Inesperadamente tu 21

Persecución

Mi mente estaba en otro lado, ni siquiera me quería quemar la cabeza pensando en esas cosas, me había cansado de ser yo la que siempe sufria y se desvivia por la demás gente y ellos ni se preocupaban ni valoraban

Habia llegado al punto de pensar que ser bueno no te servia de nada si al final todos terminaban pagandote mal, se me habían quitado las ganas de ser esa persona tonta ingenua que creía en todos, iba a ser lo que ellos habían construido una persona sin sentimientos y desconfiada.

Los días transcurrieron normalmente, Elizabeth solo me dirigía la palabra para lo laboral y nada mas, no podía negar que me dolia pero no iba a demostrarlo nunca. Todos se habían enterado de mi sorpresiva relación con Natalia que iba bien pero yo no sentía las ganas de antes, me había decepcionado tanto de las personas que preferí siempre estar preparada para lo peor.

Vivia mi vida normalmente, mantenía mi mente siempre en mi trabajo, viajaba cada dos semanas a estados unidos para revisar como iba aquel proyecto en el que habimos invertido meses atrás, cada vez me sentía mas orgullosa de lo que estábamos logrando, los negocios iban muy bien y eso es lo único que me mantenía feliz.

Me dirigía tranquilamente al centro comercial a distraer mi mente, necesitaba urgentemente salir de la rutina, dajé del coche y caminé observando a la gente que paseaba feliz y de la mano con su familia, y sentí un poco de nostalgia saber que eso era lo que alguna vez había soñado, suspiré y seguí caminando observando cada detalle de aquel lugar, no sabía que hacía ahí pero algo me llevó hasta ese lugar y no dudé ni un momento en ir.

Mientras caminaba sentí como alguien se puso a mi nivel caminando y pude ver que se trataba de Fabiola que me miraba con una sonrisa.

-Hola Fabiola que sorpresa - dije deteniéndome a saludarla

-Vaya que si es una sorpresa agradable verte Erika -dijo sonriendo -ya desde hace un tiempo no sabía de ti..

-Si bueno, con el trabajo se me complica muchísimo -dije algo aburrida -por eso he decidido venir a distraer mi menre, quería pensar un poco..

-Yo vine a comprar unas cosas para mis pequeños -dijo mostrándome las compras que traía en la mano -quisieras ir a tomar un café o una copa -dijo sonriendo

Lo pensé por unos segundos pero al final acepté ya que no quería estar pensando en muchas cosas.

-Claro, si vamos..

Sonrió y caminamos directamente a la salida del lugar y nos dirigimos a su coche y nos miramos haciéndonos la misma pregunta.

-En tu coche o en el mío -Dijo Fabiola divertida

-Vamos en tu coche, más tarde regreso por el mío -dije más que nada porque no tenía ganas de manejar.

-Vale, vamos..

Subimos a su coche y platicábamos animadamente sobre su vida y sobres sus pequeños que eran su adoración, me contó una parte de su vida y como conoció a Dany su esposa a quien amaba con locura y se veía el amor cuando la mencionaba, yo deseaba que algún día alguien hablara de mi con tanta devoción.

-Y tu que tal te va? - preguntó mirándome de reojo

-Buenos -dije pensando -En estos momentos el trabajo es lo que más me importa y es en lo que me mantengo ocupada la mayor parte de mi tiempo..

-Espero no sea una indiscreción pero mi madre me contó sobre tu relación -dijo viéndome cuando se paró en un semáforo en rojo.

-Oh no, bueno para todos fue una sorpresa porque ha decir verdad yo viví enamorada de ella por toda mi vida y ella jamás me había visto de otra manera hasta hace un tiempo que me confesó que me quería..

-Vaya! -similar a algo que me pasó a mí tiempo atrás -dijo recordando con una sonrisa

-No salió bien? - pregunté

-No.. -se rió -Claro cada situación es diferente creo yo..

-Puede ser..

Guardé silencio por un momento pensando en que si en realidad quería estar con Natalia o no.

-Tienes dudas no? - Preguntó

-Si, muchas no te lo voy a negar pero no quiero ni siquiera ponerme a pensar en eso, ya tengo suficiente, la verdad.. prefiero enfocarme en mi trabajo.

-No toda la vida es trabajo Erika -dijo Fabiola seria - yo pensé lo mismo y eso solo me llevó a hundirme más.. terminé fuera del país -se rió - no me arrepiento porque conocí al amor de mi vida..

Guardé silencio y es que era verdad que mi trabajo lo usaba para escaparme de la realidad y dejar de pensar en cosas que ponían a mí cabeza a dar vuelta.

