Incesto en el extranjero
Dos hermanos maduros se encuentran en otro país donde mantienen una morbosa y oculta relacion incestuosa
Nunca fui bueno para los estudios, a si que apenas salí del colegio, me dedique a trabajar. Primero a manejar camiones chicos, como repartidor, luego camiones más grandes de alto tonelaje, rutas nacionales, hasta que conseguí trabajo en una empresa de transporte internacional, algo ideal para mí.
Quería conocer nuevos lugares, recorrer el mundo, no estaba en mi mente sentar cabeza y formar una familia, no, eso no era para mí, ni siquiera tener una casa, no la necesitaba, ya que pasaba la mayoría del tiempo viajando en mi camión, durmiendo en él y cuando llegaba a mi país, me quedaba en mi casa, con mis padres, mientras salía el otro viaje.
Justamente en uno de eso viajes, estando en Chile, llevé a un compañero Brasileño, camionero como yo, a una parrillada en mi casa, algo habitual, donde ahí el conoció a mi hermana mayor, por 4 años, Teresa. El era un hombre ya mayor, separado, buena facha, tenía arrastre con las mujeres, comenzó a salir con mi hermana. A mi madre no le aprecia bien que anduviese con alguien tan mayor, casi 15 años de diferencia , pero mi hermana ya era grande , sabía lo que hacía y a las finales de esa relación , la dejó embarazada, el asumió como padre y luego que nació su hija, se las llevó a vivir a Brasil.
Obviamente cada vez que yo viajaba a Brasil, pasaba a visitar a mi hermana y a mi sobrina, me quedaba en casa de ellos, incluso cuando su marido no estaba, era algo habitual. Mi hermana se desvivía por atenderme muy bien, recriminándome mucho cuando iba y no la pasaba a visitar. Tirábamos carnes a la parrilla con mi cuñado, incluso algunos vecinos, tocaban guitarras, bailaban, siempre la pasábamos genial, bien comidos y bien bebidos.
Así pasó el tiempo, muchos años la verdad. Mi sobrina creció , cumplió los 18 años, también quedó embarazada y se fue a vivir con su novio. Mi hermana Teresa, ya no era la curvilínea mujer que mi cuñado conoció, ahora con 45 años ya tenía cuerpo de señora. Comenzó a engordar bastante. El sedentarismo, la buena comida y alcohol hicieron estragos en su cuerpo. Le crecieron las caderas, la panza, las tetas, el culo le engordo muchísimo, aparte que siempre usaba vestidos holgados sueltos, que más gorda la hacían ver. Mí cuñado también, ya atrás quedo la buena facha, la vida sedentaria tras el volante y la buena comida le pasaron la cuenta, formándole una enorme barriga, algo normal para un tipo de 60 años con ese tipo de trabajo. A diferencia de él, yo siempre fui delgado, por lo que no me afectó tanto esa vida sedentaria detrás del volante. .
En uno de eso tantos viajes, uno como cualquier otro, fue que la relación con mi hermana tomo un giro completamente inesperado. Mi cuñado andaba viajando por Uruguay, yo había descargado y recién tenía carga para retornar en 4 días más, por lo que tomé un bus y llegue a la casa de mi cuñado, como siempre.
Esa noche compartimos con mi sobrina y su novio, conocí a mi sobrina-nieta, y luego de una agradable velada con ellos y los vecinos de mi hermana, donde la carne y el vino no falto, como siempre, llegó la hora que todos ellos se fueron. Era tarde ya , mi hermana sacó uno de esos cigarros que dan risa, que de vez en cuando fumábamos cuando su marido no estaba, ya que él era muy estricto en ese aspecto.
Habíamos bebido bastante, mas la marihuana terminó por dejarnos más que locos. Mi hermana bailaba sola, mientras yo ( algo perdido ) , sentado riéndome de cualquier cosa. Miraba su cuerpo, sus abultadas nalgas, bamboleándose al compas de la música, sus tetas grandotas, imponentes, sus caderas anchas. Soy caliente de naturaleza, para mi ninguna mujer es fea, todas tienen algo y ahí estaba ella, un tremendo pedazo de mujer, fornida, caderona, tetona, como me gustan a mí.
