Increible pero cierto

Creo que es mejor que lo leais, porque es dificil resumirlo.

Los primeros recuerdos de mi infancia, van unidos a la figura de mi tío Pedro. No hay un santo, un cumpleaños, una Navidad, cualquier celebración en que no este presente mi tío Pedro con su regalo. De todos sus sobrinos y tiene 10, yo era su niña bonita y sigo siéndolo, creo que incluso mas desde que acabé mi carrera de derecho y me quedé a vivir en O., Siempre ha estado a mi lado, ayudándome. Primero colocándome en el bufete de un amigo suyo, luego avalándome con la hipoteca del apartamento que me compré,. He tenido dos parejas, la primera ha durado 4 años y fue un desastre, la segunda 1 año y otro desastre. Parece que me he especializado en hombres de poca personalidad, apáticos, vagos, aprovechados, incluso poco interesantes sexualmente.

Actualmente estoy sin pareja y aun tengo mas relación con mi tío. Solemos vernos casi a diario a la hora de desayunar y algunas tardes, si acabo temprano, subo a su casa y me invita a cenar un poco de fiambre o unos ahumados, mientras vemos una película de video.

Para centrar un poco mas la historia añadiré que mi tío tiene 62 años y es viudo desde hace siete y no tiene hijos. Yo tengo 34, trabajo y en este momento no tengo pareja, ni  intención de tenerla, después de las experiencias vividas.

Aquella tarde después del trabajo, me dirigí a su casa.. Ya tenía la cena preparada. Fiambres, unos montaditos de pimiento y anchoa y otros de paté.

Charlamos mientras comíamos y bebíamos unos vinitos, luego puso un CD  ¨La boda de mi mejor amigo¨  ya la había visto, pero no me importo, me arrellane en el sofá a su lado, apoye la cabeza en su hombro y enseguida sus dedos entraron en mi pelo y se movieron dándome suaves masajes. Aquella era mi postura favorita, siempre que nos sentábamos juntos a ver una película.

Aquel masaje me resultaba tan agradable, tan relajante, que en ocasiones me quedaba medio dormida.

Esa tarde estaban siendo especiales. Sus dedos me acariciaron la frente, mis sienes, mis mejillas. Las yemas de sus dedos resbalaban por mi piel muy suavemente. Contornearon mis cejas, bajaron por mi nariz y acariciaron la parte superior de mis labios, mis mandíbulas y bajaron por mi cuello. Mi relajación desapareció cuando sentí que seguía muy lentamente el borde del escote de mi blusa.

¡era imposible lo que estaba pensando!, que mi tío Pedro estuviera tratando de sobrepasarse conmigo, sin embargo la punta de su dedos seguía ahora el borde de mi escote pero por debajo de la tela.

Dios! No sabía que hacer, el corazón latía aceleradamente y notaba un calor intenso en la cara.

Me estaba besando en la frente. Mas que nerviosa, me sentí excitada, estaba empezando a mojarme. Creo que el ambiente influyo decisivamente, solo la luz que daba el televisor alumbraba la habitación y variaba de intensidad según la escenas. Por otra parte las caricias eran tan suaves, tan lentas. Sus dedos habían pasado varias veces bajo la tela de mi blusa.

Influía también que yo llevaba varios meses sin sexo, mi vulva latió y mi clítoris dio saltitos de alegría.

Marta…….

Lo miré cuando dijo mi nombre, me pereció que sus ojos me suplicaban, que esperaban algo. No me planteé ningún problema ético. Quería a mi tío Pedro, estaba excitada y deseaba que las sensaciones

increíbles que estaba sintiendo en aquellos momentos continuaran lo mas lejos posible

Lo miré directamente a los ojos, el sostuvo mi mirada por un momento y luego se inclino y sus labios se posaron muy suavemente sobre los míos. Creo que por un momento me mareé, la emoción de que mi tío pedro me estuviera besando, era algo que me superaba.

Abrí los labios esperando que su lengua entrara en mi boca, pero no fue así, pasó una y otra vez sobre mis labios, la movía rápidamente entre ellos, fui cerrándolos y aquella lengua se movió como si tuviera electricidad, asomé la punta de la mía entre los labios y aquel beso o lo que fuera me enloqueció, porque la suya me acarició una y otra vez de una forma que a mi me pareció el beso mas excitante de mi vida. Ya había perdido todo tipo de inhibiciones que aún pudiera tener y desabroché los botones de mi blusa. Acarició mi pecho sobre le sujetador. No tenía unos pechos muy grandes, pero si duros y muy bien hechos y tiré del sujetador hacía abajo desnudándolos. Yo jamás me había ni remotamente imaginado unas caricias tan suaves, que aquellos dedos que casi no me rozaban  pudieran convertir mi vulva en una fábrica  de jugos, hasta el punto de notar que corrían entre mis nalgas como un río.

