Incesto con mi tia y mi madre

Relato ficticio

Todo comienza hace un año. Era un día no normal como otro cualquiera; mi madre (Pilar) que tiene 48 años se iba a trabajar cuando de repente mi tía (Amparo) que tiene 54 me llama por teléfono; me dijo que quería hablar primero conmigo, le dije que se pasara por casa. Tardó unos 10 minutos en llegar a mi casa, cuando llegó me dijo que desde que se fue su hijo de casa estaba un poco sola y desanimada, a lo que se me ocurrió una idea descabellada.

Llamé a mi madre y le dije que Amparo estaba muy sola y que por qué no se venía a vivir con nosotros. A ella le pareció genial, así de esa forma no estaría tan sola. Después de que mi madre me confirmara que Amparo venía a vivir con nosotros, nos pusimos manos a la obra con la mudanza.

Mi madre y yo fuimos a casa de mi tía para empezar a recoger cosas para nuestra casa; empezamos a hacer maletas metiendo ropa y tal. Mientras estaba colocando la ropa interior de mi tía en la maleta, mi madre ayudaba a mi tía a recoger un poco la casa para que no quedara nada descolocado.

Cuando llegamos a nuestra casa, le presentamos la casa a mi tía y empezamos a colocar la ropa en la habitación, una vez que la colocamos, mi madre me dijo que se iba a duchar para relajarse un poco de la mudanza y despejarse. A continuación, mi tía me dijo que si le enseñaba mi habitación a lo que yo sin problema ninguno le mostré, de repente mi pene se puso erecto y yo intentaba ocultarlo, aunque Amparo se dio cuenta y me puso mala cara (como si estuviera enfadada por la erección). Le mostré la habitación a mi tía y me dijo que le gustaba y que si su estancia en nuestra casa iba a ser un estorbo.

Después, mientras yo estaba en el salón viendo la tele mi tía le dijo a mi madre que si podían hablar juntas de sus cosas (algo que me parecía normal), fueron a la habitación de mi madre y le dijo Amparo a Pilar que yo me había puesto erecto. Cuando les vi salir de la habitación a mi tía y a mi madre, les vi la cara y estaban como un poco enfadadas como si yo hubiese hecho algo malo.

Al día siguiente, yo me levanté más o menos sobre las nueve y mi tía y mi madre ya se habían levantado como una media hora antes; fui a la cocina y al llegar ya habían terminado de desayunar y me dijeron que iban a salir a comprar debido a que mi madre ese día no trabajaba. Por la tarde, más o menos después de comer, y de recoger toda la cocina, por casualidad, vi cómo Amparo le daba un azote en el culo a mi madre, ellas no sabían que yo estaba en el pasillo cerca de la cocina cuando ocurrió lo del azote, aunque se asustaron porque pensaban que lo había visto (aunque así fue). Pasaron unas dos horas más o menos, y Pilar le dijo a mi tía en voz baja (porque no quería que yo me enterase) que tenía que salir a comprar compresas porque se le habían acabado. Amparo le dijo que a ella le quedaban dos, pero que también tenía que comprar. Entonces, fueron a su habitación a cambiarse y cuando mi madre ya estaba casi cambiada, le entraron ganas de hacer pis y mi tía entró al baño (porque solo tenemos uno) para maquillarse, pero no se había dado cuenta de que mi madre estaba dentro; cuando mi tía abrió la puerta, mi madre dio un grito de susto y se ocultó la vagina porque pensaba que era yo quien entraba al baño y la estaba espiando. Pero cuando ya vio que era mi tía, mi madre se limpió y le oí decir: “Pensé que eras Raúl”. Amparo preguntó y mi madre le dijo que estos últimos días yo estaba muy raro.

Al día siguiente, tanto mi madre como mi tía ya se habían levantado y se acababan de duchar, fui al salón y me las encontré en ropa interior; mi madre tenía un sujetador de color blanco y un tanga rosa y mi tía un tanga negro y un sujetador azul celeste; cuando me vieron recién levantado, se enfadaron conmigo porque pensaban que las estaba espiando, se fueron a cambiar y ordenaron un poco la casa.

Por la tarde, yo me quedé pensando en lo que había pasado por la mañana y me hice una paja. Más tarde, oí cómo Amparo le preguntaba a mi madre que cómo la tenía y mi madre le dijo que ya me la había visto y que le gustaba bastante.

Llegó la noche y encontré a mi madre maquillándose, pensé que iban a salir pero cuando ya no íbamos a la cama, mi tía y mi madre entraron en mi habitación y me dijeron que querían hablar conmigo. Fuimos al salón y mi tía le quitó a mi madre el pantalón del pijama y mi madre a mi tía la camiseta. Al momento me dijeron: “Somos todo tuyas”. Yo me quedé asombrado y mi tía se me acercó y me besó, a continuación mi madre me empezó a tocar el pene mientras que mi tía me besaba; después se levantaron las dos y mi madre se quitó el tanga y se quedó completamente desnuda y mi tía me dijo que le bajara el tanga. Cuando las dos se quedaron frente a mí completamente desnudas, me dijeron: ¿qué te parece cariño, te gusta? Nada más que me hizo la pregunta respondí que sí.

Mi madre me dijo que comenzara por donde quisiese. Le dije que se diese la vuelta; al instante, mi tía le dio un azote a mi madre en el culo y le dijo: “cómo me encanta tu culo, cariño”.

Le empecé a lamer el culo a mi madre mientras mi tía besaba a mi madre, a continuación mi madre me empezó a hacer una paja mientras yo le tocaba el coño y me dijo, ¿te gusta mi vagina? Al instante le respondí dándole un beso en sus labios; al rato, mientras le metía el pene a mi madre por el culo le empecé a hacer un dedo a Amparo por el coño; mi madre

se sacó el pene de su culo

y se puso en cuclillas para chuparle el coño a mi tía. Mientras mi tía se excitaba con la comida que le estaba regalando mi madre, se me ocurrió tocarle el culo y masajearle un poquito su coño.

Diez minutos más tarde, mi madre se volvió a poner en cuclillas para hacerme una mamada mientras que mi tía se tumbaba para chuparle el coño. En ese momento, mientras mi tía le chupaba el coño a mi madre, se hizo pis encima, cosa que a mi tía le encantó. Al final, mi tía me dio un beso y me dijo que esperaba que hubiese disfrutado