Imaginación y realidad

Empecé imaginando la noche anterior que estuve con Julieta mi vecina y terminé mensajeandome con ella para terminar en nuestra última noche de lujuria y sexo. Este relato se lo dedicó a Montserrat Contiene erotismo, sexo lesbico, masturbación

Leía un rico relato lésbico, de Todo relatos sentía cada palabra y cada gemido de la autora, era delicioso, quería más, mi vagina estaba tan húmeda que mis tanguitas ya escurrían de lo mojadas que estaban, puse a un lado mi notebook y miré al techo, estaba tan caliente y tan deseosa de sexo, de ese sexo que me vuelve loca y me hace encarnizarme... Pero la quería a ella, a Julieta , mi vecina ... Julieta era hermosa tenía cabello Rubio, le llegaba a su diminuta cintura, ojos color miel, unas tetas que te dan ganas de chuparlas hasta el cansancio, un culo redondo y delicioso y una vagina deseable, en las clases de zumba que íbamos juntas se ponía unos calzas que le hacían marcar toda su vagina , mientras se estiraba se le notaban esos labios carnuditos pidiendo a gritos que alguien los saboree, siempre me quedaba hipnotizada viéndolos y deseando rosarlos contra la mía, como esa noche

Empecé a bajar por mi abdomen hasta llegar a esa belleza húmeda que tenía entre mis piernas, tocando mi botoncito de placer imaginé a Julieta rosando su vagina  con la mía, imaginaba sus movimientos, sus gemidos y sus ricas tetas rebotando, dios quería tocarla y hacerla completamente mía... como esa noche, Quería saborear esa vagina de arriba a abajo, de nuevo tomar su clítoris entre mis labios y darle golpecitos con mi lengua, hacerla gritar hasta el cansancio... Pero fui yo la que terminé gritando, porque con esa sola imagen en mi mente logré tener un delicioso orgasmo...

Cuando me desperté dije y si intento nuevamente, no pierdo nada, le mandé un WhatsApp y un Xbox de Instagram.

Ansiosa por la respuesta que tardó dos hs.

  • Hola Yamila, veinte a mi depto a las 18 hs, te espero.

-hola Julieta ahí estaré.

Faltaban cuatro horas me bañé me cambié me arreglé y se hizo la hora, al llegar toque timbre, Juli me abrió nos besamos entrelazados nuestras lenguas, mientras caminábamos nos íbamos sacado la ropa , nos tiramos en el sofá, fue ella quien tomó la iniciativa me sacó el corpiño y chupo mis pezones y jugaba con su lengua en ellos, bajo a mi vagina, jugo con mi clitoris y su lengua, luego me dio vuelta me penetró mi culito con su lengua mientras me nalgueaba con su mano, penetró mi orificio pequeño con su dedo sacándome un orgasmo interminable, luego me deja en el sillón y me dice ya vengo, viene con un arnés con un diodo grande, me agarra del pelo y me hace arrodillar para que chupe el dildo, lo chupo y ella empieza a gemir.

Saca el arnés y trae un diodo doble y nos empezamos a entrelazar las piernas penetrada por el mismo diodo y morimos de placer.

Este fue el último encuentro con mi vecina julieta.

Este relato es corto pero intenso.