Inesperadamente mio (Drarry)
Lo que puede pasar sin esperarlo en una noche en la que el aburrimiento lo cambio todo.
La noche bañaba la ciudad. Ese día él no tenía nada que hacer y solo pensaba en pasar el rato y volver solo a casa. Una de las tantas veces que su mente había decidido darse un respiro. Vestido con un vaquero desgastado y una camisa negra, entro en el local de turno, ni siquiera miro el nombre.
Su mirada se paseaba por las miles de parejas arrimándose y separándose. Algunas chicas se acercaban a él para insinuarse y robarle algún que otro toqueteo que él no correspondía. Solo que no le interesaba esa rama y pocos lo sabían. La música cambio y las parejas se arrimaron al compas de la balada. Una mano blanca como la leche se poso en su brazo viéndose arrastrado hasta un cuerpo musculoso que no parecía conocer de nada.
Su interior comenzó a hervir al sentirse preso del agarre. No estaba para nada planeado que pasara eso. Solo quería tomarse algo y largarse.
Un soplo de aire llego a su oído y de refilón vislumbro entre las sombras y las pocas luces del bar un mechón rubio que si que le era reconocible. Había pasado muchos años desde la última vez que se vieron, pero aun lo recordaba.
-¿Asustado Potter? –en un susurro y sintiendo cada palabra clavarse en su interior el joven negó con la cabeza. –Lo pareces…
Harry alzo la cabeza quedando cara a cara con Malfoy. Ya tenían cada uno sus bien pasados los 25 y habían cambiado mucho. Se quedo ensimismado con la vista clavada en sus ojos. Quería decirle mucho… quería explicaciones… pero no le salía nada.
-¿Por qué? –pregunto por su parte Draco. Harry solo asintió. –No creo que tenga que darte explicaciones…
Volvía a ser el arisco de siempre, pero algo había cambiado. Sus manos agarraron la cintura del muchacho bajando sin discreción ninguna a su trasero. El moreno ya sentía que el roce y las caricias iban subiendo su excitación hasta notarse en la tela de sus vaqueros. Draco se daba cuenta de todo y su sonrisa seguía enigmática, pero sus ojos decían lo contrario.
-Has sido muy malo Potter… No deberías haber dejado que te atrapara así… Estas perdiendo facultades. –sus dientes atraparon el lóbulo de la oreja dándole pequeños tirones.
Harry gimió bajo posando las manos en el pecho del joven intentando apartarlo sin fuerzas. No quería ni deseaba que dejara de tocarlo, pero estaban delante de todos… Aun no era el momento.
-Te voy a enseñar los placeres… No vas a esconderte más de nada ni nadie.
Sin esperarlo, se vio arrastrado hasta una de las esquinas en completa oscuridad. Su respiración estaba subiendo cada vez más rápido por segundos. Harry sentía la fría pared bajo su espalda y el cuerpo caliente de Draco delante de él. Parecía un muñeco de trapo en sus brazos aun perplejo pero completamente excitado. La pletina de los pantalones salto en un segundo y no se escucho ningún ruido cuando la cremallera dio tope.
-Draco…-gimió el moreno al sentir la mano colarse dentro. No usaba ropa interior, llegaba a ser muy molesta.
-Mira que chico tan malo… -el rubio tomo en su mano la media erección tanteando el terreno. -¿Quieres que te folle Potter? –susurro en su oído sacando el miembro de su cárcel. -¿Quieres que me folle ese precioso culito? –le dio un largo lametón en el cuello clavándole los dientes después.
-Oh dios… -solo pudo articular el joven comenzando a moverse contra esa mano. Su cuerpo le decía que si con ansias… pero su cabeza le recordaba donde estaban y lo que estaban por hacer. –Si…si… pero aquí no…
Malfoy rio en su oído. Había visto muchas noches al joven liarse con algún chico, pero sabía de buena mano que seguía escondido y no tenía pareja. Ver ese culo moverse al compas de la música le había hecho perder la cabeza. Soñaba y se masturbaba con las fantasías de enterrarse a fondo dentro y no iba a pasar de esa oportunidad que se le había presentado.
