Inesperadamente tu 29
Falsas acusaciones
Seguía sin moverme, tenía más de una hora sentada en el mismo lugar con la mirada perdida, no tenía idea de cómo mi padre podría ser capaz de semejante cosa.. era mi padre!!
—Es mi padre, no puede hacerme esto—dije después de mucho.
—Te entiendo y créeme que yo pienso lo mismo —Dijo molesta —Ver tanto odio me impresiona demasiado y más siendo de su propia sangre
—Tendré que enfrentarlos sola, no puedo quedarme sin hacer nada —dije poniéndome de pie —Me tengo que mover..
—Primero que nada —dijo Zoé nerviosa —Ellos empezarán por querer quitarte hasta el último centavo y cada propiedad que tengas a tu nombre —Suspiró —Tienes que ponerlo todo a nombre de alguien más y transferir tu dinero a una cuenta... De tu mamá! Ella te puede ayudar..
Mi mente se puso a trabajar y después de unas llamadas y algunas transferencias, solo quedaba poner a nombre de alguien más mis propiedades y mi parte del restaurante.
En ese momento entró por la puerta de la casa Fabiola con Elizabeth en la silla de ruedas y al ver a Zoé se quedaron confundidas pero al ver mi cara de pánico me preguntaron.
—Que pasa Erika –Dijo Fabiola —Está todo bien??
—Tu debes de estar enterada no? —Dije furiosa, caminando hacia a ella. —Tu debes de estar al tanto de todo el juego de tu madre.
—Erika no se de qué me hablas! Que juego..
—Erika tranquila —dijo Elizabeth —No te desquites con ella
Suspiré, me sentía muy furstrada y agitada y después de caminar lejos de ellas me gire y volteé a verlas.
—Me quieren matar —dije nerviosa —Tu madre está detrás de todo esto..
—Eso no puede ser.. mi madre ella me dijo que no te haría nada —dijo incrédula..
—Pues ya ves te mintió —habló Zoé enojada al darse cuenta que Fabiola era hija de Sandra.
—Para empezar, tu quien chingados eres? —Dijo Fabiola molesta —vas a creerle lo que te dice?
Me quedé callada y solo miré a Zoé y a Fabiola como se veían furiosas.
—Ella es Zoé — pronuncié y ellas la miraron sorprendida —Vino a advertirme..
—Por dios Erika le vas a creer? —Dijo molesta —es Zoé —Dijo Elizabeth sumamente enojada lo cual me hizo enojar más a mí..
—Elizabeth date cuenta de quién estamos hablando!! —Grité —Es Sandra Contreras!!!! La mujer más peligrosa del puto mundo –Dije entre burla y enojo..
—Estás hablando de mi madre Erika—Dijo Fabiola —Yo hablaré con ella no te preocupes..
—Hablarás con ella, pero de nada va a servir —Dijo Zoé —El plan se podría en marcha hoy por eso vine a advertir a Erika..
Fabiola salió de la casa como alma que lleva el diablo y solo nos quedamos en la sala, Elizabeth, Zoé y yo en un silencio absoluto..
—Yo las dejo —Dijo Elizabeth algo sería —para que hablen tranquilas..
Cómo pudo se fue a la recámara dejándonos solas, después mire a Zoé quien me miraba atentamente..
—Es ella no es así? —Pregunto una vez que Elizabeth entró al cuarto..
—Asi es —conteste rápidamente —Es una mujer increíble y la amo..
—Ella si logró robar tu corazón? —Dijo triste
—Tu pudiste hacerlo Zoé —Dije con pena —Tomaste malas desiciones
—Me arrepiento enormemente —Dijo limpiando sus lágrimas —Nadie jamás logrará hacerme sentir como tú lo hiciste, nunca saldrás de mi corazón y si alguna vez me perdonas.. llámame que estaré para ti siempre..
Salió de la casa sin dejarme decir una sola palabra, Zoé era Muy hermosa y era lo que cualquier hombre o mujer quisiera pero había perdido mi confianza y no habían marcha atrás.
Suspiré y fui al cuarto a ver a Elizabeth y se encontraba en su silla sosteniendo su cabeza en sus manos y yo solo la abracé por la espalda..
—Pasa algo? —Pregunte besando su cuello.
—Debemos terminar —dijo y de inmediato me separé para verla a los ojos.
—Que estás diciendo Elizabeth —Tome mi pelo con frustración.
