Industrial (2)

Sábado por la mañana, después de una noche llena de sorpresas, la mañana puede ser aún mejor, mas guarra y con mas sexo.

INDUSTRIAL (2ª Parte)

Miro el despertador, son las 12 de la mañana, lo bueno que tiene el whiskey es que no deja resaca importante, pero me duele todo, la noche anterior me ha dejado machacado. El sol entra por la ventana, estoy desnudo y bocabajo en la cama, no tengo prisa, hoy toca limpiar la casa y no me apetece nada. Sigo en la cama un rato más medio dormido.

Suena el timbre de la puerta ¿Quién será? No me apetece ver a nadie, no me levanto. Vuelven a llamar, que pesado. Decido ir a ver quien es, me coloco una sábana como puedo y abro la puerta sin mirar por la mirilla.

Rubén, que sorpresa, ¿que haces aquí, pasa algo? -

Que tal Estebán, tranquilo no pasa nada, me he levantado hace poco y no sabía bien que hacer así que he pensado que te apetecería ir a dar una vuelta. Llevo poco tiempo en la ciudad y no conozco a casi nadie, recuerda que llevo desde que era casi un crío estudiando fuera.

Entiendo, pasa y siéntate, preparo algo enseguida.

Uff, esto si que no me lo esperaba, después de lo que pasó anoche Rubén en mi casa. Y yo con estas pintas, pero que digo, estoy tonto, si anoche le mee encima, ahora me va a dar corte que me vea así, pues si, me da.

Perdona que te reciba con estas pintas, estaba en la cama

Vaya, lo siento, creo que a sido mala idea, mejor me voy

No no tranquilo, si estaba despierto pero estaba tan a gusto y… bueno, después de la noche que hemos… perdón, que he tenido.

Estaba muerto de la vergüenza y lo peor es que no se por que, nunca me he mostrado así por mis comportamientos sexuales, pero Rubén parecía tan diferente ahí, sentado en mi sofá, al guarro salido de anoche.

Estebán que era yo el de anoche, no te preocupes, no vengo a dar explicaciones ni a pedir ni tu consentimiento ni tu perdón.

Me quede inmóvil mirándole. No sabía que decir, aquellas palabras parece que unieron en mi cabeza a las dos personas, al hijo del jefe y al putón de local. A partir de ahí me relaje y actué con mas naturalidad

La verdad es que me llevé una sorpresa, eres el que menos podía esperar encontrarme en un sitio como aquel

Ya imagino, yo sin embargo voy buscando tíos como tú a sitios así. Ayer era la primera vez que iba a ese aquí en la ciudad, pero no es el primero que frecuento. Me da mucho morbo y me encantan.

¿tíos como yo?

Cuando era pequeño mi padre me llevaba a la fabrica para que viese las maquinas, siempre me atrajo el olor, mezcla de grasa de las maquinas y sudor de los empleados pero de niño no sabes darle una explicación a ese gusto tan extraño. Mis compañeros de colegio se reían cuando se lo contaban, a ellos les gustaba jugar con videojuegos y cosas así.

Rubén tu mismo has dicho que no me ibas a dar explicaciones, y de verdad que no me hacen falta.

Mientras le digo esto voy hacia la habitación y me colocó unos calzoncillos, los primeros que pillo, los que me quité anoche que están al lado de la cama, no están sucios, y además quién sabe, a Rubén quizás le guste la idea y… en fin. Para ir del dormitorio a la cocina a preparar el café pasó inevitablemente por el salón.

Rubén se me queda mirando, reconozco que para tener cerca de 40 años me conservo muy bien, me gusta mantener un aspecto varonil lejos de lo que hoy parece estar de moda entre la nueva era de tíos, todo cremitas y depilación sin control.

Veo que te has puesto los mismos calzoncillos de anoche.

¿Te molesta? Son los primero que he pillado

Tranquilo, me gustan.

Vuelvo de la cocina con una bandeja, Rubén no está, dejo en la mesa el desayuno y miro para todos lados, el baño está con la puerta entre abierta y la luz apagada. Solo puede estar en el dormitorio.

Al entrar lo encuentro tirado en la cama totalmente desnudo y boca abajo, tiene un cuerpo perfecto, ya lo dije antes, sus 24 o 25 años florecen ante mis ojos y bajo la luz del sol que entra por la ventana. No puedo evitar que mi polla se levante.

Me gusta como huele tu cama, huele a tu sudor.

Se mueve oliendo cada centímetro de la cama, deja ver su entrepierna tímidamente, no tiene vello por ninguna parte de su cuerpo a excepción de la zona del pubis. Se detiene y olisquea durante un rato

¿Apuesto que esta zona que huele tan bien es justo donde pones la polla para dormir?

