Iñaki me acompaña a un recado.

Iñaki hace de las suyas antes de volver al curro.

Holaaaaaaa...

Después de la aventura con Iñaki llegaron mis padres cenamos y todo era extraño pero morboso a la vez. Pensar lo que Iñaki me había hecho en el fregadero era muy excitante. Pero duró poco ya que me llamó Carlos esa misma noche:

-Hola Martita, ¿cómo estás? ¿Has cogido fuerzas?

-Hola cariño, siiiiii, a tope, comida de la mama y pensando en ti.

-Seguro que no zorrita. Pensaras más en mi polla.

-Bueno ya me entiendes...-Se me ponía una cara de tonta cada vez que hablaba con él...-

-Te quiero aquí mañana antes de comer.

-Vale, allí estaré.

-Pero quiero que renueves tus bragas. Están gastadas y no quiero saber cuánto salido las a olido.

Ese comentario me aplatanó un poco, ya que mi ropa interior me encantaba, con ella había vivido momentos unicos. Pero le contesté para que no se molestara.

-Claro, cariño, mañana mismo voy.

-Venga pues un beso y hasta mañana, nena.

-Un beso cariño...

Su comportamiento a veces me asustaba, era un poco reservado y oscuro, no sé.

Pero, yo pensé en volver a tener su preciosa polla en mis manos y gozarla, mientras estaba en esa casa tan maravillosa. Así que se me ocurrió levantarme temprano e ir al centro comercial. Mientras me preparaba para ir a dormir, me lavaba los dientes, me cepillaba el pelo, etc. Entró Iñaki por la puerta.

-Buenas noches -ladeo la cabeza de lado a lado en el marco de la puerta, asegurándose que no había nadie-. ZORRITA!!

Sonreí inconscientemente, recordando lo bien que lo habíamos pasado y lo cachondo que era ese hombre.

-Buenas noches Iñaki.

Me metí en la cama y por mi cabeza solo rondaba la imagen de Iñaki sobando mi culo y yo haciéndome la tonta mientras disfrutaba de un sesentón. Y pensé que mañana si estaba despierto antes de irme le propondría que me acompañara al centro comercial.

Pasó la noche...

Con unos pelos de loca y con mi pijama sexy del Miki, fui a la cocina directamente para desayunar. Allí estaba Iñaki leyendo el periódico.

-Buenos días Iñaki.

-Hola preciosa ¿qué tal?

Entre bostezo y bostezo...

-Con sueño...-Sonrió muy "cuquilmente".

-Aix, quien tuviese una mujer así todos los días en casa...

-¿Con estos pelos de loca?

-No, con un coño tan apretadito y caliente...-Me dice con rabia en su boca, apretándose los labios con los dientes-.

Le miro directamente a los ojos. Sonriendo y poniendo cara de niña buena.

-¿Te vienes al centro comercial?

Sé que no me puede rechazar, porque lo tengo comiendo de mi manita.

-Claro, estoy más aburrido que una ostra. Menos mal que has venido para salvarme, angelito.

-Anda, anda, déjate de ñoñerías.

-Es verdad -Se queda pensativo-. Mejor menos mal que has venido sin bragas.

-Jajajajaja.

-Jajajajaja

-Me visto y nos vamos.

-Vale!

Me pongo dirección a mi habitación, cuando noto su presencia detrás de mí.

-¿Dónde vas?

-Te voy a ayudar a elegir ropita, cachonda.

-A, vale...-Me parecía morbosa la situación-.

Íbamos los dos hacía mi habitación. Y lo escuchaba rebuznar...Alagando mi cuerpo sin parar. Este hombre era una maravilla para las mujeres, te subía la autoestima. Que morboso era todo, en mi casa, ya tenía quien me follaba, fuera de casa trabajaba para que me follaran...que maravilla!