—Si no estamos juntas Sandra no te hará daño —dijo seria —Es lo mejor..
—Yo no puedo y no quiero estar sin ti Elizabeth, yo lo voy a solucionar —dije molesta —Fabiola hablará con su madre y me ayudará
—Ya no quiero estar contigo Erika —Habló viendo a la pared —No te amo..
La miré con dolor
—No puedes lastimarme otra vez de esa manera — dije apunto de llorar —Tu me amas yo sé que si lo haces..
La abracé por la espalda nuevamente y besé su cuello..
—Tu piel responde a mis besos —dije mientras besaba su cuello y sentía como su piel se erizaba –A mis caricias
Me acerqué y la besé me respondió con demasiada necesidad, me separé un poco de sus labios y la mire a los ojos..
—Tu me amas, no lo puedes negar..
Me miró y solo me besó de nueva cuenta por lo cual yo le correspondi, poco poco se fue poniendo de pie como pudo se sentó en la cama llevándome encima de ella..
La besaba tan desesperadamente, teníamos mucho tiempo sin tener contacto de este tipo, siempre lo evitaba por no lastimar su pierna y ahora me estaba pidiendo con sus besos que la hiciera mía.
Besé su cuello con tranquilidad, me ayudó a quitar su ropa poco a poco hasta quedar totalmente desnuda.
Besé cada parte de su cuerpo, pasamos la tarde entre gemidos y pequeños gritos de placer que para mí era lo mejor del mundo.
Desperté después de un rato y Elizabeth estaba aferrada a mí en un abrazo completamente dormida. Sonreí al sentirla conmigo, la atraje más hacia a mí y bese su frente.
Me estaba quedando dormida cuando escuché sonar mi teléfono y lo tomé con cuidado sin hacer mucho ruido, al ver la pantalla vi un mensaje de Natalia pidiéndome que fuera de inmediato, me dió un mal presentimiento y salí de la cama sin despertar a Elizabeth y rápidamente me arreglé para irme directo al restaurante.
Al llegar y entrar a la oficina se encontraban todos alterados y al verme sus miradas eran de furia..
—Como que acusados de lavar dinero? —dijo Natalia casi gritando..
—Que?! —Dije sorprendida —Esto es imposible —Cubri mi rostro..
Pensé que se iban a meter solamente conmigo nunca pensé que se meterían con todos..
—Esto tiene que ser un error —Dije asustada —Lo voy a solucionar..
Tomé el teléfono y llamé a la mejor abogada de México ella tenía que ayudarme.
Llamada:
—Ya empezó no es así? —contesto
—Lo sabías y no me dijiste Fabiola —Grité enojada
—Calmate —Dijo Fabiola —ya conseguí que detuvieran tu detención —Supiró —es mejor que vengas a mi oficina..
—Voy para allá — colgué y me dirigí a los chicos y los miré apenada por meterlos en este lío que era mi culpa..
—Regreso en un rato chicos —Dije nerviosa —lo voy a solucionar no se preocupen.
Salí a toda velocidad de ahí y me fui directamente al despacho de Fabiola quien ya me esperaba en la puerta, al verme llegar me hizo pasar y cerró con llave la puerta del lugar lo cual se me hizo muy raro.
—Pasa algo más? —Dije asustada
—Mi madre está fuera de control —Dijo triste —Esta dispuesta a acabar contigo
—Que se supone que haré?? —Dije estresada
—Mira, ti estás acusada de lavar dinero, no se cómo mierdas pudieron hacerlo pero sacaron cosas documentos donde se prueba lo que dicen —dijo suspirando —Tus amigos no están involucrados debes renunciar a la parte del restaurante para no perjudicarlos mas.
—Claro eso lo puedo hacer no hay ningún problema..
—A partir de ahora tus cuentas de banco están congeladas
—No hay problema me adelanté y transferí el dinero a mi madre.
—Buena jugada — sonrió —Lo único que me preocupa son tus propiedades
—Solo son 3 y si me las quitan no me importa no tienen mucho valor en realidad..
—Vale.. entonces déjame arreglar todo esto a mi.. —Dijo abriendo su cajón —Tu solo te encargarás de cuidarte —me entregó un arma.
La miré confundida y solo asintió,
—Si te atacan no dudes en usarla —dijo seria
—Y si es tu madre? —pregunté..
—Tampoco dudes en usarla —Dijo con dolor en sus ojos.