-Bien pequeño… arréglate. –el joven le dio una última caricia y lo soltó dándole la espalda.
Harry reacciono poco después. Rápidamente se recompuso para después pasarse una mano por el pelo para espabilarse un poco. ¿Qué le estaba pasando? ¿Por que dejaba que Malfoy lo tratara así? Sentía la presión de los vaqueros diciéndole que le importaba un pimiento, pero que salieran rápidamente de ahí.
Malfoy tomo la mano del moreno y lo llevo hasta la salida atravesando el gentío. Su mente solo estaba en llegar a casa y hacer miles de cosas con el joven desnudo… Completamente desnudo y a su merced.
Todo pasaba rápido. Gente. Coche. Casa… Hasta que se encontró de rodillas frente al rubio que lo miraba con los ojos súper oscurecidos por tenerlo para él. Harry ladeo un poco la cabeza mordiéndose el labio con deseo. Veía claramente el enorme bulto que se estaba formando en los finos pantalones de vestir del rubio.
-¿A qué esperas? ¿No la quieres? –lo incitó pasando una mano por su polla.
-S…Si. –gimió tomándose las manos con nerviosismo.
-Pareces una virgencita…nena. –Harry entrecerró los ojos molesto y ataco los chinos con ansia. Ver esa preciosidad erguida y dura frente a él puso su propia verga aun peor de lo que estaba y su boca se hacía agua. –Cómemela –ordenó cogiéndole la cabeza y llevándola de un tirón hacia él.
Harry abrió la boca abarcando de un tirón la mayor parte de la polla del rubio. Se dejaba follar la boca gimiendo al compas… Imaginándose que estaba hundida dentro de él cada vez más duro y profundo.
-Que boquita tienes…Uff –el joven puso la otra mano acelerando las embestidas dentro de su boca. –Te voy a dar la noche de tu vida. –El joven acelero descargando todo lo que tenia directo a la garganta sin darle tiempo ni a tomar aire. –Así… Así… como un buen chico.
Harry ya había puesto las manos en su trasero desnudo y lo apretaba contra si para no perder ni una gota de la rica leche que se estaba tragando. Ya con el rubio más relajado, Harry aprovecho para dejar limpio y reluciente el miembro que iba a ser suyo. No poco después, Draco lo separo alzándolo, atacando sus labios para darle las gracias.
-Ven pequeño… vamos a ponernos cómodos. –Draco sonrió enigmático pasando por su lado para ir a oscuras por su casa hasta el dormitorio.
Harry lo siguió relamiéndose. Había pasado ya la etapa de los nervios y ahora solo quería más. Quería ver de lo que era capaz el rubio que había visto hace bastantes años encular a un joven en un local… Contra la pared, había puesto su libido por las nubes al ver ese trasero moverse y la cara de placer de ese momento.
El cuarto estaba alumbrado por velas por todos lados. Una cama con doseles y colchas negras presidian la habitación con un gran espejo que le llamo grandemente la atención. Draco apareció solo con los pantalones y descalzo. Ese cuerpo había cambiado mucho… realmente estaba para comérselo. Sonriendo, lo agarro de una de las hebillas de pantalón acercándolo a él. Sus labios le daban sed, necesitando cada vez mas y mas siendo correspondido por el rubio.
Los botones saltaron de un tirón del joven a su amante. No le importaba, le compraría las que necesitara si quería, solo necesitaba sentir piel contra piel. Un gemido rompió el silencio cuando Draco tomo un pezón en su boca y lo mordisqueo. Se notaba la prisa y la rapidez con que iba todo, pero ambos estaban igual.
-Voy a tenerte… Vas a sentirme…
-Si… -gimió el joven enterrando los dedos en los finos y sedosos mechones de Draco.
-Eres mío…
Draco se separo desabrochándole los vaqueros y bajándoselos de un tirón. Le ayudo a quitarse los zapatos y calcetines junto con los vaqueros. Se postro de rodillas notando la largura de su miembro. Se puso celoso de pensar cuantas personas habían sentido y tenido a ese hombre.