Llegando a mi habitación me desprendo de mi camiseta, tirándola a la cama y mi pecho queda al desnudo. Como la gran mayoría de mujeres duermo sin sujetador. Me pongo a buscar que me pondré y encuentro un vestidito muy cuco. Es de falda ancha, estrecho de cintura y pecho. Podía llevarlo con unas bambas converse, al estilo modernillo. Cojo ese vestido después de remover entre más ropa y se lo muestro a Iñaki...

-¿Qué te parece?

-Sí yo solo vine por la ropa que no se ve...

-Jajajaja.

Dejo mi vestido encima de la cama y me pongo a bajar mi pantalón, dándole la espalda a Iñaki. Mi culo empieza a parecer con mi tanga a la vez.

-Anda, hoy sí que llevas tanga, zorrita.

-Sí, porque, pensé que ya no querías follarme más.

-Qué tontería!!!

Vuelvo a sonreír mientras me deshago del pantalón entre mis piernas, dejándolo en el suelo.

-Entonces, ¿qué hago con el tanga?

Digo estando solo con un tanga delante de los ojos de Iñaki.

No me hace ni caso, parece que esté pasando algo poco habitual ante sus ojos, esta embobado.

-Si yo pudiese, te follaría a doquier...

-Entonces, si vas a estar por casa, dije que iría sin tanga.

Mis manos se ponen en la tela de las caderas y empiezo a bajar el trocito de tela. Al llegar al suelo, allí lo dejo. Camino hacía el vestido completamente desnuda por la habitación. Iñaki se acerca al tanga y lo coge del suelo y se lo guarda en su bolsillo. Agarro mi vestido y me lo coloco.

-¿Me ayudas? - Le doy la espalda para que me suba la cremallera.

Noto sus manos como tocan, buscando la cremallera y al acabar como mis nalgas son raptadas entre sus manos, apretándolas y estrujándolas.

-Lista...

-Uff...que buena estas.

Cogimos su coche para ir al centro comercial. Una vez allí íbamos como dos adolescentes cuando se están conociendo. Ji-ji-ja-ja, y muy buen rollito. Lo que él no era un adolescente y sabía cómo jugar. Que si apretón de nalgas, que si agarrarme de la cinturita,...

Primera parada, C&A. Lencería económica y variedad, para mi bolsillo. En el estante de la ropa interior, parece más interesado Iñaki que yo misma, y el elije unos conjuntos y bodis, yo también cojo lo que me gusta. Directos al probador, la dependienta de la entrada nos mira. Coge las piezas, las mira, las cuenta, no vuelve a mirar...

Una vez dentro del probador, mi vestido cae al suelo con facilidad. Quedándome en pocos segundos desnuda. Iñaki se muerde el labio inferior. Se acerca a mí...

-SSSHHHH, me voy a probar la ropita.- Sabía que dominaba a ese hombre hasta cierto punto-.

Da un paso hacia atrás. Cojo la ropa y me visto con ella para  probarla. Coloco el sujetador en mi pecho ajustándolo con mis manos en la espalda. Seguido de la parte de abajo. Cuando me agacho para colocarla entre mis piernas, noto como mi coñito esta mojadito, porque mis labios se separan. DIOOOOSSS, como podía estar así de cachonda...

Iñaki me mira al detalle, como un inspector que va con su libreta y apunta cada detalle. Su cabeza había dado al REC, y lo estaba memorizando todo en su mente. Menudo viejo verde tenía metido en casa.

No aguanta más y se lanza a mis carnes. Sus manos se colocaron en mi culo, estrujándolo. Su polla dura, aun dentro del pantalón, chocaba contra mi pelvis. Mis manos no tardaron en querer sentirla y metí mis manos después de desabrochar su botón. La acariciaba dentro de su pantalón mientras él me sobaba entera. Poco tardó en meter sus manos entre mis braguitas y notar lo cachonda que estaba.

-Tendremos que coger esta ropa interior, dicen que cuando la pruebas ya nos e puede devolver.- Estaba todo el tanga lleno de flujos.

