —Le dije en el oído —te prometo que regresarás bien con tu Familia y si tengo que dar mi vida por ello lo haré..

Se aferró mas a mi y lloramos las dos.. En ese momento vi como Jesse sacaba un arma y apuntaba directamente a la espalda de Fabiola por lo que la giré para quedar yo en su lugar pero no conté con que Sandra se atravesaría dándole la bala a ella  en la espalda.

Rápidamente detoné el arma apuntando Jesse y si la vez pasada había fallado mi tiro, esta vez fue directo a su cabeza. se desató una balacera enorme y tratamos de escondernos donde las balas no podían alcanzarnos.

Sandra estaba sangrando mucho y Fabiola había entrado en pánico y no reaccionaba, de un momento la balacera dejó de escucharse y trate de salir a ver como estaba la situación, En ese momento Estela entraba con un disparo en el hombro.

—Que pasó —Dije al verla en ese estado.. —Y Rubí?

—La mataron —dijo viendo a otro lado menos a mi.. —Ya llamé a los chicos vienen para acá..

Me acerqué a Fabiola quien lloraba desconsoladamente abrazando a su madre quien se encontraba tirada en el piso, un dolor en el pecho me invadió y sabía perfectamente lo que significaba.