Mis pezones estaban como piedras, la yema de sus dedos pasaba sobre ellos alternativamente, luego cogió uno entre su dedo índice y pulgar haciéndolo girar hasta casi hacerme sentir dolor, para volver a empezar de nuevo. Sus labios habían cogido la punta de mi lengua y la chupaba despacio y yo empecé a tener los primeros síntomas. ¡ME IBA A CORRER!.

Pareció adivinarlo porque dejó de besarme en la boca.

Marta……..Marta

Su susurro en mi oído y su mano entró por debajo de mi falda y subió lenta por mi muslo, me sacaron del éxtasis. Abrí las piernas, su mano siguió subiendo, ahora por el interior de mi muslo. Me tensé esperando ansiosa y cuando su mano acarició mi coño por encima de la tela de mi braga no aguante mas. Entonces todo fue muy rápido, creo que se sorprendió, no le dio tiempo a reaccionar y cuando quiso hacerlo, yo había desabrochado su cinturón y le estaba bajando el calzoncillo y el pantalón al mismo tiempo.

Marta!.......Marta espera!

No ….no    No!

Me arrodillé en el sofá a horcajadas sobre el, metí la mano entre nuestros cuerpos y cogí su polla.

62 años, siempre había creído que con aquella edad los hombres no alcanzaban grandes erecciones pero aquella polla que tenía en la mano demostraba mi error.

Marta por favor! No tengo preservativo.

No te preocupes, puedes acabar dentro sin ningún problema.

Me coloqué la punta de la polla entre los labios de mi coño, la pasé a lo largo varias veces, me acaricié el clítoris y luego la puse muy despacio en la entrada de la vagina. Fui sentándome sobre ella, notando como entraba hasta el fondo entera, hasta sentir sus testículos colocarse entre mis nalgas.

No me moví, se la apreté una y otra vez con la vagina, lo abracé, apoyando la cabeza en su hombro y empecé a moverme muy despacio, casi sin sacarla, frotándome contra el su vientre. El no se movía, me dejaba hacer solo a mi, me tenía sujeta por la cintura y empecé a sentirlo como nunca lo había hecho. Creo que empezó en mi garganta y fue bajando muy despacio, tomando fuerza, temblé sentí como convulsiones y grité.

Ahora!.......ahora!

Quise acelerar mis movimientos me subí para que la polla saliera y entrará mas rápido, con mas fuerza y entonces el me dio un fuerte tirón hacía abajo, su polla entro como un obús dentro de mi y ya perdí todas mis fuerzas. Me estaba corriendo, pero……corriéndome!

Las contracciones de mi vientre eran violentas a cada latigazo de me daba aquel orgasmo descomunal.

Permanecí quieta, apretada a el con la sensación de que el mundo daba vueltas a mi alrededor. Se me iba pasando. Mi tío me tomó por la cintura, me levanto un poco y fue sacando su polla. En el último momento cuando salió de golpe de mi vagina, otra corrida tan fuerte como la anterior me dejó al borde del colapso.

No se el tiempo que pasó hasta que me recuperé, le acaricié las mejillas y lo besé en los labios. Sentí ganas de llorar porque en mi vida había sentido algo tan increíble, como lo que me había hecho sentir mi tío Pedro.

Me di cuenta de que algo no iba bien, tengo la suficiente experiencia como para saber que después de un polvo mi vagina empieza a derramar parte de la leche que me han echado dentro y yo no notaba  allí mas que los jugos de mis corridas.

No has llegado? No te has corrido?

Cariño, ha sido maravilloso.

Pero no te has corrido-insistí

Eso no importa.

Pero yo no estaba de acuerdo con aquello, el me lo había dado todo y yo tenía que satisfacerlo a el.

Me arrodille en suelo entre sus piernas. Era la primera vez que veía su polla, no estaba empalmada del todo, pero tenía un buen tamaño, Nunca había visto una polla como aquella, el pellejo le cubría por completo el capullo. La cogí con la mano, por la raíz.

Marta, que vas a hacer.

Calla! …cierra lo ojos.

La descapullé con mucha calma, el capullo apareció saliendo de su funda y noté como la polla se iba hinchado en mi mano, volví a subir el pellejo, ahora solo la punta del capullo quedaba fuera, pasé la punta de mi lengua lamiendo la rajita y luego la metí por debajo del  pellejo hasta el fondo y la pase alrededor de la cabeza de la polla, la dejé entrar en mi boca. Estaba pringosa de mis jugos y la chupé notando su sabor. Me estaba excitando de una forma increíble la sensación de aquel pellejo en mi boca

Lo bajaba con mis labios dejando entrar el capullo desnudo y luego volvía a subirlo hasta cubrirlo y pellizcaba aquella piel con los dientes, mi tío apretó su vientre contra mi boca, estaba llegando el momento. Lo descapullé por completo, coloqué mis labios de modo que no lo rozaran los dientes y empecé a mamársela como si estuviera bebiendo de una botella. Su leche empezó a derramarse dentro de mi boca, se la casqué con la mano, sin dejar de mamarla.