-Solo toma ese consejo -dijo con su sonrisa característica - disfruta la vida y manda a la chingada a las demás personas, no vale la pena mantenerlos felices mientras tú por dentro te estás derrumbando. Piensa en ti antes que nadie.

Un silencio cómodo invadió el coche y solo miraba por la ventana el camino que había tomado Fabiola.

-Esto tiene que ser una puta broma -dijo viendo por el espejo retrovisor.

Fabiola se veía rara, nerviosa y me miraba a mí y después al retrovisor, saco su teléfono y marcó algunos números.

Solo escuché cuando mencionó algo que no logré entender ya que eran códigos y no tenía idea de que se referia

-Pasa algo Fabiola? -dije nerviosa al ver su cara

-Erika lo lamento, aquí pasará algo feo pero te prometo que te cuidare.

Pasaron unos pocos minutos cuando rápidamente se estacionó y bajó del vehículo y en menos de dos segundos dos caminonetas blancas pararon justo atrás de ella y se bajaron a sus espaldas muchos hombres armados..

Giré y vi a otra camioneta que estaba parada a una distancia algo considerable pero que de igual manera se veía inquietante

Me sentía demasiado nerviosa pero no quería moverme de mí lugar, sentía la notable tensión del lugar, mí mirada estaba fija en Fabiola quien sólo se paró de lejos viendo a aquella camioneta que no mostraba señales de vida, Fabiola regresó al coche y se subió algo acalorada y se miraba nerviosa.

–Que está pasando? –dije preocupada.

–Nos estaban siguiendo y yo no puedo hacer nada, no puedo acercarme a ellos.. esto se podría salir de control y armarse una guerra y no quiero eso en mí vida nuevamente..

–Señorita –dijeron por la ventana –que espera para irse –nosotros estamos para dar la vida por usted –dijo aquel hombre.

–No puedo dejarlos así –dijo Fabiola asustada –Ya estoy muy fuera de práctica –Me iré pero llama a mí madre que les mandé refuerzos por favor..

–Usted no se detenga por lo que escuche –dijo el hombre con una sonrisa.. – solo acelere..

El hombre palideció al ver que se le sumaban más camionetas a la persona que nos estaba siguiendo y solo corrió con sus compañeros, Fabiola cuando se dió cuenta aceleró y salió quemando llanta de ese lugar, en ese momento un sin fin de detonaciones se escucharon y sentía mí corazón palpitar desenfrenadamente no sabía que diablos estaba pasando.

–No! –dijo golpeando el volante –Se detuvo algunas calles adelante y sacó un arma y bajó del auto.

–Quiero que bajes del coche y te pongas detrás de él de una manera que no te puedan ver ni herir te prometo que saldremos de esta..

Salió corriendo hasta donde estaban aquellas detonaciones y sentí como mis oídos dolían por el sonido tan fuerte que las balas producían

Solo dos minutos bastaron para que el silencio reinara todo el lugar, me levanté y vi a Fabiola en agachada en el piso viendo cómo habían acribillado a las personas que la estaban cuidando..

Pensé en acercarme pero el miedo me invadió y justo cuando me iba a ir noté que alguien caminaba a lo lejos hacia Fabiola, rápido Corri con rapidez y discreción, con todo el miedo del mundo tomé un arma de tantas que se encontraban tiradas y caminé hasta quedar detrás de Fabiola.

Mis manos temblaban, no sabía si aquella persona que se acercaba era mala persona, Fabiola se veía afectada  y no reaccionaba de ninguna manera.

–Asi te quería encontrar Fabiola Contreras –Dijeron a lo lejos, –Te dije que te haría regresar al negocio no es así? –dijo aquella persona

–Que ganas con esto? –preguntó Fabiola con lágrimas en los ojos.

–Me quitaste lo que más quería no se te hace suficiente ?? –preguntó aquella chica.

–Yo nunca te quité nada –dijo Fabiola –Siempre me amó a mí

–Me amaba y tu tuviste que cargarlo todo como siempre.

–Jesse por Favor no quiero que te maten, sabes que esto fue un gran error.

Asomé mí cabeza y noté como aquella chica tenía el arma en la cabeza de Fabiola.

–Disfrutareñé cuando mate a tus hijos y cuando haga mía nuevamente a Daniela..

–Pudrete –dijo con rabia Fabiola.

No sé de dónde había sacado la fuerza y el valor pero me levanté y accioné el arma en contra de aquella chica dándole en un brazo..

Rápidamente solté el arma y tomé a Fabiola y corrimos de ahí, la chica se había quedado retorciéndose del dolor y logramos llegar al coche.

Tomé el control y salí a toda velocidad del lugar..

–Si sabes lo que haz hecho? –dijo Fabiola con la respiración acelerada –Te haz jodido la puta vida mujer –gritó furiosa y golpeando el tablero del carro.