-No habrá nadie mas –sentencio con una orden abarcando con su lengua el glande.
-Ahhh… -Harry agarro con la mano libre el poste de la cama.
-Dilo… -aspiro con fuerza mostrándole quien mandaba…
-Nadie… -solo pudo decir mientras arqueaba el cuerpo intentando introducirse dentro.
Malfoy gimió aceptando lo poco que había dicho dejándole hacer por el momento. Un jadeo brotó de su amado al sentir la húmeda y caliente boca abarcando su polla. Un mete y saca acompañado de la lengua del rubio lo iban acercando mas y mas al orgasmo. Él lo notaba y sonreía interiormente. Solo unas chupadas más y Draco lo saco de su boca notando como ya estaba endurecida y más grande.
-Ni se te ocurra correrte –le gruño acariciándola por entero.
-Dra…Draco. –el joven estaba a punto. Varias gotas pre seminales ya habían coronado la punta de su capullo.
-No. –le dio un tirón y lo empujo hacia la cama. –Quítate esa camisa –ordeno gateando por encima de él.
Su mano fue directa al cajón de la mesita más cercana para coger un botecito de lubricante que nunca faltaba en sus relaciones. Él estaba sano. Utilizaba condones con regularidad pero aun así se hacia lo análisis.
-¿Te cuidas? –le preguntó clavando su mirada en la verde de él.
-Si. –susurro tirando la camisa hacia un lado quedando olvidada en el suelo.
La sonrisa de Draco ilumino su rostro y Harry delineo sus labios con la yema del dedo.
-Hazme el amor Draco. –le suplico más que pidió.
-Con mucho gusto pequeño. –ya lo había tomado como una palabra cariñosa y le gustaba cuando se la decía a Harry.
El moreno subió las piernas y las abrió para su amante. Su polla se erguía orgullo entre sus piernas que no tardo en encontrar su lugar. La boca de Draco la tomo mientras que su primer dedo comenzaba a estimular el ano con lubricante. Las ansias de tenerlo luchaban en su interior por pasar de esto y meterse dentro de él.
-Rápido –gimió el joven Potter instándolo a meter otro dedo. –Soy rápido en esto.
Y era la pura verdad. Su segundo dedo entro fácilmente y poco más tarde un tercero. Harry estaba que explotaba pero no quería correrse aun. Draco se arrodillo entre esas piernas abiertas colocando la punta de su verga en el orificio preparado para lo que iba a pasar.
-Intentare ser cuidadoso. –susurro apretando.
-No.-las piernas de Harry lo rodearon empujándolo contra él.
La polla de Draco no tuvo obstáculos en introducirse en el ano notando lo prieto y perfecto que era. Quería ir despacio… la primera vez quería que fuera así, pero la necesidad y las ansias de los dos ganaron la batalla. Comenzó a introducirse con movimientos rápidos y sin paradas. Se acoplaban a la perfección notando como las paredes se amoldaban a su mástil.
-Precioso… -Gimió Malfoy observando a Harry despeinado y con los ojos brillantes por el deseo. La mano blanca comenzó a acariciar a la misma velocidad la piel morena del joven a la vez que las embestidas.
Potter arqueo la espalda y apretó más el cuerpo de leche contra él. Sus manos apretaban las sabanas en puños mientras la habitación se llenaba de gemidos y jadeos. Draco sabía que se estaba aguantando y que él no iba a durar mucho.
-Vamos Pequeño… Hazlo conmigo… -las estocadas iban cada vez siendo más cortas y rápidas. Él mismo sentía como su corrida iba acercándose más hasta el punto de que grito y comenzó a correrse en largos y espesos chorros dentro de él.
-Si… si… -Harry arqueo de nuevo la espalda y se dejo ir pringándolos a los dos de leche.
Draco cayó desecho encima del joven que lo arropo con su cuerpo con total ternura. Ambas respiraciones bajaron hasta ser regulares y la cabeza del rubio se alzo para darle un tierno beso en los labios.
-Mío… -gruño saliendo de su interior.
-Sin duda… -Harry suspiro y se acurruco contra el rubio.