Es mi hermana, pensaba, no puedes hacer nada, aunque este borracha, drogada y su marido a mil kilómetros de distancia, los dos solos en casa, nadie se enteraría… pero no, mejor que no, aunque te imagines poder tenerla desnuda en la cama, con esas enormes nalgas en tus manos o en tu cara, mmmm de seguro debe ser caliente , buena para la cama, con la ausencia de su marido por tanto tiempo, segura debe tener ganas de coger… ¿le habrá sido infiel? , yo creo que si , seguro que si.. . Mi cuñado ya está viejo, seguro que ya no la satisface.
Absorto en esos pensamientos, me tomó de la mano y me sacó a bailar. La música fuerte, botellas vacías sobre la mesa, las risas, los abrazos, los roces, me fueron calentando aun más. Ella se movía muy sensualmente, se daba vuelta, me apoyaba el culo, yo la apegaba mas a mí para sentirla y ella solo riéndose cuando yo se lo tocaba. Me estaba seduciendo, su mirada, sus movimientos, sus roces, se notaba que ella también lo quería. Bailamos abrazados, mirándonos a la cara, sin decir nada.
Baje ambas manos y la atraje hacia mi agarrándola fuertemente del culo , sin dejar de bailar , ella solo sonreía , no le pareció extraño que la tomara así, no me recrimino nada , me abrazaba , se pegaba mas a mí apoyándome sus grandes tetas contra mi pecho , hasta que salió un beso en mi mejilla , luego yo en los de ella , luego uno en el cuello, sentí que hizo efecto, le gustó, me abrazó más fuerte , respondiéndole con un fuerte apretón en ambas nalgas , hasta que nuestros labios se encontraron y nos dimos un suave beso en los labios.
Duro un minuto nada mas, se soltó riéndose y continuó bailando como si nada hubiese pasado. Yo ya estaba encendido, seguí bailando, atrayéndola hacia mí, agarrándole el culo. Quise volver a besarla, se reía coqueta y me quitaba la cara, pero todo muy sensual, apegando su cuerpo al mío. Me tenía a 100, solo reía y esquivaba mis besos, diciéndome que me calmara un poco, pero no ponía reparo en mis manos apretándole el culo. Cada vez más calientes, ya me rozaba descaradamente contra ella, haciéndole sentir como me había puesto, hasta que no aguanté más y teniéndola abrazada muy fuerte, le dije que estaba muy rica , que me tenía caliente. Le gustó mi declaración, sensualmente me dijo que si no fuera su hermano, me comería entero. Con eso ya no me aguanté mas, le dije que me la cogería quiera o no quiera, agarrándola del culo y punteándola, cuando me dijo que si quería. Nos comenzamos a besar desenfrenadamente, como si el mundo se nos fuera a acabar, tocándonos nuestros cuerpos por todas partes. Sin soltarnos fuimos avanzando hasta su cuarto. Me empujo hacia la cama , quedando ella de pie, se tomo el vestido desde abajo y se lo saco por arriba.
Quede boquiabierto, hace mas de 20 años que no veía a mi hermana en ropa interior. Sus tetas se veían exquisitas, apenas cabían en su brasier, estaba algo gorda, algo de barriga, unos cuantos rollos, pero no me importaba, un tremendo pedazo de mujer, sus caderas anchas , sus piernas gruesas y esas fabulosas tetas. Con un diminuto calzón que apenas le tapaba su sexo. Como una gata en celo se subió a la cama, con las tetas colgando desabrochándome el pantalón, para sacar de inmediato de su encierro a mi verga, ansiosa de ella.
La tomo de la base, comenzó a restregar su cara con ella , para luego meterla en su boca y darme una de las mejores mamadas de mi vida. Con que ganas chupaba la condenada, se la metía hasta donde le cavia y la volvía a sacar, gimiendo y resoplando como una loca. Yo me dejé querer nada mas, la deje a ella hacer todo el trabajo, estaba bastante mareado, el cuarto me daba vueltas, pero estaba muy consciente de lo que estábamos haciendo.
Me sacó los pantalones, dejándome desnudo de la cintura para abajo, volviendo al ataque enardecidamente, chupándome las bolas, chupándome la verga, masturbándome sin piedad. Se llevó las manos hacia atrás y libero sus enormes tetas, metiendo mi verga entre ellas, jugando con ella, hasta que no aguanté más y le pedí que se subiera. Se sacó los calzones y ya completamente desnuda, se montó sobre mi , tomó mi verga desde la base, la colocó a la entrada de su sexo y se enterró sobre ella. Estaba muy mojada, mi verga entró sin ningún problema hasta el fondo de mi hermana, que gemía de placer. La vi montada sobre mí, tremenda hembra, tremendas tetas, moviéndose desenfrenadamente, con sus tetas rebotando. Me incorporé un poco, agarrándoselas con ambas mano, chupándoselas con alevosía.