Ya!…… Ya!..,.. por Dios ya!

Me apartó la cabeza, tenía la boca llena de leche, me incliné de nuevo sobre el, volví a meterla en la boca y dejé que la leche resbalara por su polla.

Ya Marta! …ya!

Quedé con la cabeza apoyada en su rodilla viendo como aquella polla se iba desinflando poco a poco.

Puedo quedarme a dormir?

Me miro mientras me apartaba para subirse los pantalones.

Si, claro que si!

Fui la primera al baño de la habitación de mi tío, me duché y me fue imposible el no hacerme una paja cuando al pasar la esponja por mi coño mi clítoris pidió guerra y aquella suave esponja me brindo un orgasmo estupendo.

Me acosté desnuda y esperé a que el saliera de la ducha. Lo hizo con el pijama puesto.

Yo estoy desnuda-y retiré las sabanas para que me viera.

Los dos parecíamos haber perdido cualquier tipo de inhibición porque se quitó el pijama quedándose desnudo con la mayor naturalidad del mundo.

Me apretujé contra el y enseguida empezó a besarme con aquellos besos tan suaves a los que yo no estaba acostumbrada. Me besaba en la frente y en las mejillas con mucha delicadeza.

Como ha ocurrido esto?

_ le pregunté

Entre beso y beso me contó que desde que yo había cumplido los 15 años se había enamorado de mi y siempre me había deseado y no se explicaba lo ocurrido aquella noche, siempre había controlado sus deseos hasta aquel momento.

Seguía besándome en las mejillas, en los parpados, me besó en la oreja jugando con la punta de la lengua en mi oído, la punta de la nariz y en los labios y allí la lengua empezó a causar los primeros efectos. Aquella forma de besarme, me excitaba enseguida, su lengua no entraba en mi boca se movía entre mis labios hasta que yo asomaba la punta de la mía, entonces la oprimía entre sus labios y la lamía con movimientos rápidos. Intenté cogerle la polla y el me sujeto la mano y luego la otra poniéndome los brazos por detrás de la cabeza. Besó mi axila lamiéndola y luego mi pecho subiendo despacito hacía el pezón. Ya cuando tomó el pezón entre sus labios y su lengua se agitó sobre el, yo había empezado a mojarme. Suspiré encantada y caliente por sus caricias.

Sus besos eran inacabables, pasaba de un pezón a otro, me besaba y me lamía debajo de los pechos, en las costillas, en el estómago, metió su lengua en mi ombligo. Solo cuando fue un poco mas abajo y me beso el vientre me tensé ¡iba hacia abajo!

Jamás había tenido sexo oral y mi tío me estaba besando el pubis, justo encima del nacimiento de los pelos de mi coño.

Fue moviéndome hasta conseguir que mis pies se apoyaron en suelo y  el quedo de rodillas entre mis piernas. Su lengua se movía a lo largo de mis muslos. Gemí cuando me beso la ingle, me soltó las manos y yo me incorpore apoyándome en los codos, veía su cabeza subir, mientras me pasaba la lengua acercándose cada vez mas y mas y mucho mas. Sentía su aliento en mi coño, sus labios siguieron besándome en las ingles. Pude ver mi vulva abierta, mojada y la entrada de mi vagina con una baba blanquecina.

Oh  madre mía!

Por un momento quedé paralizada al sentir su lengua justo encima del clítoris, me dejé caer, suspiraba, gemía y moví las piernas abriéndolas mas.

Aquella lengua estaba haciendo estragos. Subía, bajaba, pasaba sobre mi clítoris, bajaba hasta mi vagina y se metía dentro de ella, la sentía moverse dentro, luego me apretó el clítoris con los labios moviendo la lengua sobre el.

Cuando empecé a correrme bajó su boca a mi vagina y empezó a chupar como si quisiera tragarse todos mis jugos y luego me chupó, me lamió todo el coño. A mi un orgasmo se me iba y otro se me venía.

Me empujó al centro de la cama y se puso encima de mi. Se ayudó de la mano para colocar su polla en posición y luego fue entrando dentro mi, se detuvo un momento y luego empezó a subir y bajar, Su polla salía casi entera y volvía entrar hasta el fondo y yo empecé a retorcerme, lo abracé, le clavé las uñas en la espalda desesperada. Me estaba corriendo seguido, no sabía si gritar que me dejará ya o que siguiera machacándome hasta matarme. De pronto se apretó contra mi, empujo con lo riñones y luego se quedó quieto, jadeando.

Aunque su polla había salido, yo  continuaba  teniendo convulsiones el orgasmo seguía y yo ya no se si me desmaye o me quede dormida.

Podría seguir contando la enorme cantidad de maravillosas sensaciones que me esta haciendo vivir mi tío pero necesitaría escribir un libro y solo pretendía relataros mi primera experiencia.