No puedo resistirme, estoy a punto de reventar el slip. Me la tocó mientras sigo mirando los movimientos del joven. Se sienta en la cama dejando su cabeza junto a mi pelvis.

Seguro que tu hueles mejor aún ¿me equivoco?

Huele el calzoncillo rozando con su nariz mi, aún, embutida verga dentro de el. Me lo arranca con fuerza. Su expresión vuelve a ser la misma de anoche, se le encienden los ojos mientras se mete toda la carne en la boca, puedo olerme los sobacos mientras con los ojos cerrados siento el calor de su boca devorando mi miembro. Ya va para dos días que no pruebo el agua, mi olor es fuerte, a mi me gusta, a él mucho mas, me lame con su lengua el vientre, el pecho, los pezones. Noto sus dientes acariciando la axila después de olerla, parece que me fuese a morder. Me lame también el cuello, se roza con mi perilla su barbilla antes de besarme con pasión en la boca, me mete la lengua. Coje con sus manos mis nalgas y me aprieta hacia él con fuerza. Me susurra al oído:

Fóllame

Es momento de que tome la iniciativa. Desde el primer día que le vi sabía que me lo acabaría tirando, nunca imagine que de esta manera, ni en mis mejores sueños podría pensar que tuviese gustos parecidos a los míos. Se ha puesto de pie tirado hacia delante en la cama, roza con su culo mi aparato, ha cogido mi calzoncillo y lo huele.

Le cojo de las caderas y me lo acercó, mi polla le atraviesa la entrepierna hasta tocar sus huevos por un lado, me meneo adelante y atrás notando el roce de su vello y mi pene. Se abre de piernas, deja su agujero tan al aire libre que dan ganas de comérselo, ¿Por qué no? Pienso, y me agacho y lo lamo, le escupo y vuelvo a pasar la lengua

Oh Esteban, métemela, por lo que mas quieras. Necesito una polla dentro de mi cuanto antes o me moriré del incendio que me quema por dentro.

Calla guarro, ¿no te gusta que te lo coma antes o que?

No me vale, quiero una buena verga. O me la metes o me largo fuera y me tiro al primero que pille.

Antes de terminar la frase se la he clavado, sus nalgas se endurecen al sentir mi embestida. Esas nalgas lisas como las de un niño pero prietas como las que solo un hombre de su edad puede tener. El esfínter, bien adiestrado, se dilata para dejar pasar todo el miembro para contraerse después sujetándome bien, el placer que me está dando es indescriptible, nunca me he follado a nadie que juegue tan bien con su culo. El muy cabrón es un autentico puto que sabe hacer bien su trabajo.

Se la saco para darle la vuelta, me coloco encima de él y antes de volver a metérsela se la meto por la boca para que recoja el líquido preseminal que me sale. Lo hace, chupa como un loco desesperado, me lame todo el tronco de la polla hasta llegar a los huevos, se los mete con igual destreza en la boca. Coloco mi culo encima de su cara para que me lo coma un rato, no pone ninguna oposición. Me lo chupa con la misma habilidad que hace todo, su lengua se introduce en mi agujero, mmm que rico, hace que se me endurezcan los pezones del placer.

Lo vuelvo a follar, no ando con rodeos, le clavo la polla de una vez hasta dentro, mis huevos llegan a sus nalgas y el grito de Rubén es de los de llegar al éxtasis, tanto es así que se corre encima de su vientre con mi polla dentro, dos vaivenes y yo me voy dentro de él, al sentir como mi leche le inunda su polla sigue chorreando semen, yo sigo descargando a la vez que él, es como si todo lo que yo le meto dentro lo sacase él por su polla.

Ha sido increíble, reconozco que para no ser mi tipo de hombre Rubén me ha sacado mas leche que nadie. Se levanta de la cama desnudo y va al baño. No pasa un minuto y me llama, lo encuentro en la bañera, se está meando encima

¿no te apetece una meada?

La verdad es que si.

Mi polla ya algo flácida lanza un chorro de pis encima del joven, le riego de arriba abajo, se traga lo que le echo. Me invita a pasar a la bañera, me tiró encima de él, me restriego llenándonos los dos del liquido amarillo que poco a poco se va secando y resulta pegajoso. Allí me lo vuelvo a tirar. Nos volvemos a correr juntos.

Ya son las 2 de la tarde, hemos estado 3 horas y hemos echado dos polvos maravillosos. Yo ya me he duchado y ahora lo está haciendo él, vamos a comer juntos fuera. El fin de semana no ha hecho más que empezar. Me dice desde la ducha que solo se lavará con agua, no quiere oler a nada esta noche cuando vayamos al "criminal", yo tampoco me he dado con ningún gel