Yo no estaba pendiente de eso, ya que sus dedos refregaban mi clítoris y mi excitación crecía a pasos agigantados. Empezamos un juego difícil de parar. Mis  manos apretaban su polla,  sus dedos jugaban en mi coño. Cada vez más lubricado, cada vez más resbaladizo. Sus dedos sacaban más flujos de dentro. Metía dos dedos, luego los pasaba por todo el coño...

Yo ya no estaba en mí, cada vez más cachonda, coló quería correrme entre las manos de ese hombre. Y poco tardé, no sé qué era si ese hombre, si la situación, si la edad o el qué, pero necesitaba sexo a diario y cuanto más sexo me daban más sexo quería!!!

Así que acabé corriéndome. Mis manos agarraron su cuello y unos movimientos de exorcismo me poseyeron. Escondí bastante bien mis gemidos. Obligue a Iñaki a sacar los dedos de las bragas. Sus dedos húmedos, los pasó por mis nalgas, limpiándose el exceso de flujos.

-Venga nena que no tenemos tanto tiempo.

Agarro su polla sacándola del pantalón y se acercó mucho a mí, su polla fregaba la entrada de mi coño pero por encima de las bragas. Sobaba mis pechos y me mordía el cuello, parecía un adolescente ahora sí.

-Vas a comérmela enterita nena - Me susurra al oído Iñaqui. Mientras me empuja para que me siente en la banqueta del probador -

  • Iñaqui joder....que bueno…eres impresionante. -Susurro sin levantar la voz-.

Puse mis manos en su pecho y fui bajando, hasta su polla que estaba dura como una piedra, la rodee con una mano y moví la piel delante y detrás, el cerró los ojos, se pasaba la lengua por los labios. Me encontré frente a frente con su polla. Levanté la mirada, aprovechando que Iñaki estaba disfrutando y me miré al espejo, sonreí con su polla entre mis manos. Pensé, buen trabajo nena.  La agarré, y fije mi mirada en ella. Estaba dura, algo mojada y el capullo sobresalía de su piel. Recorrí la punta con la lengua y poco a poco me la fui metiendo en la boca y empecé a meterla y sacarla, yo misma me estaba follando la boca con su polla.

-¡Sí, asiiiiii! ¡Chupa, chupa!

Seguí lamiéndosela hasta que él poniendo las manos en mi cabeza y...empezó a descargar semen caliente un chorro, otro,… uno de ellos se coló entre mis labios y cayó en mi pecho. Menuda descargada se había pegado en mi boca. Tuve que tragar sin pensar, ya que descargo con abundancia. Sin detenernos un segundo, me pongo a quitarme el conjunto y a vestirme, mientras él se guarda su polla aún dura en el pantalón. Llevamos mucho rato en el probador, para pocas prendas, aún que no lo hemos probado todo. Bueno yo he probado su leche que ya me basta...

Salimos del probador hacía la caja, Iñaki sigue con su simpatía tanto hacía a mí como a las dependientas, vaya caña de hombre. Como me río con él y que energía tiene.

Llegamos a la caja, no había casi nadie en la tienda y nos atiende un chico. Le doy las prendas que deseamos llevarnos entre ellas la utilizada en el probador. Al coger el cajero el conjunto estrella, alucinaba. Me tiró una mirada fulminadora, para después mirar a Iñaki, se notaba la diferencia de edad, estaba claro.  Al coger el conjunto y tocar las bragas y notarlas mojadas. Se me queda mirando y sonríe...Yo me pongo colorada y también le sonrío poniendo cara de niña buena.

Salimos de la tienda e Iñaki se pega a mí cogiéndome de la cintura. Podría ser mi padre, no sé si mi abuelo, pero la diferencia de edad cantaba y la gente nos miraba. En mi mente solo estaba lo húmeda que llevaba la entrepierna y como me hacía disfrutar pensar en ese hombre...

Nos fuimos a casa, y tuve que salir pronto de allí. Carlos me esperaba. Así que me despedí de Iñaki con un besito tierno y como no el me sobeteo un poco más... ¿Cosa de viejos verdes? Me encantaban los viejos verdes...

MUUUUAAAAAAAAAAACK!!!!!!!!!!!!