La saque de encima mío, me devoré sus tetas mientras la masturbe con furia , me metí entre sus piernas y la penetre con pasión , una, diez, cien veces, mi verga entró en su cuerpo, sacándole cada vez mas gemidos de placer, agarrando sus grandes nalgas, apretándoselas con fuerza. Sus nalgas eran exquisitas, grandes carnosas, deliciosas. La di vuelta , colocándola de boca sobre la cama , se las manosee por completo, abriéndoselas , jugando con ellas , para luego meter mi cara entre ellas y comerle el culo con mi boca, mientras ella se echaba para atrás restregándome su ano en mi boca, gimiendo desesperada.
Terminé parado a los pies de la cama, con mi gorda y culona hermana en cuatro, ofreciéndome su enorme cola. La tomé de sus anchas caderas y me la cogí como un profesional. Le di y le di, no se por cuanto rato, el alcohol me tenia duro y no me daban ganas de acabar, con todas mis fuerzas me la cogí, viendo sus grandes nalgas moverse gelatinosamente al recibir mis impactos, le metí un dedo en el culo, haciéndola gritar , pero lo aguantó, jadeando como loca me decía que yo era muy caliente , que la tenía caliente, excitada a más no poder , que no parara , hasta que no aguantó más , sus gritos se hicieron más fuertes, pasando hacer alaridos y acabó escandalosamente , gritando como si le estuviesen matando. Quedo exhausta, pidiéndome que acabara, pero yo no quería. Quedó tendida sobre la cama , de boca, completamente desparramada, donde me deleite chupándole el culo y la concha a mi antojo.
Estaba exhausta, cansada, mas encima, drogada, borracha, y a pesar de seguir disfrutando de mi lengua y mi dedo en su culo, a los pocos minutos sus gemidos se fueron acallando y cayó en un profundo sueño, roncando , perdiendo el conocimiento. Yo estaba tan caliente, teniéndola ahí desnuda, con el culo a mi completa disposición, me volví a montar sobre ella, penetrándola y ella completamente inconsciente. No me contuve, me tenia trastornado el enorme culo de mi hermana y aprovechando su estado, quise que fuera mío. Saqué mi verga, le abrí las nalgas y la coloqué a la entrada de su ano. Ella ni se inmutó, estaba como muerta , le escupí el ano, comencé a ejercer presión y mi verga poco a poco fue entrando , apretada , se sentía exquisito , cada vez se la metía más adentro hasta que conseguí metérsela casi por completo. De ahí comencé a cogérmela por detrás y ella seguía inconsciente. Me deleite con su cola por un buen rato, hasta que ya no aguante más y acabe dentro de su esfínter deliciosamente, dejándoselo inundado con mi semen.
Me salí de ella, viendo como mi leche salía de su ano escurriendo por sus piernas. Caí rendido, exhausto, completamente satisfecho a su lado y de ahí, ya no recuerdo nada, debo haberme dormido de inmediato. Despertamos cerca de las 4 de la tarde, dos hermanos, completamente desnudos y con un dolor de cabeza terrible.
Volvimos a coger como animales y en la noche nuevamente, por largo rato, haciendo completamente de todo. Mi hermana resultó ser más caliente de lo que yo pensaba y eso agregado al morbo de cogerme a mi propia hermana me hacia disfrutar como nadie. Ya al otro día yo tenía que viajar, por lo que luego de darnos la última incestuosa despedida, me regrese a Chile en mi camión.
Ya de eso han pasado muchos años, continuo viajando, tratando siempre de coordinar con los viajes de mi cuñado, para no toparnos en casa. Es como tener una mujer en otro país, me atiende muy bien, me lava la ropa, me cocina y me entrega todo su cuerpo para saciar mi calentura.
A veces nos encontramos en la ruta con mi cuñado, compartimos alguna cerveza o comida y al despedirnos el cornudo me pide que por favor pase a ver a mi hermana, que siempre pregunta por mí, y que se la cuide para que no le vaya a poner los cuernos… si supiera como se la cuido