Incierto futuro 3ª parte

No consentido. prometo ser obediente

INCIERTO FUTURO

3ª PARTE

Dormí un rato ahí en el suelo, hasta que Selene me despertó. Había traído comida para cenar. Sobre una mesa rodante había un plato con comida y agua. Fui a agarrar para comer y recibí una bofetada que me freno.

YO: quería comer y tiene buen olor.

SELENE: esa es mi comida, la tuya esta acá (señalando el piso al lado de su silla.)

Mire y había en el suelo un comedero para perros y un bebedero.

SELENE: ven acá, tienes que acostumbrarte a comer así, eres una perra ahora. Deberás comer sin manos, solo con tu boca.

YO: pero…

SELENE: nada de peros, ven a comer que te  voy a vigilar.

La comida mía era distinta a la de ella. Ella iba a comer un puré de zanahorias con carne con hueso. Y yo unos fideos hervidos mezclados con trocitos para perros. Ella tomo una fusta y me llamo a comer.

Apoyando mis manos en el suelo agache la cabeza para comer, era complicado y quise ayudarme con la mano pero recibí un fustazo en mi glúteo derecho que me hizo desistir. Agarraba con la boca los fideos y me ensuciaba cuando me colgaban de la boca.

Esos trocitos eran durísimos y los tuve que comer igual. Me tarde un montón para comer todo, bajo la mirada de ella. El agua la tomaba a lengüetazas. Fue mi primer almuerzo como perra. Me dio otro fustazo en mis glúteos y ahora no sabia porque.

Luego se puso a comer ella, delante mío. Parecía muy buena la comida. Una vez que termino me dio el hueso para roer lo que quedaba de carne, todo sin las manos. Luego me saco el hueso de mi boca y lo tiro a un rincón de la habitación.

SELENE: tráelo con la boca, sin usa las manos y en cuatro patas.

Salí en cuatro a buscar el hueso y lo traje con mi boca. Ella lo tomo y volvió a arrojarlo y yo traerlo. Me tuvo mucho tiempo, pienso que fui a buscarlo unas 50 veces.

SELENE: aprendiste algo más. Comer y beber con la boca sin usar las manos. Debes andar siempre en cuatro patas, salvo que se pida que te pares. Ahora te pondré la cadena y saldremos a caminar por la hacienda, recuerda debes ir en cuatro patas

YO: no, eso si que no

SELENE: como has dicho, no te escuche bien

YO: que no, no voy a ir en cuatro y desnuda por ahí

SELENE: ah, ahora rebelde?

Tomo la fusta y acerco para pegarme, justo en ese momento entro el Amo

AMO: que pasa Selene que estas con la fusta en mano

SELENE: iba a castigar a esta perra Amo, es rebelde. Comió en el suelo luego de dos fustazos y ahora se niega a que la pasee por la hacienda Ama

AMO: (diciéndole a Selene algo en otro idioma, esta salio rápidamente. Tu! perra así que eres rebelde vas a ser castigada. Igualmente mañana haremos la ceremonia de que eres de mi propiedad

Volvió Selene con un látigo y se lo entrego al Amo. Este lo hizo restallar en el aire. Fue un chasquido seco. No se atreverá a golpearme con él. No termine de decirlo y golpeo mi glúteo derecho con mucha fuerza. Me hizo escapar un grito y empecé a llorar. Pero el golpeo en el izquierdo, luego el derecho y luego el izquierdo. Quede temblando como una hoja, llorando y pidiendo clemencia.

Eso lo enfureció más y me dio uno en la espalda. Mi culo estaba rojizo y lacerado de los golpes.

AMO: en lugar de clemencia deberías pedir perdón. Selene dame la fusta y ponle la cadena, yo la sacare a pasear por la hacienda.

Rápidamente Selene cumplió el mandato del Amo. Me dolía la cola y la espalda. La piel me tiraba. Tiro de mi cadena y comencé a caminar delante de él, al llegar a la puerta me pare en seco, recibí varios fustazos en mis nalgas y decidí avanzar.

Toda la población negra se reía de una perra blanca que paseaba en cuatro patas, desnuda y llevada por una cadena por su Amo.

Era una humillación fatal para mí y mi Amo orgulloso me conducía. Paramos en un lugar, me ato a poste y entro solo, esperando yo afuera ante las miradas burlonas de todos. Un niño se acerco y quiso tocarme la espalda y lo aparte de un golpe con mi mano. El Amo que estaba observando salio y me llevo a fustazos hasta la casa. Cuando entramos me arrastro de los pelos hasta una habitación. Me hizo atar por Selene a los parantes de la cama, abierta en equis y comenzó a golpear con el látigo donde se le ocurría. Termine destrozada.

AMO: aprenderás a comportarte, perra inmunda. No aceptare más ni caprichos, desplantes y malas contestaciones. Eres una perra de mierda y como tal te trataremos. A partir de ahora tienes prohibido hablar, salvo Selene y yo te lo permitimos en ese momento. Solo ladrando como perra y estarás alerta cuando entra alguno ladrando.

Entendido!

YO: si Amo

Se marcho y quede sola con Selene, quien corto la atadura y caí al suelo. Me dejo tirada y trajo una vasija y trapos. Me paso el trapo mojado por mis heridas, haciéndome gritar de dolor. Luego parecía un bálsamo.

Quede dormida así como estaba, en el suelo boca abajo, quejándome hasta en sueños.

Al día siguiente apareció el Amo temprano y le dijo algo a Selene que no entendí. Como podía me puse en 4 patas. Con la cadena nuevamente me saco afuera y dos mujeres me pusieron en un cepo. Apareció Selene con dos tipos que traían una especie de caldero con dos fierros adentro. Me imagine me iban a marcar como a una res y empecé a gritar locamente, sin poder moverme.

AMO: vas a tener la dicha se llevar mi marca toda tu vida.

No podía decir nada y empecé a ladrar locamente.

Selene le alcanzo el primer hierro y lo estampo en mi nalga derecha. Pegue un grito que se habrá escuchado a miles de kilómetros. Quemaba, ardía y tenía un olor a carne quemada. Luego trajo el otro hierro e hizo lo mismo en el izquierdo.

AMO: las tetas, por ahora te la perdono.

Todo esto fue ante, muchos esclavos, que observaron todo. No vi. ninguno marcado como yo.

Me llevo adentro y me paro ante una espejo diciendo

AMO: mira la marca perra puta

Mire el espejo y vi mi muslo marcado con {A}. Estaba todo enrojecido y ardía mucho.

Me llevo a una habitación sin muebles, me metieron y se fueron los dos. Como pude me senté sin tocar el marcaje.

Desde ese día me prometí a mi misma obedecer sin chistar las órdenes que me daban, sean cual fueren. Aun si tenia que someterme a ser tomada sexualmente con él. Mi única preocupación en ese momento era convertir en una esclava obediente